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viernes, 30 de julio de 2021

BIDEN SE PINTA SOLO (Y LOS QUE CALLAN)

 Al final de cuentas, probablemente lo perdonen, si el caso se plantea (lo que es muy improbable), porque no se trata de resolver problemas sino de taparlos. Si lo que acaba de hacer el mandatario estadounidense Joseph Biden lo hubiera hecho el presidente Donald Trump, ya se hubiera ganado el infierno.

      Biden acaba de acusar en estos días a Rusia de interferir, desde ya, en las elecciones estadounidenses de medio término (legislativas) de 2022. El presidente estadounidense, quien dijo sentirse como "líder del mundo libre" al estar sentado frente a su homólogo ruso Vladimir Putin, agregó sobre la supuesta injerencia: "es una violación a nuestra soberanía". Hasta aquí, es cosa de los estadounidenses y de sus vasallos creerle o no a Biden, luego de que quedara probado, para quien quisiera enterarse, que Rusia no intervino en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, por lo que todo el tiempo se le estuvieron inventando cosas a Trump.

     Biden ya había acusado de "asesino" a Putin, sin importar ciertas reglas mínimas de la diplomacia. Pero esta vez, el presidente estadounidense dijo, refiriéndose a los supuestos ciberataques rusos: "es probable que terminemos en una guerra, una guerra con tiros de verdad". Es difícil saber por qué no se le reprochó a Biden una declaración tan temeraria, puesto que involucra a las dos principales superpotencias nucleares del mundo. Esa "guerra con tiros de verdad" simplemente no debiera concebirse, porque entre uno de sus resultados podría llevar al aniquilamiento de la Humanidad. No hace falta recordar a la cantidad de gente que anunció a tientas y a locas la Tercera Guerra Mundial con Trump. También hubo quien, como la lideresa Demócrata de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, llamara abiertamente a los militares de su país a quitarle el maletín nuclear a Trump. Gracias a medios de comunicación masiva dedicados a enajenar a la gente, y a gente dispuesta a consumir cualquier cosa con tal de no arriesgarse a salir de la manada, no faltaron quienes creyeron o fingieron creer que con Trump el mundo estaba a|l borde del apocalipsis. Biden puede anunciarlo sin que pase nada. Así de tranquilo el asunto. Cabe recordar que el maletín nuclear estadounidense está por lo demás en manos de alguien que padece de una forma de demencia que lo lleva a cada rato a confundirse en sus discursos o alocuciones. En rigor, se tendría derecho a saber cómo está siendo atendido médicamente Biden. 

      Algo de lo que la opinión pública no ha querido enterarse es de la superioridad militar de Rusia sobre Estados Unidos, que es como mínimo de unos 10 o 20 años, gracias al armamento hipersónico. No lo pueden mencionar ni quienes en América Latina se acercan al problema del armamentismo, lo que resulta sorprendente en alguien como por ejemplo Claudio Katz.

     Biden dijo también que "Putin sabe que somos mejores que su equipo y éso le molesta muchísimo". Es un invento de cabo a rabo, pero no acaba ahí. "El presidente ruso -prosiguió Biden- tiene un problema real, es el jefe de una economía que tiene armas nucleares y pozos de petróleo y nada más", otra falsedad (alguien puede hurgar entre otras cosas entre los primeros exportadores mundiales de trigo, por ejemplo). "El sabe que está en problemas -remató Biden- y a mi juicio ésto lo hace aún más peligroso". Aquí estamos de nuevo en las puras tonterías, pero pueden servir para autoengañarse, y el autoengaño no es algo bueno cuando se tiene entre las manos el botón nuclear, creyendo que enfrente no hay más que debilidad, cuando en realidad, si no acaban con la Humanidad, los "tiros de verdad" ofrecidos por Biden podrían terminar en una catástrofe. Para Estados Unidos, que dada la fenomenal modernización de la Armada rusa ya no es siquiera el rey de los mares. No habría nada más idiota que aventurarse a los "tiros de verdad" con Rusia.

     Al parecer, a la opinión pública occidental, incluyendo el progresismo, no le importa ni un cacahuate que alguien que está mal de sus facultades mentales haga este tipo de declaraciones. De paso, puede decirse que la gratitud es lo último que le pasará por la cabeza a dicha opinión: el grueso de la ayuda a Cuba, unas 88 toneladas (en particular de material médico, porque no urgían tanto latitas de frijoles La Costeña), en medio de las dificultades actuales se las envió la Federación Rusa, que procura conducirse con hechos y no con palabras huecas y gestos o ademanes para la galería y la fantasía o el autoengaño. Qué estado tan deplorable de cosas y qué incapacidad para expresar valores existentes, pero que la enajenación ha hecho desaparecer de la cabeza de muchos, muchos. Si quieren "tiros de verdad", podrían tenerlos: por la culata, para que dejen de creerse seres superiores a los demás. No todo en el mundo se reduce a problemas de dominación. ¿La de la foto es la democracia que quieren, o no se atreven a decir nada de Biden por conveniencia?¿O es que en verdad creen que no les tocaría? Podría tocarles incluso más que a Rusia, por lo que Biden parece capaz de arriesgar a los suyos sin que se den cuenta. El sistema vigente no crea seres responsables. Es lo peligroso de estafadores como Biden.




miércoles, 28 de julio de 2021

MÉXICO SE PONE APOTEÓSICO

 Ni el presidente argentino, Alberto Fernández, ni el mexicano, Andrés Manuel López Obrador, son personas especialmente cultas, por lo que pueden acabar incluso diciendo incoherencias. Desde luego, tampoco hay modo de oponerles al presidente venezolano Nicolás Maduro, quien tampoco destaca por su cultura. Tal vez la diferencia con López Obrador es que a éste aún le queda, luego de todos los retrocesos desde 2006, un peculiar "colmillo" que lo mantiene en un "buen sentido".

     Fernández dijo hace poco una tontería típica y expresiva, la de quien cree que los argentinos son todos descendientes de inmigrantes de más o menos reciente data (finales del siglo XIX, principios del XX), algo que es falso. En total obsequiosidad ante un español, Fernández aseveró que los mexicanos descienden de los aztecas y los brasileños salen de las selvas, por lo mismo por lo que "los argentinos descienden de los barcos". Es un viejo chiste y no algo memorable del escritor y ensayista mexicano Octavio Paz, contra lo que dijo Fernández queriendo lucirse. Ya se le había notado: en visita a México, en un acto en la ciudad de Iguala, no podía aunque trataba citar a más de dos próceres independentistas latinoamericanos, San Martín y Juana Azurduy, hasta el cansancio. En cuanto a los venezolanos, hace rato que, culturalmente hablando, decidieron hacerse una idea muy estrecha de América Latina con sus Premios Libertador, bastante ambiguos, puesto que en nombre del anticapitalismo pareciera que reivindican una América Latina que no es la mejor y que sí tiene en cambio mucho de fantasía, desde el "barroco" hasta la teoría de la dependencia, si bien Claudio Katz o Atilio Borón son capaces de trabajos muy serios cuando alcanzan a salir de la endogamia de la cosa nostramericana, que reproduce en pequeño el acaparamiento y la incapacidad de diálogo de los "demócratas liberales" (si bien Borón es también una excepción con el detalle de sus críticas al escritor peruano Mario Vargas Llosa). Puede que en el fondo no sean Katz ni Borón, sino la forma en que llegan a ser "hablados" por poderes que desafortunadamente piden incondicionalidad en vez de lealtad, por lo que no se les puede decir gran cosa.

      Cierta ala del lópezobradorismo ya no tiene empacho en desbarrar y se ha inclinado desde ya, para la sucesión presidencial, por la activista y jefa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien en un acto reciente y para "hacer memoria" rebautizó la "Plaza de la Noche Triste" (donde el Conquistador Hernán Cortés lloró su derrota transitoria al pie de un árbol) por "Plaza de la Noche Victoriosa", como si en serio los mexicanos fueran descendientes de los aztecas (en realidad es sólo válido para los Sheinbaum, los Ebrard y los Clouthier, como lo ha entendido la oposición) y hubiera que darles el gustito de una victoria sobre los españoles. Por lo demás, se trata de un sinsentido: quien se quiera sentir, como José Alfredo Jiménez, que es "descendiente de Cuauhtémoc" (da click en el botón de reproducción, más abajo), puede muy bien regocijarse en una "Plaza de la Noche Triste" de que aquella negra noche Cortés se haya puesto a chillar, sin que sea necesario el cambio de nombre.

     Por lo que se pudo ver, López Obrador estaba leyendo un texto en la reciente conmemoración del natalicio de Simón Bolívar, a la que fue invitada Isabel Allende, tal vez para darle gusto a la señora madre de Chocoflán. En sus disparates, López Obrador, nada original, nombró a Cuba la Nueva Numancia (ocurrencia que viene por lo menos del escritor Carlos Fuentes) y pidió que sea declarada Patrimonio de la Humanidad, sin que quedara claro si iba en serio o era una ironía sobre el parque automóvil cubano y sus "almendrones" de los años '50. Está bien, como lo dijo López Obrador, la Organización de Estados Americanos (OEA) no sirve a los intereses latinoamericanos, etcétera. Pero el mandatario mexicano terminó de decir disparates cuando dijo que América Latina debería unirse "como la Unión Europea" (una imposibilidad absoluta, al grado que cuesta saber de dónde salió la "idea"), pero además sin enfrentarse a Estados Unidos, porque no se puede "con Sansón a las patadas". López Obrador puso a la vez como ejemplos positivos la defensa de la soberanía y el T-MEC (Tratado México- Estados Unidos- Canadá de libre comercio), como si no se tratara de una contradicción, y de remate, se ofreció a Estados Unidos como aliado frente a China (!).

