En el modo de dar la noticia no queda claro el tipo de sentencia jurídica que hubo. Hannah Mary Hanes, de 22 años, fue sancionada en Estados Unidos (Georgia, condado de Cherokee) por mantener relaciones sexuales con su perro y por subir el video del acto a las redes. El animal era un Dachshund, perro salchicha. Alguien denunció el delito, pero las noticias no especifican cual, salvo que sea el de subir este tipo de videos a la red: ¿acoso sexual?¿violación?¿maltrato animal? Sería más fácil de especificar si en la actualidad hubiera una diferencia clara entre el trato humano y el animal -no está claro, por ejemplo, en ese video casi de "En mi lupanar de Pompeya" que escenifica Enrique Iglesias con Juan Magan y Yandel en Noche y Dia, cosa de poner a cualquier muchachita en plan de "de perdís con mi Fifí". Dicho sea de paso, algunas chicas estadounidenses son más atrevidas: hace poco, en el estado de Florida, Miranda Johns, de 21 años, fue arrestada por tener relaciones sexuales con dos perros, sin que quedara claro si la acusación que le cayó encima fue por infidelidad o por qué diablos. Brittany Angélique Sonnier, de 20 años, ya había tenido un problema similar con un can en Arizona, unos tres años atrás. Si uno escarba en la Web, he aquí otra noticia, por ejemplo, de junio del 2015: Ashley Miller, una adolescente estadounidense, "se toma selfies mientras tiene sexo con su perro" (un pit bull, como el cantante nacido en Miami de origen cubano). Hay un detalle que causa cierta desazón, considerando que en la Web hay foros femeninos donde se discute abiertamente de la conveniencia o no de tener sexo con perros: ¿se está penando el acto o su carácter "social", de exhibición, con lo que "se daña a terceros"?
Es el argumento de las Juventudes Liberales suecas, que hace poco propusieron: la despenalización del incesto entre mayores de 15 años (desde hace algunos años el tema está sobre la mesa en Suiza y Alemania) y la necrofilia. Cecilia Johnsson, integrante de esas juventudes, arguyó en efecto que la repugnancia que puedan provocar estos actos no constituyen un argumento jurídico. Después de todo, como lo sostienen por lo demás nuestros mejores campus universitarios, "cada quien es dueño de su cuerpo" y, según Johnsson, cada quien debe ser libre de decidir a quien entregarse después de muerto ("cuando yo fallezca, quiero dejar asentado ante notario que solo mi Petronio fornique con mis huesitos").. De nueva cuenta, no hay "daño a terceros" y todo está en orden si hay consentimiento ("mientras tu pareja, viva o muerta, humana o animal, no considere que la estás dañando y no desapruebe tu conducta"...). Así como hay gente que dispone que después de muerta se donen sus órganos, otros quieren que sus restos vayan a museos o a experimentos científicos y, según Cecilia Johnsson, "si lo que deseas es entregárselos a alguien para que duerma con ellos, está bien". Francamente, dado el estado de adelanto al que está llegando la Humanidad, cada quien debería poder escoger con quien acostarse después de muerto.
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miércoles, 30 de marzo de 2016
OCCIDENTE: LAS LIBERTADES
Hace algunos años, dos hermanos checos, gemelos para más señas, Elijah y Milo Peters, lograron la hazaña con la que más de un occidental -y hasta más de una potencia- sueña: estrellas del cine porno, los hermanos Peters son pareja, lo que equivale (salvo que algún lunar escondido y desconocido para las cámaras y la prensa delate lo contrario) a la fórmula mágica: yo=yo, fórmula con la que sueña una juventud global de narcisistas y autistas "agarrándose la guitarra eléctrica" y rascándola ante la audiencia (más de 500 mil para los Rolling Stones en La Habana, capital cubana), indiferentes a la existencia de cualquier persona ajena a este gran sueño identitario. Es el sueño en su culminación para quienes empiezan, por ejemplo, negando cualquier conversación incómoda para su ego -esquivando todo inconveniente- y que convierten supuestos diálogos en monólogos interminables con el público o el simple interlocutor (es un decir) convocado a título de espejo. No es: "bravo, m'hijito, tu eres el mejor", sino algo más adelantado: "no hay nadie más que tú", algo así como la versión familiar de "la nación indispensable" y el excepcionalismo estadounidense.
Desirée Longabaugh es una mujer que, como no pocas hoy, terminó decepcionada del género masculino (algo así como "todos son iguales"). Casada 10 años con un hombre con el que tuvo dos hijos, se divorció y decidió, muy bien, que el matrimonio no era lo suyo. En fin que esta habitante de Seattle, en Estados Unidos, no optó por una mujer, ni por un travesti ni un transgénero, ni tampoco por algún otro machín que le cumpliese y la llenara. Desirée se cambió el nombre por el de Beautiful Existence (Bella Existencia), algo tal vez no del todo modesto, y viajó a Paris, gastándose más de cinco mil dólares, para casarse con ella misma (sí señor), delante de la Torre Eiffel y con algunos amigos de confianza. El matrimonio fue registrado via Skype con la ayuda de un experto del registro civil estadounidense. El New York Post, por ejemplo, intituló: woman marries someone she really loves: herself ("Una mujer se casa con alguien a quien realmente quiere: ella misma"). Lo más simpático es que la antigua Désirée describió su matrimonio por Skype: parece haber estado extasiada delante de su propia imagen (looking at myself in the screen) a la que dedicó las mejores palabras durante la ceremonia civil, aunque no obtuvo acta de matrimonio.Como sea, es posible imaginar un poco esta felicidad de lo que se conoce ahora como self marriage: "¿señorita Bella Existencia, se acepta a sí misma como su esposa? -Sí, me acepto". Dejemos a la imaginación la noche de bodas, ¿no?.
