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jueves, 5 de diciembre de 2024

O ALGO DE FIERRO VIEJO QUE VENDA

 En una reciente reunión del parlamento alemán, alguien preguntó si Alemania "participaría en una fuerza de paz para Ucrania". Podría creerse en una ocurrencia si no fuera el guión sistemáticamente seguido desde los años '90, para ganar en poderío: tener un grupo de "socios y aliados" para "cooperar" en grandes despliegues militares, aunque con apariencia de otra cosa, y sin excluir -como sucedió en Libia, por ejemplo- a mercenarios de distintos países, destacándose los colombianos. Alemania no parece tener tanta prisa, pero la muy maltrecha Francia y el Reino Unido han estado preparándose para mandar contingentes a Ucrania, sin que quede claro bajo qué forma, y si sucederá o no. Es difícil escalar el conflicto en Ucrania involucrando a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Como quiera, lo dicho en el parlamento alemán supone que el guión está entre lo que se baraja cuando se insiste en que "no se descarta ninguna opción", como si fuera partida de póker. No parece entenderse muy bien en Occidente y Japón la doctrina José Alfredo: "Ahí traes la baraja, yo tengo los ases". Occidente y Japón "juegan" no como si hubiera partida, sino como quien se adelanta sin ver a recoger lo que se pueda en el centro de la mesa. Y además, a sabiendas de que no tiene los ases. Por lo pronto, se trata de complicarle la vida al presidente estadounidense electo, Donald J. Trump, para "forzar" lo más posible contra Rusia cualquier eventual negociación, que incluiría qué hacer en la línea divisoria del frente.

      Justo en este contexto, el portal Rebelión ha dado a conocer los planes para "ayudar" a Ucrania, más allá de la parte no muy grande en proporción que ya es territorio ruso. La costa del mar Negro -hacia Odesa- debería estar supervisada por Rumanía. el centro ucraniano, por Alemania;  Kíev, la capital, y el norte ucraniano, para el Reino Unido. El plan de "reconstrucción" de Ucrania existe, bajo supervisión de BlackRock. Parte del interés, más allá de seguir acercándose a Rusia, está en los recursos naturales de Ucrania: la existencia de 117 de los 120 minerales más codiciados hoy por la industria, incluyendo riqueza de carbón, petróleo y gas, aunque una parte quedó del lado ruso. Ucrania es uno de los 10 principales proveedores mundiales de recursos minerales. Para algunos, como el senador estadounidense Lindsey Graham (republicano), es "un socio comercial ni soñado". Con la ventaja de tener una plataforma desde la cual "maniobrarle" a la Unión Europea (UE). El carbón ha vuelto a contar para algunos países de la UE a falta de energéticos rusos. Es probable que Trump prefiera cerrar el trato, en términos de negocios, a una guerra perdida, es decir, un gran beneficio antes que sabrá Dios qué costo. Hasta algo así como make Ukraine great again. Para ello habría que sacar al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, aunque éste difícilmente ignora lo que está haciendo, pese a dejarse llevar por su manera de detestar a Rusia: no se está ayudando gratis a Ucrania, sino por motivos geopolíticos, los que quiere parar Rusia, y económicos, con los que Rusia no se mete, puesto que de otro modo se habría metido a Odesa, puerto ucraniano de exportación. Como no ha sido así, pese incluso a que Odesa es un lugar bastante ruso, tampoco se sostiene mucho que la guerra en Ucrania esté afectando a la economía internacional. Hay más: Ucrania tiene la  mayor reserva de litio de Europa, una de las mayores reservas de galio del mundo (para semiconductores), suministrada a Estados Unidos; berilio, crucial para las industrias nuclear, aeroespacial, militar y electrónica; uranio, cobre, plomo, zinc y plata, de entre las mayores reservas de Europa. Son la carta de pago a los créditos estadounidenses. Las grandes empresas ucranianos están en su mayoría en Kíev, y con frecuencia en un muy rico sector agrícola. Como no es nuevo, la ceguera neo-nazi le impide al actual régimen dejar de servir de punta de lanza del "globalismo", a riesgo de que Ucrania quede hecha polvo. Parte de la incógnita es qué prefiere Trump al busca negociar, más allá de una clara opción por los negocios, y en términos de demarcación, mientras, salvo la contradictoria Alemania, Francia y Gran Bretaña apuntan más a la geopolítica "globalista" con la expectativa de lo ilimitado, la riqueza rusa y otros objetivos de gran codicia, para lo cual arriesgarse con el mismo guión, que Rusia difícilmente puede aceptar. La experiencia con fuerzas de paz suele ser de manipulación, desde Haití hasta Afganistán, pasando por Kosovo. Así, son dos maneras de ver el negocio, con los "globalistas" más proclives a la ruleta de casino y a desconocer qué es la "ruleta rusa", un juego potencialmente mortal. Lo más penoso es quien se cree que el presidente ruso, Vladimir Putin, está también en un póker, pero además, blofeando. Tratar de volver a colar una "fuerza" en Ucrania no es el mejor camino para parar un conflicto en el que, por lo demás, más de un líder del "Sur global" está a la expectativa y como China, "nomás milando". Trump, si acaso, sea un paréntesis, dado lo corto de su mandato, el hecho de que de hecho tiene prácticamente dos años para actuar, y con una jauría en contra en la que, cuando menos, cabe decir lo siguiente: es de esperar que no está en la situación de que "no entiende que no entiende", como toda la población occidental y otra, sea japonesa o sudcoreana, que se creen "libre de elegir" cuando no puede decidir nada, y entonces se pasa a no querer saber de lo que de todos modos le incumbe, pero que sortea con "mientras a mí no me afecte". Claro: "que pague el ruso". (da click en el botón de reproducción).

