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miércoles, 28 de febrero de 2024

SIMPÁTICOS: NO SIEMPRE HUMANOS, NI DERECHOS

 No es tan sencillo saber qué se entiende por "pesos y contrapesos" o "controles y equilibrios" (lo que no es exactamente lo mismo, checks and balances en la versión estadounidense) a partir de la división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Pareciera que a los más rancios lo anterior les implica que no se pueda hacer nada en ningún sentido, salvo parlotear en la llamada "conversación pública". No es un secreto que hay muchas maneras de conversar y se puede hacer para no llegar a nada, salvo al palabreo como un fin en sí mismo, mejor si ahoga el objeto de conversación o, a fuerza de dispersión, termina por no haber ninguno y quedan todos felices con todos, tolerándose sin debate real ni cambio. Pareciera entonces que no cuenta la función de cada poder, sino que haya la suficiente diferencia política para que unos se paralicen a otros y se esté en la inercia. Que un Congreso como el peruano no cumpla sus funciones pero tenga la capacidad de impedir que cualquier Ejecutivo cumpla las suyas no es visto como anomalía, sino como democracia. Lo mismo que un poder como el Judicial sea el que decida quién se queda o quién se va en el Ejecutivo, como sucedió en Brasil a partir de la presidencia de Dilma Rousseff y hasta hace poco. En estos casos, la función termina por no importar y se invaden esferas por motivos ajenos a la división de poderes. No se trata más que de parodia de sistemas políticos como el estadounidense menos impolutos de lo que se cree.

      El gobierno colombiano del presidente Gustavo Petro ya se ha visto enfrascado en problemas con el aparato Judicial. No que no haya nada que perseguir, sino que, capturado dicho aparato por intereses ajenos a su función, persigue un delito que, siendo el mismo en un gobierno de otro signo, no es perseguido en lo más mínimo si el signo político es afín. En la base se encuentra un poder clientelista no erradicado, y en el que las cosas son de facción o de grupo: el que no comulga ni combate golpeando queda fuera e incluso mal visto. Así, la Procuraduría colombiana sin firme asiento legal se mete en asuntos de la cancillería local; la Fiscalía repite lo que se hace donde quiera que un poco de giro a la izquierda incomoda: hurgar dinero sucio en las campañas. Cabe recordar que así se paralizó, sin pruebas, al ex presidente Ollanta Humala en el Perú y a la candidata Keiko Fujimori, en menor grado. Según distintas agencias noticiosas, es lo que puede preparar la Fiscalía colombiana contra Petro, siendo -lo que no debería ocurrir -el fiscal de un partido político rival. Insinuaciones sobre campañas o candidatos se han manejado por igual, sin pruebas claras, en el Ecuador. Y cuando las pruebas aparecen, rara vez sucede algo, como con la misma Keiko Fujimori, hasta ahora, o Guillermo Lasso en el Ecuador, quien evadió el juicio político, como ha logrado evadir la Justicia el ex presidente ecuatoriano Lenín Moreno, felizmente refugiado en Paraguay. El guión se repite en intentonas bastante burdas como las recientes contra el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, bajo el supuesto repetido por varios medios de que entró dinero de narcotraficantes en la campaña de 2006. Cuando se trata del "primer ministro" haitiano Ariel Henry o del presidente colombiano Iván Duque y los amigos con los que se fotografía, no ocurre nada o, es más, como se ha reportado en la Web, quien intenta seguirle la pista a Henry debe desistirse y renunciar. Que un país como Haití u otro como el Ecuador sean Estados fallidos sin el menor estado de derecho, como a su manera el Perú, no es algo que le quite el sueño a Estados Unidos.

     En Colombia es tan de caricatura -tal vez porque, como dice López Obrador en México, el dinero es de lo que no se puede ocultar- que el fiscal saliente, Francisco Barbosa, parte de la extrema derecha (uribismo, llamado "Centro Democrático", más o menos como en México el empresario Claudio X. González se ostenta como de "centro progresista") ha pretendido dejar en el cargo  - lográndolo recientemente por encargo- a la vicefiscal Martha Mancera, que tapa tranquilamente crímenes del narcotráfico y le hace favores. Barbosa informó de su gestión no a los colombianos, sino al Departamento estadounidense de Estado , a quien le propuso a Mancera, según lo que informa el portal Rebelión. Desde los '60, ya no siquiera hay ciertos principios doctrinarios, como entre conservadores y liberales, sino que se trata de llevarse el Estado en pedazos. Petro no logra por su parte un equipo consciente del reto, y se dedica más bien a dar su propio "puertorriqueñazo":, convirtiendo al turismo en la gran entrada de ingresos -casi seis millones de visitantes extranjeros en un año, uno de los principales destinos del mundo y con Puerto Rico como invitado de honor de  de la Anato (Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo)- y buscando todo en las energías renovables a costa del carbón y el petróleo, porque "no hay alternativa a la descarbonización"-. En vez de hacer algo interno, el ministerio de Justicia ha buscado contra la corrupción una "Comisión de Verdad" bajo amparo de juristas internacionales. O la ultraderecha -aliada con Estados Unidos - o la tutela internacional, a modo de "alternancia".

      Mientras Petro puede mejorar la fachada e intentar una que otra reforma social, si lo dejan, el clientelismo persiste en que, como lo hace notar Rebelión "el desgobierno es galopante en lo municipal, departamental y nacional. La corrupción y la impunidad se tornaron incontenibles", con "el declive ético y moral del poder", que puede llevar a la anarquía. "No ha habido -enfatiza Rebelión - voluntad política, ni responsabilidad social de los gobernantes para ejercer la función pública para beneficiar a todos los ciudadanos". Esto no marca sino la imposibilidad del Estado. Como en Colombia la pobreza es cercana a la de Puerto Rico, un poco por arriba del 40 % (si bien llega casi al 47 % entre las mujeres), Petro sería tolerable si se ocupara de turismo y energías renovables, sin llevar a cabo mayor reforma social y sin Estado digno del nombre: después de todo, Colombia es un país partido en dos y con las causas de abajo descabezadas (da click en el botón de reproducción).






domingo, 25 de febrero de 2024

COMPÁS DE ESPERA...

 Recientemente se llevó a cabo en Estados Unidos un cónclave conservador al que asistieron el presidente salvadoreño Nayib Bukele y el argentino Javier Milei. El segundo no es antipático ni tonto, así que dió una cátedra de teoría económica y se lanzó contra el estatismo y el socialismo, aunque al final de su discurso logró ser más preciso y atacar al populismo. No es falso, a juzgar por las experiencias latinoamericanas, decir que el populismo clásico tiene más de un defecto ligado a la "Estadolatría", que lleva a que se cree una "casta", como la llama Milei (qué curioso: Stalin la llamaba "la maldita casta"), en la que políticos y burócratas, con frecuencia corruptos e ineptos, se ocupan más de ventajas y privilegios personales que del servicio público. A partir del periodo llamado de "estancamiento" en la Unión Soviética, bajo el "liderazgo" de Leónid Brezhnev, fue dándose una deriva hasta cierto punto "populista" del socialismo de Estado.

       Identificar socialismo y estatismo es, hasta cierto punto, inexacto. Lo es porque, según Engels (sin que Marx escribiera mucho sobre el tema), el socialismo no tiene por qué ser "de Estado" sino de manera transitoria, para hacerse cargo de los grandes medios de producción. Estos deben ir pasando del Estado a manos de la sociedad de trabajadores, bajo la forma de propiedad social, y sin negar la propiedad privada personal. El paso del socialismo al comunismo supone, claramente dicho, la extinción del Estado, o en todo caso su reducción a mínima expresión para "la administración de las cosas". Nunca ha habido "Estadolatría" en la teoría marxista y, en rigor, ni caso tiene ser marxista, puesto que Marx era el primero en decir "no soy marxista". La expresión adecuada es más bien "marxiano". Para más señas, en un país como Cuba importa muy poco Marx -nunca se lo menciona- e importaba igualmente casi nada en la Unión Soviética en las últimas décadas. La intervención del Estado tiende hoy a ser más bien asunto de origen keynesiano, y Keynes dijo alguna vez que era incapaz de leer a Marx, porque le parecía soporífero. El populismo y el keynesianismo están ligados en la idea de "Estado de Bienestar", que es "regulador" -y Milei no se privó de criticar al keynesianismo. Si lo que ofrece Milei se da, en el sentido de parar la "Estadolatría" peronista, la corrupción y la forma de actuar de "la casta", adelante. Tampoco se puede privar al presidente argentino de su derecho a dar explicaciones de teoría económica. Y, como lo señaló la periodista rusa Inna Afinogenova en un programa mexicano (entrevista con Julio Astillero, disponible en Youtube), no tiene sentido tachar a Milei de "fascista" y ver a la larga "fascistas" por doquier. Como lo señaló Afinogenova, el problema está en que, en realidad, a estas alturas no es Milei quien gobierna, sino que se trata del "macrismo" (del ex presidente argentino Mauricio Macri), o más aún, agreguemos, de figuras como Patricia Bullrich,  y grandes intereses económicos que, agreguemos, deben entender muy bien el "viva la libertad, carajo": la libertad del zorro en el gallinero, y la socialización del desastre (el último lo creó Macri con un formidable endeudamiento, sin que sea excusa para los peronistas Sergio Massa o el presidente Alberto Fernández, de una incompetencia total). Por ahora, mientras Milei hace interesante teoría económica -eso sí, discutible-, vuelve la polarización entre Macri y Cristina Fernández de Kirchner, tampoco exenta de teorizaciones a la vez interesantes y discutibles (el "populismo" versión Ernesto Laclau). Macri es otra cosa: negocios y nada más. Hay cosas interesantes en lo que dice Milei, pero no es seguro que no sea rehén de quienes se sirven de "la libertad" para hacer pasar la aplanadora de los negocios incluso por encima de los individuos. Y Bullrich, de gran origen aristocrático, lo debe saber bien: muy peronista en la juventud, cercana a Montoneros y la guerrilla, exiliada hasta 1982, secretaria del sociólogo Guillermo O'Donnell,  doctora en ciencia política por la universidad de San Martín con una tesis dirigida por Marcelo Cavarozzi (del Club Político Argentino y sus 234 intelectuales), pasó a ofrecerle la "libertad" a la derecha...en términos de "seguridad", de la mano de "la" embajada, los cocteles y las reuniones oficiales con el FBI (Oficina Federal de Investigación), la DEA (Agencia de Control de Drogas), el Departamento de Estado y la Homeland Security (Oficina de Seguridad Interior) estadounidenses. Dirá que se hizo a sí misma, como la ex trotskista mexicana Xóchitl Gálvez. El problema está en bailarlas todas muy pegadito. Es MAGA (Make America Great Again), no la Maga (Make Argentina Great Again). Milei, mitad responsable mitad profeta de secta, según el Club Político Argentino en su página Web, puede acabar como todo en la imaginación de Julio Cortázar: una creatividad impecable y simpática sin el menor juicio de realidad.

