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martes, 26 de noviembre de 2013

LOVE IS IN THE AIR

John Kerry, secretario estadounidense de Estado, anunció hace poco en la OEA (Organización de Estados Americanos) que la Doctrina Monroe ("América para los americanos") ha terminado. De inmediato, los que hablan bajo los reflectores se apresuraron a decir que sí, Estados Unidos está en decadencia. Es la Hora de los Pueblos Latinoamericanos -y sobre todo la de sus portavoces.
    -en lo que llega esta hora, Estados Unidos ha remplazado en parte la fuerza por la atracción, el poder "blando". Tiene una de sus expresiones más extremas en Haití, donde Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier ha vuelto con toda impunidad y el "gobernador" de un Estado en realidad inexistente bien podría ser Sean Penn, por cierto que uno de los favoritos de la mandataria argentina K. La primera dama haitiana podría ser Madonna (otra visitante de la Casa Rosada, ya entrados al mal gusto), y cuando aquella visita Haití, acude a lugares de asistencia humanitaria donde se reza que en la isla se está produciendo una "Revolución en el amor".
     -en lo que llega más amor, "la embajada" decide de la votación en Honduras. El Tribunal Superior Electoral hondureño coteja sus resultados con los de "la embajada" (estadounidense) antes de que se sepa el resultado oficial.
     -en otro acto de amor, el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, acaba de estar en Panamá para reunirse con varios de los candidatos a la presidencia en las elecciones de mayo de 2014. Gracias a los acuerdos "militares" -no hay ejército en Panamá- logrados luego de la invasión de 1989, el Comando Sur puede operar en aguas, territorio y espacio aéreo panameños cuando quiera. El presidente panameño puede a su vez embarcarse en un crucero de guerra estadounidense, como lo hizo en 2008. Amor es sentirse como en casa. Vamos: no es que Estados Unidos esté yendo hacia América Latina, es que ésta se siente atraída por Estados Unidos, lo que -lo constata Kerry- es muy diferente. No hay ninguna Doctrina Monroe: es más bien un "hogar común".
     -en algo que es casi éxtasis de amor, Estados Unidos tiene por lo menos siete bases militares en Colombia. Desde la base de Palanquero se puede operar en toda la parte sur del continente.
     -Amor es: quedarse en Guantánamo.
Vamos: éstos son resabios de la Guerra Fría. Si lo sabe Chomsky, que lo sepa el mundo.
     -con Nicaragua, Estados Unidos la puede llevar bien, puesto que Daniel es Amor y hace campaña con Vladimir Ilich Lennon ("Give peace a chance", que por el modo de hacerse de cargos y dineros debería ser algo así como: "give, please, a chance!").
     -¿Lula? "O filho do Brasil" es Lulinha paz e amor. Basta verlo en el Foro de Sao Paulo cabildeando para sacar de "la jugada" a comunistas o incluso a liberales como la colombiana Piedad Córdoba.
     Hay dos maneras de terminar con la Doctrina Monroe. La primera consiste en dar amor y excluir a cualquiera que no sea amoroso, por "amargado", "resentido" y cosas por el estilo. Hagamos el amor, no la guerra: let's do it, amigos! La segunda es hacer negocio. Con el amor, por ejemplo. El "poder blando" es tan duro que en franjas importantes de la población latinoamericana, aunque el idioma sea el español, el cableado neuronal -la sinapsis- está programado(a) en inglés, es más, "inglés para negocios". Es decir que, mientras muchos latinoamericanos tienen los cables completamente cruzados, John Kerry propone -en una versión algo chusca de la "buena vecindad" de Roosevelt- un negocio de "ganar-ganar", el mismo que promueve Bill "Saxo-Sexo-Sexy" Clinton. América toda es una empresa con responsabilidad social. Para el gringo, América Latina es su "partner", ya que una pareja es un socio. Say you, say me.
     Los negocios empiezan donde los paradigmas se rompen.


lunes, 25 de noviembre de 2013

QUERIDA

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, es una muestra de la patética falta de cuadros políticos que existe en procesos como el de Venezuela y en otros. A falta de cuadros, lo que hay es un injerto mental estadounidense que extiende a medio mundo el principio constitucional de Estados Unidos, "the pursuit of happiness" (la búsqueda de la felicidad). El último invento bolivariano ha sido crear un viceministerio para la Suprema Felicidad Social -expresión que se le atribuye a Simón Bolívar. El difunto Hugo Chávez ya había salido con ésto hace varios años, y la verdad es que no se les había ocurrido ni a los soviéticos tener a cada quien "bien happy" (al fin y al cabo, el alcohol también se justifica como parte de alguna "Hora Feliz", entiéndase que Happy Hour).
       En rigor, no es nada malintencionado. El viceministerio en cuestión quiere atender a personas con discapacidad (misión José Gregorio Hernández), a quienes están en la calle (misión Negra Hipólita), a adolescentes embarazadas e hijos menores de 18 años (Hijos de Venezuela) y a personas de la tercera edad (Amor Mayor). Se trata de reducir la miseria a cero y, en ésto, Venezuela empieza a parecerse a Cuba, un Estado de Bienestar exitoso en lo elemental, la cobertura de las necesidades básicas para el grueso de la población.
     Lo que no consigue Venezuela es convertirse en Estado laico -tanto Maduro como su esposa, Cilia Flores, viven "juntitos los dos, cerquita de Dios"-, ajeno al paternalismo (ahora el mérito es "ser hijo de Chávez") y tolerante con la discrepancia (cualquiera que discrepa es potencial "imperialista", lo que obstruye el debate). Se sigue premiando con frecuencia la obediencia, no el mérito.
    En cambio, se toleran cosas que poco tienen que ver con el protocolo en una República. Si la felicidad es asunto de cada quien (privado), Maduro no tiene por qué hacer del festejo de sus 51 años un pequeño evento casi oficial al que va a cantar el cantante mexicano y Divo de Juárez, Juan Gabriel, como sucedió hace pocos días. Juanga le cantó "Las Mañanitas" a Maduro y tal vez ni éste ni su señora hayan captado las sutilezas del mexicano. No queda claro si al estar cantando "de las estrellas del cielo/quisiera bajarte dos", el Divo se dirigía a Maduro o a la esposa de éste.
     Si mañana Maduro sale a decir "Hugo Chávez está siempre en mi mente", acostumbrémonos a que la derecha se burle, no sin razón, de una masa que, cuando llora a su difunto líder, vocifera:
     -Yo no puedo ni te quiero olvidar !ay!
    Total, cada venezolano, en lo más íntimo de su ser, podrá -sin los errores del totalitarismo, claro- rezarle al comandante:
    -!Tú, ven a mi soledad!