Si alguien cree que estos hechos verídicos son ajenos a la caída de franjas enteras de la juventud global en la barbarie más idiota (¿o algún intelectual espera una barbarie inteligente?), que incluye la total incapacidad de amar e incluso de relacionarse con otra cosa que no sea la propia imagen, puede ir buscando la última novedad chic: dos combatientes del Estado islámico que al morir en la batalla en Siria iban celular en mano y, fuera de toda broma, alcanzaron a tomarse la selfie del desenlace fatal, subida en dos videos por los compañeros a las redes en honor no al narcisismo, sino tal vez al harén que espera al difunto en el más allá, si el plomazo recibido no fue de peshmerga kurda (en cuyo caso las damitas del harén suelen pensárselo dos veces). Todas estas son las libertades por las cuales Occidente está dispuesto, en una de romanos, a lo que sea.
Desirée Longabaugh es una mujer que, como no pocas hoy, terminó decepcionada del género masculino (algo así como "todos son iguales"). Casada 10 años con un hombre con el que tuvo dos hijos, se divorció y decidió, muy bien, que el matrimonio no era lo suyo. En fin que esta habitante de Seattle, en Estados Unidos, no optó por una mujer, ni por un travesti ni un transgénero, ni tampoco por algún otro machín que le cumpliese y la llenara. Desirée se cambió el nombre por el de Beautiful Existence (Bella Existencia), algo tal vez no del todo modesto, y viajó a Paris, gastándose más de cinco mil dólares, para casarse con ella misma (sí señor), delante de la Torre Eiffel y con algunos amigos de confianza. El matrimonio fue registrado via Skype con la ayuda de un experto del registro civil estadounidense. El New York Post, por ejemplo, intituló: woman marries someone she really loves: herself ("Una mujer se casa con alguien a quien realmente quiere: ella misma"). Lo más simpático es que la antigua Désirée describió su matrimonio por Skype: parece haber estado extasiada delante de su propia imagen (looking at myself in the screen) a la que dedicó las mejores palabras durante la ceremonia civil, aunque no obtuvo acta de matrimonio.Como sea, es posible imaginar un poco esta felicidad de lo que se conoce ahora como self marriage: "¿señorita Bella Existencia, se acepta a sí misma como su esposa? -Sí, me acepto". Dejemos a la imaginación la noche de bodas, ¿no?.
Si alguien cree que estos hechos verídicos son ajenos a la caída de franjas enteras de la juventud global en la barbarie más idiota (¿o algún intelectual espera una barbarie inteligente?), que incluye la total incapacidad de amar e incluso de relacionarse con otra cosa que no sea la propia imagen, puede ir buscando la última novedad chic: dos combatientes del Estado islámico que al morir en la batalla en Siria iban celular en mano y, fuera de toda broma, alcanzaron a tomarse la selfie del desenlace fatal, subida en dos videos por los compañeros a las redes en honor no al narcisismo, sino tal vez al harén que espera al difunto en el más allá, si el plomazo recibido no fue de peshmerga kurda (en cuyo caso las damitas del harén suelen pensárselo dos veces). Todas estas son las libertades por las cuales Occidente está dispuesto, en una de romanos, a lo que sea.
MEXICO: ¿UNA VERSION DE UN ESTADO LIBRE ASOCIADO?
Muchos mexicanos, gobernados por una telecracia, consideran que todavía no es suficiente el grado de "norteamericanización" de México. Por este mismo motivo, no reaccionan y difícilmente reaccionarán ante algunas rarezas de la política oficial, si bien esta ha cambiado en el sexenio actual.
Una de las rarezas es que la reforma energética que liquidó en la forma -ya venía sucediendo en los hechos- la soberanía energética mexicana, un orgullo nacional con la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), fue elaborada por la hoy ex secretaria de Estado estadounidense, Hitlary Clinton, en Estados Unidos, si es correcta la información de correos desclasificados de la señora. Puede pensarse que Hitlary lo hizo consciente de los intereses de su país, la "nación indispensable", y para obtener ganancias. Es posible pensar también que una parte de la alta sociedad mexicana, política y/o empresarial, también piense en llevarse lo suyo.
Algunas rarezas prosiguen cuando, a contrapelo del espíritu del artículo 29 constitucional, que regula el problema de la eventualidad del "estado de excepción" en México (México no ha tenido golpes de Estado en casi un siglo, a diferencia de TODA América Latina, y el año entrante se cumplirá un siglo de la Constitución de 1917), la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados aprueba un dictamen extraño sobre este artículo 29. El artículo 29 ya contemplaba la posibilidad de un estado de excepción en caso de "perturbación grave de la paz pública o de cualquier otro que ponga en grave peligro o conflicto a la sociedad".
La rareza no está aquí, sino en la "suspensión temporal de derechos" (manifestación, asociación, libertad de expresión y, nótese bien, patrimoniales, de crédito y de autor) en casos !"de crisis económicas que por su gravedad puedan generar alteraciones del orden público"!.