      Estas incoherencias, que Maduro celebró como algo "apoteósico" (!), se aderezaron con lo que realmente es: una cita de René Pérez Joglar ("yo siempre digo lo que pienso"), del puertorriqueño Calle 13, y una canción también de Calle 13 interpretada por alguien de apellido notoriamente azteca, Lila Downs. La secretaria mexicana de cultura, Alejandra Frausto, tuvo razón al decir que se atestiguaba un "momento histórico": digamos que Puerto Rico como sueño de Bolívar, pero sobre todo el banderazo para el giro Demócrata de dos de los presentes, además de la señora, Sheinbaum y el canciller Marcelo Ebrard. Por si alguien no lo notó, en materia migratoria esta vez López Obrador le fue a hacer el caldo gordo al presidente estadounidense Joseph Biden después de haber concordado un buen rato con lo contrario y el mandatario Donald Trump. Desde luego que en más de una cosa el mandatario de México es ignorante, pero hace rato que alguna "mano invisible" se sirve de ello para empujar hacia una nueva forma de norteamericanización del país.



lunes, 26 de julio de 2021

HAITÍ: HAY CUENTOS Y CUENTOS

 El presidente de Haití, Michel Martelly (2011-2016), fue el mentor del recientemente asesinado mandatario Jovenel Moise, por parte del partido Tét Kale ("Cabeza Calva"), agrupación del agrado del Departamento de Estado estadounidense, como el mismo Martelly lo fue en su momento de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton. Martelly era una personalidad oscura, ex paramilitar en la dictadura de Jean-Claude Duvalier, y luego ligado al tráfico de droga, en especial de cocaína, en un momento en el que 27 clanes colombianos (!) se disputaban la ruta haitiana, la más importante del Caribe. Numerosos antiguos militares se reconvirtieron a compañías de seguridad privada y otros a las mafias. Con Martelly, también cantante conocido como Sweet Micky, el negocio pudo funcionar, de tal manera que en caso de problemas con la Justicia grandes narcotraficantes como Evinx Daniel y Woodly Ethéard pudieran ser dejados en paz. Fue más o menos en la misma época que Naciones Unidas declaró sin problemas que "el tráfico de droga salvó a la economía mundial" (luego de la crisis de 2008). Martelly llegó a revocar magistrados que como Jean-Marie Salomon, de Les Cayes, arrestaran a narcotraficantes. Por parte de Martelly, no fue todo: se dilapidaron, por decir lo menos, 4 mil millones de dólares de un préstamo ofrecido por Venezuela para ayudar a combatir la pobreza. Debió haberse dado un juicio por este Fondo Petrocaribe, pero no pasó nada, pese a multitudinarias protestas. Moise aseguró no haber estado involucrado en este escándalo, aunque fuera mencionado, y lo cierto es que no estaba metido en asuntos de tráfico de droga. Hay cosas que los autodenominados "demócrata liberales" no explican demasiado: Martelly resultó electo de modo chueco en elecciones que nunca ganó -había quedado en tercer lugar, pero eso sí, Hillary Clinton corrió a Haití a respaldarlo- y con el apoyo de Estados Unidos, en particular del ex portavoz de la embajada de Estados Unidos en Haití, Stanley Schager, y de la Organización de Estados Unidos (OEA). Martelly había quedado en ese tercer lugar detrás de Mirlande Manigat y de Jude Célestin. El mismo Sweet Micky daba garantías: había colaborado en los golpes de Estado que sacaron del gobierno al presidente Jean-Bertrand Aristide, quien como otros advirtió que lo echaban los narcos (además de asesinos amigos de Martelly, como Michel Francois), todo con el apoyo de potencias extranjeras. 

     Moise, a fin de cuentas un activo empresario del banano, y oriundo del norte haitiano, ganó elecciones en las que no fue mayor mundo a votar y que por lo demás habría ganado Célestin. Secretario general de la Cámara de Comercio e Industria de Haití, promotor del desarrollo  en áreas rurales del norte haitiano, creador de una planta de abastecimiento de agua para la misma región, fundador de una empresa de energía solar y eólica y creador de una zona de libre comercio agrícola, Moise tenía más el perfil de un empresario dinámico que de un oligarca dedicado a saquear el Estado y a los negocios turbios.

     Desafortunadamente, durante su mandato Moise llegó a involucrarse en la violencia armada en los barrios pobres de la capital haitiana, Puerto Príncipe, para reprimir a sangre y fuego el descontento popular. Fue el caso el 13 de noviembre de 2018 en la masacre de La Saline, donde se estima que murieron 60 personas. Se decía que, tratando de rehacer un ejército y creando una policía especial, sin mayor distinción entre ésta y los delincuentes enseñoreados en el país, Moise no hacía más que seguir la línea de Martelly, incluso para asegurar su retorno. Pero puede ser que Moise, dispuesto a dejar el gobierno en 2022, tuviera otras cosas en mente: quería en particular un referendo y modificar la Constitución (lo que debía permitir por cierto votar a la diáspora), con el argumento de que un poder legislativo corrupto bloqueaba sistemáticamente las iniciativas presidenciales, impidiendo gobernar. A partir de algún momento, el apoyo de Estados Unidos para quien parecía ser una simple tapadera de la oligarquía comenzó a diluirse. Moise ya se había opuesto a algunos oligarcas, como los Vorbe en el campo de la generación de energía eléctrica. La llamada "reina de Haití", Helen La Lime, representante especial de Naciones Unidas para el país, parecía haberle dado la espalda a Moise, quien poco antes de ser ejecutado ya había denunciado atentados en su contra en marcha. En las exequias de Moise, su esposa, Martine Moise, reiteró en las denuncias contra oligarcas opuestos a cualquier forma de desarrollo de Haití y a la posibilidad de un cambio constitucional, aunque también dijo que su marido fue abandonado y traicionado, seguramente por actuar como empresario y no como oligarca ni miembro de bandas de saqueadores de la ayuda para el país caribeño.

      Los dos primeros ministros en asumir el gobierno luego de muerto Moise, Claude Joseph y Ariel Henry, se formaron a la sombra de Estados Unidos, incluyendo el Fondo Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), y estuvieron metidos en los golpes contra Aristide. La investigación del magnicidio se enturbió, teniendo que hacer con un juego de "muñecas rusas" en el cual resulta muy difícil dar con el autor intelectual. Un hombre interesante en el caso es el haitiano-estadounidense James Solages:  trabajó en la seguridad privada de dos de los grandes oligarcas de Haití, Dimitri Vorbe y Pierre Réginald Boulos (y como chófer y guardaespaldas del actor Sean Penn, muy metido en Haití y nombrado embajador itinerante del país...por Martelly, quien tenía como asesor privado al nieto Duvalier, Nicolas Duvalier). Boulos estaba haciendo|| campaña en Estados Unidos para su partido político. El problema puede ir más allá. Moise se había enemistado con la organización no gubernamental (ONG) Oxfam, algunos de cuyos miembros en Haití  contrataban prostitutas, incluyendo menores de edad, con dinero de la propia organización. Miembros Demócratas (al menos dos) de la Cámara de Representantes estadounidense venían quejándose de Moise ante el secretario de Estado, Anthony Blinken, mientras que el presidente haitiano ejecutado había tenido en cambio apoyo del mandatario Donald Trump. 

     Miles de ONGs trabajan en Haití con frecuencia sin dar cuenta del uso de sus fondos y los resultados. Por lo demás, del gran dinero de la Fundación Clinton en Haití no se vió mayor cosa, puesto que se evaporó, en particular el que debía servir para el parque industrial Caracol

. Boulos fue parte de la Comisión para la Recuperación de Haití presidida por el ex presidente estadounidense William Clinton . Otras pistas conducen al partido Tét Kale. Dado que no habría hecho nada para impedir el crimen, la guardia que cuidaba a Moise se volvió igualmente sospechosa, teniendo a su cabeza a alguien denunciado como narcotraficante por la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), además de ser traficante de armas, Dimitri Hérard. 

     Es poco lo que se ha dicho sobre quién era Moise, pero de su asesinato y de la campaña contra él puede deducirse que Estados Unidos y las oligarquías latinoamericanas no tienen el menor interés en el desarrollo de los países de América Latina y el Caribe, sino en la "gestión" de un estado de cosas que permita todas las formas de enriquecerse rápidamente. Después de todo, algo de lo dicho hubo durante el apoyo del presidente Barack Obama a la presidencia de Felipe Calderón en México (los mismos españoles que le hicieron la campaña se la hicieron a Martelly), o durante el apoyo de William Clinton al fujimorismo en Perú (Martelly llegó a decir que era necesario "un Fujimori en Haití"). No queda claro de qué tipo de procedimientos democráticos o de liberalismo se trata. ¿de este estilo fiestero pero ostensiblemente mafioso de Sweet Micky? (da click en el botón de reproducción).

     Naciones Unidas, la OEA y países como Estados Unidos se manifestaron contra el proceso de consultas para una nueva Constitución, y los oligarcas parecían molestos con la iniciativa. Las elecciones presidenciales y legislativas habían quedado programadas para septiembre. El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, urgió en conversación con Henry a establecer las condiciones para elecciones presidenciales "libres y justas". Henry dijo que las elecciones son "innegociables", pero de los proyectos de Moise que pudieron incomodar no se ha vuelto a hablar.



     

viernes, 23 de julio de 2021

CUBA: DESTILANDO AMOR

 En las protestas callejeras de octubre de 2019 en el Ecuador, de octubre del mismo año en adelante en Chile y recientes en Colombia, las fuerzas del orden no tuvieron una actitud especialmente amable. Lo que algunos quisieron ver en esas manifestaciones callejeras fue una vuelta con fuerza del progresismo, pero lo cierto es que condujeron a un importante relajamiento de las obstrucciones constitucionales chilenas al ejercicio de la democracia.

