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martes, 16 de diciembre de 2025

ALLÁ EN LA FUENTE, HABÍA UN CHORRITO

 Habrá buena voluntad, pero es poco probable que la captura del "segundo tirador", Jorge Antonio "N", en el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato oficial a la presidencia mexicana en 1994, lleve a dar con la autoría intelectual, considerando una posible compartimentación: si hubo alguna orden de muy arriba, no es seguro que "N" sepa de quién. La "voz del pueblo" cree que el seductor de la patria es el culpable. La voz del padre de Colosio pensó que el chief of staff "tuvo algo que ver". Tal vez pueda aclararse algo sobre el grado de participación del CISEN (Centro de Investigación y Seguridad Nacional), y no basta con seguir linealmente las ramificaciones, ni siquiera por la intervención del hoy preso en Estados Unidos, Genaro García Luna.

        Un excelente reportaje de Maria Idalia Gómez y otros dos periodistas, en Eje Central, reconstituye las horas y primeros días que siguieron a la muerte de Colosio, y las dificultades para encontrar un sucesor. El seductor de la patria, el mustio o "el innombrable", como se lo quiera llamar, era ciertamente perdedor con la pérdida de Colosio, pero el reportaje citado demuestra que aquél mintió -lo que también se desprende del expediente Colosio- al decir que el villano favorito, Luis Echeverría, le había propuesto como candidato sustituto a Emilio Gamboa. No fue así. Y no se trata de "yo no fui, fue teté" inventando una "nomenclatura" que se resistía al cambio. En este mismo sentido, aunque es un buen periodista independiente, J. Jesús Lemus no puede evitar precipitarse: acusó de la autoría intelectual a Fernando Gutiérrez Barrios, el antiguo "policía del sistema". Si fue policía y secretario de Gobernación, tuvo que haber sido siniestro. Después de todo, Echeverría era en 1968 el encargado de Gobernación. En alguna parte hay una "mano invisible" peor que la del "mercado". Lemus llegó a decir que Gutiérrez Barrios era secretario de Gobernación al momento de la muerte de Colosio, pero era otro, involucrado en el asesinato en 1993 del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

       Aquí empieza, en parte, algo bochornoso. La misma noche de la muerte de Colosio, alguien también de la universidad pública ya tenía listo al "asesino solitario" y con "la misma pistola". Eso no es todo. Dejando de lado la imaginación de Pablo Chapa Bezanilla y el hecho de que Miguel Montes prefirió, él también, su persona a la verdad, el último fiscal del caso Colosio fue del mismo grupo y a dar en el alma máter. Era cosa entre conocidos: el antiguo secretario general de la universidad pública, Mario Ruiz Massieu, dejó un "testamento" con más de una referencia al "grupo", que aparentemente se dedicaba, cuando menos, a taparle sus tropelías al otro grupo, el del gobierno. Quien en pocos minutos descubrió al "asesino solitario" fue premiado jugosamente en la presidencia del seductor de la patria. Quien cerró el caso Colosio con la misma cantinela también fue premiado. Con el mismo cargo del ex rector de 1990 a 1993 (Derechos Humanos), antes de pasar a Gobernación, donde estuvo en 1994. Uno más fue procurador de Zedillo, de 1996 al 2000. La actual presidentA de México debe conocer a parte del "grupo", ya que estuvo involucrado en el intento de reforma universitaria de 1986. Por esos años, el obispo de Copilco fue secretario general de la universidad pública (1985-1991), hasta volverse luego otro intocable y homenajeador del "descomunal" ex rector y ex secretario de Gobernación. Dejando de lado al último, los demás tapaban a un gobierno con el que no es seguro que estuvieran del todo de acuerdo. Mario Ruiz Massieu no parece haber sabido bien quién era quién.

       El otro problema ya ha sido mencionado mucho: el del chief. Tocó al caso Colosio, al de Posadas Ocampo, según lo recoge J. Jesús Lemus en Los malditos 2, y cuando menos indirectamente al del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, sobre el que el asesino -que sí fue- dijo bastante (Daniel Aguilar Treviño). Ir a buscarse algún culpable externo hablando de "dinosaurios" es tan simplón como agarrar al hermano incómodo de villano favorito. ¿Cuáles "dinos"? Ante todo, el descontento con el nombramiento de Colosio fue interno al "grupo principal", desde el ya mencionado de Etcétera hasta sectores universitarios, muy ligados a la tecnocracia (como el hijo del armenio y luego embajador en Estados Unidos) y a Estados Unidos, por lo demás tan "transexenales" como el chief.  No fue de afuera, sino dentro del "grupo compacto" (!) que surgieron diferencias por un "desmaye" con el que Colosio quería terminar. Desde dentro, trátese de Manuel Camacho, de universitarios y de tecnócratas surgió el desacuerdo con la nominación de Colosio. Parte de la gran ventaja del reportaje único de María Idalia Gómez está en mostrar que tan no había nada "compacto" que Ernesto Zedillo en un principio se puso altanero con el innombrable. Por lo que toca a los "demonios sueltos", eran del "gran grupo", y a la larga tuvieron hasta cortesía con el hermano incómodo.

       Aparentemente, toda visión de cuidado del Estado se había ya perdido, lo que no suele ser lo propio de los secretarios de Gobernación. El ex rector creía que en México hay muertos si se rompe "el equilibrio de intereses", lo que alguna vez le explicó, mostrándole un cadáver, a una asustada Rosario Green. En el "desmaye", es probable que quienes "quedaron bien" y "transexenalmente", en plan para algunos de "pandilla" hicieran creer que era el seductor de la patria quien a través de Colosio tenía ambiciones que "desequilibraban intereses". Ni "nomenclatura", ni "llanero solitito": es más probable un "trabajo interno". El reportaje de María Idalia Gómez y otros dos periodistas es claro: contra lo que quería Colosio, ese 1994 marcó "el principio del fin de la hegemonía del PRI" y del "proyecto de Salinas", cuando se terminó el derecho a tener los hilos de la sucesión. (da click en el botón de reproducción).



CHINGO BELS

Desde los años '80, como ya ha habido ocasión de decirlo, Estados Unidos presionó fuerte a México para que el nacionalismo fue dejado de...