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jueves, 17 de abril de 2025

¿VA A SEGUIR LA FIESTA?

 Con razón, dado el peso de las finanzas y de la especulación, la economía actual ha sido llamada "capitalismo de casino" o "capitalismo de póker". La llegada del presidente estadounidense Donald J. Trump al gobierno es motivo de mil y un especulaciones y apuestas, aunque de muy pocos análisis. Algunas han sugerido que, como un imperialista más, a Trump no le quedará más que "la fuerza bruta". Ahora resulta que medio mundo tiene una bola de cristal. Por lo pronto, aquí se ha señalado la dificultad de reindustrializar Estados Unidos en el corto e incluso mediano plazos y los problemas que puede tener Trump con la finanza. Que la izquierda se quiera sumar al anti-trumpismo para hacerle el caldo gordo al "globalismo" no es algo que se pueda evitar: hay sectores de la misma izquierda convidados a la gestión de este mismo "globalismo" y que creen en los sueños más salvajes, desde la integración de "las Américas" (idea que era de George Bush padre, pero pasó a ser en parte de la anterior cancillería mexicana) hasta la "Europa social", para no hablar de la galopante defensa de la "globalización" hecha por el líder chino Xi Jinping.

         Algunos creen que ahora Trump va a desatar la guerra mundial atacando a China, cuando no puede hacerlo. Una guerra en Asia-Pacífico desataría la ""bomba nuclear" asiática, que son los bonos del Tesoro (deuda pública) estadounidense en manos de China y Japón, aunque China haya disminuido sus tenencias. Si se dice que así es como "los otros" sostienen a Estados Unidos -"invirtiendo"" sus reservas en dólares en la compra de deuda pública de Estados Unidos, a través de los bonos-, no queda claro por qué Estados Unidos desataría "la guerra mundial" contra quienes, en parte, le financian el presupuesto. Rusia esde los pocos países que no anda en estos pasos. La última vez que alguien amenazó con largarle una bomba atómica a los chinos, fue con Douglas MacArthur durante la guerra de Corea, a principios de los '50: como la Unión Soviética ya tenía su propia bomba, MacArthur salió volando. Las maniobras en el estrecho de Taiwán o en el mar de China meridional pueden tener un fin disuasivo, al igual que el grupo QUAD (India, Japón, Estados Unidos y Australia): cerrarle a China el estrecho de Malacca, a riesgo de saber qué pasaría con Japón. Cerrar ese paso marítimo sería interrumpir una vía importante de intercambio para China, así que Estados Unidos prefiere "tener las llaves", como las de Panamá (para "tener las llaves" del tráfico China-Estados Unidos) y las del mar Rojo (Suez), por lo que Trump puede lanzar uno que otro bombazo sobre gente de Yemen (hutíes). Para lo demás, Estados Unidos ha conseguido que, como parte del efecto disuasorio, Japón aumente significativamente sus gastos de defensa, de los más elevados del mundo, incluso si Japón es un lugar con bases militares estadounidenses. Por lo mismo, Trump no ha insistido en que Japón gaste más en defensa (Japón es una enorme potencia marítima). Taiwán no a a atacar mañana China, y la última que fue a provocar es "Nancy la loca", la congresista Demócrata estadounidense Nancy Pelosi. Tampoco se ve cómo pudiera haber un conflicto convencional con China. La "guerra mundial" con China no es para pronto: tan es así que el grupo QUAD no está particularmente activo.