      Dicho lo anterior, cualquiera puede ver el siguiente video las ocasiones necesarias y suficientes para darse cuenta de la actuación tanto de los manifestantes como de las fuerzas del orden. Es necesario un poquito de atención:


Artísticamente hablando, no es genial, pero en gustos se rompen géneros. No todas, pero sí muchas de las imágenes muestran una actitud de las fuerzas del orden renuente a reprimir y objeto de vandalismo por parte de quienes protestan. Nunca deja de ser bello algo de lirismo para comportamientos lumpen, que a diferencia de otros países no parecen actos de provocación, como los de los "anarquistas" en México, sino realmente espontáneos y libertarios. Esto es lo que un ensayista en caída libre como Enrique Krauze llama el "heroico pueblo cubano en acción", después de haber rechazado con Carlyle el "culto al héroe" del chavismo venezolano (algo que no estaba descaminado) y de denostar como "populistas" a quienes reivindican al pueblo en lugar de la democracia "sin adjetivos". No se trata de santificar ni de demonizar, pero a veces hay cosas que debieran llamar la atención: es el caso del ex canciller mexicano Jorge G. Castañeda diciendo que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es un "admirador de Fidel Castro" que "quisiera que México fuera como Cuba". A partir de cierto momento, cualquier disparate está permitido y basta con un "nombre", tomado por "marca", para decir impunemente cualquier cosa. Aunque sea porque en Cuba, luego del 11 de julio pasado, desde luego que hubo represión, mientras que en la Ciudad de México las mujeres policías tienen que aguantarse delante de Palacio Nacional que las feministas pretendan quemarlas, literalmente, no figuradamente.

      Como la educación política dejó hace rato de existir, otros le piden al presidente estadounidense Joseph Biden que "pare las políticas de Trump" hacia Cuba, según lo hicieron en la carta "Deja vivir a Cuba" unas 400 personalidades, incluyendo desafortunadamente a la excelente historiadora francesa Annie Lacroix-Riz y a dos mexicanos que no han querido mojarse en nada ante el gobierno de López Obrador (Pablo González Casanova y Gilberto López y Rivas, comandante Perisur). !Al lado de los provocadores de Black Lives Matter!Biden no está siguiendo "la política de Trump", lo que no tiene sentido afirmar, sino la suya, que bien puede consistir en tratar de romper la unidad entre el pueblo y las autoridades cubanas: haciendo algunas promesas -mientras los 400 lo llaman a emular al mandatario Barack Obama-, que bien pueden ser cumplidas en su momento para "recompensar" al "pueblo" cubano, estimulándolo económicamente "hacia la libertad" (remesas, viajes, ofrecimientos de internet...) y castigando, como se acaba de hacer, al ministro de Defensa cubano, Alvaro López Miera, y a la Brigada Especial Nacional (BEN), del Ministerio del Interior, conocida como de boinas negras. No está mal: ahora se juega al mismo tiempo la zanahoria y el garrote calculando las posibilidades de un golpe "blando" o algo "de colores". Cada quien es libre de extraviarse tomando el camino erróneo que mejor le plazca: el presidente de Casa de las Américas, institución cultural cubana, Abel Prieto, acaba de negarse explícitamente al odio cuando la política desestabilizadora contra Cuba debería denunciarse como lo que es, odiosa (es decir, de odiar), en vez de peregrinar hacia Biden a la espera de un "favor" que dudosamente hará, el de levantar el bloqueo. Tal vez se le pida a Biden amor, mientras que del presidente Donald Trump, supuestamente, no podía esperarse más que odio. Ya que todo el mundo destila buenos sentimientos, es de pedirles a los manifestantes cubanos que para la próxima salgan a darles besos a la policía en vez de golpearla, apalearla, voltearle sus patrullas, arrojarle piedras y otras expresiones poco afectivas. De antemano, gracias por su pacifismo.

jueves, 22 de julio de 2021

COVID 19: SIGUE LA MATA DANDO

 Los medios de comunicación masiva occidentales han estado ocultando de manera sistemática y casi por completo los datos sobre los efectos dañinos de las vacunas de ARNm (mensajero) y otras (AstraZeneca). Al 17 de julio, en Estados Unidos y de acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), casi 11 mil personas habían muerto en ese país como consecuencia de la vacunación y se habían producido más de 500 mil accidentes. Las cifras incluyen más de 9 mil incapacidades permanentes, más de 59 mil visitas de emergencia a hospitales, más de 30 mil hospitalizaciones y cerca de 9 mil accidentes que pudieron haber sido mortales. A otra escala y siempre según fuentes oficiales, en Europa Occidental y Estados Unidos se han reportado más muertes y accidentes con las vacunas mencionadas que con todas las vacunas juntas desde que este tipo de eventos se contabilizan. Juntando Estados Unidos y la Unión Europea, hasta principios de julio el número de accidentes podría llegar hasta cerca de dos millones (la mitad de ellos de gravedad) y el de muertes a más de 31 mil, lo que no es poco. Hay agrupaciones médicas, como Doctors for Covid Ethics, que han solicitado sin éxito que se detengan estas vacunaciones. En el mismo sentido, los países que más han vacunado, por contraste con los que menos, son los que tienen más casos de la Covid 19, según doctores como Robert Malone, pionero de la tecnología de ARNm. Según Malone, la vacuna de Pfizer eleva de 3 a 5 veces el riesgo de hospitalización -por contraste con la Covid en sí misma- en los hombres de 12 a 17 años, y en 72 % el riesgo de muerte por la vacuna antes que por la Covid entre mujeres del mismo rango de edad. No es un secreto que gente vacunada con las vacunas mencionadas se ha contagiado y ha fallecido. Curiosamente, las nuevas variantes del virus pueden pegarle con fuerza a la gente ya completamente vacunada. Para más señas, el presidente estadounidense, Joseph Biden, partidario de ir "casa por casa" a vacunar, sugirió que Facebook silencíe a quienes se oponen a, o cuestionan las vacunas contra el SARS-Cov-2. Nadie se ha puesto a brincar exigiendo el respeto a la libertad de expresión. Algo más: todavía se desconocen los efectos a mediano y largo plazos de las vacunas mencionadas.

      El asunto es tanto más deplorable que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue sin darle el visto bueno a una vacuna tradicional y segura contra el SARS-Cov-2, la rusa Sputnik, que tiene efectos pero ni uno solo de gravedad y mucho menos muertes, además de proteger contra múltiples variantes: de hecho, no faltan doctores para reconocer que es la mejor vacuna, pero no se aplica en Estados Unidos y la Unión Europea no permite la entrada a quien tenga esta vacuna. De manera increíble, la OMS ha seguido poniendo trabas para la homologación de la Sputnik V, 100 % eficaz para prevenir el riesgo de muerte por la Covid 19. Se revisa minuciosamente la información del fabricante (el Instituto Gamaleya de Epidemiología y Microbiología ruso) y se le han pedido mayores datos, mientras que las vacunas de ARNm y de AstraZeneca (basada en adenovirus de chimpancé) recibieron aprobación de emergencia casi sobre la base de folletos de los fabricantes, sin que se les solicitara nada más. Esta no es más que la creencia de que el negocio garantiza la calidad, lo que puede dar lugar por igual a estafas. No está de más saber que las grandes empresas farmaceúticas occidentales se llevan poco más de 19 dólares por dosis y piensan subirle a 125 dólares el año próximo.

   Cabe señalar que entretanto, los tratamientos contra la Covid 19 siguen avanzando. Ya se ha probado con todas las de la ley (los llamados estudios randomizados) que, más allá de la hidroxicloroquina, de muy buenos resultados en Africa, para lo que basta con ver un caso ejemplar como el de Tanzania (un tratamiento preventivo con este fármaco puede ser de cinco tomas seguidas de 200 mg y luego una toma semanal también de 200 mg), la ivermectina es muy eficaz como profiláctico y también para el tratamiento de la Covid 19, al grado de reducir la mortalidad en un 83 % en comparación con los no tratados. Pues he aquí que la OMS se ha rehusado a recomendar la ivermectina, reservándola para ensayos clínicos. No nada más se ha buscado bloquear la promoción de ivermectina, por ejemplo en Youtube, sino que también se han aprovechado conflictos de interés con una de las empresas fabricantes, Merck, para que no siga cubriendo su parte de la demanda internacional, al grado de que la misma Merck ha negado la eficacia del fármaco. Todas las evidencias se ocultan: se pasó de largo sobre el papel de la hidroxicloroquina en el cese de contagios y muertes masivas en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil (después de filmarlos), como se omitió el papel de la distribución de ivermectina en India para para igualmente la enfermedad (que se estuvo filmando antes con todo el espectáculo) y no se dijo nada del papel del medicamento en la reducción de hospitalizaciones en la Ciudad de México. Como está de moda caerle encima al mandatario brasileño Jair Bolsonaro, se ha ocultado la distribución de ivermectina con muy buenos resultados en Brasil (Santa Catarina, Amapa y Amazonas). Cabe señalar que hasta hace poco fue Estados Unidos que presionó a Brasil para no adquirir la vacuna Sputnik V.

     Así está el manejo de una epidemia que arroja por lo demás dudas sobre sus orígenes, aunque no sea éste el lugar para especular sobre el tema y caer entre los llamados "conspiracionistas". De principio a fin, de lo que se ha tratado en Estados Unidos y la Unión Europea es de priorizar el negocio sobre la salud, ya que un ser humano no es más que una "cantidad" que está para entrar en un cálculo costo/beneficio. Comparado con lo que se puede ganar en dinero, las muertes y los accidentes por las vacunas de ARNm y AstraZeneca seguramente no son nada, aunque al ritmo que van los fallecidos pronto puedan igualar el número de bajas fatales en la guerra de Vietnam. Teniéndolo en cuenta, es muy gratificante oír a los "expertos" y ver las indiferencias gubernamentales que no son ajenas a la ignorancia (cosa que en principio no puede permitirse demasiado un gobierno).