LA K EN CARABOBO

La mandataria argentina, Cristina para los amigos y huésped de la Casa Rosada (sic), volvió a sus labores con unas muy desenvueltas declaraciones, luego de recibir un regalo de Adán Chávez, hermano de Hugo Chávez. Al hacer estas declaraciones, Cristina, filmada por su hija, llevaba en brazos a un pinguino de juguete, algo muy enternecedor.
     La mandataria, conmovida por los gestos venezolanos, habló de la "última batalla de emancipación del continente", en la localidad de Carabobo, y agregó: "cuando estuve en Ecuador estuve cerca del campo de batalla".
     Ninguna red social, de las que están atentas al pedrigrí de tal o cual, reparó en que la última batalla -del continente- a la que aludía Cristina tuvo lugar en Ayacucho, no en Carabobo. Ayacucho está en Perú y Carabobo en Venezuela. Lo simpático es que Cristina conoció el lugar en Ecuador, donde no está. Y encima, la mandataria se refería a Bolívar en Carabobo, cuando en Ayacucho estuvo Sucre. Entretanto, como lo hiciera notar el periodista Luis Bilbao, Cristina estaba en asuntos más terrenales:  nombrar a Jorge Capitanich como jefe de gabinete. Capitanich, próximo a la embajada estadounidense en Argentina, fue secretario de Finanzas de Carlos Menem. Así que, como lo han sugerido otros, Cristina está haciendo "menemismo de izquierda". Es muy tierna.
     El gobierno venezolano, encima, mandó a callar a Bilbao, como manda a callar a otros si critican por ejemplo la política económica de Caracas. Lo que cuenta es que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le envió a Cristina una estatuilla de un "santo del pueblo" para que la K se recuperara pronto y tuviera una "protección".
    Que la señora K diga burradas, no importa, si es con amor (aunque parezca sobre todo cursilería). Como en Estados Unidos, el amor se ha convertido en el mejor modo de callar a cualquiera que, si discrepa, parece "agresivo" y, por ende, un "frustrado". A juicio de Sergio Massa, líder centroderechista argentino, en Argentina se practica una "democracia de personas" en lugar de una "de partidos", y el resultado es que en vez de "debatir ideas", se "destruyen personas". Es algo en común con Venezuela.

PETROBRAS Y EL CONDOMINIO SINO-OCCIDENTAL

La política económica del gobierno de Brasil sigue entregando los recursos naturales al extranjero, y lo hace en condiciones que confirman el condominio sino-estadounidense u occidental en América Latina.
     Pese a la oposición de trabajadores y a la existencia de juicios en contra, el gobierno de Dilma Rousseff subastó el principal yacimiento petrolero brasileño, según informó el portal de América XXI. Este yacimiento, Libra, está en aguas ultraprofundas en las costas de Río de Janeiro. Brasil espera servirse de Libra para duplicar de aquí al año 2020 la producción de petróleo.
     Petrobrás manejará el 40 % del consorcio. La francesa Total y la angloholandesa Shell tendrán el 20 %. Llama la atención que otro 20 % se repartirá entre dos empresas chinas, China National Petroleum Corp. y Cnooc. Como ocurre por lo general con el populismo, los trabajadores que criticaron la "entrega" y la "privatización" están llamados a callarse. En Brasil prácticamente no prospera ninguna autonomía popular.
     Dilma Rousseff espera destinar buena parte de los ingresos petroleros a la educación, pero queda por saber de qué educación se trata. Un médico brasileño es incapaz de trabajar para gente de escasos recursos, pero sí puede protestar si el gobierno de Brasil lleva médicos cubanos para hacer labores que el otro desdeña. Es también Cuba que aprecia un poco más al MST (Movimiento de los Sin Tierra), independiente (lo ha hecho la hija de Ernesto "Che" Guevara, Aleida), que muchos brasileños que viven en su país como en tierra conquistada, y que esperan de la inversión extranjera un festín de consumo, aunque sin mercado nacional (algo distinto de un mercado interno).

sábado, 23 de noviembre de 2013

MARCHELLO'S

La izquierda moderna mexicana, como la llaman algunos, es otro desprendimiento del PRI (Partido Revolucionario Mexicano), hasta donde aquella tiene su origen en el muy conciliador Macho Camacho: su sueño -en parte el del PRI de posguerra-, socialdemócrata y seductor, es que no haya ningún problema y que el mundo le pertenezca a la clase "Bubo" (burguesía bohemia), una variante de clase media -pero con bastante dinero- que amortigua cualquier conflicto. De hecho, "Bubo" ya le metió las manos a Morena.
     Hay un principio básico: Our Money is Harmony
     Y nos vestimos Armani
     Con la reforma social que propone esta izquierda moderna, tipo Hollande, Pepe Mujica o Alianza Verde colombiana, todo el mundo tendrá las siguientes libertades:
     -la de fumarse legalmente un "joint"
     -de repetir que "otro mundo es posible" luego de fumarse el mencionado "joint"
     -la libertad es coger
     -de leer El Principito desde chiquitito
     -de jugar a que yo era el Che y me escondía en la selva lacandona o en Varadero: ¿zas?
     -de consumo de café orgánico y compras de productos "bio" en apoyo a la Madre Tierra y al Green Corner
     -de zapatours amenizados por el baile del tzotzil cansado y tortillas hechas a mano por nuestras chicas tojolabales.
     -de ir al trabajo en bicicleta
     -si lo anterior es estilo chino, también será  posible comer sushi japonés e ir a ver películas coreanas.
     -de apantallar a los incultos con Maná, con Arjona en Tikal buscando a su niña perdida de Antigua  y con Carlos Vives hecho el cantor de Valledupar
    -de decir "vale" en vez de "sale", o en vez de "de acuerdo". Vengo llegando de Barcelona.
     -de tomar: media cucharada sopera de Nueva Trova cubana (con tres espolvoreadas de Pablo y una pizca de Silvio) o cinco granulitos de Serrat-Sabina en ayunas o antes de acostarse.
     -de decir: "todos son fachos, menos mi familia y yo"
     Gracias a este amor por el pueblo, el auténtico, esta clase "Bubo" (la que siempre sostuvo que "los intelectuales no saben vivir") podrá seguir quedándose -entre padres e hijos- con el aparato cultural, la alta jerarquía universitaria y las oficinas de solidaridad y de la "economía del conocimiento" -con management, informática y psicoanálisis-, y con puestos y becas. Andar de ocioso es el modo idóneo de movilidad social ascendente y de mostrarle al mundo que, lo que sea de cada quien, uno no es del montón.
     -Tu sé mi pueblo
     -Yo seré tu Condesa  