Desde 1952, Puerto Rico tiene un estatuto (Estado Libre Asociado) que consiste en que, nótese bien otra vez, pertenece a, pero no forma parte de Estados Unidos. ¿El resultado? Por las pésimas políticas económicas conducidas en gran medida desde Estados Unidos (la isla fue convertida en un país maquilador y luego endeudado hasta el cogote), Puerto Rico está hoy en la insolvencia, solo que, como "pertenece a" Estados Unidos, no puede decidir políticas económicas soberanas (monetarias, pongamos por caso); al mismo tiempo, como "no forma parte de" Estados Unidos, Puerto Rico no puede acogerse a la ley de quiebras que rige para los estados de la Unión Americana ni recibir subsidios por ese motivo. Hasta cierto punto, puede pensarse que el TLCAN opera de manera similar: es poco lo que México puede decidir en materia económica (sin contar con los desaciertos en política exterior en el acercamiento al actual gobierno argentino o en el recibimiento a una opositora venezolana), ya que por lo visto tiene más peso la Hitlary, y al mismo tiempo no es mucho lo que en caso de dificultad se puede esperar de Washington, por lo que no quedaría más que callarse: la "enchilada completa" no llegará.
Esta situación es perfectamente lógica para una gran potencia que quiere la ganancia para sí, pero que en caso de problemas no absorberá mayores pérdidas (nadie quiere costos para sí, mucho menos un negociante). Lo que gran parte de la sociedad mexicana -y tal vez incluso de quienes gobiernan- no entienden es lo mismo que se debate en Puerto Rico, excluyendo en todo momento la independencia (en México no la desea ni en pensamiento el candidote que se declara seguidor de Benito Juárez e invita a imitar a Franklin D. Roosevelt, así de tranquilo y de why not?): ¿cómo es posible que "perteneciendo a" no seamos "parte de"? Sencillo, porque ella, la potencia, nos quiere para sí, no para comprometerse con nosotros: quiere pasar el rato y hacer negocios con placer, no una boda por la Iglesia en las Vizcainas - los acuerdos de libre comercio todavía no se firman en los conventos- como se la imaginan muchos mexicanos. Dicho sea de paso, esta incomprensión está en parte de la izquierda infantil que idolatra a un intelectual fifty-fifty que en realidad empuja a "ser parte de", al mismo ritmo que la derecha de Acción Nacional (cuyos representantes entendieron muy bien el sentido geopolítico global de un eventual estado de excepción en México), en cuyas manos ciertas leyes modificadas serían un peligro al correr el riesgo de provocar lo que pretenderían supuestamente evitar, años de caos "controlado" y destrucción que ya estuvieron latentes durante los cuatro sexenios previos al actual. En fin, que mejor no pensar demasiado en el tema, ya que está más atractiva La vida loca, de Ricky Martin.
Una de las rarezas es que la reforma energética que liquidó en la forma -ya venía sucediendo en los hechos- la soberanía energética mexicana, un orgullo nacional con la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), fue elaborada por la hoy ex secretaria de Estado estadounidense, Hitlary Clinton, en Estados Unidos, si es correcta la información de correos desclasificados de la señora. Puede pensarse que Hitlary lo hizo consciente de los intereses de su país, la "nación indispensable", y para obtener ganancias. Es posible pensar también que una parte de la alta sociedad mexicana, política y/o empresarial, también piense en llevarse lo suyo.
Algunas rarezas prosiguen cuando, a contrapelo del espíritu del artículo 29 constitucional, que regula el problema de la eventualidad del "estado de excepción" en México (México no ha tenido golpes de Estado en casi un siglo, a diferencia de TODA América Latina, y el año entrante se cumplirá un siglo de la Constitución de 1917), la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados aprueba un dictamen extraño sobre este artículo 29. El artículo 29 ya contemplaba la posibilidad de un estado de excepción en caso de "perturbación grave de la paz pública o de cualquier otro que ponga en grave peligro o conflicto a la sociedad".
La rareza no está aquí, sino en la "suspensión temporal de derechos" (manifestación, asociación, libertad de expresión y, nótese bien, patrimoniales, de crédito y de autor) en casos !"de crisis económicas que por su gravedad puedan generar alteraciones del orden público"!.
Desde 1952, Puerto Rico tiene un estatuto (Estado Libre Asociado) que consiste en que, nótese bien otra vez, pertenece a, pero no forma parte de Estados Unidos. ¿El resultado? Por las pésimas políticas económicas conducidas en gran medida desde Estados Unidos (la isla fue convertida en un país maquilador y luego endeudado hasta el cogote), Puerto Rico está hoy en la insolvencia, solo que, como "pertenece a" Estados Unidos, no puede decidir políticas económicas soberanas (monetarias, pongamos por caso); al mismo tiempo, como "no forma parte de" Estados Unidos, Puerto Rico no puede acogerse a la ley de quiebras que rige para los estados de la Unión Americana ni recibir subsidios por ese motivo. Hasta cierto punto, puede pensarse que el TLCAN opera de manera similar: es poco lo que México puede decidir en materia económica (sin contar con los desaciertos en política exterior en el acercamiento al actual gobierno argentino o en el recibimiento a una opositora venezolana), ya que por lo visto tiene más peso la Hitlary, y al mismo tiempo no es mucho lo que en caso de dificultad se puede esperar de Washington, por lo que no quedaría más que callarse: la "enchilada completa" no llegará.
