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domingo, 30 de julio de 2023

HAY QUE GANÁRSELO

 No queda claro de dónde salió la especie de que la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, es la favorita del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para la sucesión. Ambos son activistas, pero el segundo es más "luchador social" y, también, ducho. Sheinbaum es  honesta y leal, pero carece de lo que en México se llama "colmillo", una actitud particular para detectar y evitar el engaño. Se trata de trayectorias en el fondo bastante diferentes. López Obrador sabe estar cerca del pueblo. Con Sheinbaum es distinto.

     La biografía de Sheinbaum que recoge una larga entrevista reciente de Arturo Cano, bajo la forma de libro, muestra a una familia con el "invisible de la foto" y una madre científica de mérito, aunque no exenta de ciertos defectos. Un tramo de la vida de Sheinbaum fue compartido con la hija de Valentín Campa, el líder comunista, y con el líder estudiantil del 68, Raúl Alvarez Garín. Dicha hija, "la chata" (María Fernanda Campa), y Alvarez Garín estuvieron casados un tiempo. En la primera se marca el paso de la militancia al activismo, cosas distintas. Alvarez Garín terminó viviendo de la renta de su nombre y su pasado e instalándose en la mentira, negándose a reconocer lo que ocurrió en el 68 mexicano. Cuando Alvarez Garín falleció, en 2014, luego de una homenaje universitario de cooptación (bajo el rectorado de José Narro Robles), ya había manera de establecer qué había sucedido el 2 de octubre del 68, pero ningún líder quiso detenerse en el asunto de fondo. Era parte de un ambiente en que se negaba en la izquierda (y más allá) la verdad si en algo contradecía los estereotipos y las complicidades establecidas. Más allá de esta impostura (¿alguna vez Elena Poniatowska quiso reconocer una verdad sobre el 68 a costa de su gloria y su "trascendencia"?), se podía, como cuenta Sheinbaum que lo hacía con su madre, recorrer media república para comprar huipiles, sin que la clase media universitaria dejara de ver a la gente de abajo, de pueblo, por encima del hombro, si no como masa de maniobra. Dicha clase media nunca dejó de ser lo que en su época se llamaba "pequebú", y Sheinbaum es muy "pequebú" (de clase media media), a diferencia del ex canciller Marcelo Ebrard, más ligado a los negocios.

     No cabe magnificar el activismo de Sheinbaum en 1986 en el CEU (Consejo Estudiantil Universitario), "histórico", que negoció un congreso que no sirvió para nada y no supo recuperar lo positivo de las propuestas del entonces rector universitario, Jorge Carpizo. Si algo sorprende, es la frecuente carencia de inteligencia de líderes de la época, de Martí Batres (para entonces preparatoriano) a Imanol Ordorica, capaz de propuestas de "politiquería" (de izquierda) para la universidad y al mismo tiempo de carecer de criterio por seguir modas tecnológicas e internacionales. La academia no es asunto de democracia porque el conocimiento no se vota, no depende de las mayorías ni del pueblo (peor si ni las autoridades entienden que no es cosa de "politiquería" plegándose al mismo tiempo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE).

      La política de Sheinbaum no va mucho más allá (a diferencia de Adán Augusto López Hernández). No tiene mucha experiencia en la administración (a diferencia de Ebrard), pese a haber sido secretaria de Medio Ambiente cuando López Obrador fue jefe de gobierno del Distrito Federal (hoy Ciudad de México). Sheinbaum es buena para crear infraestructura y tuvo en la capital mexicana la iniciativa positiva de crear los PILARES (Puntos de Innovación, Libertad, Artes, Educación y Saberes), pero no sabe ni qué es una universidad, y hasta aquí. Como ya hubo ocasión de decirlo, otros logros no son en rigor de Sheinbaum (en seguridad y ante la Covid-19). La ex jefa de gobierno no distingue entre "pueblo" y "masas" -algo característico del activismo universitario, que quiso "movilizar a las masas"-.

      Con la mercadotecnia, Sheinbaum no atina a intuir que abajo tal vez no importan las citas de su madre en Scopus, ni su entonación de "Siempre en mi mente", de Juan Gabriel, ni sus visitas a los presos políticos en Lecumberri. El tema insistente de que es mujer puede llegar a ser asfixiante y tiene algo de creencia -¿eco del pasado?- de que la causa lo justifica todo. Habiendo estado de estudios cuatro años en Berkeley, la precandidata cree que es la inversión la que genera riqueza, se compró el boleto del nearshoring (como Ebrard) y es partidaria de las energías renovables un poco a ciegas. Sheinbaum dista de ser radical y, para decirlo de algún modo, pese a que habla de "proyecto de nación" no tiene -cosa rara para una científica, aunque ocurre- una "visión general de las cosas": recita (alguien machista diría que, además, es "desabrida"), a veces de tal manera que cabe preguntarse qué tiene en la cabeza. No es seguro que tenga buen equipo, salvo excepciones, y a fin de cuentas es de "derechos y libertades". Puede crecerse, como alguien que necesita madurar, sin que ello implique ser desleal. Si la hay, la "deslealtad" está en una visión errada del pueblo, nada infrecuente entre universitarios y sectores de clase media para los cuales es "pueblo" lo que los adorna, los cubre de cierta aureola y hace que todo les sea debido, exactamente como se llega a creer que ocurre por el solo hecho de ser mujer. Ojalá la herencia libertaria no le juegue una mala pasada a Sheinbaum y al aparato de MoReNa que juega a la franquicia local Demócrata. Tablas, la precandidata puede adquirirlas; la sensibilidad social falla, como acostumbrado entre universitarios (después de todo, el movimiento estudiantil del 68 fue éso, y no popular, contra lo que a veces se pretende).

     A fin de cuentas, hay en Sheinbaum algo de "libertario", que suele ir de la mano con el conservadurismo: sometimiento, en este caso, a intereses transnacionales, organismos internacionales, etcétera, que más allá del discurso hipócrita no tienen el menor ánimo de que México salga adelante por su propio pie. Es de esperar que el mismo espíritu libertario no le haga creer a la precandidata que algo le es debido por la causa, que es lo que juega gran parte del aparato de MoReNa a cubierto del lópezobradorismo. Por cierto, si una es tiesa, el otro no teme al ridículo (da click en el botón de reproducción);





jueves, 27 de julio de 2023

AHÍ VA OTRO

 La izquierda tiene hoy con frecuencia tendencia a ver las cosas como la gente de dinero. Es así que suele creerse que la principal causa del auge de la inseguridad, la delincuencia y el crimen organizado es la pobreza. De entrada, es posible decir que la relación de causa a efecto no es obligatoria: los tres estados más pobres de México, por ejemplo (Guerrero, Oaxaca y Chiapas) no son los más inseguros, al grado que la ciudad de Oaxaca es de las más seguras a nivel mundial para el turismo y Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, es de las más seguras del país.  Entre las ciudades más inseguras del mundo hay varias de México que distan mucho de ser pobres, como Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Cuernavaca y Celaya, Si acaso, una excepción es Puerto Príncipe, en Haití (lugar 20), pero el Ecuador, país menos pobre que Haití, no está lejos de cerrar el año con una violencia peor. En Guerrero, la violencia en el puerto de Acapulco no es ajena al turismo, al igual que en Cancún (lugar 29). Hasta ahora, nadie ha establecido una relación de causa a efecto entre cierto tipo de turismo y delincuencia, aunque Acapulco (lugar 10) y Cancún dicen algo.

     Sugerir que delincuencia es igual a pobreza es estigmatizar al pobre, pero además, exonerar al adinerado, como si la riqueza no pudiera estar vinculada a la delincuencia y el crimen organizado. De entrada, no se explicaría entonces que, sistemáticamente, haya varias ciudades estadounidenses entre las más peligrosas del mundo. Se puede dejar de lado al parecer el delito de cuello blanco o los desmanes criminales de más de un rico. En esta perspectiva, no hay igualdad formal ante la ley: es seguramente así que la evade la gente de dinero en más de un país.

     En esta perspectiva, el presidente chileno, Gabriel Boric, de izquierda (Frente Amplio) y con la popularidad por los suelos, acaba de criticar a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, supuestamente por no ir al "fondo" de las cosas y hacer correr el riesgo de que "el pan de hoy sea el hambre de mañana". Con 90 % de popularidad, Bukele metió a decenas de miles de pandilleros a la cárcel y tiene a El Salvador como uno de los países más seguros de América Latina. De remate, el izquierdista Foro de Sao Paulo también acaba de condenar a Bukele por "violar los Derechos Humanos", entre otras cosas (además de "remplazar un sistema democrático por uno de partido hegemónico", en el colmo de la desfachatez del Foro: la izquierda no hace más que buscar la hegemonía, lo que es legítimo, o creer que la tiene, cuando los resultados electorales le indican a cada rato que no es así). Pareciera que el derecho de la gente pobre y toda la que vive de manera honrada a la vida no es un Derecho Humano, y que los pandilleros no debieran ser tratados ni como inhumanos, ni como violadores de los Derechos Humanos. Como sea, la relación de causa a efecto sigue fallando: los homicidios en El Salvador se han desplomado, pero la pobreza no, e incluso ha aumentado, a reserva de qué se esté midiendo. Digamos que la ventaja es que se puede ser pobre pero honrado.