viernes, 22 de noviembre de 2013

MEXICO INTOXICADO

Hegel, el filósofo alemán, escribió alguna vez que la sociedad civil convertida en un simple mercado es una "bestia salvaje". Hace rato que Estados Unidos y el Innombrable -no es CSG, por cierto- decidieron para México una "transición" que consiste en darle a la bestia todos los poderes: es sencillo, el político es nuestra sirvienta (nos tiene que "ofertar" su trabajo) y la sociedad civil es el cliente que siempre tiene la razón (y que demanda). Basta ver lo que sucede con las redes sociales, que no pierden oportunidad -aunque haya que inventarla- para caerle al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
     Desde hace rato que el grueso de la intelectualidad mexicana participa activamente en esta empresa de debilitamiento de las instituciones, haciéndoles una maniobra de "pinza": la casa Meyer & Meyer es un buen emblema de este procedimiento. Al primero de la casa se lo premió aunque no tenga una visión objetiva de la Cristiada (Fernándo Benítez lo llamaba "panegírico"); el otro no tiene una visión objetiva del cardenismo.
    El primer negocio terminó en una película que exalta al cristero como "combatiente de la libertad" y "combatiente por un ideal": la mezcla es tan indigesta que tiene por ingrediente un discurso que vale por igual para el Che Guevara que para un talibán-fundamentalista afgano. Que el cristero haya respondido a lo que le ordenaban la alta jerarquía católica, los latifundistas del centro-occidente mexicano afectados por la Revolución y hasta las mujeres de la región, poco importa. La maniobra consiste en hacer aparecer como libertad los intereses más rancios y conservadores.
     El otro hace lo mismo, pero en nombre del "antiautoritarismo" y la "democracia", junto al último libro estadounidense que nos dicte cómo "pensar". El momento culminante de la Revolución es la "libertad" de las masas bajo el cardenismo, a finales de los años '30. Sucede sin embargo que el presidencialismo sexenal mexicano tiene su origen en el periodo 1934-1940, y el corporativismo, ni se diga: la Confederación de Trabajadores de México (CTM) fue creada en 1936, la Confederación Nacional Campesina (CNC) en 1938, y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938, con un sector popular (antecedente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, CNOP) y uno militar afortunadamente disuelto a los pocos años. Si en el primero de la casa el peón se hace matar por intereses de la Iglesia y los terratenientes, en el segundo el del pueblo existe al servicio del líder charro de turno. En ningún caso se decide nada desde abajo, sino que se manipula desde arriba, aunque en nombre de la libertad del manipulado. A todo ésto se le llama legítimo porque parece el "juego de intereses" de Mme. la Sociedad Civil, como la llamara burlonamente José Joaquín Blanco.
     Este juego de intereses debe ser lo más libre posible, puesto que el mundo es un mercado, y las instituciones no deben interferir, por lo que el partido oficial, si es institucional, estorba. Que este juego dé ventaja al más fuerte mientras la sociedad cae en el caos -porque en realidad poco se organiza desde abajo y menos desde la institución- no importa, como no importa decir cualquier cosa en el mundo intelectual (si con palabrotas de ciencia política, mejor), completamente americanizado, o en la izquierda. Mucho menos importa que este "desmaye" sea el querido por Estados Unidos (organizador de esta "transición"), según lo denunció en su momento el ex funcionario priísta Manuel Bartlett, hoy opositor.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿POPULISMO?: SIMON

