No son muchos los intelectuales -los hay mexicanos y mexicanos por adopción- que defiendan a la Venezuela que los premió con cañonazos de miles de dólares gracias al Premio Libertador al Pensamiento Crítico. No es fácil catalogar a Venezuela, por la finta: tiene un gobernante PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) sin que se hable jamás de socialismo, mientras en cambio se le hace la vida imposible al PCV (Partido Comunista de Venezuela). Del "socialismo del siglo XXI" no se dice nada. Tal vez no esté de más recordar que en la cabeza de Hugo Chávez cabían desde Nietzsche hasta dicho "socialismo".
Al mismo tiempo, al gobierno venezolano no le incomoda en lo más mínimo, aprovechando que las sanciones aminoran, abrirse a empresas transnacionales como la estadounidense Chevron, con licencia para ampliar operaciones en el país sudamericano, lo que hace contrastar el "efecto Chevron" con la alicaída Petróleos de Venezuela (PDVSA). En materia de gas, tampoco importa el neocolonialismo (distinto del imperialismo), por lo que hay licencia para la española Repsol., por ejemplo.Dada la importancia de la ascendencia italiana en Venezuela, también hay licencia para la transnacional italiana ENI. Suena bien para los negocios. No suena tan bien cuando se empieza a depender crecientemente de inversión extranjera pero, además, de las remesas de un mundo de venezolanos en el exterior. Para 2022 había seis millones de venezolanos en el exterior (para un país de unos 28 millones de habitantes). Casi el 20 % de los hogares venezolanos depende de estos ingresos para subsistir. Las remesas se duplicaron en los últimos cuatro años.
La mayoría de las remesas no entra por canales formales. Tampoco es muy formal el comportamiento de la gente de dinero (la oposición venezolana está fragmentada) ni de la "boliburguesía", que lejos de tener que emigrar se enriqueció a la sombra del gobierno en plenas sanciones, y de forma descarada, con especulación y contrabando, entre otras cosas. No se trata sino de la versión venezolana de un frecuente "capitalismo político", no ajeno al clientelismo y el "reciclaje de cargos", como los ministerios, para mostrar un gran fervor personal a cambio de recompensas monetarias no menores. No se hace riqueza desde abajo, sino desde arriba, o se la conserva "pegándose" al gobierno, y obteniendo contratos discrecionales. Cabe incluso el nepotismo, que algunos venezolanos temen mencionar, como ocurre con la gran parentela de la "primera combatiente" Cilia Flores. Por si se cree que es típico de la Venezuela actual, data en realidad de antes, habida cuenta de la corrupción y del rentismo petrolero, que no fueron inventos de Chávez. La "boliburguesía" no ha sido diferente de rentistas anteriores: derroche, ostentación del lujo y dinero sacado al exterior. Es el blanco de las sanciones estadounidenses, para socavar la relación entre gobierno y "pueblo". El marido de Cilia Flores, Maduro, ha hablado de combatir la corrupción, pero el alcance no queda claro
El antiimperialismo ha perdido estridencia, aunque el presidente venezolano Nicolás Maduro sea de quienes creen necesario promover al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que con sus nuevos "inscritos" controla el 80 % del petróleo producido en el mundo, lo que llegaría a 90 % si se sumara Venezuela. Las diferencias entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) pueden hacer que la segunda sea más proclive a negociaciones, al igual que grupos como el "Crisis Group" que abarca desde la Open Society de los Soros...hasta ENI y Chevron. La UE se ha estado "placeando" por América Latina, de manera ambivalente. Venezuela, a través de Delcy Rodríguez, no ha tenido tampoco inconveniente en sumarse al Global Gateway, iniciativa -a la que le encontró gusto el Brasil de Lula- para contrarrestar el proyecto chino de la Ruta y la Franja. Estados Unidos y la UE, con los Demócratas, no pierden el tiempo; no es seguro que Venezuela no esté perdiendo un poco el rumbo, a fuerza de maniobrar a diestra y siniestra y de "hacerle a todo menos a nada" (y bueno, algo un poco más reciente desde Venezuela: da click).