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jueves, 31 de agosto de 2023

¿TÚ DE QUÉ VAS, NICOLÁS?

 No son muchos los intelectuales -los hay mexicanos y mexicanos por adopción- que defiendan a la Venezuela que los premió con cañonazos de miles de dólares gracias al Premio Libertador al Pensamiento Crítico. No es fácil catalogar a Venezuela, por la finta: tiene un gobernante PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) sin que se hable jamás de socialismo, mientras en cambio se le hace la vida imposible al PCV (Partido Comunista de Venezuela). Del "socialismo del siglo XXI" no se dice nada. Tal vez no esté de más recordar que en la cabeza de Hugo Chávez cabían desde Nietzsche hasta dicho "socialismo". 

      Al mismo tiempo, al gobierno venezolano no le incomoda en lo más mínimo, aprovechando que las sanciones aminoran, abrirse a empresas transnacionales como la estadounidense Chevron, con licencia para ampliar operaciones en el país sudamericano, lo que hace contrastar el "efecto Chevron" con la alicaída Petróleos de Venezuela (PDVSA). En materia de gas, tampoco importa el neocolonialismo (distinto del imperialismo), por lo que hay licencia para la española Repsol., por ejemplo.Dada la importancia de la ascendencia italiana en Venezuela, también hay licencia para la transnacional italiana ENI. Suena bien para los negocios. No suena tan bien cuando se empieza a depender crecientemente de inversión extranjera pero, además, de las remesas de un mundo de venezolanos en el exterior. Para 2022 había seis millones de venezolanos en el exterior (para un país de unos 28 millones de habitantes). Casi el 20 % de los hogares venezolanos depende de estos ingresos para subsistir. Las remesas se duplicaron en los últimos cuatro años.

     La mayoría de las remesas no entra por canales formales. Tampoco es muy formal el comportamiento de la gente de dinero (la oposición venezolana está fragmentada) ni de la "boliburguesía", que lejos de tener que emigrar se enriqueció a la sombra del gobierno en plenas sanciones, y de forma descarada, con especulación y contrabando, entre otras cosas. No se trata sino de la versión venezolana de un frecuente "capitalismo político", no ajeno al clientelismo y el "reciclaje de cargos", como los ministerios, para mostrar un gran fervor personal a cambio de recompensas monetarias no menores. No se hace riqueza desde abajo, sino desde arriba, o se la conserva "pegándose" al gobierno, y obteniendo contratos discrecionales. Cabe incluso el nepotismo, que algunos venezolanos temen mencionar, como ocurre con la gran parentela de la "primera combatiente" Cilia Flores. Por si se cree que es típico de la Venezuela actual, data en realidad de antes, habida cuenta de la corrupción y del rentismo petrolero, que no fueron inventos de Chávez. La "boliburguesía" no ha sido diferente de rentistas anteriores: derroche, ostentación del lujo y dinero sacado al exterior. Es el blanco de las sanciones estadounidenses, para socavar la relación entre gobierno y "pueblo". El marido de Cilia Flores, Maduro, ha hablado de combatir la corrupción, pero el alcance no queda claro

      El antiimperialismo ha perdido estridencia, aunque el presidente venezolano Nicolás Maduro sea de quienes creen necesario promover al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que con sus nuevos "inscritos" controla el 80 % del petróleo producido en el mundo, lo que llegaría a 90 % si se sumara Venezuela. Las diferencias entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) pueden hacer que la segunda sea más proclive a negociaciones, al igual que grupos como el "Crisis Group" que abarca desde la Open Society de los Soros...hasta ENI y Chevron. La UE se ha estado "placeando" por América Latina, de manera ambivalente. Venezuela, a través de Delcy Rodríguez, no ha tenido tampoco inconveniente en sumarse al Global Gateway, iniciativa -a la que le encontró gusto el Brasil de Lula- para contrarrestar el proyecto chino de la Ruta y la Franja. Estados Unidos y la UE, con los Demócratas, no pierden el tiempo; no es seguro que Venezuela no esté perdiendo un poco el rumbo, a fuerza de maniobrar a diestra y siniestra y de "hacerle a todo menos a nada" (y bueno, algo un poco más reciente desde Venezuela: da click).



martes, 29 de agosto de 2023

SÓLO LOS USA OS HARÁN LIBRES

 Las reivindicaciones feministas actuales, no sin influencia estadounidense, ponen el acento en el particularismo, la diferencia. No se colocan demasiado en los zapatos del hombre, cuando no resulta que éste es apenas un potencial violador. Atribuir, como lo hace un anuncio de la candidata mexicana a la presidencia, Claudia Sheinbaum, el "milagro de la vida" a las mujeres, por el hecho de parir, es negar el origen del parto, la fecundación. Otra cosa es que el hombre sea desde siempre el encargado de hacer la guerra y dar muerte, lo que explica que el grueso de la violencia física se ejerza de los hombres hacia las mujeres y entre hombres, lo que, efectivamente, no es "el milagro de la vida". En todo caso, habría que ligar la vida a la paz. No es nada más que la mujer sea víctima: el hombre también lo es, aunque sólo sea porque, así como da la muerte, es matado, lo que suele olvidarse. <el hombre suele quitar la vida, pero es también quien, no siempre por algún gusto especial, se arriesga a perderla, y muchas veces, pronto. No se trata de erradicar nada más la violencia contra las mujeres, salvo que no se vea lo explicado en la violencia entre hombres.

      No se trata, en rigor, de igualdad, aunque debiera haberla, sino de un apenas disimulado trato preferencial y de privilegio, más si se presenta a la mujer como la que tiene el "privilegio de la vida", empezando por el dar a luz. En este caso, poco faltaría para oponer la vida-mujer a la muerte-hombre. No es así: el hombre suele participar en "adentrar en la vida", y es necesario diferenciar entre machismo y patriarcado. El hombre del machismo suele ser alguien ausente, esporádico, que delega en la mujer la educación de los hijos y, además, llega a sentirse desplazado por ellos. En el patriarcado original, la mujer que da a luz el fruto -no "el producto"- de la fecundación lo "ofrenda" al hombre para que lo eduque y lo guíe, lo que contribuye a "dar vida", salvo que se crea que la vida ya es un hecho total por el solo hecho de nacer. Lo dicho no exculpa que se atribuya en el patriarcado la educación de los hombres al padre y la de las mujeres a la madre. En el sistema machista, habida cuenta del "invisible de la foto", el padre ausente, no es raro que la educación del hombre corra a cargo de la madre, que "llena" la ausencia del cónyuge con el hijo, al grado de idolatrarlo y, si acaso, preparar otro macho endiosado más.

       El hecho es que, trátese de diferencias biológicas (retomadas en el machismo y en el patriarcado) o de "construcciones sociales" (de roles e identidades), el feminismo actual no atina a poner algún acento en lo que hace la similitud entre hombres y mujeres, similitud fuente de la verdadera igualdad: muchas similitudes físicas, de emociones y sentimientos y de inteligencia, cuando no de capacidades físicas. Las mujeres pueden servir en el ejército y la policía; destacar "cognitivamente" en los mismos trabajos que los hombres; así reaccionen de distintas maneras, ambos sexos sufren, se angustian, se ponen contentos y vaya, ambos son capaces de infidelidad, por más que se codifique de manera diferente según las sociedades. Hombres y mujeres tienen pelo, dos ojos, una nariz y una boca, un ombligo y dos pies, y para qué seguir. Ambos se enferman; ambos crecen, maduran, envejecen y mueren, y a ambos, hay que decirlo finalmente así, la muerte les recuerda su común pertenencia al género humano. Hay hombres que lloran derrotas y mujeres que lloran pérdidas ("el hombre que no llora" en el machismo es otro en la cantina); hay hombres y mujeres deportistas. En estas condiciones, es mucho lo que empuja a la similitud señalada, en vez de, a la estadounidense, estar poniendo el énfasis poco disimulado en lo que es, a fin de cuentas, competencia en el mal sentido, el de rivalidad. Gran parte de la "paridad" o incluso de las preferencias en nombre de la "igualdad" son una forma de rivalidad, no exenta de revanchismo y resentimiento, ni de utilización del lugar de víctima para extorsionar. La paridad de género es una aberración, y la preferencia, reversible; la equidad, deseable. Decimos "a la estadounidense" por la rivalidad que las europeas supieron muy bien detectar detrás del puritanismo MeToo, Ni el menor compañerismo, ni la menor complementariedad: competencia de lo peor, y con lo que sea, en el mercado, creándose una marca y algo que venda. Vende porque así lo decidió la "acción afirmativa"/discriminación positiva en Estados Unidos. Si antes el privilegio o la preferencia era el reprobable "por ser hombre", ahora es "por ser mujer", pero igual privilegio y preferencia, a costa de la igualdad y de la humanidad. "Ser mujer" es el nuevo nicho de mercado: es el valor de uso a valorizar, para lo que se necesita ser propietario (a), hablar del cuerpo como mercancía (si no compra, no mallugue) y esperar el "plus", importando más el "ser mujer" que el "ser humano".

     Es una lástima, pero, al menos en México, la orientación mediática parece haber decidido una competencia entre mujeres en cierta medida "por ser mujeres". Entonces, "tiempo de mujeres", sin que llegue el tiempo de ser humanos: es que tal vez no es de humanos poner al género a destrozarse en la rivalidad a muerte y en la capacidad para venderse. Pareciera que hay diferencia, pero no tanto: Estados Unidos es la promoción de Hillary Clinton -que tanto entusiasmó en México-, pero también de las luchas de mujeres en el lodo, como espectáculo, sin que sea prohibido por denigrante. Si es, en general, libertad, de hacer lo mismo, entonces que sea parejo: libertad de la alcaldesa de tratar con narcos, libertad de la jueza de soltar a delincuentes, libertad a la pseudoperiodista de calumniar, libertad a la deportista de ser corrupta, libertad a la doña de mostrar que "se las puede", libertad de tener privilegios por el solo hecho de "ser", libertad de ordenar asesinatos (como la señora Hillary), etcétera... Claro: sólo la libertad os hará libres. Los tiempos que siguen ya pasaron (da click en el botón de reproducción):




sábado, 26 de agosto de 2023

CUANDO TE CARGA EL PAYASO

 Durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador, éste acabó en más de una ocasión acusado de estar fuera de la realidad, al mismo tiempo que solía decir tener "otros datos", lo cual se volvió motivo de burla.

     En algún momento, estuvo de moda hablar de fake news y de postverdad, en particular cuando estaba Donald J. Trump en la presidencia de Estados Unidos, pero luego fueron temas que se opacaron.

     Los analistas convocados por los medios de comunicación masiva hace tiempo que hablan de "escenarios" y los "barajan", en vez de referirse a alternativas. Se habla así de "posibles escenarios" para el futuro.  En principio, no es una palabra ajena al teatro o al cine, aunque ha pasado a designar, supuestamente, "circunstancias" o "lugares" en los cuales tiene lugar un suceso. Insistamos en que un suceso no es un "evento". Un evento puede ser social, artístico o deportivo. En el límite, un suceso es un acaecimiento (el "fallecimiento acaecido" no es un "evento"). 

     El problema se complica cuando se vuelve usual hablar de "actores", muy en particular de "los actores sociales". El actor es, definitivamente, la persona que interpreta un papel en una obra teatral, cinematográfica, radiofónica o televisiva, lo cual remite a la ficción. Construyendo escenarios, se puede caer en la ficción, al igual que confundiendo un acaecimiento con un evento. La ficción es algo inventado, que igual puede ser literario o cinematográfico, pero no es la realidad, así establezca algún tipo de relación con ella. El problema está en describir la realidad -dejando de lado el teatro, el cine, la literatura, etcétera- recurriendo de manera insistente a un vocabulario que implica estar en la ficción. Es el desdibujamiento de una frontera. ¿Dónde empieza la realidad y dónde la ficción?