Esta situación es perfectamente lógica para una gran potencia que quiere la ganancia para sí, pero que en caso de problemas no absorberá mayores pérdidas (nadie quiere costos para sí, mucho menos un negociante). Lo que gran parte de la sociedad mexicana -y tal vez incluso de quienes gobiernan- no entienden es lo mismo que se debate en Puerto Rico, excluyendo en todo momento la independencia (en México no la desea ni en pensamiento el candidote que se declara seguidor de Benito Juárez e invita a imitar a Franklin D. Roosevelt, así de tranquilo y de why not?): ¿cómo es posible que "perteneciendo a" no seamos "parte de"? Sencillo, porque ella, la potencia, nos quiere para sí, no para comprometerse con nosotros: quiere pasar el rato y hacer negocios con placer, no una boda por la Iglesia en las Vizcainas - los acuerdos de libre comercio todavía no se firman en los conventos- como se la imaginan muchos mexicanos. Dicho sea de paso, esta incomprensión está en parte de la izquierda infantil que idolatra a un intelectual fifty-fifty que en realidad empuja a "ser parte de", al mismo ritmo que la derecha de Acción Nacional (cuyos representantes entendieron muy bien el sentido geopolítico global de un eventual estado de excepción en México), en cuyas manos ciertas leyes modificadas serían un peligro al correr el riesgo de provocar lo que pretenderían supuestamente evitar, años de caos "controlado" y destrucción que ya estuvieron latentes durante los cuatro sexenios previos al actual. En fin, que mejor no pensar demasiado en el tema, ya que está más atractiva La vida loca, de Ricky Martin.
sábado, 26 de marzo de 2016
QUE ES-O NO ES-EL SOCIALISMO
"Todos sabemos" es una manera de guiarse por el temor a ser excluido de la manada, a la que el ser humano llama "mi gente", aunque no por ello esa manada sea menos animal, si carece de raciocinio y de las temidas conciencias individuales. Así que "todos sabemos" que León Trotski, exiliado finalmente en los años '30 en México, donde fue asesinado, era un ancianito inocente que desde su inocencia denunciaba el socialismo estatal=terror (y por ende ="socialismo farsa").
Frente a esta evidencia, lo demás pueden ser simples cosas de intelectuales soberbios, claro está, y de puro "interés académico". Resulta que los críticos de Stalin, los admiradores del "maestro de martianos", Sweet Heart, gángster de la cultura, y de la Cuarta Internacional y la manera en que el trotskismo propaló su versión de lo que fue la Unión Soviética pueden pasar por encima de los archivos. Grover Furr es un investigador que ha hecho lo contrario y ha cotejado los archivos recientemente abiertos de los muy "terroríficos procesos de Moscú" a finales de los años '30 con los archivos occidentales: el resultado, Trotsky's 'amalgams', muestra en cientos de páginas documentadas a más no poder que Trotski dedicó su vida en exilio a mentir.
Más en concreto, Trotski le mintió a la estadounidense Comisión Dewey (no tan imparcial, lo que provocó por ejemplo la renuncia del periodista e historiador Carleton Beals) al afirmar que no estaba conspirando contra la Unión Soviética. En 1937, León Sedov, hijo de Trotski, escribía por ejemplo: "ahora no hay razón para dudar, hay que matar a Stalin". Jean van Heijenoort, secretario personal de Trotski, reconoció en una carta que sí estuvo en marcha después de 1932 -fecha hasta la que había llegado el historiador Pierre Broué- un complot para matar a líderes soviéticos, complot en el que estaban involucrados desde Zinoviev y Sten-Lomidze hasta otros contactos de Trotski en la Unión Soviética. Estos contactos también fueron reconocidos por León Sedov en una entrevista en 1937 al diario holandés Het Volk.
Trotski le mintió a la Comisión Dewey (por ejemplo, sobre el asunto del "hotel" Bristol en Copenhague y las andanzas de Sedov, y sobre contactos con la oposición soviética en Noruega), de la misma manera en que Trotski mintió sobre las circunstancias del asesinato de Serguei Kirov y muchas otras cosas más, incluyendo lo que alguien como George Orwell quiso que se averiguara en los juicios de Nuremberg (en particular sobre Rudolf Hess), pero fue tapado: los contactos del trotskismo con el Japón imperial (sugeridos en deslices de quien fuera ministro japonés de guerra, Hajime Sujiyama) y la Alemania nazi.
No fue Furr, sino el historiador para nada radical J. Arch Getty quien empezó a caer en las mentiras de Trotski cuando, nótese bien, apenas en 1980 se abrió el Harvard Trotsky Archive. Se fue descubriendo por lo demás que Sedova (viuda de Trotski), van Heijenoort e Isaac Deutscher (el "gran historiador/biógrafo" de Trotski) estuvieron "metiéndole mano" de tal manera a los archivos que desaparecieron algunas piezas comprometedoras. Después de conspirar para asesinar (según lo escrito por Sedov), de tener contactos con asesinos (el Japón imperial y la Alemania nazi) y de no parar de mentir, todavía le queda al trotskismo, tal vez, algo de supuesta autoridad moral -es lo único que suele alegar, la superioridad "ideal" del socialismo perfecto- para negar los trabajos de archivo de Arch Getty y de Furr: si se quiere decir que los archivos de los procesos de Moscú mienten, es más difícil afirmar lo mismo de los de Harvard. Lo grave es cuando los dos coinciden en lo que "hablan" del señor Bronstein. De todos modos, Trotski fue rehabilitado con la perestroika y nadie está impedido para ejercer la facultad humana de mentir contra toda evidencia.