      Bukele tuvo más tino, al considerar que la ley y el orden deben hacer que se instauren la ley y el orden, y que el aparato de Justicia debe hacer justicia: no lo hacen en América Latina porque tampoco se los entrena para ello en el mundo Demócrata estadounidense, experto en adulterar esos principios básicos para fines criminales y políticos (¿no era Barack Obama el presidente estadounidense cuando se instruyó a México la alianza con un Cártel para bloquear a los rivales, y no una inexistente "guerra contra las drogas"?).. Bukele no es Milei, porque El Salvador carece de ciertas pretensiones (no todo es ventaja en la inmigración europea): advirtió tranquilamente el problema de la época, que parte de que Estados Unidos basa su economía en papel y que, a la larga, un buen día puede caerse en la cuenta de esta artificialidad sin tener ya salida. La ovación no fue tan fuerte. Ni fue Bukele a apersonarse con los Republicanos, a diferencia de Milei. Ni hay "nueva derecha", ni sentido en repetir mueras a Donald J. Trump por inteligencia imitativa y porque, para el globalismo, es "lo que hay que tener". Compás de espera...Es decir, Milei y Bullrich esperando, a diferencia de Bukele, que "América los haga grandes de nuevo". Esto es siempre lo que piensa Bukele, cuando señala cómo Open Society financía "medios independientes" (¿de quién?). Es como "los ciudadanos de Xóchitl" en México y en su "sociedad civil", puesto que cierta derecha fue instruida desde finales de los '80 (en los Documentos de Santa Fe, publicados por el periodista Gregorio Selser, el periódico El Día y luego en 1990 por la Universidad Obrera de México -UOM) para agarrarse de la izquierda "a lo Gramsci". En algo convergen con parte del oficialismo mexicano agarrado de Laclau en la universidad pública. Bukele, en cambio, se lleva 85 % de los votos (y viene el click en el botón de reproducción):







sábado, 24 de febrero de 2024

ES PARA UNA TAREA

 Es un poco extraño que quien condujera en México el combate a la COVID-19, Hugo López-Gatell, todavía encontrara en algún momento el modo de lanzarse a la candidatura de jefe de gobierno de la Ciudad de México, aunque el asunto no resultó. López-Gatell y su jefe, Jorge Alcocer, creyeron a pie juntillas las creencias estadounidenses sobre la crisis sanitaria, descalificaron alternativas probadas y ahora resulta que no hay nada más sencillo que, con un poco de dinero, irse a comprar una vacuna de Pfizer más o menos como se adquiere un chocolate, pero además en nombre de la prevención y no del antojo. Han salido cerca de MIL estudios científicos en el mundo advirtiendo sobre los riesgos de las vacunas de ARNm (mensajero) e incluso no es secreto que la vacuna de AstraZeneca tampoco está exenta de peligros. No es ciencia, y es igualmente bochornosa la oposición mexicana que se ha atrincherado en supuestas "evidencias" para no tener siquiera precaución y tampoco preguntarse sobre el bloqueo a vacunas seguras como en particular la Sputnik V.

     De manera resumida, vacunarse con vacunas de ARNm (Pfizer, Moderna) aumenta los riesgos de las siguientes enfermedades: síndrome de Guillain-Barré,  problemas cardiovasculares, trombosis, trombocitopenia, miocarditis, pericarditis y condiciones neurológicas nocivas, además de cáncer. Promover estas vacunas implica exponer a la población vacunada a algo así como una "ruleta rusa" de riesgos con mayor frecuencia de ocurrencia.

     El hecho de que sean farmacéuticas estadounidenses no es una garantía, porque no todo lo estadounidense es automáticamente una garantía, como no lo es todo lo capitalista ni todo lo socialista (baste recordar lo sucedido con la mala vacuna china Cansino, a reserva de lo que logre establecerse con las vacunas cubanas): se trata de saber si se ejerce el criterio o se prefiere una suerte de "inteligencia imitativa", por llamarla de algún modo con cercanía a la inteligencia artificial. Dadas las consecuencias de las vacunas de ARNm, se trata de fraude, en términos de negocios, más allá de los riesgos acrecentados de enfermedad, y a reserva de conocer lo que ocurra a más largo plazo. No se trata de un rechazo "antiimperialista": la vacuna estadounidense de Johnson &Johnson no aparece como de riesgo. No cabe así ninguna idea de "conspiración". Más de mil estudios están citados aquí: https://www.globalresearch.ca/covid-19-vaccines-scientific-proof-lethality/5767711?utm_campaign=magnet&utm_source=article_page&utm_medium=related_articles. Otro estudio clave es el siguiente, con una cohorte de 99 millones de individuos vacunados:  https://www.globalresearch.ca/covid-19-vaccines-adverse-events-special-interest-multinational-global-vaccine-data-network-gvdn-cohort-study-99-million-vaccinated-individuals/5850484.

     No es nada más la admiración por Estados Unidos, sino por los negocios (y López-Gatell es descendiente del exilio español y antiguo activista estudiantil). Es el modo de asociar al Estado con el sector privado, lo que ha corroído a Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras cosas porque no está plenamente probado que lo estatal sea malo y lo privado sea bueno por definición, más allá de que se ha descuidado lo estatal para que se trate de una "profecía autocumplida". Es lo que están haciendo los "libertarios". Nos quedamos con el consuelo de dos de reggae de antes de que se tratara sin problemas a seres humanos como chimpancés. (da tu doble click en los botones de reproducción). Pregunta: ¿los problemas de energía y de cambio climático no van a quedar en manos del Estado y con planeación, y se va a buscar también aquí asociación con negocios particulares?




viernes, 23 de febrero de 2024

Y ALLÁ VAMOS

 La candidata oficialista mexicana a la presidencia, Claudia Sheinbaum, ha obtenido una prueba más de su honestidad, al ser la Ciudad de México en 2022 la única entidad que no fue requerida de aclaraciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), según lo mostró aquélla con datos en su canal de Youtube. Alguien puede ser coach o gestor de buena fe y honrado. Sin embargo, Sheinbaum no tiene ni experiencia ni inteligencia comparables a las del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, entendiendo por inteligencia lo que se conoce coloquialmente como el "colmillo" que tanto disgusta a la oposición. En este sentido, se prolonga lo existente desde hace décadas: la ausencia de estadistas.

      En un mal ejercicio, Sheinbaum hizo un programa en Youtube con dos "ideólogos", si cabe llamarlos así, del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa): Rafael Barajas, conocido como "El Fisgón", y el periodista Pedro Miguel. Dijeron dos cosas sorprendentes. La primera, que MoReNa tiene proyecto de nación y la oposición no. Puede ser, pero nación, en gran medida, se tiene desde hace tiempo, y proyectos van y proyectos vienen. No se trata de "tener proyecto", sino de la nación existente y que, como tal, está descomponiéndose. Costó cerca de un siglo forjarla y se consolidó un tiempo, incluso económicamente, a raíz de la Revolución Mexicana. Empezó en parte, en algunos aspectos, a desdibujarse en la segunda posguerra, pero sobre todo a partir de los años '80. Sheinbaum no tiene en mente ninguna recuperación de la nación, porque no creció con lo que quedaba de ella, a diferencia de López Obrador. No tiene entonces nación, patria: tiene "proyecto de". Para dar cuenta de lo dicho, antes se daba por hecho que había nación y que había que desarrollarla -así existieran límites-, para lo cual se hacían planes sexenales. En fin, que los "ideólogos" de MoReNa no tienen nación, sino "proyecto de nación". Los de la oposición llevan en cambio rato confundiendo la nación con el PRI (Partido Revolucionario Institucional), que ni siquiera existía cuando nació el primer sexenio, ni el primer plan sexenal (1934).

      Como segundo asunto, Pedro Miguel afirmó que la oposición hace campaña al estilo anticomunista "de hace 100 años" cuando "ya no hay comunismo" (risotadas, como si se hubiera dicho algo muy obvio). El truco no es análisis y nunca ha existido comunismo. La ambiguedad está en tirar la piedra y decir "sobre todo no nos vayan a confundir", siendo que Pedro Miguel no tuvo inconveniente en publicar en el portal cubano Cubadebate. Ya se entendió que se trata de irse más al centro, y no está de más hacer notar lo siguiente: Sheinbaum habla menos del "pueblo" que López Obrador y más de "los pobres": altruismo, filantropía, asistencialismo o cosas por el estilo las puede hacer un empresario, por más que Sheinbaum hable de "derechos" (están consagrados en la Constitución desde 1917, por lo demás). Puede cumplir con algunas cosas, pero no tiene "concepción". Es por lo mismo que se rodea más o menos de lo que sea: ha sido activista, pero no es lo mismo que un "luchador social". Sheinbaum está puesta donde está para, según datos de Viridiana Ríos, atraer entre otras cosas a un 47 % de votantes DE DERECHA y a parte de las "clases medias" que cambiaron de bando en 2021 Por más que le haya armado un pleito al "geoanalista" Alfredo Jalife Rahme, no exento de petulancia, que ataca sin muchos miramientos, la coordinadora de voceros de Sheinbaum, Tatiana Clouthier, ya entendió hace dónde hay que empujar: energías renovables, cambio climático  y mujeres, en particular, según una declaración reciente reproducida entre otros lugares en Milenio. En ningún momento ha dicho Sheinbaum que la oposición es "antipatria" por ir a ofrecerse como lo hizo a Estados Unidos. "Patria" no quiere decir nada para Sheinbaum, y América Latina es a lo sumo una peña folclórica. Ni siquiera se propone una alternativa, palabra que nadie usa, sino que Sheinbaum ofrece vagamente "desarrollo" y "bienestar" sin que le parezca contradictorio con el nearshoring, que tal vez sea lo que Clouthier entiende por "política industrial más humana". Se está entendiendo por "más humano" lo que son las prioridades del gran capital transnacional, del Foro Económico Mundial y de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, pero no se entienden como prioridades el acceso al trabajo, la educación (destrozada en parte con la Nueva Escuela Mexicana, un dictado externo), la salud y la vivienda como lo estipula la Constitución. Hasta ahora, Sheinbaum, más allá de repetir a López Obrador, tal vez no comprenda lo que implica tener un aparato de Justicia totalmente inoperante, aunque la Ciudad de México ciertamente ha marcado algunas diferencias, no menores, por honestidad. Hay que decirlo de otra manera: López Obrador se retira, dice, "porque es partidario de la no reelección", pero no se le está preguntando por lo que decida según su opinión, sino que tiene que obedecer a la Constitución. Tampoco es que "la clase media" va a "darle derechos" a la gente, sino que es obediencia a la Constitución. Si López Obrador tiende al trato de iguales con la gente de abajo, Sheinbaum, casada con un hombre de familia acomodada de Sinaloa y financiero, dispuesta a aparecer en Coquette y a anunciarse con Martha Debayle, tiende con los de abajo a verlos entre por encima del hombro y como niños.