 



martes, 20 de julio de 2021

MÉXICO: EN PROCESO

 

Recientemente, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, volvió a dar cuenta del estado que guarda el aparato de Justicia en México. "En los tribunales de México, dijo Zaldívar- persiste la corrupción y quien afirme lo contrario miente descaradamente". Para el magistrado, los órganos jurisdiccionales no tienen cercanía con los ciudadanos, que no reconocen en ellos una legitimación social, sino que se les visualiza como entidades normalmente vinculadas con los poderes fácticos y económicos". La gente "percibe a los jueces como ajenos a su vida diaria y son susceptibles de incurrir en corrupción. Requerimos -prosiguió- tribunales que sean más sensibles, más cercanos a la gente, que comprendan el dolor humano que hay detrás de cada expediente". Desde luego, las declaraciones de Zaldívar no tuvieron ningún eco, ni entre los autodenominados "demócratas liberales", que por boca de gente como el ensayista Enrique Krauze creen que México era un "país de leyes" hasta que llegó el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador, ni entre los intelectuales del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa). Ambos parecen creer que el poder les garantiza impunidad. Mientras tanto, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, pareciera más dedicado a resolver problemas personales, mientras|"duermen" casos como el del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, y el de la ex funcionaria Rosario Robles, sin que se le pueda dejar en claro a quien no lo tiene, y los hay, sobre todo en las clases medias, así sea por conveniencia, que en sexenios pasados se dispuso, como casi siempre (y no como desde 1988, salvo que se olvide por ejemplo el sexenio de José López Portillo, 1976-1982), del dinero del Estado para ganancias particulares y fraudes monumentales, asuntos sobre los cuales la oposición no se pronuncia ni por error. Ya será algo si logra prosperar una nueva denuncia contra la derechista (Acción Nacional) Isabel Miranda de Wallace, Premio Nacional de Derechos Humanos (!), señora siniestra acusada ahora de simulación de pruebas. La señora fue alguna vez candidata a gobernar la Ciudad de México: el silencio de la oposición es llamativo, y está más ocupada en encontrarle los "flancos débiles" a Gertz, que como sea hasta ahora no ha dado el ancho. Es en este contexto de inoperancia total del aparato de Justicia que algunos morenistas creen que el asunto se arregla con escarmientos "ejemplares", como la posibilidad de juicios a  varios ex presidentes, algo que por lo demás López Obrador no quiere. Los intelectuales de MoReNa no son populistas, pero tampoco ajenos a querer ganarse las cosas con demagogia (halagos y falsas promesas, por difíciles de cumplir).

       Es en medio de esta situación que López Obrador llamó a crear una clase media con sentido humanista. El eco en MoReNa y sus intelectuales fue nulo. Al parecer, como lo dijo no hace mucho el intelectual Pablo González Casanova, lo deseable para la gente pobre sería que tenga una vida...como la intelectualidad de izquierda o algo así. Salvo Alvaro García Linera, el ex vicepresidente de Bolivia, y el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa, casi nadie ha querido ocuparse del tema en América Latina, ante unas clases medias volátiles. No ocuparse del aparato de Justicia es igualmente grave: en el Ecuador, después del mandatario Rafael Correa, el estado de Derecho fue completamente destruido; en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro logró encaramarse al gobierno en medio de la total corrupción del aparato de Justicia; en Bolivia, el mandatario Evo Morales fue sacado del gobierno con maniobras ilegales, y así.

      De manera increíble y en gran parte por la persistente presión de los medios de comunicación masiva, salvo pocas excepciones, se abrió tres años antes de que termine el sexenio el tema de la sucesión presidencial mexicana, con la sola sensatez de la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, quien dijo no estar para fantasías. Es de lo más extraño que López Obrador haya manejado nombres y, peor aún, incluido a los zedillistas Esteban Moctezuma y Juan Ramón de la Fuente. El hecho es que el asunto se dirimirá por encuesta y la intelectualidad oficialista ya se precipitó, puesto que hay dos favoritos: el canciller Marcelo Ebrard y la jefa de gobierno de la capital de México, Claudia Sheinbaum. El aspirante morenista Ricardo Monreal está bloqueado. Puesto que se habla del tema de la sucesión, en ambos casos, Ebrard o Sheinbaum, sería el triunfo de una parte de la clase media y de una visión "a lo Democrata" del país, sin el ingrediente popular que ha sabido poner López Obrador, a veces sin quererlo. Dadas las trayectorias de ambos, habría un giro hacia el centro -pese al activismo de Sheinbaum- que es por lo que está presionando la oposición, que quiere justamente seguir con el gobierno para las clases medias que es lo que instauró hace rato el Partido Revolucionario Institucional, desde "el último presidente de la Revolución Mexicana", para quien lo recuerde (así se autodenominaba, no sin razón, López Portillo, antes de la llegada de los tecnócratas al gobierno con el presidente Miguel de la Madrid, 1982-1988). No es otra cosa lo que está diciendo un inconsciente como el del intelectual Roger Bartra, que cree sin que haya prueba alguna que el México de hoy es para López Obrador el de los '60 o '70. Nada de pueblo, por favor, en realidad ni por asomo "populista", el "alma de México", como la de Estados Unidos, según el presidente Joseph Biden, está en la clase media. Ebrard o Sheinbaum probablemente terminarían creando cierta "base solvente" para un gran capital en proceso de reconversión y en búsqueda de "salidas" para una crisis duradera. Queda por saber qué se afianzaría de lo logrado por López Obrador, a reserva de volver sobre el tema después, ya/ que alguien como Hernán Gómez Bruera ha logrado crear buen material para hacerse una idea de la situación 

     Hasta cierto punto, López Obrador logró cumplir con lo que deseaba una de sus personalidades favoritas, el revolucionario michoacano Francisco J. Múgica, para quien la política debía ser "éso" que se hace se hace entre los políticos y el pueblo y no "éso" que se hace entre políticos. Es lo que no se le ha perdonado a López Obrador, pese a que ha perdido tiempo e investidura defendiéndose de ataques de intelectuales que en más de un caso están ligados a delincuentes, como es el caso del pseudoperiodista y mentiroso patológico Carlos Loret de Mola, que busca mostrar, sin lograrlo, que "también" hay corrupción en el actual gobierno y alrededor de la persona de López Obrador. Juan Manuel Magaña y Laura Barranco ya demostraron que Loret de Mola miente ante la Justicia, aunque éste quiera echar una cortina de humo y omita que solicitó que se repitiera una escena del montaje Vallarta-Cassez ("está chingón, ¿será posible que se regresen?", dijo Loret consciente si no de un montaje, sí de una escenificación, mientras el equipo sabía que el hoy detenido y siniestro Luis Cárdenas Palomino torturaba a Israel Vallarta). Al parecer, la oposición no se ha dado cuenta de lo que significan las detenciones de los súperpolicías del sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), Genaro García Luna y Cárdenas Palomino. Significan que la seguridad de los mexicanos estaba en mano de delincuentes.

     Con Ebrard o con Sheibaum (por la que apuesta el ala "activista" morenista), no es de descartar que se rompa "éso" que se hace entre políticos y pueblo para tratar de recuperar a parte de la clase media, sobre todo de la Ciudad de México, que optó por darle la espalda a López Obrador. El hecho es que la autodenominada "Cuarta Transformación" no trata de ruptura con el capitalismo, ni de los trabajadores, y ni siquiera de "populismo", sino de erradicación de la corrupción en el Estado, lo que no es poca cosa: es sobre esta base que deberá ser evaluado el gobierno de López Obrador, sobre lo que se propuso y no sobre lo que no se propuso, y en el fondo no debieran contar Ebrard o Sheinbaum, sino lo que propongan y su capacidad para dar resultados. Es lo que se espera desde aquel famoso lapsus de Socorro Díaz en una transmisión de mando presidencial, cuando dijo del mandatario Carlos Salinas de Gortari: "el presidente de los Estados Unidos de la Palabra hará uso de los mexicanos...". Lo que ha estado haciendo la oposición, sin dejar de lado a la intelectualidad morenista, es lo mismo. Del gobierno hay que detenerse en los resultados y es demasiado pronto. Es una lástima que esta intelectualidad no se interese más que por el poder, aunque a veces se detenga -muy rara vez, en realidad- en la ética del proceso, entregada por lo demás en parte a merolicos como el insufriblemente vanidoso Enrique Dussel ( en la foto, López Obrador).


 

 

viernes, 16 de julio de 2021

¿Y DICEN QUE LOS GRINGOS ESTÁN PERDIENDO?

 Una de las coas peor hechas por intelectuales de izquierda en los últimos tiempos es haberse sumado a la campaña de linchamiento contra el presidente Republicano Donald Trump para lanzarse luego a los brazos del actual mandatario Demócrata Joseph Biden, aunque desde luego que con un hartante "pensamiento crítico".

     El estudioso argentino Atilio Borón, muy cercano a Cuba y Venezuela, se lanzó hace poco a decir que Biden estaba reciclando ni más ni menos que al presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt. "Claramente hay un regreso al New Deal de Roosevelt", escribió Borón en ese periódico argentino de mala leche que es Página 12, para seguir con que los anuncios iniciales de Biden eran un alegato "a favor de una vigorosa reafirmación del Estado como redistribuidor de riqueza y rentas, como inversionista en grandes emprendimientos de infraestructura y nuevas tecnologías y como garante  del fortalecimiento de las capas medias, a su vez hijas del activismo sindical". Lo primero que habría que hacer, en algo que toca también al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, es desmistificar a Roosevelt, cuyo New Deal fue mucho menos eficaz de lo que se cree. A finales de los años '30, el grave problema del desempleo no estaba resuelto en Estados Unidos y fue sólo con la segunda Guerra Mundial que la súperpotencia salió de aprietos. Igual resulta que lo máximo concebible para los "operadores" reales del progresismo es algo así como un keynesianismo redivivo.