jueves, 24 de marzo de 2016
BOLIVIA: ERRORES DEL OFICIALISMO
El vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, hasta última ahora no se esperaba la derrota en el referéndum para saber si el actual mandatario de Bolivia, Evo Morales, iba a poder reelegirse en pocos años. Por una parte, era probablemente un error ponerse a las reelecciones. Por otra parte, la reacción de buena parte de la sociedad boliviana, que votó por el "no", fue el resultado de un progreso que tiende cada vez más, con las nuevas tecnologías, a volver a muchos incapaces de usar por lo menos una de sus cabezas. De repente, bajo embates de medios de comunicación masiva y de las redes sociales, a Evo Morales empezaron a salirle hijos como si en vez de al sindicalismo se hubiera dedicado en el pasado a la sobreexcitación en los sembradíos del Chaparé con esas hojas de coca que evitan todo cansancio. Resultó encantador que el Marqués de Vargas Llosa celebrara los magníficos reportajes contra Evo Morales del boliviano Carlos Valverde, un antiguo neonazi de la Falange Socialista Boliviana y su brazo paramilitar. El Marqués no se había tomado la molestia de informarse y, tratando también al mandatario ecuatoriano Rafael Correa de "inefable", quedó al nivel del presentador peruano Jaime Bayly, tal vez un poco más graciosillo. En el "escándalo Gabriela Zapata", Bolivia terminó recurriendo a la sanción y Morales se mostró dispuesto a asumir la paternidad, tal vez con la condición de que no lo nombren "padre de todos los bolivianos". Cabe señalar que en los pocos escándalos de corrupción ocurridos recientemente en Bolivia, ni Morales ni García Linera protegieron a nadie, así fueran simpatizantes o miembros del oficialismo.
García Linera, a diferencia del Marqués opinólogo, acostumbra razonar y analizó, más allá de una bastante descarada intervención foránea en el manejo de las redes sociales, que la hubo, lo sucedido. Justamente gracias a las mejoras en el nivel de vida que han tenido lugar desde que Morales llegó al gobierno, se produjo un reflujo en las movilizaciones sociales que tuvo como contraparte lo que García Linera llama "estrategias individuales de reenclasamiento social" y el "desencantamiento de la acción colectiva". En el límite, una parte de la gente se puso a trepar por cuenta propia y sin referente colectivo (entre lo que García Linera llama "clases medias volátiles"), y no precisamente al Illimani. El otro problema es que los antiguos cuadros de organizaciones sociales no han sabido hacer con el Estado: llegaron a la administración pública antiguos dirigentes sindicales que, por así decirlo, se "desconectaron" de la gente. Las antiguas formas de movilización y los antiguos modos de interpretar dejaron de convocar: es sobre este atraso y esta debilidad que una oposición unida y con tecnologías de punta pudo vencer al oficialismo en el referéndum. La honesta tesis de García Linera es que la oposición no habría ganado si no hubiera errores en el oficialismo, un poco a la zaga de los cambios que él mismo impulsó..
García Linera, a diferencia del Marqués opinólogo, acostumbra razonar y analizó, más allá de una bastante descarada intervención foránea en el manejo de las redes sociales, que la hubo, lo sucedido. Justamente gracias a las mejoras en el nivel de vida que han tenido lugar desde que Morales llegó al gobierno, se produjo un reflujo en las movilizaciones sociales que tuvo como contraparte lo que García Linera llama "estrategias individuales de reenclasamiento social" y el "desencantamiento de la acción colectiva". En el límite, una parte de la gente se puso a trepar por cuenta propia y sin referente colectivo (entre lo que García Linera llama "clases medias volátiles"), y no precisamente al Illimani. El otro problema es que los antiguos cuadros de organizaciones sociales no han sabido hacer con el Estado: llegaron a la administración pública antiguos dirigentes sindicales que, por así decirlo, se "desconectaron" de la gente. Las antiguas formas de movilización y los antiguos modos de interpretar dejaron de convocar: es sobre este atraso y esta debilidad que una oposición unida y con tecnologías de punta pudo vencer al oficialismo en el referéndum. La honesta tesis de García Linera es que la oposición no habría ganado si no hubiera errores en el oficialismo, un poco a la zaga de los cambios que él mismo impulsó..
miércoles, 23 de marzo de 2016
ECUADOR: ELECCIONES 2017
Las elecciones presidenciales en el Ecuador en 2017 pueden convertirse en un acto solemne de homenaje a la imbecilidad latinoamericana que tan bien personifican, en particular, algunos medios de comunicación: por ejemplo, el intragable conductor televisivo Jorge Ortiz, feo, retaco y de mala fe, colocó hace poco al Ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, ante el tribunal de la Nación. No era el magnate Fidel Egas, dueño del medio y de la banca que lo financia, quien preguntaba, sino la Nación la que, con Egas como sponsor y Ortiz como vehículo "ventrílocuo", ponía a un funcionario público ante un tribunal. Desde luego que si vivimos en telecracia, gobiernan los lorocutores y sus patrones, que no suelen ser parte de alguna propiedad pública.