      Como se le tiene pavor a la palabra ideología, ahora se estila mucho hablar de narrativa o de relato. Que a la izquierda, por ejemplo, le falta una "narrativa creíble", o que tal o cual no ofrece un "relato consistente". La narrativa remite directamente a un género literario, por ejemplo novela, novela corta, cuento...Y por cierto que no es lo mismo que una narración, que es la manera de contar una secuencia o una serie de acciones o hechos, sean reales o imaginarios. Es poco entendible la necesidad que sienten muchos de hablar de "narrativa".  ¿La izquierda, por ejemplo, necesita un nuevo género literario, una nueva novela o un nuevo cuento? El relato es un poco más ambiguo: puede situarse entre narración y cuento, por ejemplo. Como "reconstrucción discursiva", suele suponer una interpretación.

      Si alguien cree que lo que necesitan algunos actores sociales es vislumbrar nuevos escenarios y presentarse con una narrativa creíble, es libre de hacerlo, a reserva de estar consciente que está hablando un lenguaje propio de una sociedad del espectáculo y que hay un buen ingrediente de ficción. A nadie se le puede quitar el uso de la imaginación ni el deseo artístico. Lo que queda por esclarecer es el grado o tipo de relación con la realidad o lo que se entiende por ésta, al menos que no se trate más que de garantizarle a cada quien, y por qué no, el derecho a la subjetividad y la libertad de ejercerla.

     En las circunstancias descritas, cabe preguntarse si hay gente que, al hablar, sigue un guión. Cabe igualmente preguntarse si tal o cual acción de X persona no es una puesta en escena. Y, yendo más lejos, no por nada existe el montaje y gente que se especializa en ser LordMontajes, como se conoce a un pseudoperiodista mexicano. Lo mejor es poder seguir un guión, hacer una puesta en escena o un montaje con verosimilitud, es decir, con parecido a la verdad, para buscar lo creíble. Puede servir la creación de "hiperrealidad".

     Esta frecuencia de la ficción no implica un extravío, sino, muchas veces, una representación precisa del lenguaje y el discurso: están para "hacer efecto" de tal modo que se obtenga alguna ventaja o se consiga un beneficio, y es algo muy real. Esta realidad permite que aparezca "una" verdad, que puede ser compartida o no. Al mismo tiempo, no hay ningún vínculo asegurado con la objetividad ni con la imparcialidad, palabras que han caído más bien en desuso. Queda por saber qué juicio de realidad puede emitirse sin buscar un mínimo de objetividad y/o de imparcialidad. La interrogante ahí está. Con todo, existen motivos reales por los cuales algo inventado de cabo a rabo, o con mucho de inventado, es dado por cierto: creérselo puede asegurar ventajas o beneficios reales.

      El desdibujamiento puede llegar a que se hable de un momento o una circunstancia como una "escena" (como por ejemplo la "escena primordial" en psicoanálisis), aunque "escena" es  algo imposible de desligar del espectáculo. Al mismo tiempo, algunos confunden debate y lo que llaman "conversación pública". "Conversar" no es más que hablar en compañía de otros: no necesariamente implica debatir, y se puede parlotear o "cotorrear" sin otro fin que el de hacerlo, y de exhibirse en ello. A fin de cuentas, queda el riesgo -que está también en la exhibición- de tomar la imagen de algo o de alguien por la cosa misma o la persona misma.

      Lo dicho puede dar en el cinismo total. En México, por ejemplo, el partido Acción Nacional (PAN), de derecha, juega en un anuncio con la expresión "nos va a cargar el payaso" (se entiende que si sigue el actual oficialismo), que quiere decir que las cosas van a salir mal. Al mismo tiempo, se nombra a un delincuente, el ex gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, lavador de dinero, defraudador del fisco y traficante de recursos ilícitos, coordinador del opositor Frente Amplio en materia de estrategias de seguridad. O bien se trata de cinismo, o bien más de uno no consigue distinguir entre la ficción construida por el ex gobernador sobre sí mismo y la realidad, al grado que ésta pasa desapercibida. García Cabeza de Vaca se posicionó como la persona que puede "restablecer el estado de derecho en México". El que resulte más torcido pensará que tiene las conexiones necesarias para hacerlo. Salvo excepciones, no se ha hecho notar que el tamaulipeco pareciera haber caído en contradicción, de la misma manera en que la oposición no se detuvo demasiado en el significado del caso del ex súperpolicía Genaro García Luna: la seguridad en México estuvo en manos de un delincuente. Nada de lo dicho impide que se fisuren la narrativa, el relato y los escenarios de la oposición que difícilmente ignora que cuenta con el favor mediático para todo el espectáculo que sea posible, y para hacer de la competencia política un asunto de "impresionar", que es con lo que trabaja la dramatización. Se puede estar en la ficción y los "escenarios posibles" entre "personajes" logrando que no importen García Cabeza de Vaca ni García Luna, y sembrando con Brozo el temor a que "nos cargue el payaso". Después de todo, en cuestiones artísticas es cuestión de cada uno, de gustos, del "estilo personal de gobernar" (parafraseando a Daniel Cosío Villegas) y de que, como casi dijo alguna vez Socorro Díaz, el presidente de los Estados Unidos de la Palabra haga uso de los mexicanos. Impresionar es un arte con ventaja y beneficio reales (da click por lo que pueda resultar).



     

     

jueves, 24 de agosto de 2023

CHINA TOWN

 En los años '90 le tocó al Japón, y años más tarde a parte de Europa: una crisis deflacionaria, que es de lo que más temen los capitalistas: tener que bajar precios de venta más allá de una "desinflación" al grado de sufrir recortes en las ganancias y arriesgarse a una espiral hacia abajo. En efecto, si menos ganancias ponen en peligro a la empresa, ésta puede verse tentada de recortar personal y, de haber más desempleo, cae el poder de compra y nuevamente se plantea tener que bajar precios. Ahora es China que se enfrenta al peligro de deflación. Le pasa a muchos, salvo a Estados Unidos, que tiene el modo de pasarle la cuenta al exterior.

     China tiene una grave crisis inmobiliaria y un aumento del desempleo, en particular juvenil, al grado de dejar de publicar estadísticas sobre el fenómeno. Además, como antes en Japón y como en Europa, ha llegado a China el envejecimiento demográfico, por la caída en la natalidad. Más allá del "milagro", de logros indudables y de la "expertís" de tantos en la coyuntura, algunos estudios advirtieron hace ya rato que China se comportaba como economía capitalista, y que podía llegar a la sobreacumulación, cuando hay renuencia a invertir por caída de la tasa de ganancia. Lo esperable era que China dejara su orientación exportadora y se concentrara más bien en el mercado interno, pero buscó resolver sus problemas con mayor expansión foránea con las "Nuevas Rutas de la Seda" (el proyecto de "la Franja y la Ruta", OBOR por sus siglas en inglés). Al interior, después de haber creído en el crédito fácil, la gente ahora prefiere ahorrar. Es de recalcar que los empresarios se comportan como en muchos otros lugares: así no sea directamente, desde "los mercados" se dedican simple y llanamente a chantajear para que la intervención estatal sea de tal modo que garantice la recuperación de la tasa de ganancia. Así que no es mucho lo que distingue a China de un país capitalista. Lo que se desconoce por ahora es el alcance de la crisis, que de ser pronunciada tendría un fuerte impacto internacional.

      Estados Unidos tal vez se esté frotando las manos, pero como sea, de confirmarse la crisis, cabría repensar en qué se está creyendo cuando se habla de China. El capital privado representa las tres quintas partes de la producción y las cuatro quintas partes del empleo urbano, además de la mitad de los ingresos fiscales ¿Entonces? Al volcarse hacia el exterior (lo que ahora se está frenando en el terreno de las exportaciones), China acabó por convertirse en el tercer inversor extranjero más grande del mundo, en inversión extranjera directa. No está de más señalar que las condiciones de trabajo en China y con chinos son duras, y China es uno de los países más desiguales del mundo, lo que no tiene mucho que ver con un socialismo que las autoridades chinas no pregonan, como tampoco el poder de los trabajadores. En más de una ocasión, y pese a las ventajas que presentan frente al neocolonialismo o a las presiones políticas y militares estadounidenses, las empresas chinas en el exterior no son muy "amigables" con sus trabajadores.

     Hacia el interior, la pertenencia al partido comunista es del siete por ciento de la población, y hay en dicho partido fuerte influencia de millonarios y de estratos medios altos. Buena parte de la población es como en otros lugares del mundo: se desentiende de los asuntos públicos y opta por mantenerse "alejada de política y problemas", incluso cuando el presidente Xi Jinping lanza campañas contra la corrupción. No hay mayor ejemplo de China para el resto del mundo: lo que ha interesado por bastante tiempo es la posibilidad de hacer negocios con una mano de obra que está dejando de ser barata.

    Si las dificultades chinas se prolongan, no será tan extraño: el país asiático ha sido un punto de convergencia entre centro-izquierdistas y Demócratas estadounidenses interesados en beneficios, así por momentos digan alarmarse por la situación política china o por "la competencia". Ser el segundo país del mundo en tamaño económico no es garantía de nivel de vida bien repartido y de calidad: el ingreso por habitante es la tercera parte de Alemania y el nivel de vida inferior al de Corea del Sur o Japón. Es mejor guardar un margen de incógnita: ni caer en la creencia de alguna "amenaza", ni creer a ciegas en un membrete vago del tipo "socialismo con características chinas", si éstas consisten en no tener especial consideración por los trabajadores. La dirección china ni siquiera es monolítica, pese a las apariencias. Esperar y ver: es posible que sea preferible a creer que, por ser supuestamente el "nuevo poder", es al que hay que ponerse a la sombra, sin que medie reflexión. Ocurrió en los '90 con la Unión Europea y antes, en los '80, con Japón. En términos capitalistas, no hay remplazo de Estados Unidos, y términos no capitalistas no son los predominantes en China. (da click en el botón de reproducción).


martes, 22 de agosto de 2023

¿DEJAN HACER, DEJAN PASAR?

 Guatemala es un país poco simpático, y de tradición de violencia. Mientras el Cono Sur ha querido realzarse con la salida de dictaduras, el país centroamericano, antigua cabecera colonial, vivió décadas de militares y de guerra interna que dejó 150 mil muertos, sólo comparable con Colombia, y mucho más que en cualquier país conosureño, Argentina incluida. A principios de los '40, los guatemaltecos tuvieron un gobierno democrático con Juan José Arévalo, seguido luego de Jacobo Arbenz. Arévalo creó la Seguridad Social y un Código del Trabajo, entre otras medidas. Cuando Arbenz (1951-1954) intentó expropiar tierras improductivas de la empresa bananera estadounidense United Fruit, se acabó: una intervención militar de mercenarios apoyados por Estados Unidos puso fin a cerca de una década de democracia, sin que existiera siquiera el pretexto de la Revolución Cubana (fue cinco años más tarde, en 1959), y empezó un calvario de militares e intentos guerrilleros, si acaso con uno que otro gobierno civil de fachada. Así, fueron unas tres décadas de grave violencia interna, con militares impunes (Efraín Ríos Montt, por ejemplo) y guerrillas encerradas en disputas internas. La transición a la democracia no arregló los problemas estructurales, y al menos en materia de Justicia, Guatemala terminó bajo tutela internacional, sin que fuera la solución. Guatemala resultó ser una sociedad muy conservadora en descomposición.