       El problema está en saber si alcanzará para todo. Retomando al infravalorado historiador Enrique Semo (Ideas para continuar la 4T), que recuerda el problema de "transformar culturalmente a los transformadores", habría que ver si se puede salir de la "modernización pasiva" de sexenios anteriores para darle a la gente de abajo mayor protagonismo: derechos, sí, pero también obligaciones. Un camino es el de garantizar salud, alimentación, trabajo, educación y vivienda DE CALIDAD para todos, y otro el de las energías renovables, la adaptación al cambio climático, el nearshoring y las mujeres, "agenda" Demócrata estadounidense, y mientras Estados Unidos juega a dos bandos. Cuenta con la adhesión de "duros" de MoReNa que no son sino, como los "demócratas liberales", libertarios, que juegan a la libertad sin ley. Así pues, seguimos "en proyecto" mientras otros operan en concreto; en la esperanza, mientras otros están aquí y ahora. Hablando, así, de cosas que no se pueden ver, como "proyectos de nación" o "comunismo" (risotadas). (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 21 de febrero de 2024

ABRAZOS, AL ESTILO USA

 Que Estados Unidos haya intervenido en 1989 en Panamá para sacar a un "narcodictador" es falso. A lo pocos años, la misma potencia se sirvió del militar Raoul Cédras, en Haití, ligado al narcotráfico, para derrocar al presidente de izquierda Jean-Bertrand Aristide. Cédras fue siempre solapado por Estados Unidos.

      En Haití se precipitaron entonces los problemas de trasiego de drogas, incluyendo marihuana desde Jamaica. Es probable que, al oír "Jamaica", más de uno piense en cruceros, playas o reggae. Desde mediados de los años '70, cuando estaba triunfando Bob Marley, los políticos jamaiquinos ya se estaban metiendo a arreglar sus diferencias a tiros.

     Jamaica es el país más violento de América Latina y el Caribe, por tasa de homicidios ( y cuarto lugar del mundo, según Naciones Unidas), y la capital jamaiquina, Kingston, es considerada "la capital mundial del crimen", tomada en parte por pandillas o posse. Las pandillas controlan sectores para partidos políticos (Partido Nacional del Pueblo, oeste y sur de Kingston, o  Partido Laborista de Jamaica, este de Kingston, habiendo sido el partido de Edward Seaga, empresario de origen libanés, que contribuyó en grande al desmantelamiento social en la isla). Lo que en tiempo de Marley era una disputa por territorios y votos se complicó por la pelea por el trasiego de drogas y armas. Jamaica es el principal proveedor de droga a Estados Unidos. Es también una ruta de la cocaína sudamericana. Las pandillas logran en Estados Unidos su acceso a las armas.  La declaración de estados de emergencia no ha tenido los efectos esperados. Parte del problema es el enquistamiento de las pandillas en los partidos políticos. Estados Unidos, que tiene una vicepresidente de origen jamaiquino (Kamala Harris) y ha tenido altos jefes militares del mismo origen (Colin Powell), no se ha inmutado en lo más mínimo. Ni siquiera se cortan los vínculos de pandillas locales en ciudades como Nueva York o, fuera de Estados Unidos, Toronto o Londres. Desde este punto de vista, no estaría de más señalar que no se interceptan las redes de un Cártel como el de Sinaloa en Estados Unidos, muy extendidas, y en cambio se permite desde la potencia la repatriación de pandilleros -lo que había contribuido a un infierno en El Salvador- y narcotraficantes como Guy Philippe a Haití.

     Jamaica no tiene una pobreza mayor, y no es nada comparable a Haití. La fachada jamaiquina vive de turismo, remesas, minería (bauxita) y algunas exportaciones agrícolas todavía. Existen algunas manufacturas de textiles. Jamaica tiene cerca del 20 % de la población en la pobreza, por contraste con alrededor de casi el 60 % en Haití. Hay menos pobreza en Jamaica que en Argentina -y que en México, por lo demás, según datos de Statista. Así, no hay vínculo comprobable de causa a efecto entre pobreza y delincuencia. Son muchas las maneras de confirmarlo. Es un país un poco pobre -mucho menos que antes-, Bolivia, que tiene la menor tasa de homicidios de la región. Jamaica tiene un IDH (Índice de Desarrollo Humano) más bien alto, aunque por debajo de Cuba.

      La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha hecho estudios que demuestran que, en América Latina y el Caribe, efectivamente no hay relación directa entre pobreza y violencia, En cambio, la desigualdad sí tiene que ver, o, dicho de otra manera, no es ajena a la delincuencia la ostentación de riqueza o extrema riqueza.-Como no hay relación con la pobreza, hay más violencia urbana que rural, por lo que la violencia tampoco tiene que ver con el atraso. El desempleo tampoco está asociado mayormente con delincuencia. Con todo, lo que sí llama la atención es que hay relación entre inasistencia a la escuela y delincuencia: sin trabajo y sin escolaridad, sí se da en los homicidios. El otro factor, que tampoco tiene que ver con la pobreza, es la baja institucionalidad y, sobre todo, la impunidad en el aparato Judicial: el nivel de impunidad en homicidios, según la CEPAL, supera el 90 % en países como Brasil, Colombia, Venezuela y México. Este último país se encuentra entre los 13 que ostentan la más alta tasa de impunidad en el mundo. En suma, lo que se ofrece a los pobres es escuela de pésima calidad, impunidad, “ocio” y ostentación de riqueza, por lo que el problema sale del terreno de los pobres para ubicarse en los desplantes de los ricos, las distorsiones que introducen en la Justicia (quien la puede comprar y quien no), la impunidad (parte de lo mismo) y la oferta de "empleos paralelos" no mal remunerados, sino que encajan con la desigualdad ostentada. Jamaica agrega a las fachadas para el turismo tipo Montego Bay la antigua producción de ganja (marihuana) y un lugar geográfico muy útil. El reggae ha degenerado en parte de la música lumpen de reggaetón, que ya no es para ex esclavos liberados que sueñan con volver al África, sino para atontarse los sentidos y provocar al escucha. (del pasado, da click en el botón de reproducción).



martes, 20 de febrero de 2024

PA PI MAL

 El 7 de febrero debía retirarse el "primer ministro" haitiano, Ariel Henry, pero no lo hizo, desatando una ola de protestas callejeras, de las que por cierto no se dijo prácticamente nada. La inseguridad es tal que hasta los policías que pueden tratan de abandonar el país. Lo han hecho casi tres mil policías, según The New York Times. No es mucho el seguimiento "intelectual" de la situación haitiana, más allá de la tendencia a repetir que es "el país más pobre del hemisferio occidental" (60 % de la población en la pobreza, según un documental de Chris Hedges para TRNN, con 30 % en inseguridad alimentaria y 50 % sin acceso a agua potable, pero también muy buena vida para el cinco por ciento que se lleva 85 % de la riqueza nacional) y el primero que logró su independencia en América Latina. La izquierda no quiso recoger nada del legado del asesinado presidente Jovenel Moise, que fue ultimado al buscar dar a Estados Unidos una lista de políticos haitianos ligados al narcotráfico. Estados Unidos parece haber optado más bien por permitir que Henry siga en el cargo y por hacer intervenir un pequeño grupo de policía de Kenia (unos mil efectivos), lo que con todo no se ha concretado.

     Parte de dicha inseguridad es debida a pandillas, sobre todo en buena parte de Puerto Príncipe. Sin embargo, se ha agregado una brigada armada en principio destinada a proteger de peligros ambientales (B-SAP, Brigada para la Seguridad de Áreas Protegidas). Ciertos miembros de estas brigadas son afines a Guy Philippe, antiguo comandante de la policía y golpista que depuso hace años al popular sacerdote de izquierda Jean-Bertrand Aristide, en 2004. Philippe estuvo preso en Estados Unidos acusado de tráfico de droga. Lo que está claro es que Haití cambió: dejó de ser pobre para ser en buena medida pobre y lumpen, lo que hace mucho se limitaba al paramilitarismo de la dictadura Duvalier. El tráfico de droga ha contribuido a la podredumbre. Donde hay este tráfico proliferan por lo demás las armas. México sabe algo de ésto, habiendo tenido que reclamarle a Estados Unidos que deje de meter armas en el país. Sea Henry o sea Philippe, Estados Unidos parece seguir apostando a la derecha haitiana sin que importe que el país se hunda.

      Philippe y algunos líderes de pandillas, como Jimmy Chérizier, "Barbecue", no quieren la injerencia externa directa y hablan de "revolución", para confundir las cosas. "Barbecue" dice tranquilamente que los políticos haitianos son "asesinos" y tiene "Fuerzas Revolucionarias de G9 La Familia". Henry había pactado una transición con el llamado "Pacto de Montana", pero no se cumplió el plazo y la oposición está bastante dispersa, pese a acuerdos generales. Chérizier está curiosamente en la mira de Open Society y National Endowment for Democracy, la segunda, tapadera de la Central de Inteligencia Americana (CIA), pero no es exactamente un "rebelde primitivo". Las condiciones están en una capital que, según el programa de Hedges, pasó en cuatro décadas de 500 mil habitantes a tres millones.

      La situación haitiana impide tratar ciertos hábitos psicosociales. El hombre haitiano tiende frecuentemente a hacer las veces de imbatible "Don Juan", arrasando con cuanta mujer se encuentra delante, de manera bastante tolerada en las costumbres, creyéndose un "reyecito". Al mismo tiempo, la familia haitiana tiende a ser matriarcal (con un fuerte peso de la madre en los hijos), a partir del ámbito doméstico y las relaciones familiares y otras, "desde la cocina", sin que sea vea mucho por las "andanzas" de marido e hijos. Es el tipo de estructura que reproduce al "reyecito" que cree que el mundo le pertenece. Si acaso se tratara de feminismo para cambiar las cosas, habría que empezar por las formas de socialización adquiridas en familia y que no exentan a las matriarcas. Este tipo de estructura existe en las familias negras de Estados Unidos y hace rato que se ha demostrado que no cambia con la "acción afirmativa", además de empujar a dos cosas: la delincuencia entre hombres y los hogares con mujer sola, si bien no es exactamente el caso de Haití. Más allá de "redes de solidaridad", la reproducción de hábitos viciados se juega en lo dicho y no puede hacerse pasar por "cultura", mucho menos por "resistencia". En años de intervención, Estados Unidos no cambió gran cosa y más bien fomentó el parasitismo, y al mismo tiempo el descontento con la injerencia externa. Ahora a ver quién para a los "reyecitos" que creen suyo lo ajeno y han obligado recientemente, siempre según datos de The New York Times, a la emigración de unas 150 mil personas, sobre todo a Estados Unidos. 