     La "radicalidad del capitalismo colectivo" que creyó ver Borón, a partir por lo demás de información falsa sobre los resultados económicos de Trump, muy buenos hasta antes de la epidemia, ya había tropezado cuando no se aprobó el aumento prometido al salario mínimo, pero también cuando el "grandioso" plan de Biden fue a estrellarse entre otros no sólo contra los Republicanos, sino contra los verdaderos dueños del partido Demócrata, que rebajaron los "millones de millones" del presidente estadounidense a "miles de millones" y sobre todo a unas buenas ayudas para un gran capital que en su corporate greenwashing ni siquiera se toma la molestia de informar sobre lo caro de su reconversión a la ecología y las nuevas energías. Tampoco queda claro cierto silencio del progretariado latinoamericano parte de la Internacional Progresista mientras Bernard  Sanders le susurra al oído a Biden y cree estar en una "era progresista sin precedentes". ¿Lo dice por la decisión del actual presidente estadounidense de subir aún más, no de bajar, el gigantesco presupuesto militar?  Desde un principio, y como lo reconoció un funcionario de su equipo, John Kerry, Biden decidió en realidad fomentar los intereses expresados en el Foro Económico Mundial de Davos, lo que no excluye aventarles algo de dinero a los más vulnerables - en "dinero de helicóptero"- o ponerles tenues impuestos a las multinacionales para evitar protestas sociales, porque es en estos términos que lo planteó el líder de dicho Foro, Klaus Schwab. Lo que ha traído en mente Biden es todo un proceso de reconversión económica que favorezca al gran capital, así sea al precio de dañar a los trabajadores. El tema es tabú, como lo es hablar de la manera fraudulenta en que los Demócratas ganaron las últimas elecciones, porque lo más hermoso está en que sean los defraudadores quienes decidan dónde está la verdad y qué son en cambio fake news. Como sea, la moda está al anatema.

      Borón no puede a veces distanciarse de la tendencia actual al new speak, que practican alegremente los autodenominados "demócratas liberales" al grado de una de dos cosas: o convencer o verdaderamente enfermar a quien los lea o los oiga, porque sólo les falta echar espuma por la boca. El bloqueo a Cuba es condenable, pero no es "genocida", aunque sea porque Estados Unidos no es Pol Pot en este asunto y no hay cubanos muriéndose por miles o millones. De lo que se trata es de otra cosa diferente al "genocidio". De la misma manera, es una pena, pero contra lo que escribe Borón, Israel no es un Estado "neonazi", por deplorable que sea la política israelí hacia los palestinos. Es igualmente falso que la derecha no pueda ser democrática, la derecha no es un monolito, a reserva de lo que ocurre en gran parte de América Latina. Y por lo demás, el medio está duro: ya no se puede hablar sin declararse antipatriarcal -otra asunto tabú- y se debe presumir que uno se colocó cualquier vacuna sin medir las consecuencias, como lo hizo Borón con AstraZeneca, para su suerte sin trombosis, miocarditis, etcétera. En este mismo orden de cosas, da pena ajena ver cómo ostentan su ignorancia, con tal de hacer política, los incondicionales de López Obrador promoviendo cualquier vacuna, la que sea, desde Lorenzo Meyer hasta Pedro Miguel pasando por Héctor Díaz Polanco, por cierto que en un tipo de negligencia no muy diferente de la de los "demócratas liberales". Los medios de comunicación masiva ganaron la partida: para mantener el rating, hay que arriesgarse a comenzar a vender discursos adulterados, como se puede hacer en los pueblos con el aguardiente, pero que pueden "impresionar" por el uso de palabrotas. Ni Israel es neonazi, ni el bloqueo a Cuba es genocida, ni cualquier vacuna es buena, ni, desde luego, Biden es Franklin D. Roosevelt ni nada parecido. No es a ver quién dice más palabrotas ni cosa de arroparse en el glorioso pasado -sea el antifascista o el de Roosevelt- para comprender lo que cambia y está en juego. Por cierto: lo del "negacionismo de la pandemia" por parte del presidente brasileño Jair Bolsonaro es falso y no es la causa de más de 500 mil muertes por la covid 19 en el país sudamericano.

     ¿Qué está sucediendo? Que en primer lugar, los medios de comunicación masiva y las redes sociales dan a cualquiera el derecho de hablar sin saber de qué habla, ni del significado de las palabras, ni, más aún, de la necesidad de asumir la responsabilidad por lo que se escribe o se dice. El anonimato es tan buen escudo como el protagonismo desaforado que permite "vender la idea" y encima encontrarse con "compradores". Ante este fenómeno, quienes pudieran aportar desde otro ángulo, el del saber (por ejemplo desde el hábito de investigación en una muy depreciada academia), rara vez asumen su autonomía y se ponen al contrario también a la búsqueda de popularidad al precio de perder el oficio. Algo debe haber en este tipo de personas que prefieren perder los dedos antes que los anillos. No es probablemente el caso de Borón, pero algunos de sus deslices son lamentables. Heroico no es. Ni tiene por qué serlo. ¿Alguien puede explicar por qué uno de estos cantantes estuvo a punto de ser premiado en Cuba, o es que más allá de las sempiternas dificultades hay cierta descomposición social? (da click en el botón de reproducción).



    

miércoles, 14 de julio de 2021

CUBA: LAS LIBERTADES DEL BURDEL...

 Es algo muy bello. En Haití, luego del asesinato del presidente Jovenel Moise, entró en vigor el estado de sitio, que de acuerdo con la legislación local sitúa a las fuerzas armadas como máximas garantes de la seguridad e implica la instauración de tribunales militares, al tiempo que abre la puerta al control de los medios de comunicación, pero la dizque "opinión pública" occidental se movilizó de inmediato para la defensa de "los derechos y las libertades" !pues en Cuba! Esto sucedió incluso en medio de versiones dudosas sobre la muerte de Moise.

     Basta ver las imágenes, sea en fotografía sea en video, incluyendo las reproducidas por la bloguera Yoani Sánchez, para darse cuenta de que un analista como Rafael Rojas mintió: en Cuba no salieron "decenas de miles" a manifestar nada ( no hubo ninguna concentración con más de 500 personas), e incluso podría pedírsele a CNN (Cable News Network) que no muestre manifestaciones de apoyo al régimen -por ejemplo, de empleados del Ministerio de Economía- como protestas antigubernamentales, de la misma manera en que se mostraron escenas de descontento en Argentina y en Egipto como si fueran en Cuba. Se nota a leguas, pese a la sincronización en varias ciudades, que las protestas en Cuba no fueron para nada masivas.

     De manera muy concreta, las protestas, que no tuvieron mayor eco entre la gente, fueron instigadas desde el exterior y no nacieron del hartazgo de la población cubana con nada. La instigación se hizo en redes sociales con uso intensivo de bots, granjas de trolls, algoritmos y cuentas creadas al vapor. 2 millones de tuits con la etiqueta #SOSCuba tuvieron su origen en España, y la automatización se hizo de tal manera que arrojara incluso cinco retuits por segundo (por lo que se utilizó inteligencia artificial, dado que ninguna mano humana puede hacerlo). Más de mil 500 cuentas que participaron en la etiqueta #SOSCuba fueron creadas en los dos días de protestas. Uno de los orquestadores de la campaña fue el argentino Agustín Antonneti, miembro de la Fundación Libertad, pero también tuvieron un papel importante laboratorios mediáticos de alta tecnología del estado de Florida, en Estados Unidos (ADN Cuba y Proactivo Miami Inc.). Se llegó, en nombre de la "asistencia humanitaria", a asegurar que en la base militar estadounidense de Guantánamo se estaban recibiendo flotillas de embarcaciones a la espera de la orden de intervención. Todo lo anterior se hizo violando las reglas de funcionamiento de Twitter ("no se pueden usar los servicios de Twitter con el propósito de amplificar o suprimir información de forma artificial,  ni llevar a cabo acciones que obstaculicen la experiencia de los usuarios de Twitter"), que entre otras cosas no activó sus cuentas antispam ni bloqueó ninguna de las cuentas falsas, pese a que se hicieron denuncias. Luego de que el gobierno de Cuba tuviera que censurar Internet (se estaban incluso alterando desde el exterior  perfiles de geolocalización para que se pensara que se activaban las redes desde Cuba, se sabe que hasta en un 60 %), comenzó un llamativo bloqueo sobre los sitios cubanos que denunciaron cómo fue hecha la operación. El  acoso a la isla tuvo financiamiento del Departamento de Estado estadounidense y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

     Hace rato que el ex secretario general del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro, mencionó entre los candidatos a pasarse del lado estadounidense a los marginales, los intelectuales y los cuentapropistas. No faltaron artistas dentro de Cuba que salieran a lamentar la "falta de libertad" y la "represión", mientras la misma Yoani Sánchez decía en su cuenta de Twitter que los "desaparecidos" pues ya habían aparecido y que los detenidos ya habían sido liberados. Entre los artistas estuvieron personas favorecidas por el gobierno de Cuba, como la hija del cantautor Pablo Milanés, Haydée Milanés; los Van Van (una auténtica lástima), Jesús Chucho Valdés, fundador del otrora famoso Irakere, Leo Brouwer y otros.