Rafael Correa, actual mandatario ecuatoriano, no se presentará a la elección y no habrá modo de acusarlo de "caudillo" o "César". Por lo demás y a diferencia de otros países (como Brasil, donde ya el récord es de 200 políticos de distintos partidos metidos en actos de corrupción), la corrupción en el gobierno de Correa no ha sido un problema mayor, como tampoco (no demasiado) el nepotismo. Lo que ha distinguido al Ecuador -junto a Bolivia- de otros países "de izquierda" es la voluntad de hacer despegar un desarrollo capitalista, pero endógeno, lo que no parece ser del interés ni de la oligarquía atrincherada en la segunda ciudad ecuatoriana, Guayaquil, ni de magnates modernos que lanzan a sus candidatos en la ciudad estadounidense de Miami. El pueblo ecuatoriano todavía tiene ante sí la oportunidad de votar en telecracia contra el verdadero desarrollo de la nación, insistamos que endógeno, y hacer como algunos grupos de indios que en abierta oposición a Correa parecen manifestar su nostalgia de la hacienda o, lo que es peor (hay que ver a Lourdes Tibán, "dirigente" indígena), sus ansias de ser como el patrón, si no es que de ocupar su lugar para obsequiarle al país otros 500 años de tiranía, aunque ahora folclórica y de poncho. En cuanto a muchos intelectuales de izquierda, están contra todo, en estilo 68, Correa es un dictador y la Casa de la Cultura ecuatoriana una sede de la Gestapo ("mi delirio sobre el Chimborazo", reconocía por lo menos Simón Bolívar).
Las masas, pues, pueden votar por sacar a un gobierno que no ha sido particularmente corrupto ni nepotista, que arroja buenos resultados en política social, que aspira al desarrollo endógeno, y entronizar como progreso a los adalides del atraso, tal vez vivido como "cultura" (el protofascismo barroco del otro Bolívar no sugiere algo muy diferente).
En el Ecuador, argumenta Luis Varese en Alainet, "se ha constituido una clase media importante que rápidamente asumió su conciencia de clase, pero hacia arriba y por lo tanto (...) poco solidaria y casi nada operativa en la defensa de las políticas públicas". Queda por ver si Alianza País ha logrado formar cuadros en medio de constantes cambios de gabinete. Según Luis Varese:"el gobierno, cuyos cuadros medios son básicamente técnicos, salvo las excepciones, no ha logrado educar y transformar al Estado hacia una vocación de servicio", aunque sea mucho más eficiente que antes. La inestabilidad crónica en el gabinete de Correa, desde hace años, muestra las dificultades para institucionalizar la "revolución ciudadana" y, entre los cuadros no técnicos del gobierno, los hay sin otra experiencia que politiquería y oratoria revolucionarias que pueden ser la mejor garantía de derrota. Mucho estará en el candidato y el programa frente al acecho del "perfecto idiota latinoamericano", que cree que en las urnas se depositan billetes.
Rafael Correa, actual mandatario ecuatoriano, no se presentará a la elección y no habrá modo de acusarlo de "caudillo" o "César". Por lo demás y a diferencia de otros países (como Brasil, donde ya el récord es de 200 políticos de distintos partidos metidos en actos de corrupción), la corrupción en el gobierno de Correa no ha sido un problema mayor, como tampoco (no demasiado) el nepotismo. Lo que ha distinguido al Ecuador -junto a Bolivia- de otros países "de izquierda" es la voluntad de hacer despegar un desarrollo capitalista, pero endógeno, lo que no parece ser del interés ni de la oligarquía atrincherada en la segunda ciudad ecuatoriana, Guayaquil, ni de magnates modernos que lanzan a sus candidatos en la ciudad estadounidense de Miami. El pueblo ecuatoriano todavía tiene ante sí la oportunidad de votar en telecracia contra el verdadero desarrollo de la nación, insistamos que endógeno, y hacer como algunos grupos de indios que en abierta oposición a Correa parecen manifestar su nostalgia de la hacienda o, lo que es peor (hay que ver a Lourdes Tibán, "dirigente" indígena), sus ansias de ser como el patrón, si no es que de ocupar su lugar para obsequiarle al país otros 500 años de tiranía, aunque ahora folclórica y de poncho. En cuanto a muchos intelectuales de izquierda, están contra todo, en estilo 68, Correa es un dictador y la Casa de la Cultura ecuatoriana una sede de la Gestapo ("mi delirio sobre el Chimborazo", reconocía por lo menos Simón Bolívar).
Las masas, pues, pueden votar por sacar a un gobierno que no ha sido particularmente corrupto ni nepotista, que arroja buenos resultados en política social, que aspira al desarrollo endógeno, y entronizar como progreso a los adalides del atraso, tal vez vivido como "cultura" (el protofascismo barroco del otro Bolívar no sugiere algo muy diferente).