       Hatí fue ocupada de 1916 a 1934, sin demasiada resistencia, y después vivió las dictaduras de Duvalier, apoyadas por Estados Unidos, que volvió a ocupar indirectamente el país por años, a través de una fuerza multinacional, con tal de que Aristide no pudiera hacer gobierno (2004-2017). Como es fácil apreciar, la injerencia externa no arregló nada: instaló el "caos controlado", incluyendo una epidemia de cólera que costó 10 mil vidas. Las ONGs (organizaciones no gubernamentales) hicieron su negocio embolsándose dinero para "ayudar a Haití". Si Puerto Rico muestra la fachada de prosperidad en la asociación con Estados Unidos, Haití muestra lo que hace la potencia con los pobres.

(da click en el botón de reproducción). Cierto, las cosas siempre pueden estar peor, pero no es ninguna sabiduría (pa pi mal, "no está peor").









sábado, 17 de febrero de 2024

O GUATEPEOR

 Acercarse a Estados Unidos no forzosamente es garantía de fachada de prosperidad como la de Puerto Rico. A su manera, Haití también se acercó, pero la Fundación Clinton, el actor Sean Penn y una miríada de organizaciones no gubernamentales (ONGs) lucraron con la desgracia haitiana sin reparar nada, al grado que Haití hoy no sólo es Estado fallido, sino gobierno fallido y, desde hace rato, lugar de tránsito de droga tolerado, como muchas otras islas de las Antillas. No sirve de gran cosa repetir toda la vida lo que América Latina le debe a Haití por su independencia temprana ni hacerse de la vista gorda ante la gravedad de lo que ocurre, escudándose en algún privilegio de los que crea el centro-izquierda en lugares como el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), que a falta de criterio propio sigue los aires del viento "progresistas".  El Pacto de Montana o algunas solidaridades internas no cambian el hecho de que el 7 de febrero venció un periodo presidencial sin convocatoria a elecciones, sin Legislativo desde 2020 y sin aparato Judicial. Ariel Henry, presidente haitiano, violó el Acuerdo de Montana, quedó como interino Fritz Jean y como primer ministro Steven Benoit, antes de que Henry lo desconociera. No parece que Estados Unidos quiera destrabar la situación.  Medio mundo está armado: desde las pandillas hasta la B-SAP (Brigada de Seguridad de las Áreas Protegidas).

       De una manera general, la situación de todo el Caribe ha empeorado, lo que incluye a Cuba. Gracias a Internet, no faltan reportajes sobre la isla, en Youtube por ejemplo, y es notorio que las cosas no van bien. Hay marginación, algo de gente "en situación de calle" y brotes de delincuencia, tres cosas que no existían, además de que el estado de la población es menos sano. La creación de riqueza no crece. Lo que es muy llamativo es la caída en el IDH (Índice de Desarrollo Humano):  del lugar 53 en el mundo en 1990 y todavía 55 en 2007 (pasado el llamado "periodo especial")  al lugar 83 en 2022, según datos del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo). En 2023, según el portal Rebelión, 66 mil 626 familias tuvieron que recibir ayuda de colchones, muebles, ropa, calzado y utensilios de cocina.

     Pareciera estarse agudizando un país de "dos velocidades", el vinculado a las remesas y el turismo y el otro, mientras la burocracia le apunta al primero, en particular el turismo, en detrimento de la agricultura, la salud, la educación y la ciencia y la innovación tecnológica. El descuido de la política social se ha reflejado en cierta baja de la esperanza de vida al nacer , en la calidad de la educación y el acceso a la misma y la reparación de vivienda y otros sectores (Cuba se ve, sí, destartalada). La pérdida de capacidad adquisitiva del salario es llamativa (menos de la mitad del salario nominal de...1989). Prosigue la hostilidad a la creación de pequeñas y medianas empresas y la ineficiencia del sector estatal. No se crea que todo es invento del socialismo cubano, como por ejemplo los problemas actuales de una educación en la cual los títulos y las acreditaciones son un fin y no un medio, los maestros no saben más que los libros de texto que enseñan e impera como supuesto "remedio" la "reunionitis", según lo han expuesto cubanos mismos en Rebelión. También hay economistas que han expuesto que no todo es debido al bloqueo. Es de agradecerse seguramente que se persista a veces en el antiimperialismo, pero está menos claro que sean amigos quienes no ven los problemas internos -o se hacen de la vista gorda, ya que después de todo también son "turistas revolucionarios"- y se la pasan, como la burocracia, esquivando la palabra "socialismo" y saliendo al paso de todo con frases de "Fidel" y de José Martí. Ya debería haber pasado la hora de los Comités de Solidaridad para privilegio de unos cuantos y barrer cualquier discrepancia bajo la alfombra. La Revolución Cubana no está exenta de haber causado más de un daño.

     Cuba es un país igualitarista, por momentos Estado de Bienestar (cuando el IDH ha sido alto), pero incapaz de centrarse en el trabajo como criterio cuantitativo y cualitativo para salir de problemas, por lo que no es propiamente socialismo. Si así fuera, estaría en mala situación quien no trabaja mucho ni bien y en buena quien sí lo hace. En cambio, más allá de una reciente propagación del lumpen, puede gozar de privilegios alguien que se dedica en un cargo público o una embajada a ir de acto protocolario en acto protocolario haciéndose invitar para vivir de palabrear, poesía aparte. Son los incondicionales del poder de todo Estado de Bienestar, y el aparato, de ser correctas las observaciones de Rebelión, vive al modo del antiguo régimen, que parasitaba al extranjero, de donde la atracción por el turismo. Los bolsones de marginación deberían ser un llamado de alerta. Por lo demás, no deja de ser extraño hasta qué punto el aparato le da la vuelta a lo advertido por sus líderes, como Raúl Castro y, en el pasado, hasta cierto grado, Fidel Castro al criticar la corrupción en la isla. Es que, pareciera, también hay cierto "bloqueo" interno que ni siquiera toma en cuenta los anhelos de gran parte de la población y tiene en cambio el muy latinoamericano vicio del poder como fin y no como medio para servir. No es que las cosas no se discutan: es que nunca falta una frase de "Fidel" o de Martí para ahogar las iniciativas en algún "fragor del combate" donde el mérito es a la jerarquía y no al trabajo. El "guapo" o "chulo" que se hace mantener estando abajo es el primero en no acordarse de quien le tendió la mano, cuando ya se ha convertido en funcionario. El hábito psicosocial no cambia. Se exploran algunos caminos, pero no estaría mal que se dejara de lado el mal gusto lumpen, en boga desde los '80 y acentuado en los '90, y que no se diera -porque está sucediendo- en que el socialismo es hacer que la nada alcance para todos (da click en el botón de reproducción).



jueves, 15 de febrero de 2024

¿CUÁL ES EL MODELO?

 La comparación de uno que otro país de América Latina con Puerto Rico tiene como fin destacar lo siguiente: la pérdida casi completa de soberanía económica hasta que empieza a erosionarse también la soberanía política, así exista en ciertas formas. Es algo que se justifica con la creencia de que no se puede hacer de otro modo. Al mismo tiempo, implica que, salvo excepciones, en vez de Estado -con lo que implica de soberanía- no queda más que gobierno y, ligado a éste, tal o cual facción política sin idea del interés general. No es buen síntoma amenizar actos oficiales con canciones de Calle 13 (de Puerto Rico) o invitaciones a Bad Bunny (también de Puerto Rico).

     La isla caribeña tenía hasta los años '50 ciertas condiciones económicas para la independencia, pero las perdió. Puerto Rico es un país pionero de las maquiladoras, que en ese país se llamaron "industrias por invitación", y que en la actualidad representan un rubro importantísimo de la actividad económica local, en particular en la farmaceútica (se sumarán la electrónica, la química, la aeroespacial y la biotecnología). Atrás quedaron las fábricas locales de vidrio, cartón, cemento y algunas otras más. Las empresas extranjeras -que comenzaron con los textiles- se vieron atraídas por la mano de obra barata y las exenciones fiscales. En un comienzo, fue algo de apariencia positiva, aunque con otro elemento: la emigración a Estados Unidos, de tal forma que hoy viven más puertorriqueños en Estados Unidos que en Puerto Rico (poco más de tres millones de habitantes contra poco menos de cinco millones en Estados Unidos, según cifras oficiales). Atrás quedaron los rubros tradicionales, como la caña de azúcar (fue remplazada por la ganadería), y con la modernización y urbanización fueron apareciendo los centros comerciales, una infraestructura mejor (Puerto Rico tiene una de las mayores aglomeraciones urbanas del mundo), ingresos promedio superiores y la caída de la pobreza, que era de más del 60 % en 1970, según artículos especializados. Nada demasiado diferente de algunos otros países latinoamericanos, salvo en lo temprano de la apertura a las maquiladoras y al incremento de la emigración. A la larga, y pese a que hoy no cuentan tanto las remesas, se añadió a las "industrias por invitación" el turismo en grande. La emigración fue cambiando: de gente pobre a gente de clase media profesionista, y de la costa Este de Estados Unidos a Florida y otros estados. Ante la nueva realidad -industria dependiente del exterior, gran parte de la población en el extranjero, turismo de masas-, fue bajando en política quien quisiera la independencia, entre otros argumentos, sin duda, con el de que la isla se quedó sin economía nacional, si se dejan de lado los trucos contables: un servicio al turista como "exportación puertorriqueña", una exportación de una transnacional como "exportación puertorriqueña" o un ingreso por remesa como "ingreso nacional". En términos económicos, Puerto Rico prácticamente se acabó como nación, lo que no impide que tenga gobernador, autonomía, Constitución, juego de partidos y lo que se quiera. De manera sorprendente, no se ha querido ver en América Latina lo que comenzó con el endeudamiento en los años '70: la hipoteca de la nación económica hasta tener que venderla entre los '80 y los '90. Antes del proceso descrito, sí, Puerto Rico tenía también sus empresas públicas. El problema estriba en saber a dónde se puede ir políticamente cuando ya no se tiene gran cosa de economía nacional.

