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domingo, 27 de abril de 2025

PERO QUÉ FEO

 El expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha dicho que con los medios de comunicación actuales es imposible tener una verdadera democracia. Cabría agregar que se trata muy en particular de una prensa cada vez peor, salvo excepciones contadas, y de la televisión. Con Internet es algo distinto. Las redes sociales, a su vez, son poco confiables. Estar informado no es para nada sencillo.

      Los grandes medios, que responden a intereses económicos poderosos, deciden, parafraseando a un diplomático panameño, quién tiene el sartén por el mango y quién está frito. Ésto, porque son los medios los que, a través del foco de atención, deciden que se discute y en qué términos. Ésto significa que mandan o dominan, como se quiera decir: lo hacen decidiendo que se coloca en primer plano y que se relega al segundo. Es una pena que la izquierda, gran parte de la comunista incluida, entre en este terreno, aunque sea para llevar la contraria. Si se “sincroniza”, está perdida: está en el terreno que otro ha escogido, y en beneficio propio. Para decirlo de otro modo, la izquierda baila al son que le tocan, y no tiene mucha música propia-

     A raíz de las recientes elecciones en el Ecuador, es penoso que una parte de la izquierda se haya puesto a discutir si “Correa o no Correa”. Estos son los términos que escogieron los medios ecuatorianos, junto a un aparato judicial corrupto: estar a favor o en contra de Correa, como si de ello dependiera la marcha del Ecuador. Correa lleva muchos años fuera del gobierno. Como dicen los estadounidenses, ese “no es el punto”. Tampoco saber si “Maduro o no Maduro”, porque las elecciones pasadas fueron en el Ecuador. Hace poco, parte de la pésima oposición mexicana creyó ganar algo insinuando que la presidenta Claudia Sheinbaum iba a ser “otro Maximato”, por una supuesta injerencia que Andrés Manuel López Obrador no puede tener, por varios motivos. Curiosamente, estas derechas primitivas creen que una persona es forzosamente “prolongación de” alguna otra. Como se dice en México coloquialmente, eso es del “año de la canica”. No es el punto Ni siquiera lo fue en México con Emilio Portes Gil ni con Abelardo L. Rodríguez. En México ya quedó demostrado que no era más que un bulo malintencionado. Quedó en la impunidad, lo que arroja dudas sobre la honestidad de varios medios y pseudoperiodistas, suponiendo que esa honestidad importe más que ganarse la vida haciendo negocio y golpeando.

     En el Ecuador, Luisa González se presentó en las elecciones recientes con mérito propio, para lo que basta ver su trayectoria. Como sea, al Ecuador le fue bien cuando Correa fue presidente, entre 2007 y 2017. Correa no quiso perpetuarse en el gobierno. Lo que se quiere hacer aparecer es la Revolución Ciudadana (RC) como “la gente de Correa”, incluso cuando se habla de “correismo”. Es una falsedad: por cierto que erróneamente, no faltó gente de la RC, incluyendo alcaldes y prefectos de la patria del tongo (reparto), que, contra lo dicho por Luisa González, corrió a reconocer el triunfo de Daniel Noboa, junto a más de un intelectual, a nombre de la democracia que Noboa desconoció, y que tampoco es alguna fuerza particular del Ecuador..

     Correa tiene lo suficiente en su haber, está asilado en Bélgica, tiene el derecho de cualquier ciudadano a participar en política, y una condena ridícula, que es para que la crean ignorantes. Desde “la gente de Moreno”, “la de Lasso” y “la de Noboa”, el Ecuador no ha podido presentar resultados para la mayoría como los de Correa. En cambio, el Ecuador se volvió más corrupto y más violento. El punto está en el programa, no en la persona de Correa, que no hace ni deshace como por arte de magia. Por lo demás, tuvo un perfil de lo más bajo en las recientes elecciones. ¿El punto es el programa o la persona? Si se comparan los programas de la RC y de Acción Democrática Nacional (ADN), simplemente se trata de saber a qué atenerse y de asumir las consecuencias, salvo que el Ecuador se siga hundiendo sin remedio por “influjo psíquico “, es decir, porque Correa tiene una mente tan poderosa que, como Uri Geller, puede doblar cucharas sin tocarlas. Del mismo calibre que los “pendrives” de Jorge Glas. El problema es el del pueblo sagrado al que no se le puede decir nada si cree en ovnis. Dicho de otro modo, si mañana los medios y la Justicia deciden que “el punto” es que “Correa usa ovnis”, es lo que se discutirá; saldrán de algún planeta los expertos en ovnis, la RC lo desmentirá y algunos a la izquierda se lanzaran a considerar si es bueno o no que Correa maneje ovnis. Si lo que contaba era el programa, es de suponer que los ecuatorianos saben qué hicieron al no votar por la RC y aceptar el triunfo de Noboa, "haiga sido como haiga sido".

      Como se venía diciendo, "Luisa no gana ni ganando". Contra el Código de la Democracia, el presidente-candidato que no pidió licencia activó transferencias, bonos y becas a sectores estratégicos -incluidos policías y militares para custodiar las urnas- en campaña. Como lo hace notar el portal Sin Permiso, papi hacía lo mismo: repartía colchones y fajos de billetes para tratar de ganar la presidencia.

