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viernes, 11 de abril de 2025

CHAU CHAU CHAU

 China es una potencia que algunos llaman "mercantilista", por su capacidad de exportación, la primera del mundo. Desde este punto de vista, se trata de una potencia de gran alcance internacional, y volcada hacia afuera, casi al 20 % de su PIB (comercio exterior), casi el doble de Estados Unidos (11%). México tiene un enorme 36 %. No es que el ejemplo a seguir sea Estados Unidos, puesto que, como se puede observar, NO es un país muy dependiente del comercio exterior, aunque sea deficitario en bienes (no en servicios) y quiera enmendarlo. Es en materia industrial -no agrícola, ni de materias primas, ni de servicios, a diferencia de Estados Unidos- que China es "el taller del mundo"" y ha conseguido, en gran medida gracias al Estado, un buen grado de innovación tecnológica, parte de lo que tiene nerviosos a los estadounidenses. En ciertos rubros, China exporta con relativamente buena calidad y a buen precio, en lo que intervienen todos los eufemismos de los economistas y su manera de nombrar los salarios relativamente bajos, aunque los de México sean aún más "competitivos", entiéndase que más bajos.

       Como país capitalista que es, pese a variantes (nadie se mete mucho con el tipo de régimen chino, y el presidente estadounidense Donald J. Trump no se arranca contra los chinos por motivos ideológicos), China se encuentra desde hace rato ante una crisis de sobreacumulación que no excluye la sobreproducción. Parte del intento por salvar la situación es abrirse mercados externos y para invertir, aunque los grandes inversiones chinos en el extranjero no son muchos. La otra posibilidad sería subir el nivel de vida de la población china, es decir, en vez del exterior enfocarse al interior, si fuera posible para beneficio de empresas chinas. Más allá los "labios para afuera"" y de la política de natalidad, no se trata de una prioridad china; hay más interés en atraer aún más inversión extranjera a nuevos sectores de la economía, como los servicios. Considerando además Hong Kong, es muy difícil discernir lo "hecho en China" por chinos o por extranjeros.

       Como ya ha habido ocasión de decir, China tiene un nivel de vida notoriamente más bajo que Sudcorea y Japón. En términos absolutos, puede que las clases medias chinas, con frecuencia ligadas al partido de Estado, sean muy grandes. Las cifras varían según las fuentes pero, de situarse cerca de 600 millones de habitantes, las clases medias no representan ni la mitad de la población, que supera los mil 400 millones de habitantes. Aún sin pobreza extrema, la mayoría de la población china es pobre. La diferencia con las de Estados Unidos está en que las clases medias chinas ahorran más, no sin dejar de enfrentarse a los problemas de la especulación inmobiliaria, por lo que quieren estar protegidas.

      Con la crisis del sector de la construcción y una industria que tiende a ser más intensiva en capital y a emplear menos mano de obra, en China se han multiplicado los servicios como los de restaurantes que como abren, cierran: la décima parte no dura ni un mes, y en general no más de un año y medio. La vida media de un restaurante en China es de 500 días. Hay mucha oferta y poca demanda. Igual pasa con varios bienes. Queda la impresión de abundancia, pero es de fachada: construcción de edificios que se quedan vacíos o semi vacíos, exceso de bienes como para ir a mirar pero no a comprar, ahorros que intentan irse al negocio que no dura mucho. En este sentido, los precios se van a la baja sin que se note que lo que hay es riesgo de deflación. Salvo en ciertos sectores, en la industria, al producir demasiado, China se expone a la caída de la rentabilidad. La solución es la misma: "mandar para afuera", exportar, a bajo precio. El PIB (producto interno bruto) per cápita en paridad de poder adquisitivo y en dólares constantes llega apenas al 30 % del estadounidense El círculo puede hacerse vicioso si los servicios y negocios de toda índole no pueden absorber la mano de obra que libera una industria menos intensiva en trabajo o que se va a Vietnam o Camboya, por ejemplo. El desempleo crece y es de más de 16 % en los menores de 25 años. En medio de lo descrito, y pese al aumento de la productividad, no se va más allá de un "aumento razonable" del salario. Aunque es cercana a la media mundial, la proporción del salario en el PIB chino está por debajo de las potencias, en particular de los países del G-7. Si "medio alcanza", es porque la sobreproducción baja precios, pero no sin riesgos. Es lo que viene haciendo China: ayudando a "medio sobrevivir" a "medio mundo", pero sin verdadera calidad de vida para la mayoría de la población. No hay signos claros de que esta sea la prioridad y no seguir inundado el mercado internacional de una que otra cosa buena y un mar de chucherías (da click en el botón de reproducción).




¿VA A SEGUIR LA FIESTA?

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