      Puerto Rico tiene toda la fachada de modernidad, pero cerca del 45 % de la población en la pobreza, muy por encima de poco más del 18 % del estado más pobre de Estados Unidos, Missisipi. Para compensar un poco, están las "ayudas sociales", a partir de fondos federales estadounidenses: programa nutricional, ayuda temporal para familias necesitadas, seguro social, cupones de alimentos, seguro de desempleo, pensiones de veteranos, becas y subsidios educativos...En algunos casos, estas ayudas permiten no trabajar.

     Pegarse de un "modelo" como el puertorriqueño da algunas ventajas, puesto que el ingreso medio de la isla es bueno, el IDH (Indice de Desarrollo Humano) alto y San Juan, la capital, tiene uno de los mejores niveles de vida de América Latina. Para conseguir estas ventajas hay que renunciar a toda independencia o ser apolítico (en el último plebiscito votó apenas 22 % de la gente), porque pegarse como lo ha hecho Haití termina en el desastre más completo, el Estado fallido sin siquiera gobierno. Lo que no funciona es, para casi el 45 % de la población, según cifras reiteradas en la Web, la salida de la pobreza, ni convergencia alguna con los estándares estadounidenses. Puerto Rico tiene una criminalidad que triplica a la de Estados Unidos. Es apenas una creencia el sostener que con un "modelo" así se es "una potencia", se sale de la "mediocridad" o se alcanza a la potencia. Ni siquiera funciona la creencia en "los dos tercios" (dos tercios de la sociedad viviendo muy bien y el otro tercio esperando que le tiendan la mano, que es lo que cree el equipo dirigente ruso, por ejemplo). Puerto Rico no es Escandinavia. Tiene un IDH comparable a la Argentina, eso sí, por encima de Costa Rica y Uruguay, y del país que les sigue, Cuba, aunque la desigualdad es mucho más flagrante en Puerto Rico. Se trata de un "modelo" que, al precio de perder la identidad y de ir a buscarla en universidades estadounidenses, para reexportarla, y de no tener nada propio con qué defenderse en caso de crisis, no está nada mal para quien caiga en la mitad correcta "de la Historia". Lo único es que son en realidad dos países y que hace rato que la promesa del "milagro" ya pasó. Y pasaron muchos años y no fueron felices para siempre. Al menos no todos, ni de lejos (da click en el botón de reproducción).

Los puertorriqueños no pueden votar en elecciones estadounidenses. En el último plebiscito, en 2017, el 97 % de los votantes (en medio de un enorme abstencionismo) se pronunció por la estadidad y apenas 1,5 % por la independencia. 


martes, 13 de febrero de 2024

VIEJO BARRIO QUE TE VAS...

 Lejos de "la Suiza de América", el gobierno uruguayo de derecha se ha visto envuelto en uno que otro escándalo criminal, de tráfico de droga, para ser más precisos.

      No es algo que importe demasiado a la jefe del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson, que estuvo de visita reciente en el Uruguay. Hay cosas que funcionan, como la de golpear por la derecha, sin que importe que sea delincuencial, para orillar a la izquierda a recorrerse al "extremo centro". La dizque izquierda, después de haber renegado de su propia historia, considerando que "no era su historia", según llegó a declararlo alguna vez un diplomático panameño, ahora tampoco tiene sentido de patria. Es así que Richardson se entrevistó con la intendente de Montevideo,  capital uruguaya, Carolina Cosse, precandidata del Frente Amplio (se supone que de izquierda). Cosse decidió compartir con Richardson un programa que incluye a Bloomberg y las universidades de Harvard y Johns Hopkins. Para variar, Cosse es afín al Movimiento de Participación Popular, que dentro del Frente Amplio  representa a los ex guerrilleros Tupamaros, de los que formó parte el presidente José Mujica.Este tipo de cosas no debiera extrañar: gobiernos progresistas como el de Gustavo Petro, pese a ser golpeados sistemáticamente, no dudan en irse a arrojar en brazos de Estados Unidos y de la señora Richardson. Asidua de Colombia, es la segunda vez que se apersona en el Uruguay. La "izquierda" no tiene modo de defenderse porque, además, ha optado por el lema de la primera ministra Margaret Thatcher: "there is no alternative" (no hay alternativa). Alguien debió poner atención a lo que declaró, palabras más, palabras menos, la candidata oficialista Claudia Sheinbaum sobre la relación entre México y Estados Unidos: "es un matrimonio que no puede divorciarse". La "izquierda" participa activamente en el sabotaje de cualquier alternativa o incluso "variante", como el presidente salvadoreño Nayib Bukele o el Republicano estadounidense Donald J. Trump.

      Mujica, muy conocido en el exterior (fue traído a México por el oficialismo y agasajado por el canciller Marcelo Ebrard), alguien que no ha dudado en entrevistarse con el magnate húngaro-estadounidense George Soros (el de muchas "revoluciones de color") no dijo nada de la visita de Richardson, al menos nada recogido visiblemente en la Web.  Yamandú Orsí, precandidato "pollo" favorito de Mujica,  intendente de Canelones, la segunda ciudad más populosa del Uruguay, ya fue de visita a Estados Unidos (Orsí es líder en las encuestas del Frente Amplio y es también parte del movimiento de ex tupamaros). Para regocijo de un portal no muy amable con la izquierda como Infobae, Orsí se entrevistó con Diálogo Interamericano y dijo querer atraer más inversión estadounidense al Uruguay. En su momento, Mujica ya había corrido a entregarse al presidente estadounidense Barack Obama. Estados Unidos juega tranquilamente a dos tableros con los Demócratas.

     Según lo explicara hace poco el portal de Rebelión, el Uruguay del actual presidente Luis Lacalle Pou las acumula: exceso de mortalidad por vacunación COVID (considerando la fecha de inicio del registro de sobremortalidad anual), un campo con problema serio de agrotóxicos, fragilidad en el suministro de agua potable,  aumento del consumo de droga, de los homicidios, mayor presencia de transnacionales y CESIÓN DE LA ENSEÑANZA (como la que tiene en mente en la universidad pública mexicana el Instituto de Estudios para la Transición Democrática, que entiende por "democracia" el "consensuar" las imposiciones), aumento de obesidad por comida chatarra, deterioro de los servicios municipales y las conductas cívicas, etcétera. Lo de la COVID debería llamar la atención por la manera en que el subsecretario mexicano de Salud, Hugo López-Gatell, de la generación de Sheinbaum, se entregó a las versiones estadounidenses predominantes sobre la crisis sanitaria; por su parte, el ex rector Juan Ramón de la Fuente, que hace las veces de "chapulín" y está ligado al Instituto Aspen, ha sido el encargado del programa de nación (?) de Sheinbaum. La vicepresidente de Colombia, Francia Márquez (la del "vivir sabroso") no ha tenido empacho en ser patrocinada por Soros. En suma, todo un espectro político, de derecha a izquierda, se ha colocado de una u otra manera bajo tutela estadounidense. Es así que Richardson busca recuperar posiciones en Sudamérica: Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay, sin contar con la manera de Javier Milei, presidente argentino, de haber corrido a Washington, capital estadounidense, apenas electo. A este ritmo, lo más uruguayo que hay, por lo pronto, es lo que sigue, más considerando que Richardson alabó en el Uruguay "las playas más bonitas de la región"(da click en el botón de reproducción):



domingo, 11 de febrero de 2024

NOS ACERCAMOS A LA TIERRA DEL EDÉN

 No es fácil que suceda. Hace mucho rato que una de las formas favoritas de proceder de Estados Unidos es mandar a gente de la Organización de Estados Americanos (OEA)  a "vigilar elecciones" para arreglárselas                 para señalar presuntos fraudes. Se hizo en 2019 en Bolivia, y a la larga quedó demostrado por estudios hechos en Estados Unidos que no había existido fraude alguno. Se hizo en Panamá en 1989 y fue el preludio de una invasión: lo que nunca se dijo es que Estados Unidos se entrometió en las elecciones mediante radioemisoras en Costa Rica y en el mismo Panamá , en algo que llevó a agarrar a gente en flagrancia, mientras, de manera ilegal, tropas estadounidenses circulaban por territorio panameño. El Tribunal Electoral local determinó que, en una atmósfera así, de agresiones, no había condiciones para elecciones limpias. Violando su propia Carta, la OEA exigió que se entregara el poder a la oposición.  Panamá había quedado con un presidente encargado, Manuel Solís Palma, y se buscó turnar el problema a Naciones Unidas y la Corte Internacional de La Haya. En éso Estados Unidos se adelantó, fabricó un pretexto e invadió. De los pocos que han reconstituido los hechos está el panameño Julio Yao Villalaz , cuyos escritos se encuentran en la Web (se publicaron en La Estrella de Panamá).   Nunca hubo ningún "golpe de Estado" en Panamá, contra los que han dicho las cosas con tal ambiguedad -rechazando la dizque "dictadura norieguista"-                                        que no queda claro quién dió ese supuesto "golpe". No hubo ninguno, salvo el fallido de Moisés Giroldi                                                                                                         , impulsado con contubernio estadounidense. Recientemente, en el Perú, Keiko Fujimori, habiendo perdido las elecciones frente a Pedro Castillo, intentó hablar de "fraude" y que interviniera la OEA.  A juzgar por lo que fue a pedir a Estados Unidos la candidata opositora Xóchitl Gálvez -que Estados Unidos vigile las elecciones mexicanas, además de que dicha candidata se entrevistó con Luis Almagro, secretario general de la OEA- , es la enésima vez que se repite el guión, si es que Gálvez -y es un puro supuesto- logra acercarse a la puntera oficialista Claudia Sheinbaum. Parte del guión, además de sugerir que México tiene un "narcopresidente", consiste en decir que se trata este año de "elecciones de Estado", como lo repite por ejemplo el candidato opositor en la Ciudad de México, Santiago Taboada.

     Una cosa es el Estado, garante del interés general o de la voluntad general, y otra cosa el gobierno. No es posible pedir evitar "elecciones de Estado" cuando se ha contribuido a debilitarlo y a privilegiar intereses de facción, incluso ligados al crimen organizado y probados, como en el caso de quien fuera secretario de Seguridad Pública con el gobierno de Felipe Calderón (Acción Nacional-PAN), Genaro García Luna, quien no garantizó la seguridad de todos, sino la de por lo menos un Cártel. Los gobiernos del PAN no tuvieron realmente estadistas.

