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martes, 25 de julio de 2023

ORÍLLENSE A LA ORILLA

 El hoy ex senador Ricardo Monreal es precandidato del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) a la presidencia, sin ninguna posibilidad, aunque sí la de buscar la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Monreal la intentó antes, pero perdió con la hoy ex jefa Claudia Sheinbaum. Pese a una buena labor en el Senado, donde contribuyó entre otras a sacar la Ley de Austeridad Republicana y la de Responsabilidades Administrativas, Monreal, al igual que Alejandro Rojas Díaz-Durán, son el blanco del aparato morenista y lópezobradorista, que no los quiere. Ambos, Monreal y Rojas Díaz-Durán, suelen ser moderados, hacer análisis de las situaciones, y el primero, una persona culta, se define abiertamente como socialdemócrata, dentro del abanico de posiciones del oficialismo.

     Originario del estado de Zacatecas, de una familia muy modesta, que salió adelante gracias a haber alcanzado estudios superiores, Monreal tiene algo de incómodo, de esas cosas que tolera el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador: varios hermanos (David, Saúl y Rodolfo) han sido todos presidentes municipales de Fresnillo, en ese estado, y David Monreal, como Ricardo Monreal, gobernador del estado. Al mismo tiempo, no se les ha probado nada mal habido. Es un poco del estilo de Evelyn Salgado, hija de Félix Salgado Macedonio, como gobernadora del estado de Guerrero, o de Layda Sansores en el de Campeche, siendo hija  del ex gobernador Carlos Sansores Pérez. La diferencia no está nada más en el alto grado de estudios de los Monreal (doctor en Derecho), sino en desastres como el de Félix Salgado -eterno candidato a gobernador- como presidente municipal del puerto de Acapulco, cuando renunció frente al narco a gobernar. Si Salgado Macedonio es grosero y bravucón, Layda Sansores, un desastre al frente de la alcaldía Alvaro Obregón en la Ciudad de México, es vulgar, aduladora y golpeadora. Ricardo Monreal suele analizar; Sansores estuvo a punto de lanzarse contra él, y recita sin pensar. En MoReNa hay de todo, pero cabe también ver el antiintelectualismo (está en gente como Paco Ignacio Taibo II, que "avienta" al pueblo contra el intelecto, para preferir la majadería)y la preferencia por la retórica, incluyendo...a los "intelectuales" de MoReNa. Hay modos de vida que no molestan, como el lujoso de Sansores.

      El problema con Ricardo Monreal, no exento de concesiones innecesarias, viene de atrás. Habiendo salido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) oficialista a finales de los '90, se candidateó a la gubernatura de Zacatecas y fue entonces que se le sembró una acusación infundada de vínculos con el narcotráfico. López Obrador defendió a Monreal ante el mismísimo presidente priísta Ernesto Zedillo. Monreal ganó la gubernatura (1998-2004). Con Felipe Calderón (del derechista partido Acción Nacional), se simuló sembrar droga en una bodega de Cándido Monreal para desprestigiar a toda la familia, y otra vez sin pruebas, y quitar del camino a David Monreal, alrededor del 2009. Estaba en la mira. El problema es el de la calumnia: no quema, pero tizna, como se llega a decir, y cayó así el daño moral sobre la familia Monreal...que estuvo a punto de repetir Sansores. Cierto lópezobradorismo pega, incluso con bajeza, como lo hizo Sansores -sin ver la viga en el ojo propio-, o como se ha hecho contra Xóchitl Gálvez, quiérase o no por miedo. Baste ver cómo golpea alguien como el "intelectual" Pedro Miguel, al son de otro, Epigmenio Ibarra, cuando Rojas Díaz-Durán llama a analizar el desafío de la oposición. Incluso López Obrador llegó demasiado lejos al exhibir los negocios de Gálvez. Al margen del presidente, el lópezobradorismo que golpea es el que al mismo tiempo no disimula demasiado sus preferencias por Sheinbaum. Es una corriente que es clientelar, amiguista -premia a incondicionales, no el mérito-, personalista y consciente, a fin de cuentas, de que el personalismo es una forma de colarse en la clientela para no quedar fuera del reparto. Nada que no conozcan los "demócratas liberales". En la manera de proceder contra los Monreal -en ese entonces Ricardo Monreal, senador, pidió licencia para que se le investigara- queda claro lo que hace "Va por México": siembra verdades a medias o francas calumnias, y, si de aprovechar los errores de otros se trata, es la definición de la mala fe.

     Monreal logró sacar leyes importantes en el Senado, y es alguien, por experiencia propia y a diferencia del "grupo" mencionado y el aparato morenista, consciente de la gravedad de la injusticia en México, que permite la impunidad (México ocupa el cuarto lugar mundial y el primero en América Latina), no repara los daños morales y cae sobre los más débiles (casi un 70 % de los presos en México son gente pobre con grado de escolaridad máxima de secundaria). Monreal tuvo también oportunidad de ver cómo se comportaba hasta hace poco -inclinando la balanza por omisión sistemática- el Instituto Nacional Electoral. Monreal y el ex canciller Marcelo Ebrard seguramente no se equivocan al indicar que en MoReNa no hay "piso parejo", ni disposición al debate, y no es seguro que sea para complacer a López Obrador ni en aras de "la unidad": es el aparato de MoReNa, deseoso de "gloria", que en palabras de Héctor Díaz-Polanco dice que la decisión la tomará "la opinión pública". Ya lo dijo todo en el lapsus, puesto que no es lo mismo "el pueblo" que "la opinión pública" que, hasta la aparición de Gálvez, ya había decidido al margen del presidente: Sheinbaum o Ebrard, en función de intereses ajenos a los de México como Estado-nación. No importa que Monreal tenga lo que Daniel Cosío Villegas decía no encontrar en Lázaro Cárdenas, "una noción general de las cosas". Lo que está en juego para los medios es el nombre de la marca, la franquicia o algo así, y la inercia en el "extremo centro" (si Claudio X. González se define en su cuenta de Twitter como de "centro progresista"). O de cómo Zacatecas es también "de allá" (el estado vive de remesas y tiene a la mitad de la población viviendo en Estados Unidos). Da click y transpórtate.



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...