Como lo ha hecho notar la columnista Vicky Peláez, de Ria Novosti, para algunos la patria no es donde uno nace, sino donde uno hace dinero. Habría que agregar que este modo de ver la patria es muy estadounidense. Así que en los tres grandes países populistas de América Latina, México, Argentina y Brasil, muchos están más patriotas que nunca. Estos tres países tienen varias cosas en común:
     -desmantelaron el aparato productivo nacional
     -están entregados a las empresas transnacionales, dándoles además prerrogativas únicas en caso de controversias (algo perfilado en México desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN). Si en México el artículo 27 constitucional ya fue desconocido con la entrega de la minería (algo que ha denunciado el opositor López Obrador sin que le hagan caso ni sus seguidores), está por seguir el petróleo. En Argentina, mandan Monsanto (agricultura), Barrick Gold (minería) o Chevron (petróleo). La soya transgénica de Monsanto también gobierna en Brasil. Es distinto de Ecuador (con indígenas en juicio contra Chevron), o incluso de Perú, que por iniciativa del presidente Ollanta Humala decretó 10 años de moratoria a los cultivos transgénicos.
     -no hay reforma del servicio público para limitar la corrupción, a diferencia de lo que ocurre en los Andes, salvo mínimamente en Brasil, que por lo demás no ha llegado muy lejos. El modelo arriba es el qatarí: ser el "sponsor" de algún negocio privado y extranjero a cambio de alguna "comisión" o renta.
     -la "derrama" busca satisfacer a la llamada clase "C" (favorita del lulismo), una clase media arribista, escaladora social y al mismo tiempo conservadora, lista para atiborrarse de consumo y al mismo tiempo para caerle a cualquiera que huela a popular. Esta clase en México juega a tres bandas: si alta, al blanquiazul, si media media, al tricolor, y si baja, al amarillo. Es la clase "Avenida Brasil" de la telenovela del mismo nombre, producida por Rede O Globo, y que aspira a tener su "loft story"  aborigen. Lo único que espera esta clase de nuevos ricos es que haya dinero, como sea, y seguir con el "antiautoritarismo", con tal de extorsionar. El político priísta mexicano Manlio Fabio Beltrones no está completamente errado cuando dice que hay algo de "fascista" en la alianza opositora derecha-izquierda para no pagar impuestos. Esta clase buscará el camino que sea para comportarse como los ricos y no tener compromiso con una nación que no reditúa nada, porque nadie invierte en indios ni en piqueteros ni en favelas (se las esconde).
    -estos países son los que reproducen el condominio sino-estadounidense en América Latina (lo quieren hasta las huestes progresistas de López Obrador), para que a los nuevos ricos el consumo les salga barato. Es la chatarrización de América.
    -En Argentina se va fragmentando el peronismo y en México se fracturó el priísmo. En Brasil, Lula fue el padre de los pobres y la madre de los ricos. Fórmula inmejorable: al hijo rico se le perdona todo, el hijo pobre debe portarse bien.
      Cristina Fernández, mandataria argentina, viuda de K, acaba de resumir cómo estos nuevos ricos ven a la patria, al pueblo y hasta a la izquierda, si se deja: como a un cachorrito blanco similar a un caniche, al que la mandataria "más pintada que una pared" le puso como nombre Simón, en homenaje a Bolívar.
     ¿El negocio con el pueblo?
      -Simón, ven acá
      -Simón, sentado
      -Simón, tranquilo
      -Simón, a dormir
      -Quieto, Bolívar.
Lo esencial es que Simón no haga lo suyo, que es morder. Ya, Simón, ya.

martes, 19 de noviembre de 2013

SIMPATIA POR EL DIABLO

La memoria que algunos rusos o algunas rusas tienen de lo que debía ser el comunismo es muy chistosa. Lo es porque las caricaturas a veces hacen reír.
     En la Unión Soviética no había comunismo, es sabido por los rusos: había socialismo. Algunos creen que en el comunismo:
     -cada quien iba a tener todo lo que quería
     -y además...!gratis!
Lo primero incluye: vivienda en la ciudad, casa de campo y coche. Si en el comunismo todo el mundo iba a vivir así, y sin pagarlo, significa que todo el mundo iba a ser parte de la nomenklatura, y tener, sí: vivienda propia (un piso), casa de campo (dacha) y coche  gratis, es decir, a cargo vaya a saber usted de qué o de quién (¿del erario público, tal vez?...). Seguramente, todo esto iba a caer del cielo, porque en el comunismo nadie iba a matarse de trabajo, que se sepa. En Cuba el adelanto es tal que Raúl Castro tuvo que pedirles a sus compatriotas -y lo reprodujo Il Manifesto- que dejaran de creer que la isla es "el único lugar del mundo donde se puede vivir sin trabajar".
     En el Estado de Bienestar, al rico se lo subsidia y acaba creyéndose que las cosas se le regalan "porque sí", es decir, por ser rico. Para que todo el mundo le entre a este asunto, hay que convencer a la gente de que por algún motivo las cosas le son debidas, y que no hay que pagar por nada: se le debe a tal o cual por ser rico, por ser político, por ser mujer (rusa, por ejemplo), por tener linda cara (por decirlo amablemente) o por ser estrella, o hasta por ser simpático, tener chispa y amenizar la fiesta. Tener "todo lo que uno quiere" sin pagar (si acaso, pagando lo mínimo), gratis o casi gratis, es el sueño de cualquier ricachón occidental.
     Así las cosas, como en ningún texto de marxismo o leninismo ni en la boca de ningún líder soviético se trataba de "tenerlo todo gratis" (éso sí, iba a ser comunismo comiendo en un comedor comunitario), quienes sí supieron llegar al comunismo son los más astutos de la nomenklatura y los ricos de Occidente, que lo tienen todo, lo que se llama todo, con cargo al erario -como sucedió por ejemplo luego de la crisis de 2008. De este modo, el comunismo realmente existente ha conseguido premiar al dueño de lo que sea por el solo hecho de ser dueño, sin que importen necesidades ni capacidades. En este comunismo, uno puede permitirse ser completamente inepto, algo que la verdad importa poco si se es "dueño".
      Cabe esperar que los ricos del planeta nos compartan algo de su comunismo, aunque sea un cachito, versión rusa u occidental. Claro, hay cosas tan cómicas que conmueven hasta las lágrimas.
   