     Gálvez podría reparar en la manera en que Santiago Taboada manejó la alcaldía Benito Juárez, hace rato en manos del PAN. Desde 2008, siendo delegado Jorge Romero Herrera, hasta hace poco, ya con Taboada en la alcaldía, se construyó la friolera de más de mil edificios ilegales   . De las 841 obras irregulares por tener problemas de colindancia -lo que pone en riesgo la seguridad de los habitantes-, 190 se construyeron con Taboada, según fue denunciado en el portal Sin Embargo (https://www.sinembargo.mx/24-04-2023/4329552), que tiene la ventaja de haber hecho con vecinos un mapa comprobable, calle por calle, de las irregularidades.     De remate, se construyeron edificaciones con niveles prohibidos (seis en lugar de tres). Lo dicho significa que quienes adquirieron estas propiedades fueron objeto de fraude. Ya hay un ex jefe delegacional preso por el asunto, Christian Von Roerich (PAN), quien se presentaba de por sí con un nombre estafa: "Von", en alemán, quiere decir "de", y se ostentaba como "Christian Von " (es decir, Christian De). Simplemente, delegación o alcaldía se coludieron con inmobiliarias, autorizando manifestaciones de construcción  a cambio de departamentos, y esparciendo que "todo" -lo que fuera- se debía a un bando emitido cuando el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, fue jefe de gobierno capitalino-. Hasta la fecha, es el tipo de tangente por la que se va Taboada, sin importarle que la alcaldía esté "blindada" con más de mil potenciales Rébsamen.  Resulta que es lo único que tiene hasta ahora -Taboada- la oposición que ofrecerle a la Ciudad de México. Taboada repite que es "perseguido político", que enfrenta "elecciones de Estado" y que, dado que hay uno que otro anuncio de Russia Today en el Metro, existe "injerencia rusa" (!otra vez: la mano de Putin!). Taboada ya se apersonó en Estados Unidos, con el Consejo de las Américas (Council of Americas), la Cámara de Comercio de Estados Unidos...y Luis Almagro. El mismo guión.

       Dentro del bloque opositor, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue estafado, como le ocurrió a Miguel Ángel Mancera, pese a tratar de oponerse, y el PRI va a remolque, mientras otros se pasan a Movimiento Ciudadano (Alejandra Barrales, Claudia Ruiz Massieu). Por ahora, no es predecible lo que vaya a ocurrir en Estados Unidos, pero, de seguir la política actual, no se excluye que se deje caer a los amigos, si es que lo son, y no en realidad simples socios, aunque sea para cooptar a la izquierda: ya se hizo con García Luna o con el presidente hondureño Juan Orlando Hernández, como se hizo con Keiko Fujimori y por cierto que con la Sra. Jeanine Añez en Bolivia. Estados Unidos baraja alternativas según sus intereses, no los de los delincuentes que se le entregan sin condiciones y, por lo mismo, no sirven, salvo para "ablandar" golpeando y buscar orillar a la izquierda al centro o extremo centro. La cosa no es forzosamente entregarse para ser usado, sino negociar para alcanzar lo propio en el reparto, lo que divide en parte a la clase media. Es, cómo decirlo, un llamado al oficialismo a que también se ahorre, en lo que le corresponde, una política de facción. El único problema no son los sobres de Pío y Martinazo -no muy equiparables a las entradas por departamentos de los encargados de Benito Juárez-, los presuntos dineros del narco en campaña (no terminados de probar), o los no probados negocios de Bobby o José Ramón (¿por qué en cambio no puede ser tocado Julio Scherer Ibarra?). Si el piso no es parejo, ni de un lado ni del otro, es que no queda gran cosa de interés general, lo que seguramente explique que hace rato que no se habla del Estado mexicano o de la nación mexicana.     (da click en el botón de reproducción: el cantante es muy mexicano...).


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viernes, 9 de febrero de 2024

LOS ESTADOS UNIDOS DE LA PALABRA

 Socorro Díaz es una periodista y política mexicana que fue priísta (del oficialista PRI- Partido Revolucionario Institucional) durante un buen tiempo, antes de irse al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Díaz consiguió que el periódico El Día tuviera un papel decoroso y que, entre otras cosas, recibiera a exiliados latinoamericanos que un buen día se olvidaron de dar las gracias por las oportunidades recibidas (precisamente con uno de esos exiliados en El Día Latinoamericano, muy al final, echó las cosas a perder "encargando" lo que había que decirSocorro Díaz, en cambio, dejaba bastante libertad para escribir, ni se diga sobre asuntos internacionales, publicando incluso documentos clave como los de Santa Fe II). Escribía entre otros un gran ejemplo de periodismo, Gregorio Selser, de origen argentino, cuya modestia -que no fue heredada, como tampoco su honestidad- contrastaba con las pretensiones de sacar ventaja existente entre tantos exiliados. Lo dicho viene a cuento porque Díaz transmitió el mando presidencial mexicano en 1988, y debía decir: "y ahora, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos hará uso de la palabra". Hubo un lapsus gracioso: "el presidente de los Estados Unidos de la palabra..."; Díaz corrigió enseguida, aunque no se hubiera equivocado para nada si hubiera proseguido con "hará uso de los mexicanos".

     Hay distintos fines para los que se habla y uno de ellos, en un intercambio de ideas, puede ser encontrar la verdad, así sea relativa. Antes, en la cultura señorial, la palabra era un artificio, con frecuencia retórico, para engañar y maniobrar, sin renunciar a una careta religiosa. Hoy predomina en cambio la visión pragmática de la verdad: en la palabra, es verdadero lo que es útil. Puede ser útil para obtener o mantener una ventaja, o para otros fines: es así que no importa faltar a la lógica, no ser coherente, no saber el significado de las palabras con tal de que lo dicho o escrito sea útil, en primer lugar para quien lo dice o lo escribe. Se vale de todo si con la palabra se hace negocio -se obtiene rating- o se mantiene una ventaja real o supuesta, la de ser "alguien". Si la verdad es lo verificable, no se verifica nada: se puede calumniar, difamar, dedicarse a la maledicencia, golpear sistemáticamente (y con saña), esparcir rumores, adulterar, falsear, etcétera, con la creencia de que, si resulta útil, así sea para quedar bien, luego entonces es lo verdadero. Algunos son hábiles para fórmulas -nótese que no se hace aquí uso de ellas- del estilo "como todo el mundo sabe", "es irrefutable", "es evidente", y así, sin menor asomo de duda. La gente que procede así puede usar verdades a medias, servirse de montajes, y en algún momento escogió alguna forma de "sentido común" para resguardarse en el "todo el mundo lo hace", para lo que hay que atacar con denuedo a quien, justamente, no lo hace. El problema de inundar los medios de comunicación masiva con este tipo de gente es que, para muchos, se termina por no discernir lo verdadero de lo falso, puesto que algo falso se presenta como verdad si es útil.

     Queda por saber si quien hace caso, más allá de buscar contrarrestar (lo que seguramente no sirva de mucho), no lo hace porque, también, le parece útil creerlo, e importa más "para qué sirve" repetir lo escuchado o lo leído que saber si es verdadero o no, es decir, verificable o no. Dicho de otro modo, tampoco importa mucho no probar e incluso hacer pasar por "evidente" al margen de un criterio de verdad especificado. Repetir sin verificar puede ser una manera de buscar alguna ventaja, de creerse "alguien" -así se diga "lo que todo el mundo sabe"-, de hacerse el interesante o de aferrarse, a fin de cuentas, a algún "interés". Otra vez, el riesgo está en no tener medios para discernir lo verdadero de lo falso. A final de cuentas, en conjunto, se pierde la capacidad de discernimiento y hasta de saber lo que está realmente en juego: golpear o maniobrar se vuelven fines en sí mismos, como el de "vender tal o cual idea" sin que importe su valor y así sea fraude. ¿y no hay pandemia de sofistas, la clase de gente que hace pasar por verdadera cualquier falsedad? El problema está en el mecanismo: no sirve de nada oponerle alguna supuesta "verdad revelada", un sermón, un intento de catequizar o retórica, en buena medida porque el sofista es como el teflón. Como ya se había dicho, al Homo Sapiens le tomó mucho tiempo llegar a un intercambio de ideas que hoy no es tal, salvo excepciones, sino que es lo que resulte de dos o más monólogos en una "guerrita" de adjetivaciones y descalificaciones. ¿Para qué, salvo para ser un aprovechado o hacer negocios, es útil palabrear así?¿Para que quien se cree el dueño de los Estados Unidos de la palabra -y es que hay competencia por serlo- haga uso de los mexicanos? (da click en el botón de reproducción)



miércoles, 7 de febrero de 2024

YUJAB TU WOK DE TOK AN DANS VUGALÚ PLIS JELP OS

 La oposición en México se caracteriza por la tendencia a sofismar, lo que vuelve prácticamente imposible hablar con ella y, en particular, con los grandes medios de comunicación masiva y sus "periodistas". Todo el arte del sofisma está en hacer aparecer una falsedad como una verdad. Ir a Badiraguato, en Sinaloa, como lo ha hecho el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, no significa ser cercano al narcotráfico, por más que esa localidad sea cuna de grandes narcos. Saludar a la madre de Joaquín Guzmán, El Chapo, no significa tampoco ser cercano al Cártel de Sinaloa, ni ver por el mismo Guzmán, preso en Estados Unidos, cuando es obligación de México velar por sus connacionales en el extranjero, que por lo demás, en cualquier condición, tienen derecho a asistencia consular. Evitar un baño de sangre con la captura de Ovidio Guzmán tampoco dice nada (menos si después fue capturado). No hay relación comprobable entre el Cártel de Sinaloa y los triunfos del oficialismo a todo lo largo de la costa del Pacífico. A lo sumo, lo que pudiera haber es una tendencia, pactada (para seguir con lo decidido desde hace años por Estados Unidos) a tocar menos al Cártel de Sinaloa que a sus rivales, como lo probaría en Sonora, por ejemplo, la afectación al Cártel de Caborca con la captura de Rafael Caro Quintero y con la de un líder de "Los Salazar". "Pactada" no forzosamente de manera abierta, sino tácita. Sin embargo, es, apenas, una hipótesis a partir de ciertos hechos, y no hay elementos que hagan de López Obrador algo así como un "narcopresidente".