      Este no es un servicio de análisis de Cuba, así que sin duda hay cosas que no van en la isla, a tal punto que probablemente no se pueda invocar de manera eterna el bloqueo para justificar fallas graves denunciadas por los propios líderes cubanos. Pero como Cuba no es Haití, no necesita ayuda humanitaria (a raíz del asesinato de Moise, las "autoridades" haitianas corrieron a solicitar la injerencia de Estados Unidos y Naciones Unidas, en el extraño entendido de que la súperpotencia no tuvo nada que ver en los hechos). Esto no es un motivo para, en nombre de alguna unidad monolítica, justificar los problemas de desabasto de alimentos o de medicamentos, o el descuido en el manejo de la epidemia de Covid 19. Si hubo vandalismo en las protestas recientes, ¿cómo explicar que el socialismo cubano produzca vándalos, de la misma manera en que produce oportunistas enquistados en pleno aparato y gente con espíritu rapaz clasemediero? Si el sistema de salud es tan bueno, ¿qué ocurrió recientemente con la epidemia? 

     Dado que como en todas partes lo que ocurre en Cuba es contradictorio, salvo en la cabeza del gobierno de la isla y en la de sus detractores, tan positivamente reaccionó este país que ya fue capaz de fabricar sus propias vacunas  (Abdala y Mambisa, Soberana), en fase final de ensayos y con eficacia probada.  Cuba podría estar en la situación de ser uno de los países que puede cubrir sus necesidades de vacunas con producción propia, lo que por lo demás es cuestión de seguridad nacional. El Instituto cubano Finlay de vacunas incluso exporta. Dicho sea de paso, y a reserva de lo que haya pasado en la provincia de Matanzas (en particular, falta de personal médico), los contagios volvieron a aumentar con el relajamiento de las condiciones de entrada y el turismo (más o menos desde noviembre pasado) y Cuba se mantiene entre los países del mundo con menor mortalidad por la Covid 19..

     En la proverbial ineptitud local para el trabajo, en particular cultural, que desde hace algún tiempo ha tomado en algunos la forma de admiración por lo lumpen - riesgos de andar viviendo del turismo y las remesas-, cabe preguntarse cómo pudo ocurrir que lo siguiente circulara como "expresión artística", cuando es una oda a la provocación. Son las sempiternas concesiones de Cuba a "las libertades" (da click en el botón de reproducción) y un ladito burdelero que persiste a más de 60 años del triunfo de la Revolución. Con el Tropicana ya era suficiente como para poner a un émulo de stripper a pedir libertad, ¿es mucha la putería?.


 


domingo, 11 de julio de 2021

¿Y YA VAN PARA EL AEROPUERTO?

 Alguna gracia tiene probablemente repetir al amo y decir palabrotas: ahora resulta que Estados Unidos, al retirarse de Afganistán, hasta donde lo haga por completo, estaría ante una situación similar a la que vivió en Vietnam. No es de ninguna manera el caso, y Estados Unidos y sus aliados no se metieron en Afganistán ni siquiera para capturar a Osama Bin Laden (lo dejaron ir cuando se lo propusieron), sino para tener un trampolín de entrada al Asia Central ex soviética. Es así que quien debiera estar cantando victoria, Rusia, no lo está haciendo y ha criticado la precipitación de la retirada ordenada por el mandatario estadounidense Joseph Biden.

     Esta retirada dejaría de nuevo cerca del poder a los talibanes, que por cierto no tienen ambiciones expansionistas fuera de Afganistán ni son muy aficionados al tráfico de droga (opio, heroína) al que con tanto celo se dedicó Estados Unidos en la región. Por lo demás, queda por ver si una parte del personal que sea retirado no irá a dar a Siria e Iraq. Por lo pronto, la complicación está en que se pueden producir choques entre los talibanes y los miembros del Estado Islámico y Al Qaeda que fueron a refugiarse en suelo afgano, con la intención de infiltrarse en el Asia Central ex soviética. No habría que comparar a los talibanes con el Vietcong ni al ejército oficial afgano o lo que quede de él con el ejército de Saigón. Una parte del ejército afgano, estimada en mil hombres, optó por ir a pedir refugio en la república ex soviética de Tadzhiquistán y este país solicitó a toda prisa apoyo ruso. Tadzhiquistán llamó a filas a 20 mil reservistas. No es exactamente que se tema algún ataque talibán, pero sí la caída de Afganistán en el siguiente caos que impacte de manera negativa al Asia Central ex soviética. La intervención estadounidense y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no dejó más que lo que ya había, un nido de víboras, y lo que están tratando de observar Rusia y en menor medida China es hasta dónde hay alguna fuerza capaz de darle un mínimo de estabilidad a los afganos, parando al mismo tiempo al Estado Islámico. Los talibanes no están lejos del Xinjiang (musulmán) chino ni tampoco de otra república ex soviética, Uzbequistán. Lo que habría que saber es si en algún momento los estadounidenses se propusieron realmente la derrota de los talibanes, porque aquéllos parecen haber estado dedicándose a otras cosas en el Asia Central (desestabilización de las repúblicas ex soviéticas, saqueo de minerales  y tráfico de droga).

      Por más que los estadounidenses hayan salido corriendo de la base de Bagram, no es fácil saber si no le están apostando a una forma de guerra (basada en drones, etcétera) que impida un arreglo definitivo, considerando que los talibanes han capturado más de la mitad del territorio. ¿Tal vez alguien se esté entusiasmando porque China los ve con muy buenos ojos?

     Por lo pronto, unos 650 militares estadounidenses se quedan cuidando "la embajada" en Kabul, capital afgana, pero probablemente algunas cosas más. En realidad, frente a la prensa Biden no quiso contestar: no se sabe el número de contratistas (mercenarios) y de fuerzas de operaciones especiales estadounidenses que podrían quedarse en suelo afgano, y puede que ni para el mandatario esté claro. No queda dicho, entonces, si se van o si buscarán el modo de mantener el "caos controlado". La foto de aquí abajo es de calles de Kabul en tiempos de la intervención soviética. Más abajo, fragmento de lo que le dijo Hamid Karzai, ex presidente afgano, al señor Biden...




viernes, 9 de julio de 2021

HAITÍ: MÁS INDIFERENCIA, POR FAVOR...

 Es desde la época del dictador Jean-Claude Duvalier que se tenía noticia de la infiltración del narcotráfico en Haití. Era a principios de los años '70 y se trataba apenas de algo de marihuana desde Jamaica, pero luego el negocio fue ampliándose a la cocaína proveniente de Sudamérica.

     Con el fin de la dictadura, a mediados de los '80, los puertos haitianos se quedaron sin mayor vigilancia aduanera y el problema se complicó, agregándose el tráfico de armas. En algún momento, el presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide buscó combatir el narcotráfico, pero fue derrocado. Su primer sucesor, el militar Raoul Cédras, fue más complaciente, por decir lo menos. La junta militar que estuvo tres años al frente de Haití luego de la caída de Aristide se sostuvo en buena medida gracias al dinero del narcotráfico y con el beneplácito estadounidense. Aristide regresó pero fue depuesto en una operación encabezada por Estados Unidos. Esta súperpotencia se había servido de criminales, no denunciados como tales, para derrocar a un mandatario, Aristide mismo, que no le convenía. Para el año 2000, Haití se había convertido en el centro de tráfico de drogas del Caribe. La fuerza multinacional instalada en Haití no paró el asunto. Luego del terremoto de 2010, los mismos Estados Unidos utilizaron Haití para afianzar el paso de droga, diciendo combatirlo, y aprovechando la debilidad del sistema judicial haitiano, muy corrupto e incapaz de sancionar duramente y hacer valer las penas por tráfico de estupefacientes. Al parecer, pese a numerosos ejemplos en América Latina, no queda clara la tendencia de Estados Unidos a favorecer el crimen organizado en la región y a gobiernos que lo protegen. Ahí están los casos del gobierno mexicano de Acción Nacional entre 2006 y 2012, que obedeció órdenes estadounidenses para favorecer al cártel de Sinaloa, hasta el del gobierno peruano de Alberto Fujimori metido hasta el fondo en el negocio de la cocaína.

     Es bastante simpático el "argumento" demócrata-liberal de que el problema con el socialismo era que "socializaba la escasez" -como lo haría Cuba-, mientras que se omite que Hatí tiene al 60 % de su población en la pobreza (no hay que alarmarse, es más o menos la misma tasa en México), a más del 40 % de la población económicamente activa en el desempleo y a casi 70 % de los que están empleados en el sector informal. No ha llegado el momento de que un comando armado se pasee por La Habana hasta llegar a la casa del presidente Miguel Díaz-Canel y balearlo.

     El hecho de que haya sido un comando con unos 26 colombianos, ex miembros del ejército de Colombia, que haya ido a plomear al presidente haitiano Jovenel Moise dice mucho. Haití ha caído desde hace rato en manos de bandas criminales -hay 500 mil armas en circulación, provenientes desde luego de Estados Unidos- que ahora se dedican en grande a controlar barrios enteros de Puerto Príncipe y al secuestro, llegando a exigir rescates de hasta 100 mil dólares estadounidenses. No es un fenómeno de la pobreza: estas bandas cierran los barrios cuando la gente busca salir a protestar (como lo hizo por el desvío gubernamental de fondos de Petrocaribe) y extorsiona a gente humilde (campesinos, vendedoras callejeras, agentes de policía...), poniéndose al mismo tiempo al servicio de facciones de la oligarquía.Quien fuera ministro de Justicia, Lucmane Délile, se había resuelto a enfrentar el problema de estas bandas, entre ellas G9 an Fanmi e Alyé, pero fue depuesto por Moise, quien por lo demás, antes de ser victimado, venía gobernando en solitario, por decreto y sin legisladores. La connivencia entre Moise y Jimmy Chérizier (a) Barbecue, un ex policía a la cabeza del G9, fue denunciada por medio mundo. El delincuente era tratado por la policía nacional como un "líder social" al repartir alimentos en barrios pobres como el de Delmas.Moise siempre dijo que estaba dispuesto a dialogar con la delincuencia y no hubo ningún escándalo internacional del tipo del que se le ha querido fabricar al mandatario salvadoreño Nayib Bukele.