lunes, 18 de noviembre de 2013

MEXICO: RSVP

La izquierda mexicana está imbuida de "cultura del privilegio", aunque diga representar a una mayoría que no tiene. No la tiene nadie, por cierto.
     Uno es el privilegio de la Gran Causa Justa de Mi General, un orgullo y un honor, mientras ningún intelectual defiende la verdad de lo sucedido entre los años '20 y '30 del siglo XX mexicano: Mi General fue el Gran Cooptador, así que parece que no importa mucho dejarse cooptar si Mi General nos hace "justicia" con una "redistribución" y un cargo, de lo que caiga. A todos nos debe tocar algo, aunque sea la dirección de un kinder o un lugar en el sorteo Melate.
     Otro privilegio es el de los Líderes que Nos Dieron Causa: son los sesentayocheros con los que codearse es un orgullo y un honor, sobre todo cuando están en algún puesto público, si educativo, mejor.
     También está el privilegio de repetir el discurso de la nueva península, Estados Unidos, con sus campus, sus invitados de lujo y la "agenda" de la que hay que colgarse para estar -aquí también- en la "redistribución": es un orgullo y un honor ser mujer, gay, lesbiana, migrante, joven o indio, como lo es ser un intelectual portavoz de todos estos condenados de la Tierra -con derecho a resarcirse mediante el presupuesto público y un puesto, si es posible.
     En suma, por ser heredero legítimo de la Revolución (si los priístas son los ilegítimos), por ser "testimonio vivo" de la Causa Antiautoritaria que Cambió al Mundo o por ser Becario Empoderado en el Campus del Mañana, lo que cuenta es servirse, no servir. Podemos también servirnos del discurso antiautoritario aunque hagamos lo mismo que el Partido Revolucionario Internacional, que acostumbra servirse. La Revolución se hizo para que nos sirvamos todos.
     Al mismo tiempo, el actual gobierno de México no parece ver que la reforma energética, aunque presentada como un privilegio, el de competir con los Grandes de la Globalización que están Forjando el Futuro (es un honor y un orgullo, el de la gente emprendedora), puede terminar de instalar los recursos en una dinámica de renta, con la producción más o menos abandonada, y la ganancia en manos de transnacionales intocables y dedicadas a especular.
     Tiene razón el líder Andrés Manuel López Obrador cuando afirma que se ganaría más -en contante y sonante- combatiendo la corrupción y limitando los sueldos de los altos funcionarios....caray, los privilegios que a tantos les hacen sentir llenos de orgullo y de un grandísimo honor. El problema es que en la misma izquierda suele existir el hábito priísta de servirse del cargo o la representación que para tener un privilegio, que se haga chiquito o que se haga grandote. A este ritmo, como en el documental de Alejandra Moreno Toscano sobre la Revolución (Memorias de un mexicano), importa más meterse al banquete donde se están sorteando privilegios que asistir a la -menos rendidora- quiebra de la República.
     Y éso sí: al que considere que no estaría mal servir y esforzarse, hay que hacerle la vida de cuadritos. ¿Los meritocráticos? !No pasarán! Aquí es merito-Cracia ("ya merito te toca", o "espera un poco, un poquito más", etcétera), no cultura del esfuerzo. Ni que fuéramos indios o blanquitos mediocres.
   

CHILE: CONTRA LA IZQUIERDA COMO NEGOCIO

La izquierda señorial latinoamericana entiende de negocios desde hace rato, y procede al modo capitalista: si hay ganancia, es nuestra, pero si hay pérdidas, se las pasamos a quien se deje. Es una buena manera de no aprender nada, ya que la culpa la tiene siempre el otro, el de los errores. Al fin y al cabo, no es muy distinto del clasemediero colombiano: si la sociedad está llena de dinero sucio, algo obtenemos, y mientras tanto lo único que sabemos es hacer mal el mal, aunque creamos que es lo mejor. En efecto, ese colombiano sabe apenas que para participar del festín debe darse buena conciencia y asistir al ritual de culpabilización contra las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), diciendo lo que sea contra una ínfima minoría armada.
     El proceder no es nuevo. La izquierda señorial prometió no repetir los errores soviéticos y, ya en Nicaragua, prometió no repetir los errores soviéticos ni cubanos. En Venezuela, lo ideal sería no repetir los errores soviéticos, cubanos ni nicaraguenses. La imbecilidad del otro es la mejor prueba de mi genialidad. O, dicho sea en términos de competencia capitalista: yo tengo éxito donde el otro es un fracasado. En este mundo cuentan los ganadores y los perdedores.
     Así que, si Salvador Allende cayó en 1973, fue por culpa de la señora Harnecker y sus manuales. Este tipo de enfoque está más dispuesto a caerle a los comunistas chilenos que a las fuerzas de centro-izquierda si la candidata socialista Michelle Bachelet -vencedora en la primera vuelta electoral, aunque habrá una segunda- no logra sacar lo que se propone: una educación gratuita de calidad, un nuevo sistema fiscal, y tal vez, una Carta Magna distinta. Como Camila Vallejo le ha dado apoyo -condicionado, y de ninguna manera como cheque en blanco- a Bachelet, si ésta fracasa le podremos pasar la cuenta a la joven comunista. Al centro-izquierda le podemos dar un crédito, aunque sea de compromiso, por si hay "redistribución"; con los comunistas, en cambio, regateamos hasta el último céntimo de credibilidad (los podemos tratar como inquilinos de la Concertación, y no como lo que son, parte autónoma de Nueva Mayoría). Incluso es preferible esa versión de Alejandro Fernández que es el metrosexual Marco Enriquez Ominami. Hay gente con la que uno puedo negociar; con los comunistas no hay modo de acordar (después de todo, Camila Vallejo conservó su autonomía ante Bachelet). ¿Qué tal si los endeudamos y los hacemos pagar más si el margen de ganancia de la hacienda socialista tiende a disminuir?
     Por lo pronto, cuatro ex dirigentes estudiantiles estarán en el próximo Parlamento chileno, incluyendo a Vallejo (cerca de 44 % de votos en la Florida) y a Karol Cariola, secretaria general de las Juventudes Comunistas (primera mayoría en el distrito la Recoleta). Lo que está a discusión no es el reparto del poder, sino lo que es posible conseguir en proyectos concretos y sobre bases programáticas; por lo mismo, tampoco se están repartiendo por anticipado las culpas de nada. Se trata de parar de hacer negocio con todo, la izquierda incluida.  

