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sábado, 19 de agosto de 2023

SE ACERCA LA HORA

 Desde un principio, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha buscado que la autollamada "Cuarta Transformación" se acompañe de un cambio de mentalidad en la gente.

      El primer intento fue con la Cartilla moral de Alfonso Reyes, pero apenas el partido Encuentro Social (PES) se la tomó en serio, y la oposición se encargó de propalar que nada más es posible que cada uno se encargue de su propia moral (agreguemos: si acaso quiete tener una). Luego salió lo que no era de ninguna manera una Constitución, pese a que llegara a emplearse esta palabra (sin que tuviera nada de vinculante u obligatorio): la Guía ética para la transformación de México, algo manoseada por el lópezobradorismo "libertario", pero que acabó en el olvido. Posteriormente, López Obrador trató de perfilar lo que llamó un "humanismo mexicano", sin que nadie hiciera caso, ni siquiera en el oficialismo. Finalmente, llegaron los desastrosos libros de texto de la NEM (Nueva Escuela Mexicana), no exentos de lo que se conoce en México como "grilla", o, si se quiere, "politiquería". La gente metida en la elaboración de estos libros buscó sacar ventaja para sí, olvidando que se trata de la nación.

     Pocos procesos progresistas han querido encarar la necesidad de cambiar de mentalidad: no se trata de adoctrinar ( y la "grilla" tampoco adoctrina), sino que, probablemente, en la idea de López Obrador, no exenta de cierta confusión, se buscó aminorar lo que ha sido de un tiempo para acá la generalización no del individualismo, sino de la conducta egoísta y ajena a cualquier bien común. Desafortunadamente, egoístas fueron quienes le dieron un cariz "libertario" a la Guía, no pensando más que en su generación sesentaiochera, y peor aún, quienes en los libros de texto se olvidaron del carácter universal de la educación y del hecho de que es nacional y pública, no popular, pese a los errores Constitucionales de MoReNa en el artículo Tercero de la Constitución. Lo enumerado quiere decir que no importó la llamada "revolución de las conciencias", sino el "liberarse", que es de los más ambiguo, y que no es realmente educar. En rigor, los libros de texto gratuitos, de tanta polémica, más que "comunistas" quieren ser lo que se conoce como open minded, como lo prueban en materia de "ideología de género" (¿acaso protestaron en este tema los "demócratas liberales"?). Es muy sencillo demostrar que ni siquiera es algo popular: el 60 % de la población mexicana se opone al matrimonio igualitario, lo que no impide que las estados lo aprueben. ¿De dónde la falta de debate? En México, la población homosexual o lesbiana no pasa del tres por ciento, y si acaso tal vez habría que explicarse de manera no ajena a relaciones de dominación un siete por ciento de población bisexual. ¿Por qué no se debate este fenómeno del que por cierto es conocido que no es del agrado de muchas mujeres, o es que hay que estar chupándose el dedo? ¿La política se decide a partir de películas de Jaime Humberto Hermosillo o las series de Argos?

     En suma, la ultraizquierda libertaria se adecúa a lo que necesita un capitalismo que trata de demostrar que "hace el cambio" o "hace la diferencia", y es "inclusivo". Para este fin se plantea -no puede ser de otro modo- como el bien, y lo que "debe ser". No estaría mal hacer notar que a la oposición no pareció importarle mucho la "ideología de género" ni la desarticulación de la evaluación -considerada "deformadora"- en los libros de texto gratuitos. Dicho sea de paso, hace rato que la "4T" está contra una meritocracia que entiende mal: se debería tratar de premiar el trabajo bien hecho y el profesionalismo, y no el éxito en los negocios (lo propio de la oposición) o el éxito en la creación de redes clientelares (de lo que no sale MoReNa). Baste con ver lo que premia MoReNa: vuelve a dejar en manos de Francisco Paco Ignacio Taibo II (Mahojo) y familia (Paloma Sáiz + Marina Taibo) la integración de la propuesta de Arte y Cultura nacionales para el 2024-2030, como premio político y no profesional, como si la posición política fuera garantía de profesionalismo. Taibo II sabe engañar y a quién engaña, dándose licencias de majadería que impresionan a quienes creen que ser alguien es "podérselas". Hasta López Obrador se la cree y se pronuncia como el crítico literario que no es. Lo mismo vale para Sheinbaum.

       Es un hecho que la campaña reciente de candidatos de MoReNa favoreció a la ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, cuya trayectoria familiar y personal es justamente, a diferencia de los demás candidatos, sesentaiochera y adecuada a los deseos estadounidenses. Al mismo tiempo, es la candidata que recurrió a más de un mecanismo clientelar: fue público en un inicio el pronunciamiento de gobernadores (en particular, de gobernadoras, entre ellas las de Colima, Guerrero y Campeche), hay denuncias concretas por no haber respetado reglas establecidas en MoReNa y todo un discurso de "derechos" sin la menor obligación de nada, en plena deriva demagógica. Cabe empezar a pensar que gran parte del aparato de MoReNa aspira a concentrar la relación con Estados Unidos, que es también la que interesa a la oposición, considerando que a ninguno le pasa por la cabeza la idea de un mínimo de soberanía. De México no queda más que una feria de huipiles y blusas bordadas. Tal vez quepa hacerse preguntas sobre lo supuestamente evidente, si Santiago Creel queda fuera de la candidatura en la oposición: "se" decidió que "es tiempo de mujeres", a riesgo incluso de tender una trampa en la encuesta de MoReNa para optar por la presidencia, y a reserva de saber, si es el caso, en qué alcantarilla cayó Kamala Harris, al menos que a ratos la "visibilidad" sirva como tapadera y haya mujeres que se presten. Es el capitalismo en crisis el que, en busca de clientes, ha estado moldeando mentalidades y seduciendo con la "inclusión". De ser electa, lo que podrá hacer Sheinbaum es hacerse de un equipo profesional y no lo que se conoce en México por "rollero", si alcanza a tomar distancia del aparato de MoReNa. Mucha gente ya lo entendió, al haber esperado como candidato a jefe de gobierno -no será- de la Ciudad de México a Omar García Harfuch. Encima puede caerle a la capital mexicana otra mujer, Clara Brugada, por cierto que más bien vulgar. !Querreque! (da click en el botón de reproducción)






FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...