     El problema con Boric es que, como la izquierda, no entiende hasta qué grado ha renunciado al interés y el criterio propios. Su pérdida de popularidad se debe, en parte, y vaya qué curioso, al aumento de la inseguridad en Chile, al grado de haberse convertido en la principal preocupación de los chilenos, incluyendo el problema del tráfico de droga y del narcomenudeo. Es una sociedad que se descompone, pero Chile, pese a su enorme desigualdad, no es de los países más pobres de América Latina, a diferencia de El Salvador. ¿Entonces qué sucede que la menor pobreza no es garantía de que no aumente la inseguridad? Según Bukele, a Boric le falta sentido común. Algo pasa que el número de homicidios en Chile ha subido en cinco años de 4.5 a 6.7 por cada 100 mil habitantes. A ver si el mandatario chileno encuentra "los motivos profundos que generan que el narcotráfico tenga espacio donde avanzar". ¿En los pobres? Augusto Pinochet no era pobre y estaba involucrado en el narcotráfico.

     De nada sirve catalogar a la oposición de derecha de "fascista", aunque haya más de uno en Chile con añoranza de la dictadura. Hay gente "de centro", "moderada" y hasta de izquierda que se ha movido a la derecha de José Antonio Kast por rechazo a la manera de Boric y lo que fueron los constituyentes de ir "al fondo": ocupándose hasta la saturación de los pueblos originarios (sin que Boric sea especialmente amable con los mapuches), las mujeres, los jóvenes, la diversidad sexual y "de género" y el medio ambiente. Hay un debate de valores que está ausente, y que la izquierda ha remplazado por el mimetismo con los "demócratas liberales" -los primeros en festejar a alguien como Boric-, los medios de comunicación masiva y los organismos internacionales, porque no hay más que "adaptarse o perecer".

     Poco se habla de lo que ha hecho el gobierno de Bukele en educación, salud e infraestructura, y se cataloga al salvadoreño de manera estereotipada como de derecha, siendo por lo demás que no ha perseguido políticamente a nadie y tiene la adhesión de algunos antiguos miembros del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional). Poco se ha dicho también de algunas medidas de Bukele contra la corrupción. Y ahora, el gobierno salvadoreño acaba de desmantelar una red de estafa de centenares de colombianos, invitados a salir de El Salvador (lo hicieron cerca de 300), sin que ello implique animadversión a Colombia. Un centenar de colombianos fue capturado por pertenecer a una red ilegal de préstamo de dinero.

      Hay un dato que es revelador: desde la llegada de Bukele al gobierno, la emigración de salvadoreños se ha reducido muy notoriamente, en un 44 %. Es un dato que seguramente puede ponerse en relación con las condiciones en que se vive la pobreza -con o sin inseguridad, con o sin oportunidades-: tampoco hay relación causal obligatoria entre pobreza y emigración, como lo prueba en muchos países el deseo de más de un clasemediero de largarse a la brevedad y no hacer nada por su país. Más de una "caravana" de migrantes ha sido creada para provocar. Tampoco hay relación de causa a efecto entre "derecha" (que se le atribuye a Bukele) y "criminalización de la pobreza" bajo la forma de mayor captura de delincuentes: Honduras, de izquierda con el gobierno de Xiomara Castro, se ha estado acercando a un combate a la criminalidad similar al de El Salvador, mientras que en un país como el Ecuador la aristocracia financiera desmanteló los aparatos de seguridad y dió luz verde al accionar de la gente lumpen, La izquierda ni siquiera consigue exhibir la frecuencia con la que en América Latina la derecha se asocia con el crimen organizado, razón por la que, ante las recientes elecciones hondureñas, Bukele llamó a sacar del gobierno a Juan Orlando "Robando" Hernández. Así que, a Boric, va de nuevo (da click en el botón de reproducción):




martes, 25 de julio de 2023

ORÍLLENSE A LA ORILLA

 El hoy ex senador Ricardo Monreal es precandidato del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) a la presidencia, sin ninguna posibilidad, aunque sí la de buscar la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Monreal la intentó antes, pero perdió con la hoy ex jefa Claudia Sheinbaum. Pese a una buena labor en el Senado, donde contribuyó entre otras a sacar la Ley de Austeridad Republicana y la de Responsabilidades Administrativas, Monreal, al igual que Alejandro Rojas Díaz-Durán, son el blanco del aparato morenista y lópezobradorista, que no los quiere. Ambos, Monreal y Rojas Díaz-Durán, suelen ser moderados, hacer análisis de las situaciones, y el primero, una persona culta, se define abiertamente como socialdemócrata, dentro del abanico de posiciones del oficialismo.

     Originario del estado de Zacatecas, de una familia muy modesta, que salió adelante gracias a haber alcanzado estudios superiores, Monreal tiene algo de incómodo, de esas cosas que tolera el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador: varios hermanos (David, Saúl y Rodolfo) han sido todos presidentes municipales de Fresnillo, en ese estado, y David Monreal, como Ricardo Monreal, gobernador del estado. Al mismo tiempo, no se les ha probado nada mal habido. Es un poco del estilo de Evelyn Salgado, hija de Félix Salgado Macedonio, como gobernadora del estado de Guerrero, o de Layda Sansores en el de Campeche, siendo hija  del ex gobernador Carlos Sansores Pérez. La diferencia no está nada más en el alto grado de estudios de los Monreal (doctor en Derecho), sino en desastres como el de Félix Salgado -eterno candidato a gobernador- como presidente municipal del puerto de Acapulco, cuando renunció frente al narco a gobernar. Si Salgado Macedonio es grosero y bravucón, Layda Sansores, un desastre al frente de la alcaldía Alvaro Obregón en la Ciudad de México, es vulgar, aduladora y golpeadora. Ricardo Monreal suele analizar; Sansores estuvo a punto de lanzarse contra él, y recita sin pensar. En MoReNa hay de todo, pero cabe también ver el antiintelectualismo (está en gente como Paco Ignacio Taibo II, que "avienta" al pueblo contra el intelecto, para preferir la majadería)y la preferencia por la retórica, incluyendo...a los "intelectuales" de MoReNa. Hay modos de vida que no molestan, como el lujoso de Sansores.

      El problema con Ricardo Monreal, no exento de concesiones innecesarias, viene de atrás. Habiendo salido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) oficialista a finales de los '90, se candidateó a la gubernatura de Zacatecas y fue entonces que se le sembró una acusación infundada de vínculos con el narcotráfico. López Obrador defendió a Monreal ante el mismísimo presidente priísta Ernesto Zedillo. Monreal ganó la gubernatura (1998-2004). Con Felipe Calderón (del derechista partido Acción Nacional), se simuló sembrar droga en una bodega de Cándido Monreal para desprestigiar a toda la familia, y otra vez sin pruebas, y quitar del camino a David Monreal, alrededor del 2009. Estaba en la mira. El problema es el de la calumnia: no quema, pero tizna, como se llega a decir, y cayó así el daño moral sobre la familia Monreal...que estuvo a punto de repetir Sansores. Cierto lópezobradorismo pega, incluso con bajeza, como lo hizo Sansores -sin ver la viga en el ojo propio-, o como se ha hecho contra Xóchitl Gálvez, quiérase o no por miedo. Baste ver cómo golpea alguien como el "intelectual" Pedro Miguel, al son de otro, Epigmenio Ibarra, cuando Rojas Díaz-Durán llama a analizar el desafío de la oposición. Incluso López Obrador llegó demasiado lejos al exhibir los negocios de Gálvez. Al margen del presidente, el lópezobradorismo que golpea es el que al mismo tiempo no disimula demasiado sus preferencias por Sheinbaum. Es una corriente que es clientelar, amiguista -premia a incondicionales, no el mérito-, personalista y consciente, a fin de cuentas, de que el personalismo es una forma de colarse en la clientela para no quedar fuera del reparto. Nada que no conozcan los "demócratas liberales". En la manera de proceder contra los Monreal -en ese entonces Ricardo Monreal, senador, pidió licencia para que se le investigara- queda claro lo que hace "Va por México": siembra verdades a medias o francas calumnias, y, si de aprovechar los errores de otros se trata, es la definición de la mala fe.

     Monreal logró sacar leyes importantes en el Senado, y es alguien, por experiencia propia y a diferencia del "grupo" mencionado y el aparato morenista, consciente de la gravedad de la injusticia en México, que permite la impunidad (México ocupa el cuarto lugar mundial y el primero en América Latina), no repara los daños morales y cae sobre los más débiles (casi un 70 % de los presos en México son gente pobre con grado de escolaridad máxima de secundaria). Monreal tuvo también oportunidad de ver cómo se comportaba hasta hace poco -inclinando la balanza por omisión sistemática- el Instituto Nacional Electoral. Monreal y el ex canciller Marcelo Ebrard seguramente no se equivocan al indicar que en MoReNa no hay "piso parejo", ni disposición al debate, y no es seguro que sea para complacer a López Obrador ni en aras de "la unidad": es el aparato de MoReNa, deseoso de "gloria", que en palabras de Héctor Díaz-Polanco dice que la decisión la tomará "la opinión pública". Ya lo dijo todo en el lapsus, puesto que no es lo mismo "el pueblo" que "la opinión pública" que, hasta la aparición de Gálvez, ya había decidido al margen del presidente: Sheinbaum o Ebrard, en función de intereses ajenos a los de México como Estado-nación. No importa que Monreal tenga lo que Daniel Cosío Villegas decía no encontrar en Lázaro Cárdenas, "una noción general de las cosas". Lo que está en juego para los medios es el nombre de la marca, la franquicia o algo así, y la inercia en el "extremo centro" (si Claudio X. González se define en su cuenta de Twitter como de "centro progresista"). O de cómo Zacatecas es también "de allá" (el estado vive de remesas y tiene a la mitad de la población viviendo en Estados Unidos). Da click y transpórtate.



domingo, 23 de julio de 2023

AGÁRRENSE Y NO SE SUELTEN

 Tal vez desde Occidente sea difícil de comprender lo que es la Rusia actual, más allá de la demonización o, por otra parte, de la idealización de un presidente, Vladimir Putin, que no duda -en notoria diferencia con los chinos, por cierto- en confrontar de manera muy directa a un Occidente proclive a la hipocresía. Lo primero es que Occidente no habla de lo que le prepara a Rusia. El gobierno de Rusia, sin embargo, no tiene dudas de que se trata de la "decapitación" de la Federación Rusa, de muchas formas.

