Desde los años '80, como ya ha habido ocasión de decirlo, Estados Unidos presionó fuerte a México para que el nacionalismo fue dejado de lado, al igual que, en esa misma medida, el PRI (partido Revolucionario Institucional). El libre comercio lo negoció el seductor de la patria con el Republicano George Bush Sr., pero tocó cerrar con broche de oro cabildeando con los Demócratas, lo que hizo el chief of staff. Por fin, parecía que México se amanecía en el Primer Mundo. Tanto que no se dijo ni pío cuando, con todo descaro, el Demócrata Albert Gore comparó el acuerdo de libre comercio ni más ni menos que con la compra de Alaska y Luisiana. Así de desvergonzado. Los medios de comunicación masiva mexicanos estaban más ocupados atacando a Ross Perot, otro de esos fenómenos empresariales extravagantes de Estados Unidos.
Los Demócratas fueron por más, pidiendo "apertura política". Consideraban, como Warren Christopher, secretario de Estado de Estados Unidos, que el PRI debía hacer primarias, por lo que no fue visto con buenos ojos el destape de Luis Donaldo Colosio. En este punto, los tecnócratas transexenales, las universitarios transexenales, muchos medios de comunicación masiva y Estados Unidos coincidían. Pese a la prepotencia y ceguera de Beatriz Pagés Rebollar, había excepciones como entonces la revista Siempre!, cercana al ex secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, y a favor de Colosio, entre otros indicios de que el mismo Gutiérrez Barrios difícilmente podía desacatar las reglas del sistema y estar contra el "ungido". Más de uno en Estados Unidos presionó a favor de un cese al fuego con la guerrilla mediática del Sub y del bien visto Manuel Camacho Solís. Era parte de la "apertura política" que esperaban los estadounidenses. También vieron bien la reforma electoral que culminó el mismo día que Colosio fue asesinado. En esto, ni el mismo Colosio estaba resistiéndose, por lo que hablaba de "ni un solo voto al margen de la ley". Sin embargo, el candidato parecía "provinciano" ya que México estaba por entrar al Primer Mundo. Hasta el señor Enrique Krauze, experto en descubrir "provincianos" (el "mesías tropical", etcétera) le había dado a entender a Colosio que renunciara. Toda la presión encima no venía de ningún ala nacionalista que, en parte, se había ido ya al PRD (Partido de la Revolución Democrática). Si hubo "nomenclatura" presionando, ¿era la mexiquense del profesor, Gengis Hank? Mi Lord Ignacio Pichardo Pagaza pasó de Hank al seductor de la patria y a Ernesto Zedillo. Tampoco le fue mal a Emilio Chuayffet Chemor, también "transexenal". No se sabe que los Tolucos hayan sido campeones de ninguna soberanía.
Al poco tiempo de la aparición del Sub, y ante una situación delicada, llegó en visita secreta a México, en febrero, el director de la CIA (Central de Inteligencia Americana), James Woolsey. Por lo demás, el chief, según Jorge G. Castañeda ligado a Brent Scowcroft, asesor de seguridad de George Bush padre, era partidario de arreglar el problema de Chiapas a tiros. Con la llega de los Demócratas, el mismo chief se debilitaba. A la vuelta del tiempo, el presidente Ernesto Zedillo buscó también resolver militarmente el asunto de Chiapas. El ex chief anduvo un tiempo escabullido, pero también se le atribuyen favores a los Tolucos. Otro Lord, el presidente Enrique Peña Nieto, tuvo como gurú a Luis Videgaray, ligado a Pedro Aspe, uno de los candidatos de la tecnocracia y más de un intelectual en 1994, para que el país terminara de blanquearse, tal vez, además de tener ambos vínculos en la Bolsa Mexicana de Valores, uno de los rumbos del chief.. Ayudaron a Jorge Hank Rhon, hijo del profesor Hank, con una deudota.
Como dice por ahí una nota, "los salinistas consideraron un error de confianza" la nominación de Colosio. Aparentemente "corrigieron", pero, además, fueron lo que se llama coloquialmente "bien portados" con la "apertura política". Dos días después del asesinato de Colosio, el 23 de marzo de 1994, para el 25 de marzo , Bernard Aronson, subsecretario del presidente estadounidense, William Clinton, y gente de Goldman, afirmó que no era para tanto y que el bueno era Zedillo. Excélsior publicó la noticia, mientras en el PRI y en la cabeza del seductor de la patria todo estaba "hecho bolas". Aronson dijo por lo demás que las elecciones las iba a ganar el PRI. Aronson ya había sido subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos de Bush.
Con Peña Nieto, no hubo ni asomo de tocar el asunto Colosio. Por lo demás, hay grados "transexenales" que hacen que algunos en la autodenominada "Cuarta Transformación", también de Diálogo Interamericano con Aronson, de la universidad pública y más allá, compartan ni más ni menos que con...Zedillo y Claudio X. González Guajardo. Por si intentan llevarse con el presidente estadounidense Donald J. Trump, ahí hay algunos dispuestos a recordarles su origen al canciller Juan Ramón de la Fuente o al secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Para que no se haga fuera de cierto palabreo nada contra los mismos intereses que apostaron abiertamente contra Colosio, al estar ligados a la alta finanza.(da click en el botón de reproducción).