      En las elecciones recientes, la sorpresa la dió el triunfo de Bernardo Arévalo, hijo del presidente mencionado, con el Movimiento Semilla. Logró en segunda vuelta cerca del 60 % de votos, sin que quepa desdeñar el 40 % restante. Lo característico del Movimiento Semilla es que fue creado por gente pensante, si cabe decirlo así: Bernardo Arévalo se formó en los Países Bajos e Israel (filosofía, sociología), y Karin Herrera (química, socióloga), para la vicepresidencia, en el Colegio Belga, Guatemala y España, ambos lejos del mundo de los negocios y de Estados Unidos. No exento de alguna que otra moda, pero sin el menor exceso, y con una visión internacional no muy atinada, el Movimiento Semilla cuajó en cambio un programa para Guatemala muy concreto, pero sin desdeñar algo que escasea: la visión de Estado y de nación, pensando en ciudadanía plena y lejos de lo nacional-popular. El programa de Movimiento Semilla está alejado de la retórica, la demagogia y el acomodo a los dictados exteriores, por lo que no es necesario aguantarse una retahíla de consideraciones sobre las mujeres, los jóvenes, los pueblos originarios, los afrodescendientes, los variopintos de género y así por el estilo, aunque sí se aborda sensatamente el cuidado de la naturaleza. Llama la atención que el voto para Semilla no parezca clientelar. Si acaso, no pude negarse un alto abstencionismo, de poco más de la mitad de la población en la segunda vuelta. No es muy válido que el progresismo latinoamericano quiera agarrarse de lo que sea, puesto que no dijo nada en la primera vuelta, en la que el partido de Arévalo tuvo el 15.5 % de los votos. A su vez, los perdedores alegaron fraude, pero no encontraron mayor respaldo internacional.

     La idea de gobierno de Semilla se concentra en crear institucionalidad limpiando al aparato de corrupción. El problema básico está en el aparato Judicial y en los medios de comunicación, para variar, que ya se apersonaron a "condicionar" a Bernardo Arévalo, como lo hizo por ejemplo Fernando del Rincón, de CNN (Cable News Network), alguien de quien no se sabe si es moreno con chiripa de ojos claros o si sale de una cabina de bronceado para amedrentar.  Del Rincón, que pasó de Yautepec a Miami, no parece entender que él no es quien gobierna en Guatemala.

     Arévalo tiene la gran ventaja de estar consciente que la tarea de construir institucionalidad no es asunto de partidos, cuando más bien éstos tienden a ser vehículos de arribismo y de lo que el ganador llama "cooptación corrupta", lo que puede ocurrir con distintas ideologías. Bernardo Arévalo prefiere alianzas con sectores y el programa de Semilla es claro en la necesidad de priorizar el profesionalismo. El Estado, que no es el gobierno,  no puede según Semilla estar al servicio de sectores específicos o privilegiados. El Estado está para crear condiciones de equidad. En especial, Semilla propone una Función Pública  que sea legítima y eficaz, que rinda cuentas y tenga una base meritocrática, nótese bien, "separando las carreras políticas de las funcionariales". En estas condiciones, importaría entonces más el know how que el know who, y es la base de un Estado no patrimonialista ni clientelar, un Estado republicano de verdad y no una república del discurso. Seguramente sea una sorpresa para alguien como Gloria Álvarez, la guatemalteca que se apareció en las últimas elecciones presidenciales mexicanas a ejercer una intromisión indebida.

     Todo está por verse, pero alguien debería explicarles a Del Rincón y Jorge Ramos, chilango de ojos claros,  afincado también en Miami, que el mediático no es el poder supremo. Lo que propone Bernardo Arévalo es sentar las bases de un verdadero Estado nacional, algo diferente de una empresa o un feudo. En una de esas hasta se vuelve algo medianamente simpático un chapín. Sin marimba. ¿Dónde estás, Rigoberta?

 (click en el botón de reproducción).



lunes, 21 de agosto de 2023

UNA BIBLIA SIN JESÚS

 En América Latina no existe mayor tradición de debate público, sino que predomina más bien la mención de los problemas de espaldas al espacio público mismo. Desafortunadamente, es en parte, también, el problema de la izquierdista Revolución Ciudadana (RC) en el Ecuador. Se esperaba que Luisa González, candidata de la RC, ganara en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. No sólo no fue así, sino que González enfrenta ahora el riesgo de perder en la segunda vuelta. Es en estas circunstancias que Claudia Sheinbaum, ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, se lanzó a felicitar a la candidata; un gesto para obtener alguna ventaja o beneficio, pero carente de sentido a la luz de lo que ocurrió.

       Llama la atención que, en medio del terrible descalabro del país, más de uno entrara al carnaval. Jan Topic, cuarto lugar, participó con "Por un país sin miedo".  Otto Sonnenholzner, con "Avanza" (no podía ser con "Dale reversa", seguramente). Yaku Pérez, con el simpático "Claro que se puede" (sacó una votación que puede interpretarse como: "parece que ni tanto"). Xavier Hervas escogió RETO (algo así como anuncio de carreras de Fórmula 1), Bolívar Armijos con AMIGO (¿es canción de Roberto Carlos?) y Christian Zurita con MC25 desde CONSTRUYE, no queda claro si movimiento de cementeras o para albañiles. El segundo lugar, Daniel Noboa, escogió ingeniosamente ADN (Acción Democrática Nacional). La primera empresa que tuvo Noboa a los 18 años se llamó DNA Entertainment Group.

      Rara vez lo menciona ya la RC, pero CONSTRUYE, que postulaba al asesinado Fernando Villavicencio, viene de un grupo formado por María Paula Romo, funcionaria del gobierno de Lenín Moreno, e instalada a caballo entre el Ecuador y Florida, en Estados Unidos. Villavicencio fue agente de la Central de Inteligencia Americana (CIA). Romo pasó por Alianza País (el correísmo original, al igual que Moreno), y siendo ministra de Moreno destapó un escándalo que involucra a la Justicia estadounidense. No se quiso insistir en el asunto, pero siendo Romo ministra (de Gobierno, entiéndase que del Interior), había una oficina estadounidense en pleno palacio presidencial (Carondelet) ecuatoriano. Villavicencio fue el campeón de las causas judiciales falsas contra el ex mandatario Rafael Correa. Según éste, el asesinato de aquél hizo que cayera el apoyo para la RC en 8 o 9 puntos, y el hecho es que Zurita, en lugar de Villavicencio, pudo llegar hasta 16.5 % aproximadamente de votos, y hacerse de una dos provincias.

      Vale para la RC: no previó -nadie lo hizo- el ascenso de Noboa al segundo lugar, con 23.5 % de los votos. Según Correa, es una propuesta de "modelo empresarial" para el Ecuador. Sin embargo, Noboa no ganó en ningún lugar "empresarial" del Ecuador, ni siquiera en Guayaquil, "capital económica" del país sudamericano. Noboa ganó en la sierra y en bastantes provincias (en particular del centro) con fuerte población indígena, aunque esta vez no se sumaron Imbabura (cosa algo extraña) ni Azuay (algo más entendible). Coincidieron así los votos indígenas serranos -y de otros serranos- con el "modelo empresarial". Tal vez sea por el cerril anticorreísmo indígena, pero no es la primera vez que coinciden intereses indígenas, de gente acomodada y de Estados Unidos. Para saber por quién se inclinó la sierra ecuatoriana (Loja incluida), Noboa es el hijo del hombre más rico del Ecuador, el empresario bananero Alvaro Noboa, cinco veces candidato a la presidencia, y totalmente educado en universidades estadounidenses: Escuela de Negocios Stern, de la universidad de Nueva York; Kellog School of Management; universidad de Harvard, y universidad George Washington. Es miembro de la empresa familiar, Corporación Noboa. Daniel Roy-Gilchrist Noboa tiene 35 años.

     Christian Zurita es un periodista especializado en golpear a Correa, lo que practicó con Villavicencio. Topic es un empresario y antiguo mercenario franco-ecuatoriano, hijo del millonario de ascendencia croata Tomislav Topic, y de formación casi totalmente estadounidense (universidad de Pennsylvania, Harvard). Quienes lo nombran "el Bukele ecuatoriano" relacionan sin sentido a las dos personas. Topic no viene de ninguna izquierda ni tiene la menor visión social, a diferencia del presidente salvadoreño. Topic tiene el apoyo de  Sociedad Patriótica, del agente de la CIA Lucio Gutiérrez, además de loa derecha socialcristiana. 

     Las buenas noticias son que la provincia de Azuay no siguió a Yaku Pérez, y que la RC ganó en Pichincha, donde está la capital, Quito, posiblemente gracias a la buena labor de la prefecta Paola Pabón (RC). 

     Ante el resultado general, Luisa González tuvo la primera  reacción intuitiva de indignación, al decir que el Ecuador es un país y no una empresa. Tal vez se haya llegado al punto en que más de uno crea que de la empresa se puede llegar a comer, mientras que de las "sabatinas" (eran las conferencias de Correa) no. A este ritmo, tampoco se come de la nación, de la república ni de la ciudadanía, y el Estado no serviría más que para que se haga creer que es lo quiere capturar una persona (Correa) para él y sus allegados, como si la RC no fuera más que una clientela más en la "patria del tongo" (reparto), que es la imagen que busca propalar el mundo mediático. Bien visto, no es un dilema exclusivo del Ecuador: no deja de ser simpático que un lujo que se pueden dar los estadounidenses se lo quieran dar también los atrasados del Ecuador. Por lo demás, los pueblos originarios no han salido de su añejo problema de cacicazgos, divididos entre sí, por lo que el partido Pachakutik y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) no atinaron a tener esta vez candidato, y Yaku Pérez se fue al agua que tanto defiende. La historia estadounidense de meter las manos entre los indígenas ecuatorianos no es nueva: por meterse con el Instituto Linguístico de Verano, le costó alguna vez la vida al presidente Jaime Roldós.

     Si alguien en los años '70 hablara de una historia de ricachones parlanchines, periodistas provincianos, indios, bananas, narcogenerales e intereses de "la embajada", daría para ver que se trata de subdesarrollo,  para mezclarla con whisky en alguna novela de Graham Greene. Como "el Ecuador ama la vida", una parte no desdeñable de la población cree que consiste en "aprovechar" y "hacer negocio", o ambas cosas juntas. Sumados, Noboa, Topic y Zurita tienen suficiente para rematar en lo que Correa no quería decir, pero Luisa González sí, lo dijo: el Ecuador es un Estado fallido. A reserva de un milagro en la segunda vuelta, no hay nada que festejar, ni lo suficiente para felicitar al "pueblo" ecuatoriano. Jaque a Correa (da click en el botón de reproducción).








sábado, 19 de agosto de 2023

SE ACERCA LA HORA

 Desde un principio, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha buscado que la autollamada "Cuarta Transformación" se acompañe de un cambio de mentalidad en la gente.

      El primer intento fue con la Cartilla moral de Alfonso Reyes, pero apenas el partido Encuentro Social (PES) se la tomó en serio, y la oposición se encargó de propalar que nada más es posible que cada uno se encargue de su propia moral (agreguemos: si acaso quiete tener una). Luego salió lo que no era de ninguna manera una Constitución, pese a que llegara a emplearse esta palabra (sin que tuviera nada de vinculante u obligatorio): la Guía ética para la transformación de México, algo manoseada por el lópezobradorismo "libertario", pero que acabó en el olvido. Posteriormente, López Obrador trató de perfilar lo que llamó un "humanismo mexicano", sin que nadie hiciera caso, ni siquiera en el oficialismo. Finalmente, llegaron los desastrosos libros de texto de la NEM (Nueva Escuela Mexicana), no exentos de lo que se conoce en México como "grilla", o, si se quiere, "politiquería". La gente metida en la elaboración de estos libros buscó sacar ventaja para sí, olvidando que se trata de la nación.