     Tampoco es nueva la presencia de mercenarios en Haití. Un grupo de ellos, integrado entre otros por miembros de las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos,  fue utilizado para mover millones a una cuenta de banco. Se llegó a generar la sospecha de que mercenarios estaban asesorando a Moise en la represión contra protestas callejeras.

     Nadie se molestó por el hecho de que Moise, con quien ciertamente se estaban peleando otros oligarcas (Dimitri Vorbe y Pierre Réginald Boulos), representara residuos del neoduvalierismo. Fue promovido por el presidente Michel Martelly, ex paramilitar a sueldo de Duvalier, y patrocinado por Estados Unidos. Diversos personeros del duvalierismo ocuparon puestos en los gobiernos de Martelly y Moise sin que saliera nadie a gritonear que eran "otros Duvalier" o "peores que Duvalier".

      Moise parece haber sido ejecutado en un ajuste de cuentas. Por cierto, no deja de ser extraño que apenas sucedido el hecho, en las circunstancias descritas, el presidente colombiano Iván Duque saliera a pedir la intervención de una "misión de la Organización de Estados Americanos". Tabou Combo (Da click en el botón de reproducción) en medio del caos.





 



 




miércoles, 7 de julio de 2021

EU: EL GRAN SIMULADOR...

 Era de esperarse, pero hubo quienes no estuvieron lejos de ver en el presidente estadounidense Joseph Biden algo así como un Franklin D. Roosevelt redivivo y el "fin del neoliberalismo", según lo pregonó el diario mexicano de izquierda no comunista La Jornada.

     Biden difícilmente podía ignorar que su "gran plan" sería frenado en el Congreso entre los Republicanos y los Demócratas favorables a las grandes corporaciones, por lo que se está, parafraseando al analista William Engdahl, en algo así como "make Elon Musk great again". El "gran plan" de infraestructuras del actual huésped de la Casa Blanca iba por 2.3 millones de millones de dólares, y claro, luego de una buena discusión desembocó en algo más pequeñito, 579 mil millones de dólares.

     Por lo demás, queda por saber qué se entiende por "infraestructura". Al parecer, el muy poco innovador Biden lo comprende como siempre en lo que se conoce como capitalismo monopolista de Estado, más de lo mismo: ayudas sustanciosas del Estado para las grandes corporaciones privadas. De lo que se trata es de subsidiar la tecnología que pueda competir con China y las grandes empresas multinacionales que, en la medida en que se les impongan algunos impuestitos más, tendrán un nuevo pretexto para deslocalizar sus actividades, afectando el empleo en Estados Unidos. Biden prometió la creación de millones de empleos, lo que no forzosamente sucederá. La suma aprobada no serviría ni siquiera para recuperarse de los efectos de la Covid 19 y el "nuevo impulso" quedaría abortado.

     El dinerito aprobado no se usará demasiado "a la Roosevelt" para cubrir el déficit estadounidense de autopistas, puentes, líneas férreas, redes eléctricas y de agua potable de calidad. El "estímulo" tiene más que ver con la "Agenda Verde" de la que fue a agarrarse el gran capital, por ejemplo con los coches eléctricos. Se invertirá más en este rubro que en lugares decentes para el paso de los coches. Se darán igualmente créditos generosos a energías alternativas, libres de carbono ("Cero carbono"), para acelerar la desindustrialización de la súperpotencia. Si Alemania es el modelo a seguir, la energía muy verde de la canciller Angela Merkel ha creado los costos de electricidad más altos de Europa. De pasada, Biden destinará dinero para comidas escolares "verdes", con la gentileza de eliminar cubiertos de plástico para que los niños coman tal vez con las manos, es lo de menos. Por ahí hay uno que otro dinerito para asuntos raciales y de género, pero hay que estar de acuerdo: la "cuestión social" está fuera del programa, y en realidad lo está desde que Biden ni siquiera cumplió con el alza del salario mínimo que prometió. Por lo que resta, estos proyectos de Agenda Verde serían financiados por un mayor déficit federal y mayores aumentos de impuestos, los más importantes de los '90.

     No se reparará gran cosa y se seguirán perdiendo empleos, mientras se tomará del Estado para subsidiar a un gran capital urgido de cambios para recuperarse, sin lograrlo realmente desde hace rato. Tan sólo para reparar la infraestructura en mal estado en Estados Unidos se necesitarían 6 millones de millones de dólares, según la Sociedad estadounidense de Ingenieros Civiles, Para lo que es propiamente del público y del gobierno no hay dinero. Por ejemplo, se estima que un 40 % de las carreteras y autopistas de Estados Unidos están en condiciones malas o mediocres, pero en vez de reparar hay que introducir coches eléctricos. Entre las influencias sobre Biden están Brian Deese, director del Consejo Económico Nacional, y Adewale Adeyemo, miembro del equipo de Janet Yellen en la secretaría del Tesoro: simplemente, ambas personas tienen vínculos estrechos con el gigantesco Fondo de Inversión BlackRock, clave en la agenda de "Gran Reinicio" del Foro Económico Mundial de Davos. La alta finanza no puede sino apostarle a la recuperación de la tasa de ganancia, para lo que el Estado estadounidense dará un generoso empujoncito. Que sea "verde" no cambia mucho las cosas, de lo que se trata es de negocios, no de la gente, salvo que haya quien crea que los negocios son para la gente. Aquí queda el gran simulador, otro después de los mandatarios William Clinton y Barack Obama (da click en el botón de reproducción).


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lunes, 5 de julio de 2021

NICARAGUA: LOS QUE HABLAN DEMASIADO Y LOS QUE CALLAN

 En un tuit muy reciente, del 4 de julio, el progresista Grupo de Puebla, que tardó en darse cuenta de lo que ocurre en el Perú, rechazó tajante afirmaciones del periódico mexicano El Universal en el sentido de que aquél estaría apoyando al gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega Saavedra. Una gran parte de la izquierda por lo visto no quiere ser acusada de antidemocrática. Ni siquiera en los portales cubanos hay alusión a lo que sucede en Nicaragua.

     Para demostrar en los hechos que tanto se piden que Ortega es otro Anastasio Somoza o incluso peor, habría que evidenciar que, como Tachito, Ortega es dueño de media Nicaragua y que por lo demás habla inglés con sus subordinados. En efecto, criado en Estados Unidos, Anastasio Somoza Debayle, casado con una estadounidense, ni siquiera se tomaba demasiado la molestia de hablar en español. Habría que demostrar igualmente que la represión de 2018 fue la causante de los muertos, cuando en realidad una parte de la oposición instigó al lumpen a delinquir, a resultas de lo cual fueron heridos 400 policías sandinistas y 22 fueron asesinados. Se sabe quiénes alentaron a la delincuencia y se ha querido presentar las cosas como si no se hubiera tratado más que de violencia del Estado contra la sociedad civil, el eterno y maniqueo guión. Incluso hay cosas poco edificantes, como la Iglesia dando refugio a los vándalos, o un video en Youtube de un sacerdote ordenando en la ciudad de Masaya quemar a un policía y complaciéndose en el hecho. Por si fuera poco, se sabe que en cada intentona "la embajada" quiere poner a sus títeres y disolver la Policía y el Ejército. Los comandantes históricos Dora María Téllez y Hugo Torres, recientemente arrestados, hicieron alguna vez campaña a favor del gobierno estadounidense y el banquero de derecha Eduardo Montealegre, candidato del derechista y ultracorrupto Arnoldo Alemán (mediano productor cafetalero, llegó a ser considerado entre los 10 jefes de Estado más corruptos del mundo). Suponiendo que el gobierno de Ortega fuera una dictadura, al parecer incluso ex sandinistas como Téllez y Torres escogieron la alianza con el lumpen y lo más corrupto de la política. Alguien debería definir a qué "auténtico sandinismo" fueron leales este tipo de líderes. Lo mismo puede decirse de Mónica Baltodano. Es porque al parecer tampoco hay mayor interés en difundir los logros del gobierno de Ortega, que no han consistido en saquear Nicaragua: de ser el cuarto país más desigual de América Latina durante la época de Violeta Barrios de Chamorro y sus sucesores (hasta la vuelta de Ortega), el país centroamericano se colocó ni más ni menos que entre los cuatro menos desiguales. Hay algo que debiera llamar poderosamente la atención de quienes se dicen de izquierda: es el país de Occidente con mayor propiedad para los trabajadores (detentan el 80 % de la propiedad y 50 % del Producto Nacional Bruto, muchas veces bajo formas asociativas, cooperativas y familiares), el más seguro de América Central pese a lo ocurrido en 2018 (por encima de Costa Rica, con 3.5 homicidios por 100 mil habitantes contra 11.2 de los costarricenses) y con un nivel de analfabetismo bajísimo (3 %). Desde la vuelta de Ortega al gobierno, el salario mínimo ha subido 10 veces más que en 17 años de derecha en el poder.

