Es frecuente que se ponga el acento en algo así como una "invasión china" en la economía internacional, desde que China se situó como el principal exportador y el segundo importador del mundo. A partir de aquí, se cree a veces en una "amenaza china", pero no se colocan las cifras en su contexto. Que China sea "el mayor exportador del mundo" sólo quiere decir, para los medios de comunicación masiva, que no es Estados Unidos, que está en segundo lugar. Ahora bien, tan sólo entre Estados Unidos y Alemania, exportan más que China; sumando otros países de la Unión Europea (UE) entre los primeros exportadores (Países Bajos, Italia, Bélgica, Francia), superan a China con mucho, y ni se diga agregando a Japón. La Tríada supera así a China. Lo que no gusta es que Estados Unidos se haya visto desplazado.
China y Rusia sumados de ninguna manera alcanzan a la Tríada. Rusia se sitúa en el puesto 14, y por debajo de México, a reserva de que, como ya se ha dicho, hay un truco contable: ¿qué parte de la exportación nacional de cada país es de empresas nacionales y qué parte, de empresas extranjeras? Hasta hace algunos años, según la estudiosa francesa Myléne Gaulard, 60 % de las exportaciones "chinas" eran en realidad de empresas extranjeras instaladas en China, lo que puede interpretarse casi como comercio intra-firmas de la Tríada. Desde otro punto de vista, en perspectiva comparativa, Estados Unidos, primer importador mundial, está muy por encima de China, en el segundo lugar, siguiendo muchos países de la Tríada, e India y México (Rusia no está ni de lejos en los primeros lugares). Lo dicho remite también a un fuerte comercio intraTríada. La pregunta es: ¿quién importa en India, México y China? Si son importaciones para empresas nacionales, es mayor dependencia. Como sea, la distancia entre Estados Unidos y China indica que el primero importa mucho, o demasiado, a reserva de que una parte sea de empresas transnacionales estadounidenses o de la Tríada en el exterior. Es en este punto que Estados Unidos ha perdido competitividad.
En materia de dependencia del comercio exterior, medida como porcentaje del comercio exterior en la riqueza (PIB- Producto Interno Bruto), Estados Unidos depende poco: un 23 %; México, un 78 %. Eso hace una diferencia entre ser independiente y ser ultradependiente. Incluso Japón, sin recursos naturales, es menos dependiente (31%). Los países de la UE aparecen como muy dependientes por el comercio intraeuropeo. China es un poco más dependiente que Japón (34 %). Panamá, por ejemplo (para hablar de un país que es tomado como símbolo de subdesarrollo), es ultradependiente (74 %), aunque menos que México (!). En general, es propio de los países del "Sur global" depender mucho del exterior, más que de las propias fuerzas. Así, contrasta el 23 % de Estados Unidos con el 78 % de México: el primer país es más libre, soberano e independiente, por mucho, y también por mucho que no falte quien quiera "meterse con Sansón a las patadas", como se dice coloquialmente en México. Por donde se vea, en México opera una confusión total entre lo propio y lo ajeno, folclore aparte.. Ya ni los villancicos: son de Mariah Carey. Que se diga con vanagloria que México es una gran economía porque está muy abierta no quiere decir mucho: ¿abierta a quiénes? Básicamente, a la Tríada, y sólo parcialmente a China, o países como India, Brasil y Colombia, bastante por debajo. Lideran Estados Unidos, Canadá, Alemania, España, Corea del Sur y Japón.
En materia de inversión extranjera directa, recibida, Estados Unidos va a la cabeza, y China llega en tercer lugar. Tómese el caso de México: el grueso de la inversión está en manos de países de la Tríada, casi al 60 %, y al 70 % agregando a Canadá, "provincia exterior estadounidense", como la llamara alguna vez el estudioso egipcio Samir Amin. China no es un inversionista neto. Recibe muchísima más inversión de la que tiene en el exterior. En esta medida, es más China la "invadida"" que la "invasora". Ni se diga México. Rusia está igualmente en un lugar bajo, pero no como México (172) y China (179). Japón invierte mucho en el exterior. Estados Unidos y la UE también, por lo que, a diferencia de México y China, son inversores netos. Rusia no tiene los niveles de dependencia de México y China, pese a no ser inversor neto. Ahora bien, lo que destaca es que, como porcentaje de la riqueza (PIB), dependiente de la entrada de inversión foránea, a la cabeza está puro país del "Sur Global", salvo Hungría y Luxemburgo. México está en el lugar 60. China en el 100.. Estados Unidos en el 121. Y Panamá, en el 177. Lo dicho quiere decir que, más inversión extranjera recibe México, en las condiciones actuales (estando en una situación peor que la de Panamá, si de dependencia se trata), y más se acerca, en dependencia para la creación de riqueza, del "Sur global". México se "moderniza", pero no de desarrolla.
Como ya se ha dicho, China está muy entrelazada con la Tríada. China no está ""invadiendo" el mundo, considerando que, después del sudeste asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés: Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), los principales socios comerciales son la UE, Estados Unidos y Japón, seguidos bastante más abajo por India y Rusia. No son muchos países en América Latina que tienen por principal socio comercial a China: Brasil, Perú y Chile. Son sobre todo bastantes países africanos que tienen a China como principal socio comercial, aunque en un contexto diversificado como pocos: no son muchos países africanos que destinan más del 30 % de sus exportaciones a China (muchos están por debajo del 10 %), sino que son muchísimos los que importan mucho de China. Es el único caso, con el sudeste asiático, de "invasión" de productos chinos.
En el cuadro descrito, Estados Unidos puede ver con inquietud la llegada de China a América Latina, y buscar hacer lo que con Japón en los '80, pero dos cosas son más preocupantes: la muy llamativa tendencia de Estados Unidos a importar muchísimo, pese a una relativamente baja dependencia del comercio exterior y, en algunos terrenos, el tener que constatar que, en algunos sectores de alta tecnología, China ya tiene cierta capacidad de competir con los estadounidenses, además de tener minerales importantes, tipo galio, germanio y antimonio, entre otras cosas para semiconductores. Parte del problema es la afectación a los sectores militar, automotriz y médico. Como algo de esta competencia, la iniciativa de Estados Unidos es que empresas estadounidenses dejen China para pasar a producir en América Latina y a "las Américas" en general. La iniciativa ?Regreso a las Américas" busca favorecer a miles de empresas transnacionales estadounidenses con incentivos tributarios, y fue adoptada entre otros por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo). Mauricio Claver-Carone, cubano-estadounidense, ex director del BID, es el enviado especial de Donald J. Trump para darle a América Latina las "vueltas de tuerca", en el entendido de que es un asunto de negocios, antiChina, y que puede encontrar entre los Republicanos gente dispuesta al uso de medios político-militares en el subcontinente. Algunas otras cosas de Trump son entendibles a medias: los cárteles de la droga no son "terroristas" (no atacan blancos civiles inocentes), aunque es falso que el "Sur" sólo ponga los muertos, porque pone también PARTE de las mafias y de los asesinos (Sinaloa no está en Estados Unidos); los más recientes inmigrantes ilegales en Estados Unidos no son los mismos de antes y llegan a ser tapadera de tráfico de droga. Mejor tomar en cuenta que Trump no inventa todo, ""nada más un poquito": son los globalistas de la Tríada y sus asociados que andan de campaña antinacionalista, por considerar la nación algo obsoleto. (da click en el botón de reproducción, que ha terminado el año).