     Pocos procesos progresistas han querido encarar la necesidad de cambiar de mentalidad: no se trata de adoctrinar ( y la "grilla" tampoco adoctrina), sino que, probablemente, en la idea de López Obrador, no exenta de cierta confusión, se buscó aminorar lo que ha sido de un tiempo para acá la generalización no del individualismo, sino de la conducta egoísta y ajena a cualquier bien común. Desafortunadamente, egoístas fueron quienes le dieron un cariz "libertario" a la Guía, no pensando más que en su generación sesentaiochera, y peor aún, quienes en los libros de texto se olvidaron del carácter universal de la educación y del hecho de que es nacional y pública, no popular, pese a los errores Constitucionales de MoReNa en el artículo Tercero de la Constitución. Lo enumerado quiere decir que no importó la llamada "revolución de las conciencias", sino el "liberarse", que es de los más ambiguo, y que no es realmente educar. En rigor, los libros de texto gratuitos, de tanta polémica, más que "comunistas" quieren ser lo que se conoce como open minded, como lo prueban en materia de "ideología de género" (¿acaso protestaron en este tema los "demócratas liberales"?). Es muy sencillo demostrar que ni siquiera es algo popular: el 60 % de la población mexicana se opone al matrimonio igualitario, lo que no impide que las estados lo aprueben. ¿De dónde la falta de debate? En México, la población homosexual o lesbiana no pasa del tres por ciento, y si acaso tal vez habría que explicarse de manera no ajena a relaciones de dominación un siete por ciento de población bisexual. ¿Por qué no se debate este fenómeno del que por cierto es conocido que no es del agrado de muchas mujeres, o es que hay que estar chupándose el dedo? ¿La política se decide a partir de películas de Jaime Humberto Hermosillo o las series de Argos?

     En suma, la ultraizquierda libertaria se adecúa a lo que necesita un capitalismo que trata de demostrar que "hace el cambio" o "hace la diferencia", y es "inclusivo". Para este fin se plantea -no puede ser de otro modo- como el bien, y lo que "debe ser". No estaría mal hacer notar que a la oposición no pareció importarle mucho la "ideología de género" ni la desarticulación de la evaluación -considerada "deformadora"- en los libros de texto gratuitos. Dicho sea de paso, hace rato que la "4T" está contra una meritocracia que entiende mal: se debería tratar de premiar el trabajo bien hecho y el profesionalismo, y no el éxito en los negocios (lo propio de la oposición) o el éxito en la creación de redes clientelares (de lo que no sale MoReNa). Baste con ver lo que premia MoReNa: vuelve a dejar en manos de Francisco Paco Ignacio Taibo II (Mahojo) y familia (Paloma Sáiz + Marina Taibo) la integración de la propuesta de Arte y Cultura nacionales para el 2024-2030, como premio político y no profesional, como si la posición política fuera garantía de profesionalismo. Taibo II sabe engañar y a quién engaña, dándose licencias de majadería que impresionan a quienes creen que ser alguien es "podérselas". Hasta López Obrador se la cree y se pronuncia como el crítico literario que no es. Lo mismo vale para Sheinbaum.

       Es un hecho que la campaña reciente de candidatos de MoReNa favoreció a la ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, cuya trayectoria familiar y personal es justamente, a diferencia de los demás candidatos, sesentaiochera y adecuada a los deseos estadounidenses. Al mismo tiempo, es la candidata que recurrió a más de un mecanismo clientelar: fue público en un inicio el pronunciamiento de gobernadores (en particular, de gobernadoras, entre ellas las de Colima, Guerrero y Campeche), hay denuncias concretas por no haber respetado reglas establecidas en MoReNa y todo un discurso de "derechos" sin la menor obligación de nada, en plena deriva demagógica. Cabe empezar a pensar que gran parte del aparato de MoReNa aspira a concentrar la relación con Estados Unidos, que es también la que interesa a la oposición, considerando que a ninguno le pasa por la cabeza la idea de un mínimo de soberanía. De México no queda más que una feria de huipiles y blusas bordadas. Tal vez quepa hacerse preguntas sobre lo supuestamente evidente, si Santiago Creel queda fuera de la candidatura en la oposición: "se" decidió que "es tiempo de mujeres", a riesgo incluso de tender una trampa en la encuesta de MoReNa para optar por la presidencia, y a reserva de saber, si es el caso, en qué alcantarilla cayó Kamala Harris, al menos que a ratos la "visibilidad" sirva como tapadera y haya mujeres que se presten. Es el capitalismo en crisis el que, en busca de clientes, ha estado moldeando mentalidades y seduciendo con la "inclusión". De ser electa, lo que podrá hacer Sheinbaum es hacerse de un equipo profesional y no lo que se conoce en México por "rollero", si alcanza a tomar distancia del aparato de MoReNa. Mucha gente ya lo entendió, al haber esperado como candidato a jefe de gobierno -no será- de la Ciudad de México a Omar García Harfuch. Encima puede caerle a la capital mexicana otra mujer, Clara Brugada, por cierto que más bien vulgar. !Querreque! (da click en el botón de reproducción)






viernes, 18 de agosto de 2023

SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA: PETRO

 El presidente Gustavo Petro se propuso construir el capitalismo en Colombia, lo que no está nal, pero se le olvidó precisar algo: si capitalismo endógeno (con las propias fuerzas) o extravertido (es decir, contando básicamente con el exterior). En la extraversión se genera lo que ha sido llamado "el desarrollo del subdesarrollo": por más fachada de modernidad que aparezca, los problemas de la economía y la sociedad extravertidas no se resuelven.

     Por lo pronto, la violencia prosigue en Colombia pese al pacto firmado entre Petro y la última guerrilla, la del Ejército de Liberación Nacional (ELN), simplemente porque la imperante es sobre todo violencia criminal, ocasionalmente utilizada contra líderes sociales: van 52 masacres en este año. El mismo Petro ha llegado a decir que no se tiene idea de la magnitud del crimen organizado.

     El mandatario colombiano tiene entre sus temas favoritos el de "economía verde", para salir de un país dedicado a los hidrocarburos (ya  no básicamente al café),y propuso hace poco en una Cumbre Amazónica lo mismo que el presidente Guillermo Lasso para las Islas Galápagos: canje de deuda por naturaleza o, como dice el colombiano, por "acción climática". Se trata de que la deuda externa o parte de ella sea comprada por ONGs (organizaciones no gubernamentales) que invierten en el medio ambiente, y resulta que son estadounidenses y respaldadas por estadounidenses. Es tanto como entregarle a extranjeros el cuidado de la naturaleza local. Petro está convencido de que el presidente estadounidense, Joseph Biden, es el campeón "verde" y se propuso además alguna forma de militarizar la Amazonia. Petro se reúne a cada instante con Laura Richardson, del Comando Sur estadounidense, no ha salido ninguna base estadounidense de las varias que hay en Colombia -como plataforma de entrada de Estados Unidos a Sudamérica- ni parece que  se quiera marcar alguna distancia en este terreno, a diferencia notoria de lo que en su momento hicieron Rafael Correa en el Ecuador y Evo Morales en Bolivia, fortaleciendo sus respectivas soberanías. Tal vez quienes tanto se regocijaron con Petro deban explicar si son Demócratas estadounidenses. Hubo alternativas en las últimas elecciones colombianas, pero el contrincante, Rodolfo Hernández, fue tachado de "Trump colombiano" y descalificado.

       El gobierno de Petro lleva ya varias acciones de gran entreguismo, puesto que cabe recordar las buenas migas de Francia Márquez con el magnate estadounidense George Soros. Lo anterior no impide tener a los medios de comunicación masiva y al aparato de Justicia molestando, pero lo que llama la atención es el grado de "americanización" de Colombia. Para colmo, el hijo de Petro, Nicolás Petro, no resultó muy ejemplar: siendo imputado, dijo que la campaña de su padre recibió recursos ilícitos, en parte de un exnarco (Samuel Santander) y con cantidades no declaradas, de parte de empresarios. Los problemas de Nicolás Petro pudieran no ser "a espaldas de papá".

      Hasta ahora, la construcción capitalista colombiana de Petro no es muy llamativa, y el equipo gobernante da la impresión de no saber bien a bien dónde está parado. Es en todo caso parte de una izquierda globalista -entiéndase que no reñida con Estados Unidos- y no soberanista. Más allá del escándalo de Petro hijo, quien difícilmente fue enviado por Petro padre a delinquir, la Justicia colombiana no es tal, por más que desde principios de los años '90 haya querido ser copiada del "modelo" estadounidense: un problema particular está en la Fiscalía. Es un aparato de Justicia al que no le incomoda fabricar casos ni dejar otros en la impunidad, y que se rige por lo que se llama "entramado judicial-mediático", a riesgo de que se termine discutiendo sobre si Petro o no Petro y no sobre sus propuestas de gobierno, no todas entreguistas. 

Mejor da click en el botón de reproducción, porque la "potencia de la vida" hasta ahora no da.



miércoles, 16 de agosto de 2023

MUY FRIKI

 No queda al parecer gran cosa del latinoamericanismo que en su momento impulsó el líder venezolano Hugo Chávez, mi mucho análisis sobre lo que pasa en América Latina: no hay ninguna "ola" ni "ciclo" de nadie.

    En las elecciones primarias en Argentina se alzó con la victoria Javier Milei, del que el eterno centro -al igual de izquierda que "demócrata liberal"- dirá que es "un peligro" u otro Donald Trump, nada más por decir, porque Milei no es un gran empresario multimillonario, ni Trump un libertario. Si Trump se asocia con la MAGA (Make America Great Again), Milei no llegó a la mitad de votos en elecciones en las cuales los argentinos se dividieron en tres (dirán ellos que se multiplicaron por tres). Milei ha prometido que Argentina volverá en 35 años a ser una "gran potencia", sin que importe en lo más mínimo que el país sudamericano en realidad no haya sido nunca una potencia, ni siquiera cuando era a lo sumo una promesa, a principios del siglo XX, antes de que -según Milei- las cosas se echaran a perder desde la llegada de Hipólito Yrigoyen al gobierno . En esta perspectiva, llevarían poco más de un siglo echadas a perder por "la casta parasitaria", de "los políticos".

      No es la novedad. Candidata ganadora de la derecha, aunque no muy cerca de Milei en porcentaje de votos, peronista montonera de origen, Patricia Bullrich ocupó varios ministerios en el gobierno de Fernando de la Rúa, que desembocó en una grave crisis económica y el grito "!que se vayan todos!". Otro asunto psicoanalítico: no se fueron todos, volvió el peronismo a hacer una mezcla de grandes negocios con algo de redistribución "qué grande sos", hasta que llegó Mauricio Macri, empresario: se las arregló para dejar sumido al país sudamericano en otra grave crisis económica, en parte por adicción fondomonetarista. Ni Milei escapa al peronismo, al haber sido aquél cercano a Daniel Scioli.

      Habría que saber si el actual presidente Alberto Fernández va a asumir algo, al igual que el Grupo de Puebla y el gran promotor progresista chileno MEO (Marco Enríquez Ominami), más allá de que ciertamente un aparato de Justicia torcido terminó de sacar de la "jugada" a Cristina Fernández de Kirchner, quien intentó articular una alternativa desde las posiciones "populistas" y postmarxistas de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Al menos buscaba ideas. Alberto Fernández no es capaz de citar a más de dos próceres latinoamericanos de la Independencia, y la Agenda Argentina se perdió en los temas de moda en las universidades estadounidenses; nótese que no son del agrado de Milei, opuesto a la legalización del aborto y la enseñanza "de género" en las escuelas. En cierto modo, el peronismo se volvió una renta. Espetarle a Milei que es "fascista" es omitir ciertos ribetes de un peronismo en el que cupo de todo, de extrema izquierda a extrema derecha. No es secreto que lo que salga mínimamente del "extremo centro" es tachado de "populista" o "fascista", sin ton ni son, puesto que ni populismo ni fascismo han sido anarquistas -más bien, estatistas-, ni liberales, ni libertarios..