     De los más de 200 muertos del año 2018, muchos fueron sandinistas, capturados y secuestrados. El gobierno de Ortega liberó después a los detenidos “opositores” por lo ocurrido, en acuerdo con instancias internacionales que contribuyeron a presentar las listas de los encarcelados. Por lo demás, quienes ahora hacen ruido distan bastante de representar a toda la oposición de Nicaragua, y se les da bombo porque son conversos o porque son de familias de larga tradición oligárquica. Hay críticas al gobierno de Ortega que pueden ser entendibles, pero otra cosa es presentar a criminales como gente democrática y en la izquierda ignorar los indudables logros del régimen sandinista, que por cierto han despertado el apoyo de estadounidenses de buena fe. Indicios de que Ortega sea "otro Somoza" o "peor que Somoza" no hay, y no queda claro por qué está permitido decir cualquier cosa con toda impunidad en los medios de comunicación masiva escudándose en la libertad de expresión. Lo más alegre son los alegatos a nombre de los hechos y los “datos duros”que nunca se presentan o que se distorsionan a gusto. Mejor nos quedamos con otro clásico de Nicaragua (da click en el botón de reproducción):



viernes, 2 de julio de 2021

ECUADOR: SINO EL QUE LO HACE COMPADRE...

 Los medios de comunicación masiva ha enredado de tal modo a la "opinión pública" actual, hasta donde la hay, que las palabras van y vienen sin que parezca entenderse su significado, al grado que quienes tienen acceso a la cultura con frecuencia ya no saben lo que dicen.

     Para el caso, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa fue acusado de "populista", entre muchas otras cosas, a reserva de que el populismo, al menos el clásico del siglo XX, fue una versión degenerada del socialismo de Estado y del nazi-fascismo, con matices según los casos. El populismo mencionado se basó en la corporativización de las masas y en pactos interclasistas. Cuando llegó al gobierno en el Ecuador, como lo ha hecho notar la estudiosa Erika Sylva Chavert en un texto reciente para Ruta Krítica, Correa buscó descorporativizar al Estado, lo que generó descontento entre organizaciones indígenas. Estas venían a contrapelo, corporativizándose entre otras cosas gracias al apoyo recibido de organizaciones no gubernamentales "por tratarse de indígenas". "Corporativizándose" quiere decir en este caso que, al margen de sus diferencias sociales y humanas, algunas organizaciones aglutinaron todo lo que podían de "indígena". Ya se ha señalado aquí que entre esas organizaciones las hay que recurren a métodos clásicos del populismo, como el acarreo de gente so pena de multa, etcétera.

     En las últimas elecciones ecuatorianas, ganadas por el banquero y oligarca Guillermo Lasso, Yaku Pérez, líder indígena, llamó al "voto nulo" en la segunda vuelta, pero no fue así; de dos millones de votos de Pérez, un millón 300 mil se fueron en la segunda vuelta para Lasso, de tal forma que se consagró frente al candidato progresista Andrés Arauz un "frente" interclasista que sumó a oligarcas e indígenas, probablemente con parte de la clase media de la sierra, un mundo, sobre todo en el centro-norte (donde se ubica Quito, capital ecuatoriana), donde como lo señala Sylva Charvet los "buenos modales" llaman a la simulación y ven en la franqueza de la costa algo así como violencia y ánimo de confrontación.

     Ahora se sabe que líderes indígenas y ambientalistas ecuatorianos recibieron millones del Fondo Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Como se había explicado ya, este apoyo estuvo destinado a dividir a la "izquierda" y existe desde el año 2006 con fuerza, y hasta donde se puede hablar en algunos casos de "izquierda". Es propio del populismo fraccionar el voto de la oposición para asegurar a la vez un semblante de democracia y que nadie parezca "de unidad", como se presentó muy populistamente -con todo y su "frente" interclasista- Lasso. El principal socio privado de la USAID en el Ecuador resultó ser la empresa Chemonics, que ha estado jugando también un papel importante en la desestabilización contra el actual gobierno nicaraguense. El NED se enfocó por su parte en organizaciones de apoyo a Yaku Pérez y contra Correa como la Fundación Pachamama. Aunque Correa sacó a la USAID y a Pachamama del Ecuador, el "gobierno" de Lenín Moreno les reabrió la puerta. También jugó su papel el Instituto Nacional Demócrata estadounidense, vinculado al NED y al Partido Demócrata.

     Hay quien considera que Yaku Pérez por error no se llama "Yanqui Pérez". Siguiendo la línea Demócrata recogida por el progresismo latinoamericano, Pérez se hizo de los temas ambientalistas, de identidad, de "género" y anti-extractivistas para atacar a Correa. Por cierto que Pérez invocó al ejército y a "la embajada" cuando consideró que le habían hecho fraude en la primera vuelta de las más recientes elecciones ecuatorianas.

     Extrañamente, se olvida que el trato amistoso de los estadounidenses con indígenas ecuatorianos no es algo que haya comenzado en 2006. Tiempo atrás, la labor entre los "necesitados" y los "oprimidos" la hacía el Instituto Linguistico de Verano (ILV), entre otras con una sede importante en Limoncocha en el Ecuador. El ILV fue expulsado del Ecuador por el presidente Jaime Roldós Aguilera, que pagó su antiimperialismo con su vida en un "accidente" de aviación en 1981. El ILV había logrado una fuerte penetración en el Ecuador, entre otras en la provincia serrana de Chimborazo.

     Entre otros ingredientes, Lasso, quien le rinde cuentas no al pueblo sino a Jaime Bayly en la ciudad estadounidense de Miami, consiguió, como ya lo había logrado antes Mauricio Rodas en Quito, echar mano de la corporativización indígena y del "interclasismo" -porque en serio, hay que saber qué hicieron las clases medias serranas-, muy al estilo del populismo, para hacerse del gobierno. Fascismo no puede haber simplemente porque casi la mitad del electorado apoyó como sea a Arauz. Pero en asuntos de populismo, o al menos de demagogia, vale tal vez lo que entre los niños al jugar: "el que lo dice lo es". A bailar sin el son de Lasso (da click en el botón de producción).



    


jueves, 1 de julio de 2021

COLOMBIA: ¿TODOS A LA BASURA?

El estudioso argentino Atilio Borón ha dicho recientemente que la derecha no es democrática, pero queda por ver si la derecha no encierra contradicciones.

     El colombiano Humberto De Lacalle no es alguien de izquierda, sino de derecha liberal de larga tradición. De Lacalle se encuentra lejos de la "socialdemocracia" no muy clara del hoy ex presidente colombiano Ernesto Samper, de quien aquél fue vicepresidente. De Lacalle parece ser simplemente fiel a una tradición liberal no adulterada.

     De Lacalle fue el jefe del equipo negociador de los Acuerdos de Paz de La Habana (2016) entre el gobierno de Colombia, encabezado por un muy vivo Juan Manuel Santos, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). De Lacalle ha defendido los Acuerdos que la ultraderecha colombiana del presidente Iván Duque y del Centro Democrático (?) del ex presidente Alvaro Uribe tratan de sabotear a como dé lugar. Para el político liberal, dichos Acuerdos deberían servir, entre otras cosas, para erradicar la corrupción de la política colombiana y para asegurar una reforma rural que es, agreguemos, condición de cualquier país para el desarrollo. De la Calle es capaz de criticar una ceguera de la élite que ha hecho de Colombia uno de los países más desiguales del mundo. A diferencia incluso del líder de Comunes (ex FARC), Rodrigo Londoño, que vende todo lo que puede, De Lacalle ha señalado al Estado colombiano por el incumplimiento de los Acuerdos. Entre otras cosas, según la entrevista concedida por el político al periódico español El País, el gobierno actual es especialmente miope con los campesinos, en particular los que no tienen tierra. Por lo demás, para el ex vicepresidente no se trata de culpar en exclusiva a las FARC, sino que también hay otras partes que cometieron crímenes y que por ahora no parecen ser tocadas. Son otras violencias que se están minimizando. Uribe, a juicio de De la Calle, es culpable de fanatizar las cosas y de volver duro el ambiente colombiano, pero no hay manera de evitarlo. A juicio de De Lacalle, Uribe debería ser llamado a algo que difícilmente sucederá: a comparecer en relación con el pasado violento de Colombia. Es algo que no se puede remplazar con "manifestaciones en la prensa".

     De Lacalle se ha dado cuenta de cómo se quiere convertir, por equivocación, al líder centroizquierdista Gustavo Petro en referencia única. "Creo que hay incluso sectores interesados en crecerlo para destruirlo", considera el político liberal.

     De Lacalle ha reconocido en un libro de Memorias el origen de las guerrillas y la tardanza de muchos en darse cuenta de la inequidad en Colombia, sobre todo en la que llama la "invisible y profunda". A juicio del ex vicepresidente, los campesinos han vivido en situaciones casi de servidumbre. Es la segunda vez que un alto político hace una observación de este tipo: el mandatario salvadoreño Nayib Bukele dijo poco antes de asumir el cargo que El Salvador es un país "feudal"..


     El entusiasmo por el desborde de manifestaciones en Colombia, algo en lo que coinciden "demócratas liberales" e izquierdistas, seguramente no está desligado del ánimo de entronizar a Petro. Puede ser. Pero en el espectro de derecha como en el de izquierda hay contradicciones a tomar en cuenta. Por ejemplo, entre los procubanos, la tendencia al sectarismo en nombre de la unidad (con una vanguardia designada de antemano). Es de este tipo de actitudes que sale la tendencia a no debatir con la parte de la derecha con la que se podría hacerlo, y a colocarlo todo en un mismo costal, lo que tampoco se puede hacer con "las izquierdas". A veces, las cuestiones del género (las del género humano, como la honestidad) están por encima de la ubicación política. Es por lo mismo que uno que otro izquierdista puede caer también en la deshonestidad, o aunque sea en el error. Es una lástima cuando quien aspira a ser "intelectual orgánico" o algo así no puede distanciarse de ciertos maniqueísmos. Y no se trata de glorificar a De Lacalle, pero si apostó por una reforma rural y por desbancar a la oligarquía, probablemente esté en lo justo. Queda un antiguo bambuco colombiano, de los que ya no se oyen (da click en el botón de reproducción):


 




FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...