      La reivindicación de los llamados "valores tradicionales" tiene una explicación: como factor de sobrevivencia, la necesidad de promover la natalidad y disminuir la mortalidad, problema demográfico que se carga desde tiempos soviéticos. Dentro de estos "valores tradicionales" cuenta mucho la defensa de la familia y también la espiritualidad, con una fuerza nueva de la religión, en particular de la Iglesia Ortodoxa. Esta defensa no debe tomarse al pié de la letra: Rusia tiene mucha violencia familiar y de las tasas más altas del mundo en feminicidios.

     Más allá de lo dicho, que lleva a prohibir la propaganda homosexual entre menores y a que el movimiento LGBTTTIQ+ no sea muy apreciado, el problema de los valores se bifurca, al grado que se habla para Rusia de algo tan paradójico como el "conservadurismo liberal", que, como sea, en todas o casi todas sus vertientes pone el acento en la preservación de la soberanía (Rusia se considera una "democracia soberana"), algo también entendible ante la amenaza externa. Contra lo que se cree, no se prohíbe toda oposición, sino que se persigue, eso sí sin muchos miramientos, la de oligarcas (como Mijaíl Jodorkovski) o de opositores políticos (como Alexei Navalny) con fuertes vínculos con Occidente, o lo que Putin llama -en la confusión- el "Occidente liberal" (si Rusia tiene un "conservadurismo liberal") o el "Occidente totalitario" (palabra que ha demostrado no servir de gran cosa). El gran partido de oposición es el Partido Comunista de la Federación Rusa, que tiene pactado con el gobierno no hacerle una "revolución de colores", para evitar la división ante el cerco.

     El gobierno de Putin no tiene línea de continuidad visible con la extinta Unión Soviética. Putin tiene tres grandes inspiraciones: el filósofo de los emigrados "blancos" (de Wrangel), Iván Ilyn, quien entre otras cosas dedicó un libro a sostener el derecho a "usar la fuerza contra el mal". La segunda gran fuente de inspiración es Piotr Stolypin, reformador del último periodo zarista (llegó al gobierno en 1906 y fue asesinado en 1911), partidario de introducir la propiedad privada, pero sin renunciar al zarismo. Stolypin llegó a considerar primordial la unidad de Rusia, en los derechos y las responsabilidades, "para apoyar el único derecho histórico superior de Rusia, el derecho a ser fuerte". La tercera gran fuente de inspiración es el disidente soviético Alexandr Solzhenitsyn: crítico de la Unión Soviética (se deja aquí de lado este asunto), también lo fue de lo que consideraba un Occidente decadente. Solzhenitsyn está en el origen de la idea de un "mundo ruso" específico.

      Contra lo que pudiera creerse, a partir de ciertos rasgos económicos, no hay entre la gente de Putin ninguna reivindicación del "Estado fuerte", aunque tampoco del individuo: el perfil liberal está dado por el énfasis "a lo Stolypin" en la propiedad privada e incluso en cierta "ortodoxia neoliberal", como la del Banco Central. Pese al acercamiento con China y cierta fuerza del pensamiento "euroasiátista" (o "euroasianista"), Putin ha dicho que considera a Rusia fundamentalmente europea.

     Ilyn le deba una importancia particular a la consciencia de la ley, y, contra lo que suele creerse en Occidente, el gobierno de Putin, en lo general, hacia el exterior, defiende el Derecho internacional contra lo que llama el "juego con reglas" (y sin ley) de Occidente, que por decirlo de alguna forma se saca reglas de la manga y luego las cambia a modo. Si el rechazo del "Estado fuerte" y la promoción de la propiedad privada pueden parecer un "enriquézcanse" ("a lo Guizot" o "a lo Deng Xiaoping"), Solzhenitsyn sirve para reivindicar al mismo tiempo una dimensión espiritual.

     A la derecha de Putin se encuentran personas como Alexandr Duguin, convencido de que hay un enfrentamiento entre el "mundo de los mares" y el "terrestre", en eco de viejas tesis geopolíticas británicas, presentes también en Estados Unidos. Duguin no ha dudado en coquetear con pensadores fascistas como Julius Evola o Heidegger.

     A la izquierda, aunque en la mezcla rara del club de Izborsk, están desde Alexandr Projánov hasta Serguei Glaziev, pasando por Natalia Narochnitskaya, partidarios de recuperar lo mejor del pasado soviético (!entre otros pasados!), siempre en un ánimo de "fuerza" y de oposición frontal a Occidente. La diferencia está en la consideración hacia la Unión Soviética, totalmente ausente en Solzhenitsin y sus admiradores. Aquí se divide el "frente" conservador entre liberales y antiliberales, de los que Putin a veces toma algo, pero no mucho. No es el caso del gobierno de Putin, pese al lugar reservado a Solzhenitsyn, pero en los medios de comunicación masiva, oficiales, muy influyentes, el anticomunismo y el antisovietismo son algo así como para el jogger el jogging de cada mañana: cuestión de mantenerse "en plena forma". El punto es delicado, porque divide prácticamente en dos a los rusos. Es en esta medida que no ha sido quitado el mausoleo a Lenin en la Plaza Roja, en Moscú, capital rusa, pese a que el deseo del mismo Lenin fue ser enterrado con su madre.

     La Rusia de Putin no es la débil de Boris Yeltsin en los años '90, aunque una parte del gobierno de Putin admira a Yeltsin, por ejemplo el ex presidente muy liberal y ex primer ministro Dmitri Medvedev, uno de los entusiastas del Centro Yeltsin en la ciudad rusa de Ekaterinburgo. La reivindicación de la "fuerza frente al mal" o "el derecho a ser fuertes" es entendible ante la amenaza externa, aunque los medios de comunicación masiva tienen a muchos intoxicados con esta creencia en la "Rusia fuerte": si fuera por alguien como Medvedev, Rusia trataría de ocupar Odesa, llegaría a la frontera polaca y se regodearía ante el riesgo de la Tercera Guerra Mundial. Rusia entró al capitalismo en una posición subordinada, y tiene a sus "socios" tocando a la puerta para el atraco por imperialismo, frente a lo cual el gobierno de Putin se ha presentado como adalid e impulsor de la multipolaridad. 

     Lo que no tiene lugar, a diferencia del pasado soviético, es un rumbo interno que sea tomado como ejemplo (no como modelo), y desde este punto de vista, no puede decirse que el gobierno de Putin tenga mayor idea de gran cosa ni nada alternativo, salvo en lo muy general "convertirse en la quinta potencia del mundo": el gobierno de Putin, en el plano interno, con personas como el primer ministro Mijaíl Mishustin, es bastante mediocre y no le viene a la mente que una mejor y distinta solución de los problemas internos podría encontrar por este camino más fuerza de la que busca y en algunos terrenos encuentra, en particular en el militar. Las agencias oficiales rusas (RT, Sputnik) no suelen informar de logros internos, y, así las cosas, no es contra un ejemplo de nada que embiste Occidente. Tal pareciera, si no fuera por la carrera por el dinero, que se trata en la cabeza rusa de un enfrentamiento entre el materialismo y la espiritualidad, aunque el reciente asunto del oligarca Evgueni Prigozhin fue muy poco espiritual, al igual que la actitud del gobierno de Putin: se trató primordialmente de evitar divisiones e incluso, en palabras de Putin, una "guerra civil". La manera de más de uno en el gobierno de Putin de enriquecerse tampoco es de lo más "espiritual".

     Rusia llegó a estar entre los países más desiguales del mundo, pero ya no es el caso (a diferencia, por cierto, de China). Sin embargo, los contrastes sociales no son del agrado de toda la población y, como ya se ha sugerido, la dividen, como la percepción del pasado soviético. Sin embargo, puede que no sea la contradicción principal y que ésta se encuentre entre poderosas fuerzas transnacionales, dirigidas desde el imperialismo de la tríada (Estados Unidos, Unión Europea con el Reino Unido y Japón) y la alta finanza, y países con voluntad de seguir existiendo como Estados nación, así sea bajo una forma capitalista. Queda por saber si esta forma no mina las fuerzas del país que quiere mantenerse soberano: es, frente a Rusia, la expectativa occidental. Es una incógnita. Como sea, pese a que la Federación Rusa tiene un gobierno ostensiblemente de derecha y medios de comunicación oficiales salvajemente antisoviéticos y anticomunistas, representa la defensa de la soberanía en una época en que se ha llegado a creer que es algo superado, propio del pasado y contrario al cosmopolitismo. El punto que queda es saber si la soberanía política efectiva -no nada más declarativa-, que tiene Rusia, logra acompañarse de la soberanía económica, igualmente efectiva. Puede parecer reaccionario, pero no es poca cosa y sería el camino al ejemplo desde dentro. (da cilck en el botón de reproducción).



sábado, 22 de julio de 2023

JÓDANSE, BLANQUITOS

 Muchos latinoamericanos ilustrados no tienen más que estereotipos sobre Europa. No dicen nada cuando muchos se movilizan en Francia, el Reino Unido, Holanda o Alemania para defender sus derechos sociales. Hace poco, hubo un importante movimiento sindical en Francia para evitar la decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de subir la edad de la jubilación de 60 a 64 años. Más de uno cree que los derechos sociales en varios países europeos son en realidad privilegios. El caso es que la defensa de estas conquistas se silencia.