ECUADOR: CERO NEPOTISMO

El actual mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, ha demostrado su honestidad al cerrarle en su gobierno la puerta al nepotismo, que consiste en favorecer a familiares en puestos públicos. Esta práctica oligárquica -que conocía bien la familia Bucaram, por ejemplo- involucraba incluso a gobernantes de otra procedencia, como los Gutiérrez Borbúa.
Fabricio Correa, hermano del presidente, hizo empresas fantasma e intentó lucrar con tráfico de influencias en contratos con el Estado, algo que está prohibido por la ley. El "hermano incómodo" fue juzgado y se terminaron para él los contratos.
Pierina Correa, funcionaria en asuntos de deporte en Guayas (costa ecuatoriana), era parte de Alianza País, el movimiento que llevó a Rafael Correa a la presidencia. La hermana del presidente denunció la presunta corrupción de algunos funcionarios (el ministro de Deporte, José Francisco Cevallos) y el modo en que Galo Mora -secretario ejecutivo- conduce Alianza País. Rafael Correa se atuvo a la disciplina partidaria y no secundó a su hermana por el solo hecho de que lo sea. Pierina Correa se separó de Alianza País y decidió alejarse de la política.
En este mismo orden de cosas, Rafael Correa pidió que primara la disciplina partidaria en la Asamblea Nacional, sobre el tema del aborto. La asambleísta de Alianza País, Paola Pabón, tuvo finalmente que disciplinarse, aunque recibió una leve sanción. Aunque el mandatario ecuatoriano tuviera un exabrupto, Pabón estaba en un discurso de campus universitario estadounidense increíble: descubrió los males del "adultocentrismo" (!), que para algunos es una "relación asimétrica y tensional entre los adultos y los jóvenes". La asambleísta indígena Lourdes Tibán, de "las izquierdas", aplaudió a rabiar: Tibán es al mismo tiempo india, lleva dentro a una infante llena de inocencia, está ligada a la Madre Naturaleza (inocente también), es mujer (ex reina de Mulalillo) y es también partidaria de la Causa Justa, motivos suficientes para desquiciar a toda la Asamblea con discursos interminables en nombre de Todas las Victimas del Mundo.
Por lo pronto, un nuevo Codigo Penal ecuatoriano castigaría severamente los delitos contra el Estado, que en muchos países de América Latina ni siquiera son vistos como tales: no se podrá ya, ni siquiera entre familiares, tomar al Estado como un bien dispuesto para negocios particulares. Este Código debería contribuir a sanear la función pública, modernizándola, y también a profesionalizar actividades donde se lucra sin mayores escrúpulos.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿QUE ES SEXO?

Piotr Pavlenski es un "artista" ruso que, hace poco, decidió desnudarse en la Plaza Roja de Moscú, la capital de Rusia, y clavarse los testículos en el adoquín, sirviéndose de un martillo. La policía lo agarró como a la hora por "leve vandalismo", aunque Pavlenski -admirador de Pussy Riot- aseveró que estaba haciendo una "metáfora" de la vida actual en Rusia. Por este acto de "performance", llamado "Fijación", realizado cerca del Mausoleo de Lenin y en el Día de la Policía, el "artista" fue acusado de agresión y blasfemia por la milicia.
    A las pocas horas, un tribunal decidió liberar al genio "sin cargos". "Lo que acaba de pasar en el tribunal la verdad es que no lo entendí", declaró Pavlenski.
    Buena jugada.
 

ENTRE GRANDES

Tal vez sea el efecto del Grand Prix periodístico José Martí, pero ahora hay que tomarse al pie de la letra cualquier cosa que diga el halcón estadounidense Zbigniew Brzezinski. Estados Unidos se retirará del mundo dejándonos una vibración positiva.
    Hay que creerle a Zbigniew Brzezinski cuando dice que Estados Unidos "no ha ganado ni una sola guerra desde 1991". Hay que creerle porque lo dice él. El único problema es que Iraq no ganó ninguna guerra y Saddam Hussein está muerto. Milosevic no ganó nada y está muerto. Somalia no existe y Afganistán es un paraíso coránico -de los que se pueden contemplar con opio- donde mandan los amigos de Estados Unidos. Si Estados Unidos no ha ganado, parece que sus rivales tampoco. Con la diferencia de que no es Estados Unidos el país que dejó de existir.
     ¿Qué ha pasado en Libia? Ha pasado que ya no hay tal Libia, sino tres territorios más o menos independientes:  Cirenaica, Fezzan y Tripolitania (Libia está de vuelta al año 1951). La ciudad de Bengasi tiene su propio gobierno,  encabezado por la Hermandad Musulmana. Algunos dicen que Libia está "somalizada". En el antiguo territorio libio hay unas 500 milicias, con cerca de 30 mil hombres armados, que hacen y deshacen a su antojo, por momentos incluso contra los patrocinadores estadounidenses (lo que sucede también en Afganistán). Unos 8 mil partidarios de Kadhafi se pudren sin juicio en cárceles . El país no puede cuidar sus fronteras: en las que tiene con Egipto y Sudán, Italia se ha ofrecido a hacerlo. Ni siquiera hay pérdidas: la destrucción de Libia se financió con el robo del dinero del antiguo Estado. En suma: la privatización de Libia ha sido todo un "hit".
    Que Brzezinski diga que Estados Unidos no tiene la posición dominante de hace 20 años y que el mundo de hoy es "más complicado y anárquico" no cambia las cosas. Desde 1991 Estados Unidos baraja opciones. Dicho sea de paso, Washington no perdió la guerra en Siria: simplemente se abstuvo de invertir directamente en ella, justamente para no perderla. Tampoco está dicho que la guerra la haya ganado definitivamente al-Assad.
    "Zbig" también se puede equivocar. Que el "pueblo" (?) estadounidense está cansado de guerras es otra creencia muy simpática: Estados Unidos vive en buena medida de pasarle la factura al resto del mundo -por las buenas o por las malas-, y no parece que ese "pueblo" esté cansado de tener abundancia a expensas de los demás. Ni siquiera está consciente de lo que sucede, según lo ha sugerido atinadamente Morris Berman. Lo único que no quiere este "pueblo" es tener que pagar, ni en economía ni en vidas. Así que, donde no hay ganancias, lo mejor es que los demás se pudran. Púdrete, amigou. Es exactamente el tipo de veneno que destila el twitter de "Zbig": que se pudra Eurasia.

