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martes, 27 de diciembre de 2022

SER SUSPICACES

 Es probable que si lo que hoy le ocurre al ex presidente estadounidense Donald Trump le ocurriera a un líder progresista, la izquierda estaría poniendo el grito en el cielo por lawfare.

      Demócratas y buena parte de los Republicanos están buscando inhabilitar a Trump como candidato para las elecciones de 2024, acusándolo de mil y un cosas, desde delitos fiscales hasta incitación a la rebelión por lo ocurrido en el Capitolio de Washington, capital estadounidense, poco antes de la asunción del actual mandatario Joseph Biden.

      Trump ha sugerido que deberían emprenderse de inmediato negociaciones para poner fin al conflicto en Ucrania, en vez de seguir en la escalada. Lejos de esta posición, el Congreso de Estados Unidos y el partido de la guerra, el partido Demócrata, recibieron como héroe al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, para prometerle más ayuda militar, misiles Patriot incluidos. Biden volvió a cerrar toda puerta a una posible negociación, sugerida también por el presidente ruso Vladimir Putin.

     Se puede buscar acusar a Trump de muchas cosas, como de "fascismo", pero una reconstitución minuciosa de lo sucedido en el Capitolio no lo señala como culpable, ni quedó realmente claro el modo de Biden de ganar las elecciones. Como Trump es un outsider, contra él se fueron desde los Demócratas hasta alguien como el ex presidente republicano George W. Bush, de quien la izquierda progresista dijo en su momento que era un "fascista". Algunos han recordado que Trump fue en Estados Unidos uno de los pocos en atreverse a contradecir la versión oficial de los "atentados" del 11 de septiembre de 2001. Durante su presidencia, Trump no libró ninguna guerra y se distanció del llamado "Estado profundo". Trump quiso por lo demás que se investigaran los siniestros negocios de Hunter, hijo de Joseph Biden, en Ucrania. Del tema no se ha vuelto a hablar. Tampoco se ha señalado quién es la Victoria Nuland, funcionaria del gobierno de Biden, que fue a asegurarse de las "buenas migas" con el actual presidente colombiano Gustavo Petro. Nuland, casada con un ideólogo "neocon" estadounidense (Robert Kagan), estuvo entre las instigadoras del Euromaidán ucraniano de 2014 que llevó al neonazismo al poder. Nuland fue representante permanente de Estados Unidos ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), portavoz del Departamento de Estado estadounidense y es subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos.

     Trump no sobresalió por algún imperialismo, lo que asustó al "Estado profundo" y a los "socios y aliados". La política exterior de Biden ha sido imperialista, pero se trata de una palabra que la izquierda progresista ha dejado de usar. Gente como el presidente entrante de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no ha dudado en celebrar a Biden contra Trump. Buena parte de la izquierda progresista, en el Grupo de Puebla y en la Internacional Progresista, se ha estado deslizando hacia la deshonestidad y la coincidencia en más de un punto con los "demócratas liberales". No se trata de defender a Trump a ultranza, pero tampoco de etiquetarlo como lo quieren los grandes medios de comunicación masiva ni de caer en brazos de Biden. Cuestión de suspicacia (da click en el botón de reproducción).



EL BALBOA QUIERE DÓLAR

 No queda claro por qué algunos se lanzan a anunciar triunfos imposibles: como era de prever, la candidata popular Maribel Gordón obtuvo en ...