     En cambio, no falta el que se ponga a los alaridos cuando, como acaba de suceder, un policía francés mata a un joven de origen extranjero -magrebí, para más señas-, aunque el primero en reprobar el hecho sea un Macron muy indignado, lo que no le sucede con sus compatriotas. ¿Racismo en Francia, como gritan muchos latinoamericanos en su "expertís", politizando la supuesta "respuesta política" de vándalos con frecuencia de menos de 17 años en algunos suburbios de Francia? El racismo en Francia no es novedad, como lo prueba la actitud de más de uno por ejemplo durante la guerra de Argelia. Hay signos de racismo en la policía francesa.

       Frente a las protestas sociales (las de los sindicatos), Macron cambia su gabinete y se deshace entre otros de su ministro de Educación Nacional, Juventud y Deportes, Pap Ndiaye, negro tirando a mulato y de padre senegalés. El presidente socialista Francois Hollande lo hacía mejor: su ministra de Cultura, dizque llamada Fleur Pellerin, era en realidad  Kim Jong-suk, nacida en Corea del Sur, ergo "amarilla", adoptada por una familia francesa.  La ministra de Justicia de Hollande, Christiane Taubira, nació en Cayena (Guyana Francesa), y es mulata. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, nació en el sur de España y no tiene nada de rubia ni de ojos azules. Macron nombró ministra de Discapacidad a Fadila Khattabi, de origen argelino. De la misma ascendencia, fue nombrada ministra de la Ciudad, Sabrina Agresti-Roubache. Con Hollande, la ministra de Juventud y Deportes era Najat Vallaud-Belkacem, marroquí, que pasó al ministerio de Educación. El secretario de asuntos Europeos fue el martiniqués y mulato Harlem Désir. Uno de los gobiernos de Hollande fue formado de plano por un catalán, Manuel Valls, que luego se fue a hacer política a Cataluña.La ministra de Justicia del presidente Nicolás Sarkozy era Rachida Dati, de origen marroquí y argelino. Puede parecer todo lo anterior una grata vocación cosmopolita, pero es, desde hace rato, una forma de americanización, al grado que el dirigente del PCF (Partido Comunista Francés), Fabien Roussel, considera que el presidente estadounidense Joseph Biden podría "tener su carnet del partido".

     Lo único que se pidió a los vándalos recientes fue no atacar escuelas ni otros edificios públicos. Junto a obreros dizque "privilegiados", viven en suburbios inmigrantes cada vez más americanizados, es decir, con espíritu de ghetto, que se identifican por la diferencia y no por la similutud con los demás: ¿se explica o no? Buscan lo que los hace diferentes y no lo que los hace similares o semejantes, incluyendo valores y pertenencia ciudadana. Mientras desde arriba se extranjeriza el país, se deslocalizan empresas, se promueve la llegada al gobierno de "young leaders", sin que quede claro ninguna singularidad francesa, abajo se festeja el vandalismo y la identidad lumpen -sin excluir el tráfico de drogas y de armas, ahora que llegan a provenir de Ucrania-, como si fuera nada más reacción al racismo y no "marcación de territorios" sin derecho. No importa que sean comportamientos delictivos: parecen revancha contra el racismo y es algo que debe celebrarse, las reglas sin Derecho, en este caso la regla que, como tal, justifica destruir escuelas y otros edificios públicos, o ponerse a disparar con Ak-47. Para que quede claro "quién pone las reglas en el barrio", pandilleros y otros (Franceses incluidos). Resulta que es de un modo u otro "revolucionario", o en todo caso causa justa, porque los supuestos vándalos, por color de piel, "son como nosotros". Todo está en no apartarse del "nosotros", a veces contra "ellos", y en reafirmar la identidad como diferencia (!) y derecho a la endogamia. Es lo que queda de "las causas", y son compartidas por lo demás con los "demócratas liberales" y los cosmopolitas que "le hacen a todo". Que el país y quienes lo sostienen trabajen más tiempo, por menos, en la precariedad y con inseguridad. Aquí queda al menos más elegancia, cortesía y dulzura (para repetir a Marine Le Pen) que en los saqueos de suburbios: no representan a Francia (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 19 de julio de 2023

EN EL CAMINO

 A los "demócratas liberales" no les gusta mucho la "cuestión social", aunque a veces la abordan para dar rienda suelta a estereotipos, como "los gobiernos progresistas son fábricas de pobres". No siempre es así. Tal vez no se recuerde que en los años '80 Bolivia se encontraba con Honduras y Haití entre los países más pobres de América Latina. Hoy no es exactamente así. Entre los tres más pobres de la región no está Bolivia. Se decía de este país que "no era viable", pero ha resultado serlo, pese a sus diferencias regionales y el intento de algunos de aprovecharlas para dividir, en particular a la llamada "media luna" de oriente del altiplano con fuerte presencia indígena.

     Entre los gobiernos sudamericanos, cualquiera sea su orientación política, el boliviano de Luis Arce es el que goza de mayor aceptación (52 %), por encima de los muy deteriorados de Dina Boluarte en el Perú o de Gabriel Boric en Chile, pero también de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil. Bolivia es de los países que mejor ha resistido los efectos económicos de la crisis sanitaria de la Covid-19 y de la inflación mundial. Contador y economista, graduado en Inglaterra, Arce fue el artífice del muy buen comportamiento de la economía boliviana durante los gobiernos de Evo Morales.

    Las disputas entre "arcistas" y "evistas" han amainado un poco. Es normal que el Movimiento al Socialismo (MAS) que llevó al gobierno a Arce sea vigilante, en particular en asuntos de corrupción, pero el gobierno boliviano no es "del MAS", aunque tampoco es para "todos los bolivianos", porque no es nacional-popular, y puede entonces tener preferencias. Esas historias de "gobernar con todos y para todos" son nacionales-populares o incluso populistas, al pregonar "armonías" que no son pertinentes si en las urnas se ha hecho una opción, es decir, si se ha preferido a una sobre otra. Si no gusta, ahí están las urnas.

     Igual es posible discrepar con quienes, desde el MAS, no pretenden más que hacer racismo al revés, creyendo en esencialismos: indios buenos contra blancos malos. Más de uno debe creerse obligado a rendirle pleitesía a Morales por confundirlo con algún "Toro sentado" redivivo, pero las virtudes del hoy ex presidente no están en su color de piel, que se sepa, y que además lo haría infalible, sino en sus cualidades de sindicalista y en su capacidad organizativa, que surgió del movimiento cocalero y que retomó la larga tradición combativa de los mineros.

     Entre los logros del gobierno de Arce está el de haber puesto en marcha una industrialización -que ya satisface a Morales por el lugar acordado al litio-  que pretende culimar con la creación de 47 plantas industriales  y el fortalecimiento de la industria química para sustituir importaciones. 

     Bolivia ha tenido una de las inflaciones más bajas del mundo, lo que debiera compararse con lo que sucedía en los 80 en materia de híperinflación. Los indicadores de pobreza están confundidos por la mezcla entre pobreza y pobreza extrema, pero quienes nada más se ocupan de la "cuestión social" para lanzar estereotipos sobre la pobreza no dicen nunca nada de Haití, ni del hecho de que Cuba no esté entre los países más pobres de América Latina. En el año 2005, casi el 40 % de la población boliviana estaba en la miseria (pobreza extrema). En 2019 era poco menos del 13 %.. En 2021 era 11 %. Lo dicho no quiere decir que Bolivia sea un país rico ni nada por el estilo (la pobreza moderada es casi del 37 %).

     Bolivia ha tenido algunas ventajas: un líder bastante consciente como Morales, lo que no lo exenta de errores ni hace "bueno" a "su" pueblo; un ideólogo con visión como el ex vicepresidente Alvaro García Linera, aunque tampoco infalible, y un presidente bastante profesional como Arce. Es una parte del camino al desarrollo. Y da click para los primos.



domingo, 16 de julio de 2023

LA CALABAZA

 Maniobrar puede convertirse en un fin en sí mismo, si da la sensación de que al hacerlo "se es alguien", con poder (!el de maniobrar, por ejemplo). Es típico de sociedades de origen feudal y militar.

      La cosa va más o menos así. El periodista mazatleco (sinaloense) Jorge Zepeda Patterson, del periódico mexicano Milenio y el español El País, decidió que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tenía una favorita para la sucesión, la jefa de gobierno (o ex jefa) capitalina, Claudia Sheinbaum. En esta perspectiva, Zepeda se convenció de que el mandatario hacía una maniobra magnífica: llegar a encuestas que dictaran que la gente quiere que sea Sheinbaum. La preferencia de arriba podía aparecer como voluntad de abajo. No queda claro por cuánto tiempo hay que devanarse los sesos para algo así, pero el asunto en la cabeza de Zepeda Patterson no terminó ahí.

     Al poco rato, era más o menos así. López Obrador metió a Adán Augusto López Hernández, originalmente con pocas posibilidades, para hacerlo subir, al grado de pisarle los talones a la escogida de antemano. Como no puede tratarse de una idiotez, cabe pensar si no fue otra maniobra, para "bajar" a otro candidato, el ex canciller Marcelo Ebrard, hasta el tercer lugar. Puede ser, a riesgo de que la favorita se fuera quedando atrás, aunque hay que decir que el paisanaje (López Obrador y López Hernández son ambos tabasqueños, y por cierto que frontales en el hablar) no forzosamente implica favoritismo, al menos que, previamente, el presidente no haya designado a "Augustitito" por sus cualidades para la secretaría de Gobernación.