      No queda claro, con las posibilidades de ganancia abiertas con Ucrania, en qué "Occidente"" está en declive. Prácticamente tiene la "arquitectura de seguridad" deseada por el "halcón" Demócrata Zbigniew Brzezinski desde 1997, más cuando el gobierno ruso ha dado todas las muestras de no querer ir mucho más allá del Donbass y Crimea, ni siquiera en otras regiones de Ucrania de antigua y fuerte influencia rusa, de Odesa a Dniepropetrovsk o Jharkov. Tampoco es seguro que la población ucraniana esté por completo ""nazificada". La posibilidad de que Ucrania se mantenga al margen de la OTAN existe con Trump, de quien no sirve decir nada más que representa a "otros monopolios" (Musk, Mellon, Murdoch, bastante secundarios en relación con los "globalistas"). Si la Unión Soviética siempre temió complicaciones con Ucrania, ya no hay Unión Soviética y Ucrania está en la órbita occidental, con Rusia en un movimiento defensivo frente al avance de la OTAN, lo que ocurre en el Caúcaso, la presencia china en Asia Central y la ocasional molestia japonesa. Hace bastante tiempo que Ucrania, con la población más bien pobre y nadando en corrupción, es lugar de una fuerte presencia estadounidense, y con parte de la población que no quiere saber de Rusia, sino amarrarse a la UE; es igualmente notorio que una parte de la población de Ucrania, con tal de creerse "salvada", está dispuesta a hundir a su propia gente y a complacer al exterior despotricando contra "la pobreza en Rusia" o la "gente de Donetsk", desde antes del Euromaidán de 2014. No está naciendo ningún "nuevo orden", y Rusia debe prevenir sus dificultades internas, porque no puede volver una "potencia" que nunca ha sido, a diferencia de la Unión Soviética, pese a que más de uno en Rusia está también como si la pastilla azul le hubiera llegado a las neuronas: el ex presidente Dmitri Medvedev o la televisión, por ejemplo. "Nuevo orden" y cosas sensacionales, con potencias grandiosas que están "de vuelta", que no piensan irse o que quieren "volver a ser grandes", hablan mucho del gusto por "lo espectacular": y Hollywood es Demócrata. Desde los años '70, con la fiebre del sábado por la noche, es fiesta: como el carnaval, suele tenerse un alegre principio y un triste final. Cuidado. Sobre todo con los que saben perder (da click en el botón de reproducción).






       

YO NO ME LLAMO JAVIER

 No es muy fácil saber qué es el "pueblo", aunque en él resida la soberanía, al decir de diversas Cons tituciones, la estadounide...