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martes, 22 de abril de 2025

¿SE EMBARCA PARA PELEAR?

 Algo verdadero se puede utilizar para mentir. Y una de las ventajas es que se crea lo verosímil. Vero-símil: similar a la verdad. Que "parece" la verdad. Es cómodo, no hay que averiguar. Confortable, porque es posible de ser repetido apareciendo como verdadero, y descalificando de entrada a quien discrepe, colocado como no-verdadero. Agradable, porque no hay nada que debatir. Ni siquiera es necesario entender: tal o cual cosa va a la baja o al alza, y se puede presentar como verdad al margen del contexto, la tendencia o incluso del sentido. Basta con decir "prosiguen los delitos en la Ciudad de México" -como lo hizo hace poco a su manera La Jornada- para que no falte quien juegue al "ya se supo": desde luego, está mal que prosigan los delitos en la CDMX, salvo que alguien se atreva a decir "oye, !qué bueno!". Presentada así, la noticia es verdadera, pero es maliciosa.

        En primer lugar, en una ciudad que, sin contar la zona conurbada, tiene poco más de nueve millones de habitantes y problemas, lo difícil es que NO prosigan los delitos, de diversa índole. Alguna vez, el neurólogo y psiquiatra Boris Cyrulnik, creador de la famosa "resiliencia" que ahora se usa para lo que sea ("mi perrito el Bobby es muy resiliente", o "los mercados en Wall Street son resilientes", etcétera), se basó en la experiencia francesa de Tolón para determinar que el máximo de habitantes de una ciudad para que no haya sociópatas es de 200 mil. Es posible pensar que en una ciudad de nueve millones con una zona conurbada que lleva la cifra a 20 millones, la frecuencia de sociópatas aumenta. Dos cosas llaman la atención: los que no se dan cuenta de la existencia de sociópatas o de que forman parte del grupo, para el caso, ni tan selecto. Y la "resiliencia" de una inmensa ciudad que, en buena medida gracias al trabajo, logra no caer en lo que sería esperable si se escucha a Cyrulnik más allá de volver "resiliente" hasta al patito de hule de la bañera. En una ciudad donde no faltan los sociópatas, ni abunda el civismo, es de lo más loable que NO aumenten los delitos, aunque abunden caras feas o de gente malora. Algunos dirán que es "la fuerza del cariño", entiéndase familiar, pero resulta que no es así.

       La CDMX tiene desde tiempos de la jefA de gobierno, Claudia Sheinbaum, algunas ideas que han funcionado para abatir los delitos, aunque no se pueden reducir a cero, por lo que prosiguen. Lo que sucede es que prosiguen a la baja: en los últimos 100 días, los delitos de alto impacto han bajado en un 11 % y los de bajo impacto, en seis por ciento. En sí, tampoco quiere decir nada: si de nueve millones de habitantes, cinco se dedican a delinquir diariamente, estilo Puerto Príncipe, la "capital" haitiana, una baja en los porcentajes indicados no es una garantía de seguridad. Ahora, para poner las cosas de otro modo: en 2019 en el mismo periodo se registraron 10 casos de feminicidio y en lo que va de 2025, siete casos. Lo ideal es seguir bajando y hacer la tarea que, desafortunadamente, el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera no supo hacer. La pregunta es: ¿siete feminicidios en 100 días es una cifra alta o baja para una ciudad de nueve millones por lo demás "atravesada" cada día por la fauna del estado de México? La jefA de gobierno y hoy presidentA, Claudia Sheinbaum, dejó la CDMX con dos homicidios diarios. ¿Es una cifra alta o baja para una ciudad como la CDMX? En 100 días, los homicidios han bajado en un 53 %. De 402 en 2019 a 188 en 2025, mismo periodo. No salen ni dos al día. Vuelta a la pregunta: ¿qué tanto es tantito? Hay que saber si menos de dos homicidios al día es mucho, poquito o nada para una ciudad como la CDMX. Nos quitamos de partidismo: en el estado de México el narcomenudeo ha subido 40 %. Y no es secreto que con esa señora nunca salen las cosas "requetebién". Pero menos de un homicidio al día para un lugar como la CDMX merece detenerse a pensar. También bajó en ocho por ciento el delito de violación.