     En la cabeza de Zepeda Patterson, la maniobra se puso mejor, a reserva de saber si López Obrador es el Gran Maestro Maniobrero o un tonto. El presidente "infló" a Xóchitl Gálvez, de la oposición, pero según el periodista podría ser otra maniobra: "inflarla" un rato como candidata a la presidencia para "desinflarla" como candidata a la jefatura de la Ciudad de México y lograr así hacer pasar a Clara Brugrada, alcalde de Iztapalapa y cercana a Sheinbaum. De este modo, Gálvez terminaría "desinflándose" cuando otro candidato de la oposición, Santiago Creel, tenía tal vez más "aire". Para que López Obrador haya hecho todas estas maniobras, no sin arriesgar, que desembocarían en una mancuerna Sheinbaum-Brugada, habría desde tiempo antes hecho la maniobra de hacer creer en Rocío Nahle o Rosa Icela Rodríguez como posibles candidatas (ambas declinaron, Rodríguez abiertamente), y de haber aceptado meter en la contienda a Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña. López Obrador no tendría nada mejor que hacer que utilizar a todo el mundo para garantizar, si no un proyecto transexenal, sí por lo menos ser el Rey de todo el Mundo. Desde luego que también cabe llevar a examen la cabeza de Zepeda Patterson, digna de un general revolucionario o de esas columnas periodísticas de triangulaciones y carambolas políticas que entretienen en México a más de uno. El supuesto es que López Obrador no tiene escrúpulos y que hace "como todo el mundo": o, en todo caso, como lo hace la cabeza de Zepeda Patterson. En perspectivas así, no caben mucho los errores humanos: por ejemplo, que el presidente se equivoque a veces por necio, lo que lo llevó a entablar combate con Xóchitl Gálvez.

      No es que Gálvez carezca de atributos, pero, ya que cabe la posibilidad de que hasta ahora las cosas se estén moviendo en la ficción, no hay que olvidar que, como Rosa Salvaje, en las telenovelas es siempre alguien valeroso de abajo que salva a los patrones en decadencia. Aunque nadie esté hablando demasiado de programas (salvo Ebrard y López Hernández), porque hasta ahora se trata de personalismos, Gálvez ya dijo lo suficiente para darse cuenta de que lo suyo es lo del patrón: nearshoring, pero también energías renovables, educación con computación e inglés y más allá con ese desastre que es la "educación por competencias". Sin ideas propias, pero habiendo logrado convertirse en lo que es, una empresaria (así pruebe todos los huipiles del país), la "señora de los tamales" quiere vender la creencia de que "sí se puede" -pasar de "Tepa" a dueña de empresa-, a lo Kiyosaki. Madre pobre, hija rica, o algo así.

     La oposición, arcaica casi siempre, se pasó todo el sexenio en la maniobra más conocida: buscarle al presidente los flancos débiles para golpearlo, por cierto que con saña, día tras día, sin soltarlo. Xóchitl Gálvez es una maniobra -la de "pueblo" contra quien cree que tiene consigo al pueblo, otra vez el flanco débil-, y, como en realidad es probable que no hubiera maniobra de por medio, contra lo que supone mi general Zepeda Patterson, el lópezobradorismo se asustó, dedicándose también a golpear a Gálvez. Hasta ahora, no cuenta mucho la gente. No está de más decir que buena parte del pueblo repite desde hace muchísimo tiempo el mismo papelón: hacerle fiesta a cualquiera que pase a prometer algo, a ver si mañana se acuerda y "hace el favor". Hasta ahora, y a reserva de que las cosas se pongan más serias, como quiera que se quiera entender ésto, es la pachanga y la creencia de más de uno -seguramente, al calor de la misma pachanga- de que se trata de abrirse paso maniobrando. Le dejamos algo a la candidota Gálvez (da click en el botón de reproducción).



viernes, 14 de julio de 2023

ECUADOR: ¿SE DECIDEN?

 El 20 de agosto tendrán lugar elecciones en el Ecuador, con opción a segunda vuelta en octubre, y para gobernar por el periodo que dejará trunco el actual presidente de derecha, Guillermo Lasso. Entre el traidor Lenín Moreno y Lasso, ha quedado demostrado que la derecha es incapaz de gobernar, además, otra vez, de estar asociada con el crimen organizado, como ocurre con Lasso, así sea indirectamente. Cuando la había, lo anterior fue denunciado en la Asamblea Nacional por Viviana Veloz, de la Unión Nacional por la Esperanza (UNES, electa por Santo Domingo de los Colorados), partidaria de Rafael Correa. No está de más hacer notar que son delincuentes de cuello blanco quienes han estado velando por la "Justicia" en el Ecuador, inventando casos contra el ex mandatario Correa y sus seguidores. A estas alturas, el Ecuador es casi un Estado fallido.

      La candidata favorita en las encuestas es Luisa González, nacida en Quito, la capital ecuatoriana, pero de padres manabitas (de la provincia de Manabí) y crecida en Manabí, en Chone. Venida de abajo, de origen rural, madre adolescente con una vida dura, González tiene una buena trayectoria en la administración pública y capacidad de concretar en proyectos para la gente de abajo. Lo ha dicho, Correa la asesorará, de ganar ella la presidencia. Ocasionalmente, recita en vez de hablar, porque lo suyo es el trabajo y no la "política" mal entendida. No estaría mal que no fuera demasiado insistente en recordar que, de los ocho candidatos, es la única mujer. María Paula Romo fue ministra de Gobierno con Moreno e hizo desastre y medio. También hay manabitas que se "aclimatan" a la sierra y la capital y juegan el engaño.

      Manabí es la provincia liberal por excelencia en el Ecuador (un poco secundada en la sierra por el Azuay y Loja), bastión de Correa y cuna del prócer Eloy Alfaro. Es posible que la Revolución Ciudadana Lista 5 (de Correa) tenga asegurado un voto abrumador de la costa ecuatoriana. Para vicepresidente fue propuesto Jorge Glas, merecidamente, de Guayaquil (al igual que Correa), ciudad económica más importante del Ecuador. Glas declinó en favor de Andrés Arauz quien, desafortunadamente, también recita, es parte de la Internacional Progresista del estadounidense Bernard Bernie Sanders y hace alianzas internacionales no muy inteligentes. A diferencia de González, Arauz es de formación estadounidense. El problema con Glas es que se prestaba en el caso de ser candidato a la vicepresidencia a otra andanada en contra suya de la "Justicia" y los medios de comunicación masiva. Arauz ya fue candidato y fue derrotado abrumadoramente en la sierra y la Amazonía.

      González, de acuerdo con las encuestas, tendría alrededor del 40 % de las preferencias, estando a la cabeza y buscando evitar una segunda vuelta. Los demás candidatos están muy dispersos y, esta vez, los indígenas están bastante divididos. Yaku Pérez no tendría más de un 10 % de intenciones de voto y Otto Sonnenholzner, ex vicepresidente (2018-2020), algo parecido.

      Dos cosas deben ser tomadas en cuenta. Hasta ahora, Luisa González no tiene mayoría, mucho menos abrumadora. Y, por otra parte, resulta que hay hasta un 38 % de indecisos, como si a todo un sector de la sociedad ecuatoriana no le quedara clara la diferencia en resultados entre la derecha y la Revolución Ciudadana. Esto obliga, al igual que la actitud de los indígenas, a recorrerse al "centro" en algunas propuestas, aunque no es exactamente el caso de Luisa González, a diferencia de Arauz. Los medios de comunicación masiva llevan años confundiendo las cosas y llevando a faccionalismos, con los indígenas u otros, que siguen en el pasado personalista y clientelar, pese a que sea lo que se quiere proyectar sobre Correa, quien en el pasado renunció a manoseos legales para reelegirse. Además de los "históricos" refugiados en México (Gabriela Rivadeneira ya salió de la retórica y ha denunciado el uso de las islas Galápagos como base militar estadounidense), la Revolución Ciudadana ha conseguido el ascenso de algunos buenos cuadros de relevo (como la guayaquileña Marcela Aguiñaga).

      El programa de gobierno ("las doce justicias") es elementalmente bueno y no muy diferente del de Arauz en el pasado. Luisa González considera necesaria una Asamblea Constituyente que refunde instituciones que se encuentran por los suelos, y es algo clave. También lo es recuperar la seguridad. En cambio, en el aspecto cultural, hay el sempiterno desastre, al que no pareciera ser ajeno Arauz. Se repite una y otra vez que cultura y educación son claves, pero no se les logra dar un contenido que no oscile entre lo folclórico y la adaptación acrítica a modelos extranjeros por la tecnología, lo que tal vez, es un decir, tenga que ver con que, hasta ahora, la mayoría de los ecuatorianos persista en mentalidades y prácticas vetustas y en la indecisión, rechazando la igualdad, ajena a las jerarquías conservadoras y los hábitos del engaño y la demagogia (la sierra centro-norte tiene una forma peculiar de engañar desde el silencio). La cosa va, no más, hasta nuevo aviso. Un niño de la sierra (Pujilí) para Luisa González (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 12 de julio de 2023

MEDIRLE EL AGUA A LOS CAMOTES

 Como gente con orígenes feudales, bastante arcaicos, los nazi-fascistas ni piensan ni tienen integrado el muy capitalista cálculo de costo/beneficio. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski declaró en octubre del año pasado, ante el Instituto Lowy de Australia: "¿Qué debe hacer la OTAN? Eliminar la posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares. Pero, lo importante, vuelvo a hacer un llamamiento a la comunidad internacional, como antes del 24 de febrero: ataques preventivos para que ellos sepan lo que pasará si las utilizan. Y no al revés". Luego, Zelenski se desdijo.