     Con buena voluntad, es posible pensar que hay gente ignorante que se toma en serio a Jaime Maussán, el especialista en ovnis También cabe pensar que más de uno cree lo que le dicen por cobarde y acomodaticio, “para convivir”, de ser necesario linchando a alguien. Lo hacen también quienes, en gran pobreza, aceptan colchones y fajos de billetes. En lo personal, es posible pensar que Correa es alguien bien preparado, e inteligente, sin que ello signifique aplaudirle todo. Y dio resultados Como sea, Luisa González ha brillado con luz propia -a diferencia del lerdo Andrés Arauz- y con inteligencia práctica. No es “la señora de “(Correa). La discusión no es que tan cerca o tan lejos deba estar la RC de Correa, ni de hasta qué grado de deslealtad se deba de llegar para complacer a quienes consideran que el problema es si “Correa o no Correa”, es decir, con costumbre estadounidense, si con “decapitar” a una organización, se acaba. El riesgo es el mismo que para el MÁS (Movimiento al Socialismo) en Bolivia, aunque bajo otra forma.

      Evo Morales en Bolivia cayó en la trampa del personalismo. No es el caso de Correa, aunque se equivocó con Araúz y Rabascall. Simplemente cuando la gente no defiende con suficiente firmeza a Luisa González ante elecciones inequitativas y en algunos aspectos fraudulentas, no es la derecha la que está en tela de juicio. Es la parte de la izquierda que sugiere que la conveniencia politica da licencia para ser desleal y que no reparó en lo absoluto en la propuesta de la candidata de la RC: hacer un gobierno con los mejor preparados, no con los “compañeros de fiesta”, que es una pésima costumbre de izquierda. No había asi ninguna “gente de” (Correa), sino que pudiera servir al Ecuador, incluyendo a personas de derecha como Jan Topic. No estaría mal que algunos de la “fiesta” -que tampoco es del agrado de González- se buscarán otro lugar para seguirla. Si el punto es si “Correa o no Correa”, pueden ir a debatir con Janet Hinostroza, con Pinoargote hijo o con Carlos Vera.

       El punto es muy otro, más allá del desprecio por Luisa González en la izquierda, por varios motivos, sin excluir el que sea mujer.  No es "del club". Salvo la presidentA de México, Claudia Sheinbaum, Yamandú Orsí, de Uruguay; Gabriel Boric, de Chile; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil ; y Xiomara Castro, de Honduras, fueron a acercarse a Noboa. Sólo el venezolano Nicolás Maduro y el colombiano Gustavo Petro, para el caso agua y aceite, denunciaron lo sucedido. Ni "los de la fiesta" -Lula y los uruguayos de José Mujica- dijeron nada, porque Luisa González no es de "sus" fiestas. Y es algo de lo que Correa podría aprender. El Grupo de Puebla, a lo sumo, expresó "dudas". Compromiso, sólo de Sheinbaum -Noboa ya es conocido en territorio mexicano como el delincuente que es- y de Petro.

      Inequidad y fraudes aparte, parece quedar claro que la mayoría indígena en el Ecuador no tiene sentido de patria, pero sí de quién es "el patroncito". No es un problema de pobreza, si se observa un voto como el de Cañar. Algunos más dirán que "por necesidad" prefieren tener colchones y fajos de billetes -o bonos y becas- en vez de patria, así se les ofrezca salud y educación: una masa no de ciudadanos, sino de míseros ignorantes que aceptan las limosnas de quien en realidad es un mezquino, porque les regatea derechos elementales; están los beneficiados de la "derrama", sea de un turismo que se ahorra los lugares de peligro o  de tráficos récord de cocaína que llegan hasta Sudcorea, o de la corrupción gubernamental y un lavado de dinero que ha seguido en ascenso. Si algunos quieren "admitir" que fueron los que ganaron por goleada, es tiempo de preguntarse a quién se invita (¿y los votos de Leonidas Iza o sus movilizaciones?). El punto no es "Correa o no Correa", menos si para lo que sirve es para coacciones baratas como la de Felipe Calderón en México en 2006: Noboa puede dejar muy bien al Ecuador peor que Venezuela, si no lo está ya.

      Para presidenta de la Asamblea ecuatoriana, Anabella Azín, tal vez: esposa de Álvaro Noboa, el de los colchones y fajos de billetes, es la mami de Daniel Noboa. Nada más falta quien se crea que todo está en reforzar a la familia: con colchones, fajos de billetes, toneladas de cocaína, mercenarios y cajas de banano. Y todavía hay quien cree que el punto es si "Correa o no Correa" o que, si la conveniencia lo impuso, no valía la pena secundar a Luisa González. Es muy sencillo: algo hay que algunos se reconocen en la gran ley ecuatoriana, que dice "yo aquí hago lo que me da la gana". Suena magnificente, pero es propio de subdesarrollados…y de gente de la prensa y la televisión (da click en el botón de reproducción)






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