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jueves, 28 de enero de 2016

EU: UNA "SOCIEDAD" SIN CIVISMO

Estados Unidos es a la vez un país muy respetuoso de la forma legal y que hoy desconoce por completo el civismo como mínimo para conseguir una convivencia que le permita a una sociedad reproducirse en el intercambio. ¿Mercado?¿Cuál? Intercambio no hay, ni siquiera do ut des ("doy para que des"), "hoy por tí mañana por mí" ni nada parecido. Dicho sea de paso, es pasmosa la forma en que la solidaridad ha desaparecido de la izquierda (ya ni se diga el internacionalismo: nadie sabe qué es ni cuáles podrían ser las ventajas de practicarlo, así que que cada víctima de una agresión estadounidense se rasque con sus pulgas).
      Lo que hay en Estados Unidos, según lo ha descrito el escritor estadounidense Morris Berman en su blog (Dark ages America), es casi una educación "sistémica" para no ayudar al otro y para desentenderse de él. Simplemente, dice Berman, en Estados Unidos no se educa a nadie para tomar en cuenta la existencia de otra persona. Tal vez entren en juego desde el "no es mi asunto" (menos si "no me afecta") hasta el "cuánto me va a costar", pero el hecho es que uno no se mueve por el prójimo (como no se mueve por ninguna víctima de una agresión estadounidense). También puede ser el "por algo pasan las cosas" y "algo habrá hecho".
     El segundo aspecto es que, según Berman, la vida en Estados Unidos, cuando no es de dinero, trata de tres cosas: "acerca de mi, de mí mismo y de mi Yo" (life is about me, myself and I).
     ¿Cómo se acerca un estadounidense a su prójimo? Preguntándose "¿qué hay en ésto para mí?" (What's in It for me?). No es ningún intercambio; es una "ida y vuelta" de casino (sacar algo, guardárselo, no dar o devolver nada y desaparecer). Las relaciones personales terminan en "toma de utilidades".
     El asunto es ver, en cada situación, qué beneficio personal se puede obtener (a esto se le llama "tener intereses", aunque no en realidad no es lo mismo que "sacarle algo al otro") y sin dar nada, puesto que es un "costo". No hay intercambio en términos de reciprocidad ni de equivalentes (¿en verdad, qué mercado?), sino que cada quien está llamado, ahora incluso sin "invertir" y arriesgando lo mínimo, a ser empresario de sí mismo y "agarrar" de la sociedad sin saber siquiera de dónde viene lo obtenido. La sociedad estadounidense no lo ve. A lo sumo, la vida sin intercambio, como lo ha hecho notar Berman, consiste en cruzarse en la calle con cualquier desconocido para decirle "hey you fucking stupid!" porque entre empresas se compite.

A VER A QUÉ HORA

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