     Ante la reciente reunión Cumbre de la OTAN (Organización para el Tratado del Atlántico Norte), Zelenski quiso apurar la entrada de Ucrania a la organización. Si ocurriera, habiendo conflicto con Rusia, las reglas de la OTAN (un ataque contra uno lo es contra todos) implicarían prácticamente una guerra directa entre la OTAN y Rusia. Habida cuenta de la superioridad militar rusa, Occidente no podría ganar, y en última instancia, en caso de escalada imparable, volaría el planeta. Lo dicho: Zelenski no razona, pero tampoco es capaz de calcular que sus "socios" no tienen mayores deseos de volar por los aires, ni de perder nada. Así, Estados Unidos y Alemania, en pleno imperialismo, le dejaron en claro a Zelenski que no corre prisa. De todos modos, hace rato que hay colaboración militar entre la OTAN y Ucrania y, por lo demás, un gran interés de muchas empresas transnacionales por saquear a los ucranianos (a partir de la Conferencia para la Recuperación de Ucrania y las gestiones de corporaciones como BlackRock y JP Morgan, que armaron un Fondo de Desarrollo para Ucrania, UDF, para invertir en tecnología, logística y transporte, energía verde, recursos naturales, infraestructura, agricultura y alimentación, salud y farmacia, y digitalización). 500 "empresas globales", de 42 países, han firmado ya un Pacto de Negocios para Ucrania., que se dirigirá desde Alemania. Lo que no quieren es que el dinero se pierda en corrupción, asunto nada fácil entre los ucranianos. Lo que ya tienen es un país, el más pobre de Europa, donde se desmanteló toda legislación social, no hay ninguna oposición política y se ha reformado, como parte de ello, la ley de pensiones, por "estado de emergencia", al grado de contravenir lo estipulado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El que se oponga puede ser confinado y amenazado de muerte (como los comunistas hermanos Jononovitch). El actual gobierno ucraniano le quitó por lo demás empresas a los oligarcas locales con la idea de venderlas a extranjeros. Las mejores oportunidades están en la agricultura: Ucrania tiene tierras excelentes para el cultivo de granos que equivalen a más que todo el territorio italiano.

     Por lo que hace a Rusia, mientras la OTAN estrecha el cerco (Suecia ya fue admitida), se seguirá esperando a una improbable implosión o división de Rusia, en cuyo caso, chantaje nuclear de por medio, intentaría intervenir "por motivos humanitarios" y para evitar que "la bomba" caiga en manos de sabrá Dios quién. Es el guión de siempre. Cabe aclarar que, como una persona, un país puede estar en el derecho de lanzar un ataque a otro si se ve ante una agresión, de hecho o inminente, sin que medie provocación del país que ataque, y mediante medios proporcionales. Esto no tiene otro nombre que legítima defensa, que es lo que se reserva la actual doctrina militar rusa. Cualquier agresión de hecho o inminente contra Rusia abrirá la posibilidad de un ataque nuclear defensivo, y de acuerdo con las circunstancias. No queda claro si hay alguien en Occidente que quiera correr este riesgo, a sabiendas de que, como se ha sugerido, el perdedor puede estar del lado no esperado (¿hasta dónde está consciente Occidente de la superioridad militar rusa y lo que implica?), en caso de que no vuele todo (también puede ocurrir que las "ganas" se le acaben al imperialismo y que Rusia tenga que repensar un poco su historia reciente). Es cosa de saber pensar o, por lo menos, de saber calcular, evitando errores demasiado gruesos. Lo que el imperialismo no quiere es que gente como Zelenski, más "política" que otra cosa, eche a perder todo el negocio, o coloque a Estados Unidos o alguna potencia europea ante la situación de recibir un golpe mayúsculo, sin siquiera garantía de ganar la destrucción de Rusia. No habrá guerra mundial, y la OTAN debe cuidarse de que el gran chantaje planeado no termine mal para uno o varios de sus miembros, si los hay que no saben pensar, es decir, estar conscientes de las consecuencias posibles de lo que hacen. Es desde principios de siglo que, retirándose de acuerdos previos, Estados Unidos abrió la puerta a un conflicto nuclear "limitado", en Europa. Puede ocurrir.

    Cabe agregar que Ucrania está siendo utilizada como plataforma para crear violencia en la Unión Europea (UE): armas de las usadas recientemente en suburbios franceses contra la policía llegaron desde territorio ucraniano, lo que confirma la idea estadounidense de servirse de la misma Ucrania contra Rusia y contra la Unión Europea, no se le vaya a ocurrir convertirse en un posible competidor. A ver (da click, tú sabes)



domingo, 9 de julio de 2023

!REQUETEBIÉN!

 Cuando se registró para competir por la presidencia mexicana, Xóchitl Gálvez provocó una gran excitación en la oposición, al grado de olvidar algunas cosas: las lamentables divisiones del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que no debe ser confundido con el seductor de la patria y sus seguidores; la inteligencia de algunas observaciones del candidato del PRI, Enrique de la Madrid, que como sea no podrá quitarse lo junior, aunque niegue serlo; y la candidatura perredista de Miguel Angel Mancera, que no es exactamente un cero a la izquierda, hasta donde busca acabar con el presidencialismo en México, aunque de todos modos el ex jefe de gobierno capitalino es demasiado coach y poco político. Las salidas del PRI no lamentables fueron en su momento las de gente como José Narro Robles, un gran corruptor, o de Beatriz Pagés Rebollar, la clase de priísta -también podría ser del Instituto de Estudios para la Transición Democrática- que obliga a callar para no caer acusado de maltrato a animal.

      Xóchitl Gálvez le vino como anillo al dedo a la oposición: nacida en "Tepa", un pueblo perdido del estado de Hidalgo, de ancestros indígenas, con dos cuartos por vivienda, una madre golpeada por un padre alcohólico, una hermana en la cárcel, vendedora de gelatinas y luego de tamales, habitante de un cuarto de azotea en Iztapalapa y dependiente de una beca para sobrevivir, se convirtió en ingeniera y empresaria que circula en bicicleta, sacó adelante a su madre y a dos hijas de su hermana, también ingenieras, antes de ser candidata a la gubernatura del estado de Hidalgo y jefa delegacional de Miguel Hidalgo, en la capital. A decir verdad, no le falta simpatía. El cálculo es que una parte del pueblo podría irse con ella, al compartir su historia.

       El programa de gobierno de la oposición lo hará José Angel Gurría, criatura del seductor de la patria y que estuvo años al frente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sin la cual más de un profesionista y clasemediero no puede dar un paso, porque es lo máximo de "expertís", un grupo selecto. No es lo más importante: Gálvez y su entrevistador, Carlos Loret de Mola, estuvieron a punto de una excitación imparable cuando se habló del nearshoring (relocalización de empresas) en el futuro de México. Es el mismo proyecto estrella de algunos candidatos y candidatas del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa).

     Para más señas, se trata de que muchas empresas extranjeras se instalen en México para aprovechar la cercanía del "mercado más grande del mundo" (lo que es falso), el estadounidense, luego de los problemas constatados con las "cadenas de suministro y de valor" con China durante la crisis sanitaria de la Covid-19. La idea es que, instalándose en México, esas empresas creen un boom de empleos e ingresos y una "derrama" inigualable.

     Queda por saber si es la historia verdadera. Gracias a una economía pujante y a un gran aumento de la productividad, resulta que los salarios en China han subido mucho, aunque todavía estén por debajo de países desarrollados. Hay empresas que se están yendo de China no por "cadenas" de nada, sino porque es más barato producir con salarios más bajos, por ejemplo en Vietnam, Camboya o Bangladesh. En estas circunstancias, resulta más atractivo producir cerca del mercado y con salarios bajos, al menos más bajos que los de China. En concreto, es las dos cosas que vendrían a aprovechar las empresas extranjeras: después de los banderillazos del Tratado de Libre Comercio, no se le ocurre nada mejor a una parte de la sociedad mexicana que la estocada con el nearshoring, para aprovecharse sin verguenza de las condiciones laborales en que se vive en México. La apuesta vuelve a ser el extranjero y el suministro de mano de obra barata. ¿Es posible difundir que el salario mexicano es 38 % más barato que el chino? Es ignorancia -las leyes de la economía dicen que un país débil se desintegra si se integra a otro más poderoso- o imposibilidad para ver en la gente de abajo y de trabajo otra cosa que ganado, creyendo al mismo tiempo que todo lo de afuera es, por definición, mejor, salvo en el consuelo de la "grandeza milenaria de México", que sirve para sugerir que la gente se tiene que aguantar de todo. No cambia mucho que se diga en MoReNa o que lo diga la empleada doméstica hñahñú, mujer, etcétera, puesto que es la hora de las complacencias a los Demócratas estadounidenses. Es una pena tener que citar al junior: el "súperpeso" mexicano es para beneficiar importaciones del extranjero, y no está de más agregar que se subió en México el salario mínimo en gran medida por presión estadounidense en el marco del TMEC (Tratado Mexico-Estados Unidos-Canadá), dejando luego el asunto en el olvido pese a una fuerte inflación. Tal vez sea tiempo de mujeres. Sin madre. De cuando cantaba el padre (da click en el botón de reproducción).