En el Ecuador, argumenta Luis Varese en Alainet, "se ha constituido una clase media importante que rápidamente asumió su conciencia de clase, pero hacia arriba y por lo tanto (...) poco solidaria y casi nada operativa en la defensa de las políticas públicas". Queda por ver si Alianza País ha logrado formar cuadros en medio de constantes cambios de gabinete. Según Luis Varese:"el gobierno, cuyos cuadros medios son básicamente técnicos, salvo las excepciones, no ha logrado educar y transformar al Estado hacia una vocación de servicio", aunque sea mucho más eficiente que antes. La inestabilidad crónica en el gabinete de Correa, desde hace años, muestra las dificultades para institucionalizar la "revolución ciudadana" y, entre los cuadros no técnicos del gobierno, los hay sin otra experiencia que politiquería y oratoria revolucionarias que pueden ser la mejor garantía de derrota. Mucho estará en el candidato y el programa frente al acecho del "perfecto idiota latinoamericano", que cree que en las urnas se depositan billetes.
martes, 22 de marzo de 2016
AMERICA LATINA: EN LA CORTE DEL CESARISMO
MM ("Caudillismos y cesarismos en la coyuntura latinoamericana y mexicana") tiene razón: ¿qué se discute en América Latina? No la suerte de clases ni de movimientos populares, sino que si Lula vuelve, que si Fidel recibió a Maduro, que si Evo repite o no repite, que Mujica habla bonito, que si Cristina hizo bien o hizo mal, que si Daniel Ortega (el marido de Rosario Murillo) es o no conservador, que por qué Correa "nos deja"...
"Es lamentable, considera MM, que la disputa en curso a raíz de la crisis de la hegemonía progresista se juegue en términos de la suerte que corran los dioses en turno cuando detrás de su investidura estuvieron luchas y movimientos antineoliberales extensos y prolongados, impulsados por aquellas clases subalternas que no sólo hoy, sino desde el inicio de los gobiernos progresistas estuvieron en segundo plano".
"Aún más lamentable es que la polarización en curso tienda a paralizar el ejercicio de la crítica y la autocrítica, ya sea bajo el formato de la autocensura o bajo la presión del chantaje que sentencia que todos aquellos izquierdistas que no se sumen disciplinadamente a la defensa de los héroes en apuros de las patrias latinoamericanas terminan siendo vendepatrias, cómplices o aliados de la alianza de derechas nacionales e imperiales restauradoras".
Bueno, no es exactamente así: ni siquiera el héroe de turno importa mayormente, sino estar en "su entorno", "su cercanía", entre los que "influyen" (así sea desde columnas de opinión, que si Evo repite o que si Lula sale avante), en primera fila, no en el palco ni en la oscuridad de la última fila, sino en el aplauso a rabiar y en la citación oportuna, por si en la función (no en ningún proceso), al principio o al final, el homenajeado y elevado a dios lanza a los espectadores algo que puedan seguir "agarrando", aunque sean globitos con agua, si bien son preferibles las invitaciones a colaborar de "asesor" y de "eminencia gris" tras bambalinas. Cuando es lo que se busca, nadie se pone a ponchar/pinchar los dichosos globitos (¿para qué mojarse?) ni a darse un tiro en el pié con una crítica al jefe que aleje la prebenda. Se llamarían "bufones de la corte" si no fuera por el histronismo deplorable de los halagados, en particular Fidel, Ortega, Mujica, Lula y Cristina (hasta que saquen a bailar a Dilma, si hay todavía alguna oportunidad y no se detiene el baile). Parte de la gracia, por lo demás, está en llamar al dios por su nombre y sin apellido, como si todos -menos los outsiders criticones- hubiéramos estudiado en el mismo colegio de secundaria y seducido a las mismas maestras levantándoles la misma falda. Es lo que se conoce en la escuela como "pandilla".
"Es lamentable, considera MM, que la disputa en curso a raíz de la crisis de la hegemonía progresista se juegue en términos de la suerte que corran los dioses en turno cuando detrás de su investidura estuvieron luchas y movimientos antineoliberales extensos y prolongados, impulsados por aquellas clases subalternas que no sólo hoy, sino desde el inicio de los gobiernos progresistas estuvieron en segundo plano".
"Aún más lamentable es que la polarización en curso tienda a paralizar el ejercicio de la crítica y la autocrítica, ya sea bajo el formato de la autocensura o bajo la presión del chantaje que sentencia que todos aquellos izquierdistas que no se sumen disciplinadamente a la defensa de los héroes en apuros de las patrias latinoamericanas terminan siendo vendepatrias, cómplices o aliados de la alianza de derechas nacionales e imperiales restauradoras".
Bueno, no es exactamente así: ni siquiera el héroe de turno importa mayormente, sino estar en "su entorno", "su cercanía", entre los que "influyen" (así sea desde columnas de opinión, que si Evo repite o que si Lula sale avante), en primera fila, no en el palco ni en la oscuridad de la última fila, sino en el aplauso a rabiar y en la citación oportuna, por si en la función (no en ningún proceso), al principio o al final, el homenajeado y elevado a dios lanza a los espectadores algo que puedan seguir "agarrando", aunque sean globitos con agua, si bien son preferibles las invitaciones a colaborar de "asesor" y de "eminencia gris" tras bambalinas. Cuando es lo que se busca, nadie se pone a ponchar/pinchar los dichosos globitos (¿para qué mojarse?) ni a darse un tiro en el pié con una crítica al jefe que aleje la prebenda. Se llamarían "bufones de la corte" si no fuera por el histronismo deplorable de los halagados, en particular Fidel, Ortega, Mujica, Lula y Cristina (hasta que saquen a bailar a Dilma, si hay todavía alguna oportunidad y no se detiene el baile). Parte de la gracia, por lo demás, está en llamar al dios por su nombre y sin apellido, como si todos -menos los outsiders criticones- hubiéramos estudiado en el mismo colegio de secundaria y seducido a las mismas maestras levantándoles la misma falda. Es lo que se conoce en la escuela como "pandilla".