     La derecha argentina de Mauricio Macri está aliada con Estados Unidos, a fondo, y Milei quiere dolarizar el país. Lo que queda de más o menos nacional es el peronismo con sus corrientes, yéndose a pique. No se puede aventurar que Argentina esté camino de ser un Estado fallido porque es desatar toda una discusión psicoanalítica sobre el sentido de "fallido". ¿Es un lapsus?¿Acaso se conocen argentinos "fallidos"? La otrora "potencia mundial" que nunca fue tal -y que luego desfiló por un golpe de Estado militar cada dos mil 800 días- tiene hoy a más de 40 % de la población en la pobreza y un mar de líos, incluyendo de fuerte inseguridad, lo que no quita que se pueda proponer el mismo negocio: comprar a Milei por lo que vale y venderlo por lo que cree que vale. Si Haití se va al infierno con ritmo, Argentina no dejará de hacerlo sin palabras y tono despectivo. Como sea, falta para terminar de estrellarse ante la ausencia de alternativas, salvo que se quiera creer, forzando un poco las cosas, en esa mezcla de Elvis Presley y Leo Dan que es "el peluca" Milei. Sin aparato de Justicia digno de ese nombre, Argentina podría estrenarse en el circo con promesa de pan con un showman en la Casa Rosada. Y Milei no es el último de los incultos, por lo demás. Como sea, en la elección de tercios, con fuerte abstencionismo (una participación históricamente baja), no está decidida de antemano la victoria de Milei y La Libertad Avanza, su movimiento, para las presidenciales. Lo que se plantea sumando los votos de Milei, Bullrich, la baja participación y la caída del peronista Sergio Massa es la crisis del "Perón, qué grande sos". Para Massa, el asunto no es de análisis, sino de medio tiempo: queda el segundo tiempo, y hay tiempos extras y penales. Si no es Perón, que sea Maradona y la mano de Dios. Cosa de seguir maniobrando.

       El llamado "neoliberalismo" es persuasivo. Lo diría Luisa González, de la Revolución Ciudadana ecuatoriana, para referirse a lo ocurrido entre 2017 y 2023 en el Ecuador: la "libertad de lo que me dé la gana", como algo generalizado, es el desastre asegurado. Así que hay que "quemar el banco central", "acabar con el Estado", "vender órganos" y lo que sea. Es una libertad que marea, y no está reñida con la demagogia. Si el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa dice que el Ecuador debe volver a ser "el país más lindo del mundo", se entiende que hay un toque de humor y amor a la patria. Si en México la oficialista Claudia Sheinbaum dice en campaña que la Huasteca Potosina es "por su cultura y naturaleza" un lugar "sin igual en México y en el mundo", pasa desapercibido desde que todo en suelo mexicano se ha vuelto "mega", "híper", "súper" y otras imitaciones de las manías estadounidenses. Debe ser que la señora está "haciendo Historia", como los estadounidenses a la menor cosa: encestar, taclear, lo que sea. Si Javier Milei dice que Argentina "volverá a ser una potencia mundial"...bueno, gana las elecciones primarias y más del 30 % se lo cree. Suena más atractivo que decir que el peronismo se volvió incompetente y que entretanto gobiernan la Justicia podrida -no tocada por Milei- y el espectáculo. Desafortunadamente, en ésto los argentinos no son especiales, de la misma manera en que los chilenos nunca han sido los campeones de la estabilidad democrática, ni los uruguayos los inofensivos del rincón (su proclividad a la mentalidad de clase media para consumo izquierdista no siempre es lo mejor). Tal vez nada más se esté atemperando la creencia de que, en el Cono Sur, todo tiene algo de excepcional. Y bueno, da click. Es como votar por Milei y no suena mal.






martes, 15 de agosto de 2023

RUSIA: ES LO QUE HAY

 En el 2018, no parecía obligado que se lograra: el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo querer que su país se convirtiera en la quinta economía del mundo. No es cualquier lugar, aunque tampoco es ninguna idea de supremacía.

     Pues bien, a pesar de una lluvia inaudita de sanciones, la economía rusa ha tenido un buen comportamiento, y ha logrado convertirse, según el Banco Mundial, exactamente en lo que deseaba Putin: la quinta del mundo. Para conseguirlo, Rusia ha superado a Alemania (aunque hay que considerar que, más allá de los países, la Unión Europea en conjunto tiene la mayor riqueza del mundo). Rusia es además la mejor economía de Europa (por países), en términos de paridad de poder de compra adquisitivo. La Federación Rusa llega así detrás de China, Estados Unidos, India y Japón. Putin se refería al quinto lugar por producto interno bruto (PIB) y paridad de poder adquisitivo, y está hecho, además con una buena tasa de crecimiento. En 2005 Rusia estaba en el octavo lugar.

     Como se colige de la presencia de India (y debiera hacerse lo mismo con China), que el "pastel" sea más grande no dice mucho sobre el modo en que se reparte. Sin embargo, Rusia ha dejado de estar entre las economías más desiguales del mundo, pese a que hay una fuerte desigualdad. América Latina sigue colando en la lista a dos de los tres más desiguales, Haití y Honduras (Perú es el cuarto país con más desigualdad en el mundo). Sudáfrica es hoy el país más desigual, y está contagiando en el tema a vecinos como Zambia, Botsuana y Namibia.. Ahora bien, puesto que de "reparto del pastel" se trata, la Federación Rusa es el país más desigual de Europa: uno por ciento de la población se queda con cerca de casi la mitad de la riqueza (en Francia es 27 %, por ejemplo).. El 10 % de la población más rica de Rusia se queda con más del 70 por ciento de la riqueza. Las cifras son más o menos similares en Estados Unidos (71 %) y en China (68%). Los ricos rusos con frecuencia no tienen especial interés en su país: hasta antes de las sanciones, había más dinero de unos cuantos rusos en paraísos fiscales y en países como Chipre, Suiza y el Reino Unido que toda la riqueza de la población rusa en Rusia. Es así que Occidente se puso a "cazar" el patrimonio de cerca de 700 oligarcas rusos, esperando que la emprendieran contra el gobierno, pero no funcionó. Lo que tampoco funciona es la holgura para las "tres cuartas partes": gran parte de la población rusa vive muy modestamente. La cifra de pobreza en Rusia está un poco por encima del 13 %, lo que indica una situación muy distinta del Sur. Entre los extremos, el nivel de vida es relativamente bajo (lugar 64 en el mundo). Es así que los "dos tercios" acomodados no se cumplen.

     Como sea, puede apreciarse que Rusia no es un país bananero, ni tiene hordas de miserables sobreviviendo al día, ni muchos de los males del Sur. Depende muchísimo menos de Estados Unidos que China, agarrada económicamente del cogote, por decirlo con amabilidad. En el giro que se está produciendo actualmente, Rusia se recupera, mientras que China, en una situación muy distinta (ni carrera armamentista ni sanciones), está entrando en una crisis de consecuencias difíciles de prever. Rusia, ya se ha dicho, es por lo demás la principal potencia militar del mundo.

     No queda claro qué es lo que están viendo los occidentales en Rusia: si escasez (que no hay), terror (tampoco) u osos en las calles (menos). No hay ni desastre, ni lo previsto por quienes creyeron que Occidente es Beverly Hills 90210. Tampoco es Rusia el paraíso mafioso. Queda el asunto -prometido por Putin- de que el salario garantice a todos un mínimo de calidad de vida, y los problemas inveterados de un Estado con gente que con cierta frecuencia aplasta y funciona de manera clientelar. En todo caso, el ruso suele ser un buen trabajador y algo de ésto parece reflejarse en la contraparte al "buen saqueador" de los años '90 con el presidente Borís Yeltsin (da click en el botón de reproducción).




domingo, 13 de agosto de 2023

A ECHARLE MUCHAS GANAS

 El Frente Amplio -nombre robado a la izquierda- de la oposición en México ya hizo una primera selección de candidatos. La congruencia es lo de menos.

     Quedaron fuera -y no les gustó- los candidatos de un PRD (Partido de la Revolución Democrática) no muy lejos de la extinción. Pasaron en cambio dos del PRI (Partido Revolucionario Institucional) que no tienen gran cosa que ver entre sí: Enrique de la Madrid, junior aunque diga no serlo, y, para más extravagancia, la política Beatriz Paredes, ex gobernadora de Tlaxcala y entusiasmada con el "tiempo de las mujeres". Los dos del PRI no son improvisados: De la Madrid tiene larga experiencia en la administración pública, y Paredes en la política. El primero ya dió en la demagogia. Lo curioso de Paredes es que es integrante del Grupo de Puebla, que agrupa a los progresismos latinoamericanos con los que se identifica gran parte del oficialismo mexicano. Varios del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) son fundadores del Grupo en cuestión: el líder Mario Delgado, la actual canciller mexicana, Alicia Bárcena y Zoé Robledo. Además, está en el Grupo, Cuauhtémoc Cárdenas. Es una composición que supondría esperar de Paredes propuestas de centro-izquierda muy alejadas de lo que tenga que decir De la Madrid. Cabe decir que la ex gobernadora logró reunir un buen número de firmas de apoyo. En los dos candidatos, se trata de dos "PRI" muy distintos.

     Pasaron además dos del partido Acción Nacional (PAN), Santiago Creel, dado al histrionismo, y Xóchitl Gálvez, que es quien atemoriza a MoReNa, además de haberse embarcado entre otras con la bandera de que es mujer. Se trata hasta ahora de la carta favorita de la oposición, a la que no le importa ser ella la que polarice: como Gálvez viene de abajo, es "de pueblo", no es cualquier cosa, sino ir a disputarle a MoReNa el pueblo mismo, que el lópezobradorismo cree tener en exclusiva. Las propuestas de Gálvez no siempre son muy distintas de las de Claudia Sheinbaum, de MoReNa: nearshoring, programas sociales e innovación tecnológica, aunque en la panista no hay ni asomo de humanismo, sino que se trata de que todo el mundo tenga "técnica" (ingeniería, robótica, inteligencia artificial, etcétera...). La dizque "universidad" Rosario Castellanos de Sheinbaum en la Ciudad de México no se queda atrás: es técnica más medios de comunicación masiva. Gálvez es técnica más huipil, pero Sheinbaum no se rezaga en sus folclóricas expediciones de campaña pueblerinas.

     Lo llamativo es lo florido de la oposición, en espera de algún programa. Es una oposición que pega de gritos por lo que dicen los nuevos libros de texto sobre las guerrillas en México, pero ni siquiera nota la pertenencia de Paredes al Grupo de Puebla, como tampoco el hecho de que Jesús Zambrano, líder del PRD, venga del movimiento armado Liga Comunista 23 de Septiembre. En este caso, el empresariado no se inquieta, como tampoco por los vínculos de Paredes. Menos por la manera de hablar del ex presidente panista Vicente Fox, quien sugiere que de la inseguridad en México se encarguen los marines o la DEA (Drug Enforcement Agency- Agencia para el Control de Drogas) y que se dejen de lado esas "mamadas de la soberanía" (sic).

     Tampoco incomodó en lo más mínimo que haya competido -aunque no pasó a la nueva ronda- por Acción Nacional el ex gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca: nadie del Frente Amplio se acordó de que está acusado de delincuencia organizada y lavado de recursos de procedencia ilícita, en suma, de haber sido un narcogobernador más. El PAN está lleno de escándalos de este tipo, con mayor frenesí que más de varios gobernadores del PRI. Nadie parece recordar tampoco ciertos antecedentes de De la Madrid baby, como el de haber sido quien le callara la boca -junto con Emilio Gamboa- a su propio padre, Miguel de la Madrid, cuando éste denunció a quien se robó buena parte de la partida secreta de la Presidencia.