        Presuntas "investigaciones" recientes -en las cuales la periodista Anabel Hernández tal vez pudo ser más precavida- apresuraron a los medios a afirmar que, en 2006, la campaña de López Obrador pudo haber recibido financiamiento del narco. Un elemento a considerar son presuntas tratativas en Puerto Vallarta, Jalisco, con Edgar Valdez Villarreal para meter ese dinero. Si así hubiera sido, podría haber sido una provocación, puesto que resultó que Valdez Villarreal , La Barbie, era en realidad un topo de la DEA (Agencia para el Control de Drogas) estadounidense. Gracias a la información del programa SinCensura recogida en Estados Unidos por Vicente Serrano (quien ya parece haber encontrado un tono medido y un periodismo bastante eficaz), es posible saber que cárteles de la droga SÍ -atención- pensaron meter dinero en las campañas de 2006, en varios partidos políticos, aunque al final prefirieron no hacerlo. Es a partir de aquí que se soltó la especie de que sí entró dinero narco en la campaña de López Obrador, pero la DEA no siguió el caso y hay más: en varios países sudamericanos, en particular Ecuador y Perú, con casos como los de Jorge Glas y Ollanta Humala, se fincaron acusaciones y penas de cárcel a partir de prácticas dudosas de testigos protegidos, y resultaron ser falsas (eran asuntos de Odebrecht). De lo que hay elementos de prueba es de que Estados Unidos fabrica casos para "ablandar" a gobiernos progresistas. Desafortunadamente para la oposición mexicana, sus "evidencias" y además "irrefutables" no han terminado de cuajar, y SinCensura TV recordó que la DEA está de pocas migas con López Obrador desde que se le pusieron a aquélla ciertas reglas para operar en México.

       Curiosamente, estas revelaciones coincidieron con la vistoa de la candidata opositora Xóchitl Gálvez a Estados Unidos, en plan francamente puertorriqueño, para entrevistarse con congresistas, funcionarios y académicos...en buena medida con el discurso de que López Obrador no ha conseguido luchar contra el crimen organizado, lo que no es inexacto, a lo que Gálvez agregó toda clase de ofrecimientos para seguir vendiendo el país a Estados Unidos. Hasta ahora, cerca de la mitad de los mexicanos (46 %, según la encuesta más reciente de Ceresearch reproducida por MVS Noticias se identifica con la autodenominada Cuarta Transformación, 22 %  con el derechista Acción Nacional (PAN) y ocho por ciento con el Partido Revolucionario Institucional (PRI). La candidata Claudia Sheinbaum, oficialista, es clara favorita para las elecciones presidenciales: cabe adelantar la hipótesis de que, dada la proclividad de Sheinbaum al centro (de tal modo que 47 % de la gente "de derecha" votará por ella, según datos recientes de una muy buena estudiosa y no sesgada, Viridiana Ríos), Estados Unidos busca "ablandar" al centro-izquierda y acercar un poco a la oposición, conforme a una vieja idea: la de sacar al PRI (lo que quedó logrado) para crear una suerte de "alternancia controlable" que deje de lado toda veleidad nacionalista y mantenga la integración con Estados Unidos, en lo que convergen Sheinbaum y Gálvez, sobre todo que la primera, siendo honesta, carece de la "beligerancia" con colmillo de López Obrador, mucho más despierto sobre las mañas de la oposición. Es en Estados Unidos -a donde fue a peregrinar Gálvez- que debe buscarse, en lo fundamental, el estado de "caos controlado" que vive en más de un aspecto México.

      Puerto Rico no es una colonia de Estados Unidos, sino un Estado Libre Asociado (ELA), lo que supone cierto grado de autonomía. Pocos son los que quieren la independencia  (entre cinco y seis por ciento de la población, según el plebiscito de 2012). Lo que se dirime es si Puerto Rico debe seguir como ELA o anexarse a Estados Unidos. La proporción de quienes quieren lo segundo ha ido subiendo con el tiempo en los resultados de plebiscitos (se pueden consultar fácilmente en la Web),  para pasar del 39 % en 1967 a poco más del 61 % en 2012. Es posible pensar, dada la "enchilada completa" del presidente mexicano Vicente Fox o las ideas del canciller Marcelo Ebrard de integración de toda América Latina con Estados Unidos- que, a la derecha como en el centro-izquierda de México, no haya inconveniente en profundizar la integración con Estados Unidos, por lo que ambas candidatas promueven el nearshoring. Hubo que frenar por ejemplo al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, para que limitara sus planes de entregar lo que se pudiera del estado a Arizona. Hay más sobre el tema, pero es un poco penoso tener que recordar algo dicho por Manuel Bartlett, antiguo funcionario priísta y hoy parte de la 4T: la democratización de México, tal y como fue entendida, no fue idea de los mexicanos, sino de Estados Unidos, entiéndase que para eliminar todo vestigio de nacionalismo e independencia, así se tenga autonomía. López Obrador chocó en parte -y nada más en parte- con este proyecto, y, para decirlo sin ambages, hay todo un sector de la población mexicana que no tiene ni idea de qué es México, ni amor por el país. El problema es que, como para los puertorriqueños, nunca habrá aceptación plena de Estados Unidos. Lo que por lo pronto es conocido como ley económica es que un país que se integra con otro más poderoso tiende a desintegrarse, por lo que el "caos controlado" en México seguramente seguirá. No es López Obrador quien buscó la polarización: es el resultado del resquebrajamiento del PRI, garantía de unidad nacional por décadas - y que se estaba recuperando entre 1990 y 1992, antes de que se prepara sacarlo del poder y antes del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte)- y de la "alternancia" buscada por Estados Unidos. Como dice Juncal Solano graciosamente en su "Charro político": el que se sube se pasea (da click en el botón de reproducción).




       

martes, 6 de febrero de 2024

AMIGOUS CON CHUCHAQUI

 La idea de que buena parte de América Latina está en proceso de "puertorriqueñización" no es algo en el aire. Puerto Rico no tiene presidente ni rey, sino gobernador, y depende en última instancia del Congreso de Estados Unidos.

     La actual situación de inseguridad en el Ecuador poco tiene que ver con el ex presidente Rafael Correa. El aparato de seguridad local comenzó a ser desmantelado a partir de la salida de Correa y la llegada de Lenín Moreno. No fue lo único que hizo Moreno, sino que fue trasladando el "control" de la seguridad del país sudamericano a Estados Unidos. Esto quiere decir que no se trata de erradicar ciertos males, sino de "controlarlos". El actual mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, que estará en el cargo poco tiempo (hasta 2025), tal vez busque vender la idea de que logró "el control". Necesitaba algo para reforzarlo, y a lo mejor le dieron la oportunidad.

     En concreto, de acuerdo con el portal Rebelión, Lenín Moreno le entregó la seguridad ecuatoriana en buena medida a la DEA (Agencia de Control de Drogas) estadounidense y otras "oficinas" de Estados Unidos. Para ello, y aquí cuenta la "puertorriqueñización", Moreno se reunió en agosto de 2021, en "la embajada", con Luis Almagro, líder de la Organización de Estados Americanos (OEA) pero, más aún, con Marco Rubio y Bob Menéndez, congresistas estadounidenses, uno Republicano y el otro Demócrata. Este segundo, Menéndez, hizo reiteradas visitas al Ecuador para supervisar los acuerdos alcanzados con Moreno. Al mismo tiempo que se debilitaba a la seguridad ecuatoriana, se fortaleció la presencia de la DEA y la CIA (Central de Inteligencia Americana) en el Ecuador, lo que no impidió que se disparara la violencia. El punto es que, según Rebelión, la DEA infiltró al crimen organizado local de tal modo que aquélla pudo haber estado en parte detrás de algunos hechos recientes para justificar las medidas de Noboa. De manera extraña, pese a que es una información fácilmente localizable en la WEB (y que dió a conocer la cuenta de Twitter de Correa), la jefe del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson, corrió a apersonarse con Noboa para acordar un plan de seguridad de cinco años con el Ecuador, con una Hoja de Ruta de Asistencia de Seguridad. Luego de la entrega más o menos encubierta de las islas ecuatorianas Galápagos a militares estadounidenses,  se acordó vigilancia conjunta desde el archipiélago y Key West, en Florida. Richardson se entrevistó con los encargados de la policía y las fuerzas armadas del Ecuador, en particular para invertir con el ejército local.

     Richardson no ha parado de acercarse a países sudamericanos, en particular, además de Ecuador, Colombia, Perú y Paraguay, para prometer hacerlo luego en Uruguay. Noboa quedó así apuntalado como sus predecesores, Moreno y Guillermo Lasso, que salió impune: en Estados Unidos.

      Una hipótesis que no es de descartar es que se dé un "perfil bajo" al crimen organizado para legitimar a Noboa y se prosiga culpando de lo que se pueda a Correa, a través del aparato Judicial. Quien se ha encargado de ello es la Fiscal General Diana Salazar, que tiene vínculos con el Fiscal General estadounidense Merrick Garland, la Fiscal General Adjunta, Nicole Argentieri y, lo que es más, con el director del FBI (Oficina General de Investigación), Christopher Wray. La idea es deslegitimar sistemáticamente a la oposición criminalizándola.  Lo grave es que ésta, la Revolución Ciudadana, es, a diferencia de quienes llevaron a Noboa al gobierno, la única fuerza realmente nacional. De proseguir el actual estado de cosas y ser bloqueada dicha fuerza, lo que le espera al Estado fallido ecuatoriano es el "caos controlado", salvo que dicha organización se orille al "extremo centro" (da click en el botón de reproducción).


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domingo, 4 de febrero de 2024

A LA CAPOTÍN

 Contra lo que podía predecirse hace algunos años, la evolución del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) ha dado un vuelco positivo. El más notorio es el de Nayib Bukele en El Salvador, donde tiene una popularidad apabullante. Ha seguido Guatemala, donde finalmente Bernardo Arévalo llegó al gobierno, pese al "pacto de corruptos". En Honduras, la mandataria Xiomara Castro ha conseguido buenos resultados. Lo que cabe hacer notar es que se ha tratado de procesos no coordinados, cada uno endógeno, a su manera. La única ligada al progresismo latinoamericano es Xiomara Castro.

      De entrada, la delincuencia ha disminuido en Honduras, en particular en los homicidios.

      El gobierno de Xiomara Castro ha estado haciendo, según lo recuerda recientemente el portal de Rebelión, un esfuerzo importante en materia de infraestructura, para la recuperación de bosques, en particular para reforestación y reducción de la desforestación. Se han creado 80 microcuencas, cuatro áreas protegidas y no se han dado nuevas concesiones mineras a cielo abierto.

     Asimismo, se ha frenado la venta del país, que se estaba dando bajo la forma de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (Zedes), y en este marco se buscaba antes aprovechar, entre otras cosas (además del alto grado de pobreza extrema), la Ley de Empleo por Hora, que precarizaba y flexibilizaba la fuerza de trabajo. Al mismo tiempo, se ha buscado ayudar a la pequeña y mediana empresa nacional.