         La situación europea es otra. La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y la UE (Unión Europea), junto a los intereses estadounidenses en Ucrania (minerales, tierras raras) han conseguido mucho: si Hitler soñaba con tragarse la riqueza agrícola de Ucrania y el petróleo de Bakú (Azerbaiyán, en el Caúcaso), ya casi está, al igual que la eliminación del ejército yugoslavo. La diferencia está en que, además, para algunos no cesan las ambiciones de: 1) tener acceso a los gigantescos recursos naturales rusos, y 2) lograr la implosión de la Federación Rusa, como parte de lo mismo y de volver a tener el monopolio de la superioridad nuclear, hoy perdido. Son sueños de omnipotencia "global" que pudieran mezclar lo típico de los vencedores de la Guerra Fría: soberbia e ignorancia (no sólo no distinguen Austria de Australia, sino tampoco Báltico de Balcanes, ni Eslovenia de Eslovaquia, y así...), al grado eventual de crear un problema mayúsculo por no distinguir entre prudencia y debilidad. Ahora que una parte de los funcionarios rusos cree en un riesgo de guerra en Europa, el mandatario ruso, Vladimir Putin, ha dejado entreabierta la pregunta: ¿qué sucederá entonces con la actitud de Estados Unidos y el riesgo de guerra intercontinental y última probablemente para el género humano? Cuando Trump le dice al "presidente" ucraniano (actualmente es legalmente dictador), Volodímir Zelenski, que está jugando con la Tercera Guerra Mundial, los medios de comunicación masiva se indignan: no con Zelenski, sino con Trump.

          En el esquema creado desde finales de los '60 y con la ruptura del patrón oro-dólar en 1971 (fin del sistema de Bretton Woods), Estados Unidos, por importar más de lo que exporta (importaciones que son en gran parte de asiáticos y europeos, no sólo de empresas estadounidenses instaladas en Europa y Asia), manda dólares al exterior; asiáticos y europeos (con el Reino Unido a la cabeza) compran con esos dólares deuda estadounidense (bonos del Tesoro), y Estados Unidos ha podido seguir teniendo déficit presupuestal. Parte de este déficit se va en gasto en armas vendidas a europeos o japoneses para estar bajo el paraguas estadounidense. Para los que quieren guerra en su casino o que creen que es el as bajo la manga, desde 1960 a la fecha el gasto militar en el mundo como porcentaje del PIB (producto interno bruto) ha venido cayendo regularmente. No es que Trump no esté interesado en el complejo militar-industrial al que quisiera darle Groenlandia o más venta de armas a Ucrania a la larga, aunque por ahora en veremos: es que 1) de lo que se trata no es de gastar más, sino de ser más eficiente, porque el aparato militar estadounidense muestra serios rezagos tecnológicos, y 2) como de todos modos no es fanático del "Estado profundo", no se trata tampoco de darle todo a costa del presupuesto estadounidense (más si se recortan impuestos), así que, como ya lo entendió la OTAN, los europeos están llamados a seguir el ejemplo japonés y rearmarse, asumiendo su parte ( y también comprándole armas a Estados Unidos). Hasta ahí, porque las armas de la OTAN no sirvieron para nada frente a las rusas en el Donbás, sin que parezca que los europeos se hayan enterado. Por lo demás, Trump es una cosa y los Republicanos otra. En pleno descalabro social, aunque caen de muy alto, los europeos, más que los estadounidenses, están de alguna manera divididos entre ellos en algunos casos y con fracturas sociales internas no menores: de ahí que a algunos les pueda parecer "rentable" un problema con Rusia, sin medir las consecuencias, como por lo demás se han ido a tirar en los brazos...de China, ante los aranceles de Trump, para seguir buscando afuera lo que no quieren adentro. Como amigotes de la alta finanza, son los mismos que llaman a desestabilizar las finanzas estadounidenses, sin importarles que mañana Estados Unidos sea un incapaz económico y un insolvente. Como los Demócratas, en su búsqueda hacia afuera -mientras sigue precarizándose el nivel de vida europeo- corren a seguir haciendo negocios con China. Se les está pidiendo que actúen como Japón y que contribuyan más en el marco de la OTAN, no que se lancen por cuenta propia porque "no se les hace rentable" Trump, al perder posiciones en las finanzas. No es que Trump no quiera hegemonía, al menos al decir de uno que otro de sus asesores, pero que esté basada en solvencia, empleo e ingresos; es un respaldo -si se puede volver a crear- que algunos europeos ya no tienen -ni para armas-, por más que se crean "naciones indispensables" o "excepcionales". Pero ciertamente todavía tienen bastante que perder, si por soberbia e ignorancia no pueden ver e intentan "pasar al acto" (da click en el botón de reproducción).



AHÍ VIENE EL LOBO

 De vez en cuando, el presidente estadounidense se cree que Estados Unidos es great  y se lanza a hacer cosas disparatadas. Durante su prime...