      De resultar Gálvez la candidata, se tratará de librar una batalla cultural entre la gente de pueblo (y la clase media que pretende apadrinarlo), tratando se serrucharle el apoyo al lópezobradorismo no sin astucia: presentando a la pueblerina convertida en empresaria millonaria como "prueba" de que no es sino cuestión de saber "echarle ganas". MoReNa, que entretanto prefiere a los norteños desorientados de Movimiento Ciudadano, pareciera haber intuido que la experta en "xochibaile", a diferencia de los demás, puede llegar a mostrar algo latente y que no es erróneo: el "pueblo" no es una "masa" homogénea ajena a contradicciones que nada más el PRI supo contener "equilibrando intereses" hasta los años '80. En gran parte del mundo, las sociedades se encuentran partidas a la mitad, porque ni "pueblo" ni "clase media" son unidades monolíticas. La sociedad mexicana está dividida desde el fin del "pacto revolucionario", y es lo que pueden dejar ver las elecciones de 2024, a reserva de lo que decida Movimiento Ciudadano, que hasta hoy controla las dos segundas ciudades en importancia en México, Guadalajara y Monterrey. El "xochibaile" (da click en el botón de reproducción y xochibaila).




sábado, 12 de agosto de 2023

ECUADOR: EL ENORME DETERIORO

 A pocos días de las elecciones presidenciales en el Ecuador, fue asesinado el candidato de "centro-derecha", Fernando Villavicencio. No es que las elecciones estén reñidas: es que todavía no es seguro que Luisa González, candidata favorita (Revolución Ciudadana), logre el 40 % de los votos más 10 puntos de diferencia sobre su inmediato seguidor, aunque tampoco está descartado. La izquierda no puede omitir que más de la mitad de los votantes está dispersa y con frecuencia apática, como si no quisiera entender la gravedad de una situación en la que, según González, el Ecuador es un "Estado fallido". Lo deseable es, en estas condiciones, no llegar al punto de no retorno.

      Lo ocurrido a Villavicencio, atribuido en un principio al Cartel de Sinaloa, no deja de recordar lo sucedido hace ya cierto tiempo con el presidente haitiano Jovenel Moise: cuando fue ejecutado, las condiciones de seguridad se desvanecieron, lo que terminó sugiriendo la complicidad de quienes lo cuidaban con los asesinos, en su mayoría un grupo de colombianos, como en el caso de Villavicencio. Moise se había distanciado arriesgadamente de sus patrocinadores, la derecha mafiosa haitiana. Villavicencio parece haberse sentido lo suficientemente seguro para obtener cierta independencia y denunciar al Cartel de Sinaloa, algo sobre lo que el Ecuador calla. Hay además tres políticos inmiscuidos.

     En efecto, Villavicencio había tenido la fama de ser agente de la Central de Inteligencia Americana (CIA), algo que denunció quien fuera vicepresidente valiente de la Revolución Ciudadana, Jorge Glas. Como persona cercana a los intereses estadounidenses, el deporte de Villavicencio era coleccionar denuncias falsas de cualquier cosa contra el ex presidente Rafael Correa, lo que le costó a éste el asilo político en Bélgica y no poder correr en las elecciones de 2021. Si es correcto que Villavicencio era de la CIA, ¿a quién estorbaba? La canciller mexicana, Alicia Bárcena, muy profesional, declaró desde Estados Unidos que la autoría de la ejecución -que fue en "modo sicariato", como se dice en el Ecuador- no fue obra del Cartel de Sinaloa. A su vez, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, pidió ayuda del FBI (Federal Bureau of Investigation-Agencia Federal de Investigación) para investigar el caso.

      Cuando fue ejecutado, a Villavicencio le ocurrió algo "extraño", similar a lo de Moise: le fueron retiradas ciertas garantías de seguridad (lo que sus familiares denunciaron) y el encargado de las mismas, Patricio Carrillo, salió por otra puerta y hacia un coche blindado, a diferencia del candidato. ¿Hasta dónde pensaba llegar Villavicencio, si acaso sintiéndose protegido? Es porque es de todo el mundo sabido que la fuerza pública ecuatoriana, policía en particular, está infiltrada por el narcotráfico, al grado que se sabe de la existencia de "narcogenerales" que no son investigados, y que, para colmo, hay grupos criminales que dan anuncios de prensa con escolta policíaca. ¿Acaso Villavicencio no iba a llegar a esta parte de las fuerzas de seguridad que son las que lo descuidaron, al grado que pueda sospecharse en el Ecuador de un crimen de Estado, sin que la izquierda termine de reconocer el alcance de lo que sucede? Ciertamente, González insistió en las situaciones "extrañas" que rodearon el crimen y en la mención de los "narcogenerales", llamando a depurar la fuerza pública. Pero hace rato que la Revolución Ciudadana, salvo excepciones, elude sistemáticamente hablar de Estados Unidos. No es el caso de Lasso: no sólo llamó al FBI, sino que previamente llamó a combatir al CJNG (Cartel Jalisco Nueva Generación), que no dudó en externar su enojo por la complacencia con los de Sinaloa.

     No corresponde especular demasiado hasta que no haya más elementos, pero hace rato que Estados Unidos le ha hecho un daño terrible al Ecuador. Más allá de ésto, el 30 % de la droga colombiana está siendo exportada vía el Ecuador, y el 60 % de la droga que entra a Europa vía el puerto de Amberes (Bélgica) sale del gran puerto ecuatoriano de Guayaquil. Por mucho tiempo, la sociedad ecuatoriana no quiso ver: ahora ya no es nada más lugar de lavado espectacular de dinero, a la vista de quien no quiera ser ciego, sino lugar de tránsito y de extensión de actividades criminales como secuestros y extorsiones, no faltando más que la conversión, también, en lugar de consumo. En medio del caos, todavía hay gran parte de la sociedad que no se inclina por la Revolución Ciudadana, que dejó pasar algunas cosas (como narcomenudeo en las narices de la policía), pero de cualquier modo consiguió hacer del Ecuador el segundo país más seguro de América Latina. Dicho sea para terminar, acaba de probarse que las acusaciones contra Glas, que las pagó con cárcel, eran inventadas, en otra extrañeza, el papel de la empresa brasileña  Odebrecht (la Corte de Brasil ya anuló las supuestas "pruebas"). A quedarse con Carpuela (da click en el botón de reproducción).






jueves, 10 de agosto de 2023

CADA QUIEN SU GURÚ

 A veces, las derechas son un poco menos "cavernarias" de lo que parecen, y las izquierdas un poco más. A juicio de alguien como Jair Bolsonaro, quien gobernara Brasil hasta hace algún tiempo, el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva representa algo así como el "marxismo cultural", aunque a Lula le falta por completo formación marxista y ha demostrado por lo demás ser anticomunista, por ejemplo en el Foro de Sao Paulo. Izquierda igual a comunismo es algo falso, como izquierda igual a marxismo, de tal modo que ni siquiera los últimos líderes soviéticos, como Mijaíl Gorbachov, tenían la menor noción de marxismo (Gorbachov acabó declarándose abiertamente socialdemócrata, para más señas). De la misma manera, no toda derecha es automáticamente "fascista", incluso cuando, como Bolsonaro, reivindica la dictadura militar, como lo hace José Antonio Kast en Chile. Los casos de neonazismo son contados, como el de Ucrania. 

       En la segunda posguerra, a partir del llamado "deshielo" (1956) y con la bonanza capitalista, se dejó de creer en la clase obrera como vanguardia al socialismo, y a la larga también en el campesinado, luego de que el maoísmo en China encontrara sus límites. La mayor parte de la izquierda se quedó sin "sujeto". Andando el tiempo, se pasó a poner mayor atención a otros temas que al de las clases, y a partir de la llamada "teoría crítica" de la Escuela de Frankfurt, con Theodor Adorno y Max Horkheimer (que no tuvieron mucho problema en colaborar con la Central de Inteligencia Americana -CIA), del interés por el teórico italiano Antonio Gramsci, de "marxistas" libertarios como Herbert Marcuse y más adelante de teorías como las de Ernesto Laclau, la izquierda se puso a recoger de todo, en busca de "nuevos sujetos", mezclándose así con la llamada "ideología de género" (causas feministas, pero también otras, LGBTTTIQ+), los "pueblos originarios" y los "afrodescendientes", los "jóvenes" y lo que cayera, nótese que prescindiendo de los trabajadores (a lo sumo una "minoría" más), de la idea de explotación y otras propias del marxismo y de los comunistas. En este sentido, los nuevos libros de texto mexicanos responden a un manoseo político de la "nueva izquierda", salvo que, en una falsedad, hay quien cree que se trata de "comunismo". La idea gramsciana es la de dar la "batalla cultural" agarrando cualquier sujeto, y la derecha también entra a su modo en la "guerra cultural", con valores como la familia, el orden, el antiabortismo o el rechazo al matrimonio igualitario. Se toma por "comunismo" o por lo que se llama "marxismo cultural" esta ensalada libertaria de "nuevos sujetos", mientras que para la izquierda es "fascismo" rechazarlos, en un asunto de valores que debiera ser más discutido, y sobre todo más allá de falsas equivalencias. La Nueva Escuela Mexicana y sus libros podrían ser suscritos por universidades estadounidenses y los Demócratas. El debate está muy americanizado. No cambia gran cosa que uno que otro ex comunista se adhiera a las creencias de la "nueva izquierda" y se ponga a recitar sobre ecología y contra el patriarcado, como lo hace por ejemplo el "sobreviviente del 2 de octubre" (¿es un oficio?), Luciano Concheiro, en la Secretaría de Educación Pública (SEP).

     En México hay dos muy pequeñitos partidos comunistas y uno de ellos, el PCM (Partido Comunista Mexicano) se opone a la "Cuarta Transformación". Hay ex comunistas en el gobierno, que fueran miembros del PCM que se disolvió para entrar en el PSUM (Partido Socialista Unificado de México), que a su vez se derritió en el PRD (Partido de la Revolución Democrática). Los ex comunistas de la 4T son contados, bastante ineficaces y adeptos al maniqueísmo estadounidense, en uno que otro caso. Uno de los responsables de los libros de texto, Marx Arriaga, no tiene nada de comunista ni de marxista, pero sí parece habérselas ingeniado para estar en las modas de la izquierda, confundiendo además "pueblo" e izquierda. El origen de la confusión está en los cambios al artículo Tercero Constitucional introducidos por el Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa). Si acaso, lo que hace Arriaga (pasemos sobre los hermanos Concheiro, Pablo Gómez y Alejandro Encinas) es ultraizquierdismo, lo que los comunistas conocían como "enfermedad infantil", mezclado con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y modas universitarias ya aludidas. El alumno modelo tal vez deba ser un afrodescendiente de Pinotepa que "transite" a ser mujer, aprovechando para declararse además lesbiana, comer vegano, militar contra el maltrato a los animales y en pro de una célula onegeísta de Black Lives Matter en Oaxaca: si tiene cultura digital, será la persona libre por excelencia y, para recitar a la Nueva Escuela, alguien resiliente "en comunidad", siguiendo a Enrique Dussel, una de las lecturas de Arriaga.

     Es entendible que haya un problema de valores -que la izquierda con frecuencia no entra a debatir, porque se pronuncia poco sobre la familia o el orden, por ejemplo- y un choque en el que la derecha (no la "demócrata liberal", más al centro) cree estar viendo "comunismo" y "marxismo cultural", habida cuenta de los orígenes de más de uno en la izquierda. A su vez (y en algo que al centro también comulga con los "demócratas liberales"), la izquierda ve "fascismo" en los presidentes estadounidenses George W. Bush o Donald J. Trump, cuando no en el mandatario ruso Vladimir Putin. Más parece cosa de etiquetas para vender (vender la creencia y hacerse de adeptos) que atisbo de análisis o de un mínimo de seriedad. Marx Arriaga no es más que un "Tacubo" (hijo de un Prepa Popular Tacuba), "grillo" para más señas, y sus contrincantes, unos cínicos que dicen estar "contra la ideología" para no creer más que en una, la empresarial con su "emprendedurismo". Como sea, hay más falsas relaciones: izquierda no es equivalente a comunismo y derecha no lo es a fascismo. Estas equivalencias se establecen para hacer negocio o extraer una renta: el negocio del sensacionalismo contra el comunismo y la renta de "luchador" contra el "fascismo".