       Como puede verse, efectivamente siguen los delitos en la CDMX, y no sirve de consuelo pensar en Culiacán. Pero en lo que cuenta, los delitos en la CDMX vienen teniendo una baja pronunciada desde hace poco más de seis años. Y no tiene que ver con MoReNa (Movimiento de Regeneración Nacional), sino con medidas que, además de mejorar la paga de la policía, han bajado la impunidad. Aquí tenemos otro ejemplo. Las vinculaciones a proceso (mismo periodo) aumentaron en 950 %, de donde los "jornaleros" deducen lo que no, considerando por lo demás que en 2019 fueron vinculadas dos personas y en 2025 (mismos 100 días), 21 personas. Si se toman estas cifras "editadas", efectivamente, prosiguen los delitos en la CDMX: sólo que, gracias a la fórmula creada con la Fiscalía, ahora los delitos se castigan más y asi se disuade a más de un sociópata de pasar al acto, aunque sea por miedo.

      Lo anterior no quiere decir que la gente siente un éxtasis de Bienestar, ni tampoco que la familia mexicana -que existía ya en 2019- es la clave del éxito: Más bien, parte de los delitos que subsisten tienen que ver con violencia intrafamiliar. Tampoco se trata de colaboración con Estados Unidos, aunque el tráfico de fentanilo ha bajado en un 64 % en cinco meses. Los cruces ilegales de la frontera bajaron en un 97 %. Que lastimosamente Estados Unidos tenga que dar manotazos -como ya sucedió antes para subir el salario- no quita que alguien esté haciendo bien su trabajo en México. No es la oposición, aunque tuvo buenos resultados en Coahuila, hace rato. Tampoco son las fantasías más salvajes de la ex periodista Anabel Hernández. Desde luego, ese 64% y el 97% debe ser relacionado con la cantidad: si estaban cruzando ilegalmente dos millones de haitianos al mes, que más da.

      La "percepción de inseguridad" no es lo que cuenta. La gente de la CDMX ya la trae desde hace mucho y suele saber cómo tomar precauciones básicas: lo más probable es que no pase a mayores, pero nadie de Benito Juárez o Miguel Hidalgo correrá a pasearse en las utopías de Clara Brugada hasta salir de noche en la alcaldía de los Ángeles Azules. Con la pena, pero en MoReNa también hay gente que no sabe lo que hace: entre los 10 lugares más inseguros de México están Chimalhuacán, Ecatepec y Cuautitlán Izcalli. Una cosa es la percepción, que hace que haya aumentado a nivel nacional la sensación de inseguridad, hasta más del 60%; es perfectamente posible que en lugares como San Requetebién empeore. Pero a nivel nacional, los homicidios dolosos han caído en más de 30 %, asi deba considerarse que se parte de un nivel alto. Parte del logro es la coordinación con las entidades federativas.

     En este sentido, ni Jalisco ni Guanajuato parece que pongan mucho de su parte, pero tampoco el estado de México y Guerrero o incluso Tabasco. Lo que cabe hacer notar es que Colima y Zacatecas (dejando de lado Fresnillo) si han tenido logros. Siete entidades federativas concentran más del 50 % de los homicidios. Sí hay gente de MoReNa  hay progresos. Si se deja de lado Sinaloa, una entidad más en manos de la oposición (Nuevo León) se suma a las siete más complicadas. La oposición tiene dos de las tres grandes ciudades de México, y el estado de México se suma en densidad demográfica. Fallan Guerrero, Michoacán y Baja California. Buenos ejemplos no faltan, pero caracteres competentes, sí, todavía (da click en el botón de reproducción).



         

AHÍ VIENE EL LOBO

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