viernes, 8 de noviembre de 2013

NEGOCIO A LA RUSA

Según lo confiesa un banco suizo, cuando desde Occidente se promovieron en los años '90 las reformas en Rusia se esperaba, palabras más palabras menos, que todos fueran "emprendedores", metiéndose a los negocios, pero con las espaldas cubiertas -con las garantías sociales soviéticas. En realidad, sucedió que quienes desde arriba tenían cobertura -contactos, influencias, cargos desde los cuales saquear al Estado y sus activos- la aprovecharon para hacer negocios. No fue nunca una transición desde abajo, ni democrática. El mismo banco suizo (el Crédit Suisse) lamenta hoy la desigualdad económica.
     Aunque el alarmado banco pone el grito en el cielo, la desigualdad económica en Rusia es menor que en países como Brasil (aunque aquí haya disminuído), México, pero también China y, nótese bien, Estados Unidos. Rusia no está lejos de países como Israel y Japón (ésto, por cierto, según informes de la Central de Inteligencia Americana, CIA). Es un error creer que Rusia es un mar de pobres donde pescan a río revuelto unos pocos ricos.
    Por cierto, es igualmente erróneo creer que los enriquecidos suelen ser judíos: éstos son el 19 % de los  rusos ricos, apenas por encima de los ucranianos (14,5 %), así que los oligarcas son rusos, muy rusos. Muy detrás vienen algunos tártaros y gente del Caúcaso, en particular azeríes.
    Putin no encuentra como convertir un saqueo desde arriba -aunque hoy frenado- en una "revolución económica" desde abajo. Los valores oligárquicos sí han impactado en la sociedad rusa, aunque no en toda: consisten en celebrar por encima de todo la familia -el clan, después de todo, es el núcleo de toda buena leyenda oligárquica, más si llega a dinástica (la saga...)-. Es una familia de hoy: sirve emocionalmente de seguro, línea de crédito con intereses bajos y promesas de cobertura vitalicia, mientras los miembros más avezados salen al "mundo exterior" a ver qué agarran, sin dar afuera mayor cosa. Así se enriquecieron por arriba los favoritos rusos de Occidente: demandando, agarrando -quebraron a Rusia para medrar- y considerando que todo les es debido por su linda Sharapova (!ah sí, el alma rusa!).
     No hay cómo llevarlos a que den o arriesguen en Rusia: parte de crear el día de la Unidad Nacional el 4 de noviembre es para buscar con la religión ortodoxa que ricos y pobres (o no tan pobres, pero tampoco ricos) tengan algo en común. ¿Cómo hacer que los ricos trabajen por un interés soberano común? En Rusia, la genética no les ayuda: tenían antes de 1917 la costumbre de irse a jugar y gastar las fortunas en alguna juerga mediterránea, sin saber ni siquiera a qué potencia apostarle, si al idioma francés, la disciplina alemana, la buena vida italiana, o las curas alpinas suizas. Tal vez Putin logre algo desde abajo (es lo que quiere): los oligarcas no tienen mayor sentido de patria, y como sus valores tienen impacto, no es sencillo movilizar a los rusos en torno a algo (así que Putin está incluso buscando rescatar y propagar símbolos nacionales como la bandera y el himno para ver si los hay que los entiendan).

CORRUPCION: RETO PARA PUTIN

Lo que para el presidente ruso Vladimir Putin es corrupción, para un occidental es de lo más normal: tomar del Estado, sin arriesgar demasiado en los negocios. Es el tipo de negocio que el Estado estadounidense le garantiza por ejemplo al complejo militar-industrial local.
     Putin ha dicho desde el año pasado que quiere terminar con este modo de hacer "negocios". El problema está en la fata de transparencia y control social sobre los representantes del Estado, desde los servicios aduaneros y tributarios hasta el sistema judicial y la seguridad pública. Estos representantes, ya en el cargo, a veces dejan de "representar" y sirven a otros intereses que los de la sociedad. Alguien con "buenas relaciones" dentro del sistema estatal buscará no cumplir la ley, sino tener protectores y ponerse de acuerdo para obtener lo que el presidente ruso llama "derecho de piso" en el mercado. Así, el "empresario" paga al representante por protección y pareciera que todos ganan: el primero por tener un "negocio en exclusiva", sin competencia ni mayor esfuerzo, y el segundo porque puede recibir alguna "gratificación". "Llamando las cosas por su nombre -dijo Putin-, se trata de la corrupción en sistema".
      Este contubernio debilita la competencia y la eficacia de las empresas. Según Putin, no se trata de tener "más Estado" -en la Unión Soviética había demasiado Estado-, sino de que, sobre la base de "presunción de negocio honesto", deje de exigir tributo a quien quiere emprender algo. "Las condiciones para la actividad de empresarios honestos -considera Putin- son más importantes que los posibles riesgos relacionados con la conducta deshonesta y de mala fe". Los representantes del Estado deben servir, y no servirse de puestos para hacer negocios. A su vez, los empresarios deberían emprender, no obtener beneficios en exclusiva sin ver por la competitividad (la eficiencia). Habrá que observar si Putin puede desterrar una corrupción que, de todos modos, es menor que en otras latitudes (como América Latina).
   

martes, 5 de noviembre de 2013

SOCIALISMO PARA INVERSIONISTAS

En el portal ruso de Odnako, el columnista Boris Yulin acaba de mostrar con qué "criterio" -si lo es- se están haciendo libros de texto en Rusia.
     Resulta que bajo Stalin la Unión Soviética se convirtió en potencia. Sí, pero ¿a qué precio? Puede que alto, por el terror y las colectivizaciones forzadas.
     La Unión Soviética ganó la guerra mundial. Sí, pero ¿a qué precio? Muy alto, por el número de muertos y los supuestos errores de Stalin.
     Desde luego, este enfoque es aplicable a lo que sea: San Petersburgo se construyó como una ciudad hermosa y europea. Sí, pero ¿a qué precio?
     Si el costo de construir la Unión Soviética fue tan alto y los beneficios eran dudosos (o mínimos), conviene detenerse a una "estimación": ¿vale la pena invertir en el socialismo si el costo es tan alto y el beneficio tan bajo, considerando por ejemplo la escasez? Ningún empresario invierte en algo así. Habría que agregar que en este caso conviene declarar la empresa en quiebra. Nada más que, en vez de hablar del "derrumbe de la Unión Soviética", sería preferible decir "la quiebra de la Unión Soviética". En las quiebras, por cierto, alguien gana.
     Frente a lo caro que salió el socialismo, Estados Unidos (que le pasa las facturas al resto del mundo) aparece como el paraíso de una abundancia que se puede conseguir barato (con un marido proveedor, por ejemplo: basta con pagar en especie...). A diferencia del socialismo caro, hay que buscar el capitalismo barato.
     O si se es de izquierda, hay que buscar el Estado de Bienestar, tipo escandinavo: no es barato, y es más, es casi gratis (salvo impuestos) y deja mucho. Lo mejor del empresario es que pone a todos a ver el mundo con un "criterio" empresarial. Capitalismo de éxito es el sino-estadounidense, donde todo parece salir bastante barato: la mano de obra, el crédito, el consumo, la ganancia casi sin ningún costo y las creencias en lo que más convenga.

sábado, 2 de noviembre de 2013

NI DESINFORMADO NI MENTIROSO: !QUE PASE EL ALTISIMO NICA!