     Pese a las diferencias en la coalición que llevó a Castro al gobierno, en particular con Salvador Nasralla, se ha buscado tener un aparato de Justicia menos desfavorable, a partir de la elección  de la Corte Suprema de Justicia y el fiscal general, de tal modo que estos cargos no estén copados por personeros del antiguo gobierno, que era un narcogobierno. Aunque no es lo mejor y los equivalentes crearon problemas en Guatemala y El Salvador, se espera la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH), bajo supervisión de Naciones Unidas. Como sea, la idea es que no vuelva a repetirse un golpe blando -y no tanto- como el que hace años sacó del gobierno a Manuel Zelaya. En El Salvador ha quedado descartado un golpe oligárquico, y en Guatemala fue abortado. En Honduras no es fácil luego de 12 años de narcogobierno.

      Lo enumerado no ha impedido que siga la violencia contra líderes y movimientos sociales, por lo que en este terreno, pese a la baja de la violencia, Honduras sigue siendo uno de los países más violentos del mundo. La violencia contra defensores de las tierras se ha hecho sentir en particular en la región de Bajo Aguán. Cabe señalar que Honduras fue hasta la llegada de Xiomara Castro el país del mundo con la quinta tasa más alta de feminicidios, según datos recogidos por Rebelión.

       Estados Unidos ha apoyado a su manera el cambio en Honduras: el anterior narcopresidente Juan Orlando Hernández fue extraditado a Estados Unidos y la vicepresidente estadounidense, Kamala Harris, asistió a la toma de posesión de la actual mandataria. El interés estadounidense está, en parte, en que Honduras no llegue a una situación tan desastrosa que se multiplique la emigración, y en parte en "orillar al centro" a Xiomara Castro. Es de esperar, en todo caso, que se complete un cuadro distinto en una de las regiones que era hasta hace poco de las más violentas del mundo, si no la más violenta. (da click en el botón de reproducción).



   

viernes, 2 de febrero de 2024

¿ME ENTIENDES, MÉNDEZ?

 Los argumentos de que se resolvió el caso Colosio en México no son suficientes. Tampoco funciona seguir, para variar, la vox populi creyendo que es la vox Dei: no es seguro que el autor intelectual del asesinato del candidato del PRI (Partido Revolucionario Institucional) a la presidencia, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en 1994, haya sido el ser que todos querían antes de convertirlo en villano favorito, Carlos Salinas de Gortari, pese a que sus declaraciones se contradicen con las del ex presidente Luis Echeverría. Es igualmente falso que este tipo de crímenes quede sin aclarar: se aclaró por ejemplo el de Álvaro Obregón, lo que está en un libro preciso de un investigador universitario mexicano, como está aclarado también, con todos los detalles, el de John F. Kennedy. Cuando se trata de un crimen de Estado, lo que no puede esperarse es que salga un funcionario del Estado a confesarlo (el de Obregón no fue de Estado ni lo que ha argumentado Francisco Martín Moreno en el libro México acribillado). Dicho sea de paso, como lo ha hecho notar el muy buen analista Carlos Ramírez en El Independiente, así no sea necesario coincidir siempre en todo con él, las declaraciones de presuntos involucrados de las altas esferas políticas no fueron objeto de ninguna indagación: fueron meros testimonios y no se investigaron las contradicciones en las que incurrieron. Está una entre Salinas de Gortari y Echeverría, pero llama sobre todo la atención, porque hay mentiras que pueden ser probadas, las de José María Córdoba Montoya. En su día, quienes desde el periódico (hoy desaparecido) Uno más Uno aportaron indicios sobre Córdoba -que también tenía Cuauhtémoc Cárdenas- fueron amenazados de muerte. Aquí tuvimos otros indicios de que Colosio Murrieta sabía quién era Córdoba, y, como se ha escrito en otra parte, Jorge G. Castañeda acusó a esta persona de trabajar para Brent Scowcroft, de la seguridad estadounidense. Dado el puesto de Córdoba Montoya, algo así como chief of staff en el gobierno de Salinas de Gortari, éste se encontraba así de alguna manera bajo supervisión estadounidense. Como se ha escrito igualmente en otra parte, el Comité de Santa Fe, un grupo de think thanks estadounidense, venía sugiriendo apartar al PRI del gobierno, habida cuenta de su herencia nacionalista, aunque estaba siendo liquidada -lo fue con la firma del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte)-, al igual que la herencia de la Revolución Mexicana, desde el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), sobre todo. Hoy queda poco del nacionalismo mexicano y menos de la Revolución de 1910. No es que Colosio Murrieta fuera un santo, un héroe o que deba ser convertido en mártir: creía -casi hasta el final- en lo hecho por Salinas, pero quería emprender una reforma del Estado sin que el PRI -al que había levantado con eficacia a principios de los '90- perdiera el poder. Es el único, con el tabasqueño Carlos Madrazo, que buscó no un cambio radical, pero sí una reforma importante desde adentro. Madrazo perdió la vida en un crimen de Estado. Por su parte, Colosio Murrieta había expresado su voluntad de desplazar no nada más a Córdoba, sino al grupo tecnócrata -sintetizado en Córdoba y Ernesto Zedillo- que, metido en el aparato gubernamental desde tiempo atrás, por lo menos desde De la Madrid, estaba en contra de cualquier resabio soberano y de herencia revolucionaria. Fue por lo demás con De la Madrid que, como lo mostrara Gregorio Ortega (el libro Crimen de Estado), se pactó en las altas esferas gubernamentales con el narcotráfico.

      Como lo ha escrito Carlos Ramírez en El independiente, los fiscales del caso Colosio "operaron como meros mecanógrafos de Ministerio Público rural". Hubiera sido mejor que el primero, Miguel Montes, que era de confianza de Diana Laura Riojas (la esposa y luego viuda de Colosio) se acogiera a la posibilidad de renunciar antes que dar un giro del "complot" al "asesino solitario", lo que, muy curiosamente, ya era la tesis del procurador Diego Valadés a los minutos de fallecido Colosio Murrieta. Como lo señalara Alejandro Tomasini Bassols en una pequeña nota localizable en la Web (tratándose de un investigador universitario), se trató de remplazar lo verdadero por lo creíble. Dicho sea de paso, algunos libros sobre los hechos (en particular, uno de Marco Rascón, pero sin que fuera el único) quedaron subrepticiamente fuera de circulación, como lo mostró también Gregorio Ortega (al menos sobre el de Rascón). Luego del "giro" de Montes, y dejando de lado el espectáculo montado por Pablo Chapa, Olga Islas dejó abiertas varias líneas de investigación, muy definidas: una de ellas, sobre Jorge Antonio Sánchez Ortega, el agente del CISEN (Centro de Investigación y Seguridad Nacional). Como lo señalara Tomasini Bassols (la demostración está en el texto "De falacias y errores"), el último fiscal, Luis Raúl González Pérez, dejó increíblemente absuelto a Sánchez Ortega, contra la lógica. Como quien lo fue a sacar de apuros en Tijuana, lugar del crimen, Genaro García Luna, Sánchez Ortega prosiguió su carrera en el aparato de seguridad mexicano. Para 1994, García Luna, si bien joven (aunque habría sido reclutado desde sus tiempos de estudio para ingeniero mecánico), ya trabajaba (y tenía entrenamiento internacional) en labores no menores de espionaje político. Sánchez Ortega trabajó en algo similar. Eran, por lo tanto, espías y agentes en asuntos que el Estado consideraba a la vez de Seguridad Nacional y políticos. En este sentido, el crimen de Colosio pudo haber sido calculado como asunto de Seguridad Nacional y político. La FGR (Fiscalía General de la República) ha difundido que Sánchez Ortega fue el segundo tirador contra Colosio y aportado pruebas. Por lo demás, fue el supuesto "asesino solitario", Mario Aburto, quien solicitó que sea investigado Sánchez Ortega. Es probable que Aburto no sea inocente, a reserva de clarificar su papel en el asesinato de Colosio Murrieta. Ni siquiera la periodista Laura Sánchez Ley, que indagó en el tema por años y escribió un libro sobre Aburto, tiene la certeza de que éste sea inocente. A su vez, la familia de Aburto, partiendo de que éste conocía desde antes del crimen a varios de los presuntos implicados, incluido Sánchez Ortega, ha sugerido que Aburto fue "sembrado" en el lugar de los hechos.

     Hijo del asesinado, Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, pidió el indulto para Aburto, pero lo negó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Colosio Riojas creyó que el tema se estaba "politizando" y "manoseando" al ser tratado en la conferencia matutina del actual presidente, pero pidió que la FGR prosiga. Si es asunto de Estado, como lo sostiene López Obrador, también es político y fue "manoseado" por fiscales anteriores, notoriamente Montes y González Pérez. Se trata de algo de interés público que está por encima de la familia Colosio Riojas, y que AMLO ya había tocado antes, lejos de la actual campaña y sucesión. De lo contrario, cualquier cosa que se diga en este momento -por ejemplo, como lo hace Anabel Hernández- puede ser tomada como "politización", al igual que el intento por hacer un escándalo con Gonzalo Bobby (?) López Beltrán. En rigor, el problema está en que el aparato Judicial mexicano no puede ser tan increíblemente desaseado como casi siempre lo es, aunque el fiscal Gertz Manero esté lejos de ser lo mejor y siga en grande la impunidad. No es que no haya elementos para saber qué ocurrió con Colosio Murrieta (por cierto que también Laura Sánchez Ley mostró el expediente de Sánchez Ortega y lo increíble de que no haya sido investigado a fondo). Queda por saber si la FGR querrá o podrá ir más lejos ante el hábito de impunidad. 

       La pregunta básica, en caso de crimen, siempre ha sido: ¿quién se beneficia? Es algo que ya tiene respuesta. Por encima de un partido o un gobierno, México tiene establecidas "reglas del sistema", lo que ha hecho que Salinas y Enrique Peña Nieto -quien las cumplió puntualmente en la transmisión de mando en 2018 -las hayan observado, como Luis Echeverría, fallecido hace no mucho. Los ex presidentes del derechista PAN (Partido de Acción Nacional) las ignoran, pero hay uno más: Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente de 1994 a 2000, candidato de José María Córdoba impuesto por "videodedazo" de Manlio Fabio Beltrones en 1994 (Beltrones, llamado a declarar, no fue indagado sobre este "videodedazo"), y que, según el ex candidato Francisco Labastida Ochoa, se encargó de contribuir a la derrota del PRI. Si se va a seguir operando como si de lo que se tratara fuera de esquivar la verdad y la realidad y de montar una ficción -un relato, una narrativa- verosímil (vero-símil), creíble, para el hábito de "marear el punto", sería deseable entonces declarar -no faltan intelectuales que lo hagan- que la verdad es inalcanzable, y que el derecho es puramente arbitrario y subjetivo. La consecuencia será, eso sí, que se siga viviendo sin contar con lo que prometía Colosio Murrieta: que cada uno supiera que la ley estaba de su lado (da click en el botón de reproducción).



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...