sábado, 8 de julio de 2023

Y OTRA VEZ, EN EL SILENCIO

 Desde el comienzo de la llamada "operación militar especial" de Rusia en Ucrania, se ha especulado sobre el riesgo de una guerra mundial. Luego, el asunto se pierde "hasta nuevo aviso". Occidente sabe que tal guerra es imposible, habida cuenta de la superioridad militar rusa. Esta ha quedado demostrada en la ineficacia ucraniana para cualquier "contraofensiva" y para detener cierto tipo de ataques de Rusia. Recientemente, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que confía plenamente en el poder disuasorio de su tríada nuclear: misiles pesados ubicados en silos fijos, cohetes transportados por bombarderos estratégicos y misiles transportados por submarinos. Un golpe puede ser devuelto con facilidad. En proceso de instalación, ya en la mitad las Fuerzas de Misiles Estratégicos,  los Yars pueden volar a Mach 20, lo que no puede ser parado por ningún sistema antimisiles conocido. Con el Sarmat RS-28 (Mach 27), Rusia puede destruir con un solo disparo un país como Francia o Alemania en poco más de minuto y medio. Es cuestión de poco tiempo para que los Sarmat estén operativos. El misil nuclear Poseidón, con un disparo desde un submarino K-329 Belgorod, el mayor en servicio en el mundo, puede destruir juntos los estados de Nueva York, Long Island y Nueva Jersey. Los Tsirkón montados en buques pueden destruir portaviones, sin ser detenidos. Si estamos hablando de Mach 20 o Mach 27, hay que tener en cuenta que Estados Unidos ha puesto en marcha lanzaderas de Mach 6. Rusia ganó en Siria y prácticamente ya derrotó a Ucrania, a reserva de crear una "zona de tapón" para evitar provocaciones.

      Los ucranianos mostraron la debilidad de las armas occidentales: en Kíev, capital de Ucrania, una batería de Patriot no pudo nada contra un ataque con Kinzhal, contra el que 20 interceptores no pudieron nada. Dos cosas, habida cuenta de que los medios le esconden a su propia opinión pública el estado de cosas: las armas occidentales no han servido en Ucrania contra las rusas y Occidente sabe muy bien que, en caso de primer golpe, lo puede recibir de vuelta, y mortal. Para lo que sirve prolongar hostilidades en Ucrania es: para que la soldadesca ucraniana mate a su propia gente, incluyendo civiles, como lo ha hecho en Mariúpol, Kramatorsk, Bucha o con la voladura de una represa; y para seguir pretextando lo que sea para prolongar sanciones, por si acaso el régimen ruso fuera a debilitarse. Tendría que haber un caos serio en Rusia para dar el paso de algún chantaje más fuerte y algo "humanitario", siguiendo guiones previamente ensayados.

     Es en la medida de lo antes dicho que Occidente no renuncia a apretar el cerco. La novedad es que, como Rusia no invadió Ucrania, sino que intervino en el Este de Ucrania para proteger de una masacre más a la población rusófona del Donbás y crear un corredor Jersón-Zaporiyia hasta Crimea, la Ucrania actual (occidente, centro y parte del Este, como en Dnipró o Járkov, pese a su origen ruso) sigue bajo el gobierno de Volodímir Zelenski. Dado que, después de todo, la entrada en parte del Este ucraniano fue un movimiento que puede interpretarse como defensivo, al parecer no hay problema para que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) busque qué más ganar: Jens Stoltenberg, secretario general del organismo militar, acaba de proponer la entrada de Ucrania a la OTAN, obteniendo de inmediato el apoyo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Es asegurarle a Occidente un rico mercado de cereales, granero de Europa, y acercarse más a provocar a la Federación Rusa, un nuevo beneficio en el cerco y la esperanzas puestas en él. La "opinión pública" occidental puede tragarse éso y más, sin ver siquiera un mapa, ni considerar la ley de seguridad europea que impide ganar en seguridad a costa de la de otro. A reserva de lo que vaya decidiendo la OTAN, no es probable que renuncie a la "estrategia de la tensión", mientras el Frente se pudre. Rusia ya midió las cosas  y decidió instalar armas nucleares en Belarús, seguramente que no por nada. Por favor, un pequeño click para esta situación...



viernes, 7 de julio de 2023

NÓRDICOS RESBALOSOS

 La socialdemocracia no es una naturaleza, ni algo que tenga que ver con el clima. Hace rato que lo que se conocía como socialdemocracia se vino abajo, en particular en Francia y en Italia, sobreviviendo un poco en España (con el Partido Socialista Obrero Español- PSOE). La socialdemocracia no está en la genética escandinava. Dentro de poco, ni el Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) podrá agarrarse del "modelo escandinavo", y el último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, murió siendo declaradamente socialdemócrata, pero tal vez sin mucha idea de lo que significa la palabra. "Socialdemocracia" fue durante bastante tiempo algo así como "centro", con cierto bienestar social, sin socialismo (pese a algunos nombres) y sin hablar demasiado tampoco de capitalismo. Para ser más claros, el lugar lo usurparon desde los años '90 los Demócratas estadounidenses, aunque en realidad son otra cosa.

      En Finlandia acaba de armarse un gobierno de derecha, que incluye a la extrema derecha. Seguramente no haya que temer un proceso de "fascistización": a fin de cuentas, no es la sociedad toda que está siendo arrastrada, contra una voluntad muy minoritaria, sino que es parte de una división en dos, frecuente en distintas partes del mundo. Petteri Orpo, de derecha, es el nuevo primer ministro finlandés, luego de un acuerdo con el Partido de los Finlandeses, de extrema derecha y xenófobo, todo, en el que se dice "el país más feliz del mundo". Los socialdemócratas están fuera, así sea por estrecho margen. El Partido de los Finlandeses reivindica la nacionalidad contra las minorías sami y sueca y contra algunos extranjeros. Tal vez no esté de más decir que Finlandia se había convertido en lugar de paso para rusos que, habiendo logrado entrar al país nórdico, lo usaban de trampolín para viajar dentro de la Unión Europea (UE).

     Finlandia se suma así a Suecia, donde también se acabó la socialdemocracia. La extrema derecha es la segunda fuerza más votada entre los suecos (Demócratas de Suecia) y hace algún tiempo forzó la renuncia de la primera ministra Magdalena Andersson, cuya coalición de partidos de centro-izquierda tuvo que irse (la derecha entró con Demócratas de Suecia, el Partido Moderado, los Demócrata-Cristianos y los Liberales). El primer ministro sueco, de la coalición de derecha, es Ulf Kristersson (Partido Moderado). Lo que tiene la coalición sueca de derecha es que es partidaria del "conservadurismo liberal".

     Lo descrito se ha acompañado de una carrera por entrar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que le urgen estos "socios", porque no renuncia a estrechar el cerco contra Rusia por si acaso ésta se resquebrajara, aunque no parezca probable. Al mismo tiempo, la extrema derecha nórdica es "euroescéptica". No hay que escandalizar demasiado: los partidos de extrema derecha mencionados sirven de apoyo a coaliciones de derecha, pero aquéllos no tienen ninguna cantidad de sufragios apabullante y la derecha triunfa con las justas, a reserva de que la izquierda y el centro-izquierda son cada vez más difíciles de definir. Conviene retener sobre todo que hasta entre los nórdicos las sociedades se parten en dos.

      Los escandinavos nunca fueron todo lo neutrales que se piensa, y si tuvieron tradición socialdemócrata, hoy no es la de antaño. Este es el nuevo himno nórdico (da click en el botón de reproducción):




miércoles, 5 de julio de 2023

¿OTRO ASUNTO QUE SE PUDRE?

 Es muy difícil saber en qué momento puede terminar el conflicto entre Rusia y Ucrania. En el terreno, Rusia prácticamente lo ha ganado y tendría que lograr "sellar" la nueva frontera, pero lo que es impredecible es el grado de provocación en el que quiera mantenerse el gobierno ucraniano de Volodímir Zelenski, al servicio de Occidente.

     Occidente ha ganado mucho desde hace varios años. Si la ambición de Hitler era apoderarse de los cereales de Ucrania y el petróleo de Bakú (Azerbaiyán, en el mar Caspio), la alianza de la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte  (OTAN) lo consiguió. Como Rusia no ha invadido Ucrania, sino que ha ocupado una parte del Este del país (ni siquiera toda), es posible dar por sentado el fin de Ucrania como se la conocía territorialmente, pero el centro-occidente seguirá en manos de Occidente, que tiene a grandes empresas transnacionales haciendo negocios en el lugar. Lo curioso es que se cumple lo deseado desde los años '90 por "halcones" como el extinto Zbigniew Brzezinski, que lo plasmó en el libro El gran tablero mundial, de 1997: crear un eje de "seguridad europea" París-Berlín-Varsovia- Kíev. Ya está. Occidente no va a arriesgar lo mucho ganado, a la espera de poder ir por más. Las hostilidades en el Este de Ucrania en sí mismas no importan mucho, sino que le sirven a Occidente para mantener la presión sobre Rusia, aunque sabiendo que la "estrategia de la tensión" no debe conducir a un riesgo nuclear que, entre otras cosas, ponga en peligro lo mucho ganado. Puede que no sean buenos para pensar, pero los occidentales, estadounidenses en particular, son excelentes para calcular sus intereses (costo/beneficio). Están cerca de ampliar la OTAN con algunos nórdicos.