     En rigor, no hay en los libros de texto nada que no esté en el nuevo artículo Tercero de la Constitución mexicana, y si se menciona el "mejoramiento del pueblo", es de esperarse que a más de uno se le ocurra ponerse a "grillar", como se dice en el argot mexicano: la "ideología de género", los pueblos originarios, el ecologismo y otras cosas están en el mandato constitucional, así sea contradictorio, en el ánimo de MoReNa de quedar bien a la vez con "el pueblo" y con organismos internacionales. Los alegatos en contra son extravagantes, como los del "periodista" golpeador Carlos Marín, de Milenio, que conecta cualquier cosa con cualquier cosa, preocupado más por el efecto que por el sentido. Para Marín, en plena grosería maliciosa, la concepción de los libros de texto es  "marxoide-chavista" (claro, ¿con el tufo de Así habló Zaratustra, que tanto le gustaba a Hugo Chávez?), inspirada de un "romanticismo revolucionario" de los primeros dos tercios del siglo XIX (¿se refiere al socialismo utópico del que se deslindó Marx?) y hasta en una de esas de "los guardias rojos" que ocuparon el Palacio de Invierno en San Petersburgo en 1917. Es totalmente provinciano, ignorante y con pretensiones: como Chávez, por ejemplo. Después de todo, el procedimiento es el mismo, sea en Arriaga o en Marín: aprovecharse, sacar ventaja, desde una posición considerada ante todo de poder y no de servicio. (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 9 de agosto de 2023

¿QUÉ HA HABIDO?

 China es un país que está cambiando y alejándose de lo "milagroso", para entrar en problemas similares a los de muchas otras sociedades.

     Un buen consejo es quitarse de la cabeza la creencia de una China exclusivamente fabril, repleta de obreros y obreras maquilando para empresas transnacionales. El trabajador chino explotado hoy tiende a ser otro, sin descartar a los mencionados: es el repartidor a domicilio, en moto, o el trabajador de oficina tecleando hasta la extenuación, gracias a la tecnología y a lo que se ha dado en llamar la "uberización" del trabajo. 

      China ya no tiene las grandes tasas de crecimiento de antaño. Un problema particular es el que afecta a la juventud con títulos universitarios: el desempleo. Uno de cada cinco jóvenes de 16 a 24 años en China no tiene trabajo. Ocurre como en las sociedades occidentales: mayores exigencias de títulos, pero menores posibilidades de encontrar un buen empleo, lo que, para decirlo un poco en broma, da titulados universitarios repartiendo comida. Sobre una población económicamente activa de 733 millones de personas, 200 millones tienen un empleo "flexible". El número de jóvenes desempleados se calcula en 54 millones, entre los que se encuentran migrantes y jóvenes diplomados con tres años de no encontrar lugar en el mercado laboral. Entretanto, ha aumentado el número de candidatos al posgrado, de dos millones en 2017 a casi cinco millones en 2022. Al mismo tiempo, y es igual que en bastantes otros países, hay gente que ya no quiere trabajar: en el sector manufacturero hay 30 millones de puestos de trabajo sin cubrir. Lo que quieren los graduados ahora es entrar al servicio público: un millón y medio de candidatos para...!37 mil puestos! En los últimos años, en realidad, por cada punto ganado en el PIB (producto interno bruto), las empresas públicas han creado casi dos millones de empleos, pero las privadas seis millones 300 mil.

      Pese a que China se dice socialista, hay que considerar, ligado a las dificultades del empleo, que éste lo crea sobre todo el sector privado, que representa el 80 % de los empleos urbanos del país y el 90 % de la creación de empleo. Ante esta situación urbana, también sucede como en otros países: la tentación de irse a buscar algún trabajo menor en provincia. La población china nunca ha sido tan numerosa como ahora (aunque India es el país más poblado del mundo), pero el número de trabajadores urbanos ha comenzado a disminuir, por primera vez desde 1962, para pasar de poco más de 467 millones a poco más de 459 millones. Pese a los números absolutos, la población china ha comenzado a envejecer y, por primera vez desde 1961, ha disminuido.

       No deja de resultar curioso que un país como China viva estos problemas tan parecidos a los de países occidentales: "uberización" del empleo, graduados sin trabajo, envejecimiento demográfico, saturación urbana y ocasional partida a provincia, puestos de trabajo que nadie quiere...Entretanto, el máximo líder chino recibe no nada más a empresarios estadounidenses, sino al centenario Henry Kissinger, el "viejo amigo", artífice del acercamiento entre Estados Unidos y China y de hechos tan poco loables y bastante matonescos como el golpe de Estado de 1973 en Chile contra el presidente democráticamente electo Salvador Allende. Los roces entre Estados Unidos y China probablemente sean menos de cuidado de lo que se cree, a diferencia de la arremetida contra Rusia. Esta es tratada como si fuera el país comunista que no es, mientras que China, que empieza a tener otros problemas económicos, es tratada como lo que es. Queda por saber qué es. Adivina adivinador (da click en el botón de reproducción).



domingo, 6 de agosto de 2023

GENTE BATALLOSA QUE NUNCA FALTA

 A raíz de que se dieran a conocer en México los nuevos libros de texto de primaria y secundaria, el empresario de Grupo Azteca, Ricardo Salinas Pliego, saltó a gritar que se trata de comunismo, lo que repitió en TV Azteca Javier Alatorre, sonorense de Navojoa, lugar que es para Sonora lo que Galicia para España, al menos en términos de chistes sobre coeficiente intelectual. Sabrá Dios de la alianza entre Grupo Azteca y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (¿una pifia más?): el hecho es que Salinas Pliego se distingue por la grosería maliciosa, el creer que "se las puede" y ciertos "pasos al acto" medio fascistoides. ¿Qué han ido a hacer Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum y Gerardo Fernández Noroña con el "Escorpión Dorado" de la televisora mencionada? Es el estilo de corrupción en el relajo para nivelar por lo bajo en la vulgaridad.

      El argumento de Salinas Pliego es muy usual: en el comunismo, dice, !todos pobres!. De ser así, hay mucho comunismo en América Latina, aunque absolutamente ningún país con todos pobres (aunque sea, si se quiere, porque en los países socialistas de la región hay una capa de burócratas con privilegios, lo que no es secreto en Cuba, pero mucho menos aún en Venezuela). Como sea, los países de América Latina con mayores porcentajes de población que vive por debajo de la línea de pobreza -los "más comunistas", si hay que atenerse al argumento del empresario mexicano- son Guatemala, Haití y Honduras. Siempre de acuerdo con la misma fuente, el Banco Mundial, México tiene mayor población por debajo de la línea de pobreza que Nicaragua y Venezuela, es decir que, si el argumento es que se trata de "fabricar pobres" para tener una clientela, México es bastante más comunista que Nicaragua y Venezuela (Cuba, que no va bien económicamente, no aparece con facilidad en las estadísticas, pero es fácil saber que no está en la situación de Haití). Eso sí, se puede conceder, hay más libertades en México que en Nicaragua o Cuba. La gente de Guerrero, en México, seguramente puede decir lo que le venga en gana: no cambia una situación de delincuencia bastante generalizada que no hay en Cuba. Los críticos de López Obrador pueden describir muy bien la situación guerrerense, si se trata de caerle a una gobernadora oficialista, Evelyn Salgado. El 60 % de los haitianos está en la pobreza. En Guerrero es casi el 67 %, un paraíso comunista. En Nicaragua, país de socialismo cristiano, la pobreza es de poco más del 13 %, según el Banco Mundial. En Venezuela, la pobreza es de menos del 50 %. En Cuba se vive con pobreza, a reserva del problema de la medición, pero Guatemala y Haití son realmente muy comunistas. Se trata de nueva cuenta de la forma de ver el mundo de la gente adinerada, que establece como relación de causa y efecto una correlación, pero que no es más que esto último: no existe relación de causa a efecto entre socialismo (comunismo no hay ni ha habido nunca) y pobreza. No queda claro por qué se ignora a Guatemala o Haití (en el caso de Honduras, hay que esperar resultados del gobierno de izquierda de Xiomara Castro) si de evitar el comunismo se trata. Es tan fantasioso como creer que a mayor pobreza mayor revolución. Nada de ésto tiene que ver con comunismo ni socialismo.

     Haití se está volviendo uno de los países más desiguales del mundo, además de ser, al "criterio" de Salinas Pliego, el más comunista del hemisferio occidental, es decir, el más pobre. Gobernado por una derecha mafiosa, que ni siquiera celebra elecciones, y con el asesinato de Jovenel Moise, el último presidente que intentó cambiar algo (quería entregar a Estados Unidos una lista de políticos y empresarios ligados al narcotráfico), Haití ya logró colar a su capital, Puerto Príncipe, al mismo tiempo que no se descarta una nueva injerencia internacional (encabezada por policías de Kenia), entre las 20 ciudades más peligrosas del mundo, en gran medida tomada por pandillas ligadas al crimen organizado. La violencia es tal que Estados Unidos ordenó a todo su personal -menos el estrictamente necesario- salir del lugar. El presidente haitiano, Ariel Henry, acaba de destituir a quien quería investigarlo como sospechoso en el asesinato de Moise: quien fuera ministro de Justicia, Rockfeller Vincent, quien respaldó al ex fiscal Bedford Claude, en la misma pista. ¿Alguien tiene algún problema con la "independencia de poderes" o es simplemente que países "comunistas" como Haití o Guatemala importan un comino, por igual a izquierdistas que a "demócratas liberales", más inquietos por Nicaragua? No es creíble en todo caso que las pandillas haitianas actúen por generación espontánea de la pobreza: se ocupan, cuando es necesario, de masacrar a gente pobre que reclama cuando menos elecciones y no su eterna posposición. Al menos que, como ha quedado demostrado en otros países, como el Ecuador, #Conlosniñosno, pero #Conellumpensí.

     Por último: ¿China es un país "comunista"o no? Es nada más porque es el único país del mundo del Sur que ha erradicado la pobreza extrema por completo, desde 2018. No es, en cabezas como las de Grupo Azteca, una correlación "porque sí", sino destinada a vender una creencia por miedo y sensacionalismo, cuando el verdadero "espectáculo" está en las calles de Puerto Príncipe. Alatorre, claro, por tonto, pero el grosero malicioso, por cínico. Hasta es mejor la música haitiana del matón Michel Martelly (da click en el botón de reproducción).



sábado, 5 de agosto de 2023

FERIA DE POCHOS Y POLKOS

 Ya ha habido ocasión de decir que, para la sucesión de 2024, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no tendrá favoritismo, por lo que tampoco hay "caballo negro" ni nada por el estilo, pese a la relación cercana y de paisanaje con Adán Augusto López Hernández, precandidato oficialista y tabasqueño. Fieles al antiguo régimen que dicen criticar, algunos, izquierdistas o "demócratas liberales" por igual, creen que no hay cambio y que, a fin de cuentas, habrá "dedazo" e incluso algo así como el peligro de "Maximato", pese a que el mandatario ha dicho que se retirará. De lo que se trata es de forzar alguna ruptura y orillar al centro al candidato definitivo, o de seguir golpeando de manera inmisericorde, como lo ha dicho López Hernández. Este seguramente sea el menos proclive a la deslealtad, que la oposición trató de jugar en particular con el ex canciller y también precandidato del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa), Marcelo Ebrard. López Hernández es el menos ambicioso, y Ebrard, el más, aunque ha estado delineando asuntos concretos. Las reglas del sistema político mexicano, que el PRI (Partido Revolucionario Institucional) respeta, dictan que un ex presidente no vuelva a meterse en política, sin que quede claro por qué no se les recuerda a los ex mandatarios derechistas Vicente Fox y Felipe Calderón (partido Acción Nacional).

     Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña (prácticamente descartados) y López Hernández están en buena medida exentos de la fiebre de pochismo en el país, la propagación de polkos (si todavía se recuerda qué es pochismo y qué fueron los polkos) y la ausencia de "visión general de las cosas" que impera. Procedente de una familia modesta pero muy letrada de Paraíso, Tabasco, con padre notario y madre maestra normalista, López Hernández decidió hacer sus estudios de posgrado en Derecho en Francia por considerarlos más humanistas que los ofrecidos por Estados Unidos. Entre sus virtudes, el precandidato tabasqueño tiene, además de una gran cultura que no lo acompleja -a diferencia de los problemas crónicos de López Obrador con la intelectualidad-, una magnífica memoria y capacidad de acercarse a la gente gracias a aquélla. Es, al mismo tiempo, más conciliador y más estricto que un López Obrador proclive a la necedad, a cierta ignorancia y al laxismo. Si López Obrador es "luchador social", prácticamente sin verdadera profesión, López Hernández tiene muy buen oficio de abogado y es netamente político, habiendo sido diputado, senador, gobernador (durante un tiempo el senador y el gobernador más votado de Tabasco) y secretario de Gobernación. López Hernández tiene la franqueza tabasqueña, pero sin estridencias. 

     Lo que no queda claro es qué está decidiendo la contienda: la gente o los medios de comunicación masiva y el aparato de MoReNa que hace mucho adelantaron los tiempos, al grado de acercarlo todo a una feria, lo que la oposición ya entendió: ahora Xóchitl Gálvez también tiene su baile, el "xochibaile". ¿Es un asunto de entretenimiento y demagogia o un asunto de rumbo del país y soluciones posibles para sus problemas y su gente? Con un poco de observación, no es difícil darse cuenta quién toma las cosas en serio y quien está en la demagogia. El pochismo y los polkos optaron desde un principio por dos: Claudia Sheinbaum, hoy ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, y Marcelo Ebrard. López Hernández pasa por un "desconocido en los medios", el "paisanito" del jefe y, a lo sumo, alguien a quien golpear si se intuye que no se suma al pochismo y los polkos. Ahora bien, tampoco cabe exagerar la nota con que López Hernández tiene el gran proyecto soberanista. Visión de Estado y de nación la tiene entre pocos Cuauhtémoc Cárdenas, hasta que MoReNa saque un programa, si consigue hacerlo con tal visión.

     Los "momentos de ambición y poder" a costa de la persona y el profesionalismo no son lo de López Hernández. Como López Obrador, tiene sentido de la justicia, pero respaldado en el conocimiento de las leyes y de su espíritu. Dos cosas hacen la diferencia: el oficio de abogado y el de político, asuntos distintos de ser "luchador social" o "activista". López Hernández tiene mayor apertura -pese a ser estricto- que el actual presidente. Divide más a la gente por su calidad moral que por su afiliación partidista. Es admirador de López Obrador, pero no anda en todo con "el pueblo bueno" por delante ni con maniqueísmos reiterados. 

     No está nada claro que el torneo no esté virando a pachanga, dado que en México el relajo es la ocasión de pescar a río revuelto. Se pierde así de vista lo que está realmente en juego -la pachanga está para la aniquilación moral y las posibilidades de López Hernández no están definidas: la demagogia tiene más posibilidades. Queda por ver qué hay que pasar para evitar endiosar o enlodar a un López Obrador contradictorio. (da click en el botón de reproducción). 



     

jueves, 3 de agosto de 2023

ECUADOR: LA CASA HE BOTADO

 Ya ha habido ocasión de sugerir que no forzosamente hay relación de causa a efecto entre pobreza y delincuencia. El Ecuador es un país menos pobre que Haití y está por terminar el año con una violencia peor.

     Es más complicado, porque aproximadamente la mitad de los contendientes a la presidencia ecuatoriana (las elecciones se acercan) delinquen: la ley del Ecuador prohíbe a servidores públicos o a "dignidades de elección popular" tener cuentas o capitales en paraísos fiscales. El candidato de derecha Daniel Noboa fue accionista de Industrial Molinera C.A., empresa familiar con beneficiarios en sociedades en Bahamas y Panamá. También de derecha, el candidato Jan Topic es parte del Grupo Económico Telconet, que tiene un fideicomiso con beneficiarios en las Bahamas. Por su parte, el candidato, también de derecha, Otto Sonnenholzner, es accionista y ha sido apoderado de Hersalbar Holdings S.A., relacionada con Polder S.A., que tiene beneficiarios en otro paraíso fiscal, las Islas Vírgenes Británicas. El candidato de centro-izquierda Xavier Hervas (Izquierda Democrática/RETO) es accionista de Nova Alimentos Alimenovasa S.A., vinculada con una sociedad en Panamá. El presidente saliente, Guillermo Lasso, uno de los más impopulares de América Latina, fue ligado con paraísos fiscales, al igual que su predecesor, Lenín Moreno, con el caso INA Papers. Se puede entonces ser gente adinerada y delinquir. Ya ha habido también ocasión de señalar que muchos de los gobiernos de derecha en América Latina delinquen: México, Honduras, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay, Bolivia, Haití, los casos no han sido pocos. Las distintas formas de delincuencia son algo más o menos frecuente en América Latina, por motivos históricos.

     La ola de violencia provocó hace poco un nuevo motín carcelario que dejó muertos en el Ecuador, y se han dado asesinatos de políticos, como Agustín Intriago, alcalde de Manta, sexta ciudad del Ecuador y puerto del Pacífico (gran puerto atunero). La ciudad de Esmeraldas no es más pobre que Haití, pero sobrepasa en peligrosidad a la capital haitiana, Puerto Príncipe. Esmeraldas es un lugar de población negra (al igual que El Chota, en la provincia de Imbabura), en la costa y pegada a la frontera colombiana, por lo que se volvió envite del narcotráfico. Esmeraldas está ahora invadida por miles de pandilleros (entre cuatro mil y cinco mil), los "tiguerones" y "los lobos", ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación. La costa del Pacífico ecuatoriano es ruta de exportación de droga colombiana. Después de Colima, en México, y de Caracas, capital venezolana, Esmeraldas acaba de ganarse el lugar de tercera ciudad más peligrosa del mundo.

     La violencia abierta alcanzó a una sociedad, la ecuatoriana, que se negó a ver lo obvio. El boom inmobiliario en Quito, la capital, es excesivo, y desde hace ya décadas llamaba la atención que centros comerciales proliferando como hongos estuvieran en manos de colombianos. Era que en el Ecuador se estaba lavando de dinero, siendo un país situado entre Perú y Colombia. La moneda del Ecuador terminó siendo el dólar. Deslumbrados, muchos no dijeron nada, ya que circulaba el dinero, hasta que en tiempos recientes empezaron a disputarse la plaza distintos grupos del crimen organizado. Ahora la "autoridad" que ofrece paz es el crimen organizado, luego, por ejemplo, de un reguero de más de 400 muertos en motines carcelarios macabros en cerca de dos años.

     Sin que se quiera decir, el Ecuador es un Estado fallido, a tal grado que, de ganar, la candidata Luisa González, de la Revolución Ciudadana, tendrá como prioridad la seguridad. No hubo una situación como la actual durante el gobierno de Rafael Correa (2007-2017), pero unos pocos años bastaron para una degradación sin precedentes en el país sudamericano. Fue gracias a la derecha. Más de un pobre se inmiscuye en actividades delictivas, pero, insistamos, dos presidentes y aproximadamente la mitad de los candidatos actuales a la presidencia están o han estado colocados en situaciones ilícitas, sin que se haga absolutamente nada. Cuando estuvo a punto de costarle a Lasso el cargo, por juicio político, prefirió salir impune, disolver la Asamblea y convocar a las nuevas elecciones por celebrarse pronto. (da click en el botón de reproducción).






martes, 1 de agosto de 2023

TODO "BASADO EN EVIDENCIAS"

 La pobreza no es causa directa de delincuencia. Si así fuera, no habría gente adinerada que delinque. Lo anterior no impide que se reclute entre gente pobre, necesitada, para el crimen organizado, pero de todos modos intervienen otros factores.

       Si se toma el caso de Chile, resulta que los indicadores de pobreza y de delincuencia van !en sentido contrario! Como algo ha hecho el gobierno de centro-izquierda de Gabriel Boric, la pobreza en Chile se encuentra en sus niveles históricos más bajos, desde que se tiene registro. Hay que tener cierto cuidado, porque cada vez más se confunde pobreza y miseria (pobreza moderada y pobreza extrema). Más de un gobierno progresista ha sabido abatir la pobreza extrema, en particular con programas sociales. Debe hacerse notar en Chile la caída de la pobreza en regiones históricamente marginadas y de población indígena, entre las cuales la baja de la pobreza ha sido aún mayor. También ha disminuido la pobreza llamada "multidimensional", no nada más medida por ingresos, sino también por acceso a la salud, la educación y la vivienda. No está de más decir que, pese a décadas del llamado "neoliberalismo", Chile no está entre los países más pobres de América Latina, aunque sí ha llegado por momentos a ser el más desigual. El país sudamericano tiene programas de apoyo y subsidio como el IFE Laboral, Subsidio Protege (para la creación de empleo formal), o Chile Apoya, además del bono Chile Apoya Invierno y de la Pensión Garantizada Universal. La mayoría de los países progresistas no son ninguna fábrica de pobres. En Chile, la dictadura dejó una pobreza de casi 70 %; hoy es de menos de nueve por ciento. Dicho sea de paso, la reducción de la pobreza vale para un país de socialismo cristiano como Nicaragua, al que Boric no quiere en lo absoluto.

     Chile tampoco es México en materia de crimen organizado, pero, justamente en medio de la reducción histórica de la pobreza, la delincuencia se ha ido incrementando. Antes, los homicidios eran sobre todo de "imputado conocido", alguien cercano a la víctima, pero se han incrementado los de "imputado desconocido" y con armas de fuego, lo que suele implicar sicariato y ajuste de cuentas. En Chile ya hay zonas bajo control de bandas delictivas, funerales de narcotraficantes con cortejo policíaco (!) y puertos como el de San Antonio, cerca de la ciudad de Valparaíso, de origen de las mayores importaciones de cocaína de Europa. Pese al aumento de la xenofobia, siguen siendo más chilenos que extranjeros que delinquen. La violencia es algo fuerte en el norte chileno, pero también hacia el sur, en conflicto con los mapuches. La criminalidad es hoy más violenta. Por lo demás, a un sector importante de la población no le gustó la violencia de ciertas manifestaciones en el 2019, aunque tampoco la respuesta violenta de la policía. El hecho es que probablemente haya que buscar causas más allá de la pobreza y hurgar un poco en los valores.

     Es en este terreno que gana la derecha. José Antonio Kast, del Partido Republicano, de reciente auge, es parte del Proyecto Político por los Valores que se opone por ejemplo al matrimonio igualitario o a los "trans". El hecho es que no pueden ser asuntos prioritarios ni especialmente reivindicables cuando, pese a la reducción de la pobreza, hay precariedad económica, y encima se incrementa la inseguridad. Hay quien ha dicho que Boric tiene que hacer ahora con la realidad cotidiana de muchos chilenos. Los valores no son asunto de "idealismo" ante los cuales haya que privilegiar el acomodo a lo que se presenta como "de progreso". Tal vez haya algún problema de valores, que no se quiere afrontar en la izquierda, si la pobreza baja pero la delincuencia se incrementa. Y hay palabras enteras que han desaparecido del vocabulario de la izquierda para ser sustituídas por supuestas "evidencias" -con frecuencia cosmopolitas- que no admiten la menor discusión (como ocurre con los "demócratas-liberales"). Da click en el botón de reproducción en recuerdo del chileno Víctor Jara.



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...