Fue criado en Cuba y aprendió que vanguardia es monopolio para hacerse de beneficios. Es algo así como el extractivismo mental: perfora y perfora el mismo "discurso-yacimiento" sin mayor cuidado, sin reponer nada, con tal de sacar provecho expedito. Cuando critica al "desinformado" o al "mentiroso", se apresura a ocupar el lugar de privilegio, algo que en economía se llama "renta de situación".
     Al mismo tiempo, parece sacado del chiste según el cual hay quien cree que, si la puerta de la iglesia es tan grande, es para que pueda pasar El Altísimo.
     Héroe que no duda en usar la espada de la descalificación, y cura que sermonea en vez de argumentar, este Gran Hijo, ya con el beneficio, tiene montado un puesto -en asuntos internacionales- desde el que firma con su Verbo certificados que acreditan que tal o cual pasó el examen revolucionario, o que no. Es sencillo: si no hiciste la Revolución, estás reprobado. En nombre de algo grande hay que hablar.
     Cualquiera puede verlo en Youtube en los programas de Izquierda Visión. No piensa. Se concentra para oír la voz que le habla desde el otro mundo y desde el Reino de los Cielos. No sigue una idea: se reconcentra para "ser hablado" en vez de hablar, y apenas puede, pasa a detestar a cualquiera que se atreva a pensar que estamos en tiempos de crear. No: son tiempos de creer.
    Este de vanguardia tiene el mismo mal estadounidense, el de creerse el primero en todo.
    -el primero que hizo una revolución armada después de la cubana
    -el primero que luego de ganar el gobierno por las armas lo dejó por las urnas
    -el primero que luego de dejarlo por las urnas lo recuperó por las urnas
    -¿cómo ser el primero que al recuperarlo por las urnas no lo suelte por las urnas?
En esta lógica impecable e implacable,
     -...soy el primero en haber dicho lo primero
O sea: lo primero es lo primero.
Para el caso, lo que le digan le importa muy poco: ni siquiera reconstituye el texto del contrincante.
O, como dijo alguien: lo que importa no es "qué tu sabes", sino "quien tu sabes". ¿El contrincante? No sabemos "quién" es. !Que se identifique!
     !Una de las cosas mejor logradas por Estados Unidos es el extractivismo revolucionario! Estados Unidos es el primero en haberlo hecho.

viernes, 1 de noviembre de 2013

RUSIA: CAPITALISMO, PROXIMA PARADA

El actual presidente ruso, Vladimir Putin, delineó hace algún tiempo el perfil de lo que quiere para la economía rusa: un "capitalismo normal" o "capitalismo sano". Aunque tal cosa parece una rareza, significa algo distinto de lo que para Estados Unidos es "normal", vivir de rentas y consumir.
    Putin confía en ensanchar el mercado interno ruso, algo que China también está pensando para sí. Se explica así que Moscú esté promoviendo la Unión Aduanera que incluye a Belarus, Kazajstán, la propia Federación Rusa y Armenia. No parece que este proyecto vaya a incluir a Ucrania.
    El ensanchamiento del mercado interno supone dejar de lado paulatinamente la dependencia excesiva de las materias primas (no procesadas y de artículos prefabricados), problema que se volvió más grave con la desindustrialización de lo que fuera la Unión Soviética. Putin espera que Rusia tenga servicios públicos desarrollados (no se abandonarán prestaciones básicas), una agricultura eficaz y, sobre todo, capacidad de innovación tecnológica. Algunos de los candidatos para tomar el relevo del petróleo y el gas son la farmaceútica, la alta tecnología química, los materiales compuestos y no metálicos, la aviación, la informática, las comunicaciones y la nanotecnología.
    Se acabó el tiempo de los privilegios sin medida para los oligarcas. Se piensa gravar a los propietarios de casas lujosas, de automóviles de gran valor, el consumo de artículos de lujo (consumo prestigioso) y el alcohol y el tabaco. Igualmente, se trata de frenar la evasión fiscal vía paraísos fiscales. Si hay quien quiere hacer negocios, debe comprometerse con ellos, y no limitarse a tomar del Estado mediante la corrupción.
    Putin está pensando en hacer de la clase media y de la pequeña y mediana empresa una de las claves del capitalismo por venir.
    Actualmente, el PIB (Producto Interno Bruto) por habitante y el nivel de consumo en Rusia ya son equiparables a los de algunas naciones europeas (Rusia no está lejos de volverse la primera economía europea y la quinta del mundo). Sin embargo, el rendimiento ruso es dos veces inferior al de las economías desarrolladas. A principios de este mes, Putin llamó a duplicar en Rusia la productividad laboral. No es cuestíón de trabajar más: es asunto de hacerlo mejor (y además, con mejor remuneración).
     Esta reorientación parte de la idea que la crisis económica mundial va para largo, por ser estructural. Recientemente, Putin volvió a pedir reformas estructurales en la economía internacional, pero no fue oído. La diferencia está en respaldar con productividad el ingreso y el consumo; es muy distinto de Estados Unidos, que vive de rentas que obtiene en buena medida del resto del mundo, mientras la estructura interna cruje. El privilegio de vivir de rentas no es garantía de que, además, se tenga comprado -y por ende asegurado-el futuro. Rusia prefiere esforzarse.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...