     Lo que no queda claro es lo que pueda suceder dentro de Rusia, aunque en términos generales el país ha aguantado las sanciones, a reserva de que no faltan los pretextos para sumar más. Occidente quisiera intervenir en una Federación Rusa desmoronándose como castillo de naipes, pero no ocurrirá. En concreto, lo que las sanciones buscaron -y no funcionó ni siquiera con el circo mercenario de Evgueni Prigozhin- es dividir a la élite rusa, de tal modo que los oligarcas se pongan contra el gobierno de Vladimir Putin. La verdad es que, a raíz de las sanciones, los oligarcas con haberes en Occidente han perdido mucho, pero las fortunas disminuidas -ligadas a la energía, la metalurgia y los clubes deportivos, como ocurre por ejemplo con Viktor Vekselberg (Aluminio UC Rusal) o con Román Abramóvich (tuvo que vender el Chelsea FC)- no se han atrevido a levantarle la mano al Kremlin. Otros han comenzado a hacer negocios con el aumento de la demanda interna de productos (como Andrei Melnichenko). Podría darse así un vuelco de los oligarcas "compradores" a la aparición de una burguesía nacional, pero es temprano para saber si este deseo de Putin -muy capitalista- se cumplirá. Lo que cabe es decir que no hay golpe oligarca contra Putin -pese a lo esperado en Occidente a partir de las sanciones- porque el ruso es un "capitalismo político": los ricos son protegidos del gobierno, no al revés, y como acaba de mostrarlo el asunto de Prigozhin, un oligarca no le puede dictar al ministerio de Defensa qué hacer. Habida cuenta de lo férreo del sistema represivo, un opositor aliado de Occidente -como Alexiei Navalny- no tiene ninguna oportunidad, por lo que no se vislumbra alguna "revolución de colores". En suma: no parece que Rusia vaya a quebrarse por dentro.

     Así, las andanadas pueden tener altibajos, y depender en parte de los cálculos estadounidenses, midiendo hasta donde llegar sin arriesgar las ganancias obtenidas. Si para ello hay que dejar que el conflicto en el Este de Ucrania y Zelenski se pudran, se hará. Más estilo cansino eslavo (da click).


lunes, 3 de julio de 2023

POR DIOS, PAREN ÉSTO

 La campaña presidencial mexicana para el 2024 tal vez quede convertida en cosa de viejas, dicho sea en lenguaje machista. Después de todo, más de un macho es muy defensor de las mujeres, lo que explicaría ciertos arranques actuales: ¿qué macho no idolatra a su madre?¿Qué macho no detesta que se metan con su hermana?¿Y qué macho no cuida a ultranza de su hija? Si el oficialismo del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) está no muy lejos de candidatear a Claudia Sheinbaum, ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, la oposición baraja entre sus nombres el de Xóchitl Gálvez,  de Acción Nacional (derecha), senadora y antigua jefe delegacional de Miguel Hidalgo, en la capital mexicana. A reserva de que algunos crean que Sheinbaum es la hija del presidente Andrés Manuel López Obrador -incluyendo a la propia Sheinbaum-, la gente puede encontrarse en el dilema de elegir entre la hermana y la madre de la nación.

      Xóchitl Gálvez ya se apresuró a jugar su papel: es la madre a la que nadie le ha regalado nada, según sus propias palabras, al haber salido de un pueblo perdido del estado de Hidalgo (Tepatepec) para pasar por un cuarto de azotea en Iztapalapa (nada más falta que para la capital compita Clara Brugada) para convertirse en ingeniera y empresaria. Gálvez acaba de acusar a López Obrador de "macho", por no tolerar a mujeres inteligentes e independientes y quererlas nada más sumisas, según la precandidata que ostenta un pasado otomí, que debe ser muy remoto. Al parecer, Gálvez no se ha dado cuenta de que si algo caracteriza a la señora es su total falta de sumisión, al grado de llegar al desparpajo -lo había notado Lilly Téllez.

     Como se trata de un asunto de viejas para machos, el tema de la mujer, más allá de la madre, la hermana y la hija, no pasa del engaño o fraude o, si se prefiere, la faramalla. Algo movió a MoReNa a incluir entre las 21 personalidades para elaborar un Plan de Nación 2024-2030 a Olga Sánchez Cordero, que de problemas nacionales sabe menos que de la manera de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de llenarse los bolsillos (se opuso a disminuir los salarios de los magistrados). Tan no importa, salvo para ganar en "hacer creer" al margen del mérito, que no se notó que el lugar de Marcelo Ebrard en la cancillería lo tomó una excelente diplomática, Alicia Bárcena, mejor que el mismo Ebrard para el cargo y que era de lo más apta (se puede comparar con la total ineptitud de Juan Ramón de la Fuente, representante de México ante Naciones Unidas y "chapulín") para participar en la elaboración de un proyecto nacional: Bárcena, sin mayor acogida en MoReNa (Sheinbaum la confundió con "Bárcenas"), pero que supo felicitar por su talento a Luisa Alcalde (y no por ser mujer), hoy secretaria de Gobernación, Bárcena, decimos, fue secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, una institución de lo más respetable y de tradición, sin que se tenga que concordar con ella) de 2008 a 2022, previa carrera diplomática en Naciones Unidas, pese a ser bióloga de formación. 

     El honor, en este caso, más que para Bárcena es para López Obrador, de nombramientos pésimos en Relaciones Exteriores, sin respeto para Ebrard: a la embajada en Honduras se fue la viuda de Gustavo Iruegas, a la de Ecuador, la de Bolívar Echeverría, y a la de Argentina, Lilia Rossbach, la de José María Pérez Gay, los dos segundos, amigos encargados de introducir a la señora cuando el hoy mandatario era viudo. La señora es pariente de Agustín Gutiérrez Canet, luego entonces tío político del presidente, y diplomático de carrera, embajador en Rumanía Finlandia e Irlanda. La señora es intocable.

     Con Bárcena, López Obrador consiguió conjugar lealtad y profesionalismo (también lo había con Ebrard). Así las cosas, no queda claro si los aparatos partidarios están creyendo que un pleito de viejas es lo que México necesita para refrendar sus arcaismos casi rulfianos creyendo estar a la moda cosmopolita y del último grito en Washington, capital estadounidense. En una pifia, ya previno Alcalde: cualquier discrepancia será un acto de misoginia. Es de esperar que las cosas no se pongan así de irrespirables, pero por lo pronto, si de equidad se trata, llega Bárcena, y De la Fuente está por irse. Enhorabuena. El debate que viene: nada más faltaría presentar a la mamá como hija de la cultura del esfuerzo y a la hermana, como la del privilegio (da click en el botón de reproducción).




domingo, 2 de julio de 2023

AL QUE MADRUGA, DIOS LO AYUDA

 Hace algún tiempo, partidarios del ex canciller Marcelo Ebrard, de Ricardo Monreal y del ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, solicitaron que el Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) no hiciera un "plan de gobierno 2024-2030" y que no se nombrara a un grupo de "personalidades" -resultaron ser 21- para trabajar en ello porque sería ponerle una "camisa de fuerza" al candidato ganador y, como ya se sabía de nombres, colocar a gente cercana a la candidata Claudia Sheinbaum. Al poco rato, el aparato de MoReNa, en nombre de la "continuidad", hizo exactamente lo que se le pidió que no hiciera.

       Si el borrador del Plan de Gobierno futuro pide un "relevo generacional", no está claro por qué, al nombrar a los 21, lo bloquea, salvo que esté solicitando adeptos o fieles. Es inaudito que entre los 21 se encuentre Paco Ignacio Taibo II, que no le ha volado las neuronas a ninguna ranchería, pero que además se haya agregado a su esposa, Paloma Saiz. Se incluyó a Hugo López-Gatell, quien llevó mal la crisis sanitaria de la Covid-19, y a otro agringado, Lorenzo Meyer, cuya voz denota algo impostado, si no falso y demagogo. Están los infaltables Pedro Miguel y Rafael Barajas, "El Fisgón", de pésimos y oportunistas programas en la televisión pública, o el errático "campesinista" Armando Bartra, y el "identitario" Héctor Díaz Polanco.  Se parece todo más a una clientela que a un grupo de profesionales conocedores de la situación del país. No hay ningún relevo de nada. Es el mismo tipo de selección que podrían hacer Letras Libres, Nexos o el Instituto de Estudios para la Transición Democrática: un grupo de amigotes que garantiza "que me digas lo que quiero oír", sin independencia de criterio. ¿Qué hace entre los 21 Epigmenio Ibarra, que desconoce los problemas nacionales? Más de uno tiene una obvia preferencia para la candidatura de MoReNa.

     El borrador de Plan de Gobierno a consultar en foros con "las bases" es penoso: para "radicalizar" el proceso de la autodenominada Cuarta Transformación, saca temas que ni mandados a hacer para Sheinbaum, por lo menos. En vez de atender los problemas nacionales, el borrador atiende la Agenda 2030 de Naciones Unidas: medio ambiente y energías renovables, feminismo, orientaciones sexo-genéricas, pueblos originarios y otros saberes, guiños a la juventud (mujeres + jóvenes es buena demagogia electoral) y ninguna mención del TMEC (Tratado Mexico Estados Unidos Canadá), ni del aparato Judicial, ni del servicio público, ni de la lucha contra la corrupción (!!!!!), ni de los riesgos del nearshoring, otra apuesta penosa por la mano de obra barata para el extranjero. Ni se puede hacer algo así sin evaluación, balance y diagnóstico, pero, fuera de algunas enumeraciones generales (no exentas de logros), ya ni siquiera se hacen informes de gobierno: no hay rendición de cuentas, sino un inefable "bienestar". Y mientras tanto, el madruguete.

     Dicho sea lo anterior, afortunadamente el periodista -partidario de Ebrard- Ricardo Raphael vió lo meritorio de la actitud de dos mujeres de oposición, Lilly Téllez y Claudia Ruiz Massieu, que no jugaron con reglas torcidas. Según MoReNa, la autodenominada Cuarta Transformación está que "no se va" (da click en el botón de reproducción), para lo que necesitan sacar un grupo texano. Vaya.



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...