VENEZUELA: SERVICIO A DOMICILIO
A finales de febrero de 1989, Carlos Andrés Pérez (CAP), el ágil presidente socialdemócrata venezolano que entre telenovelas, canciones de El Puma y ganadoras de concursos Miss Universo encontró el modo de que el petróleo fuera destilado en whisky, decretó medidas de ajuste estructural que de un día para otro dejaban en la indefensión a los venezolanos pobres. Como éstos no son un dechado de virtudes, se lanzaron no nada más a protestar, sino también a saquear comercios, mientras la filmación televisiva parecía invitar a la población al tipo de fiesta que se estila en América Latina, que consiste en servirse sin haber recibido siquiera invitación a nada. CAP no tomó a bien que los de abajo hicieran de modo tan rudimentario y vulgar lo que los de arriba hacían durante años o décadas con "discreción" digna de la Zulianita, la inocente Lupita Ferrer. El asunto terminó en represión y con cerca de 300 muertos en "el Caracazo".
Terminada la fase chavista, el actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, refractario a toda autocrítica y con una manifiesta lentitud de entendederas, no parece haber terminado de descubrir que esta República Bolivariana al fin se democratizó: no por los hábitos vandálicos de la oposición (a la que a contrapelo de una larga tradición diplomática recibió la cancillería mexicana, por cierto), sino porque el saqueo, además de accesible a los de abajo como a los de arriba, ahora puede hacerse desde la comodidad del hogar, sin arriesgarse a caer abatido de un plomazo y con el televisor encima en plena calle. Según Oscar Javier Forero (Alainet), lo que en los últimos años se creó en el venezolano "es la falsa imagen de que el sistema socialista consistía en que cada familia tuviera dos y tres neveras, cinco televisores de última tecnología, dos lavadoras, calentadoras, aires acondicionados, carros, becas, viajes subsidiados al exterior, tablets, tarjetas de crédito, teléfonos casi regalados y otros muchos beneficios alcanzados 'sólo en socialismo'". Se creó así un estado pasivo de falso confort, en palabras del autor citado, con el agravante de que el venezolano se acostumbró a creer poder obtener todo lo anterior sin tener que saquear un comercio de Caracas ni arriesgarse a un plomazo. De repente, la gente creyó, para seguir de nuevo a Forero, que el "socialismo entra por los bolsillos". Lo mismo creyeron muchos dirigentes que se fueron a hacer, digamos, su "socialismo aparte" -sin salir a arriesgar en la calle, tampoco- enriqueciéndose a lo grande a costa del Estado, pactando, entregándose a complacientes propuestas de grupos empresariales tradicionales y de reciente data y a la invitación a la "salta talanquera" de derecha. ¿Ha sancionado Maduro a los bandidos que se han hecho multimillonarios a costa del sacrificio de los venezolanos que creyeron? Por lo demás: ¿la inseguridad en Caracas es ajena a este anhelo de participar activa y militantemente en este keynesianismo tropical en el cual, como en Argentina y en Brasil, dos bandos de negociantes se pelean negocios y masas?
La pregunta de Forero es clave: ¿en qué momento perdimos la ética sin darnos cuenta? Sería oportuno preguntarles a los muchos que siguen sin darse cuenta. Hasta podría descubrirse que no se les ha perdido nada y siguen tan interesados como siempre en hacerse de un poder -hasta el de la verborrea en la incondicionalidad al "proceso"- que vuelva ciertas preguntas irrelevantes o propias de imbéciles "idealistas"..
Terminada la fase chavista, el actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, refractario a toda autocrítica y con una manifiesta lentitud de entendederas, no parece haber terminado de descubrir que esta República Bolivariana al fin se democratizó: no por los hábitos vandálicos de la oposición (a la que a contrapelo de una larga tradición diplomática recibió la cancillería mexicana, por cierto), sino porque el saqueo, además de accesible a los de abajo como a los de arriba, ahora puede hacerse desde la comodidad del hogar, sin arriesgarse a caer abatido de un plomazo y con el televisor encima en plena calle. Según Oscar Javier Forero (Alainet), lo que en los últimos años se creó en el venezolano "es la falsa imagen de que el sistema socialista consistía en que cada familia tuviera dos y tres neveras, cinco televisores de última tecnología, dos lavadoras, calentadoras, aires acondicionados, carros, becas, viajes subsidiados al exterior, tablets, tarjetas de crédito, teléfonos casi regalados y otros muchos beneficios alcanzados 'sólo en socialismo'". Se creó así un estado pasivo de falso confort, en palabras del autor citado, con el agravante de que el venezolano se acostumbró a creer poder obtener todo lo anterior sin tener que saquear un comercio de Caracas ni arriesgarse a un plomazo. De repente, la gente creyó, para seguir de nuevo a Forero, que el "socialismo entra por los bolsillos". Lo mismo creyeron muchos dirigentes que se fueron a hacer, digamos, su "socialismo aparte" -sin salir a arriesgar en la calle, tampoco- enriqueciéndose a lo grande a costa del Estado, pactando, entregándose a complacientes propuestas de grupos empresariales tradicionales y de reciente data y a la invitación a la "salta talanquera" de derecha. ¿Ha sancionado Maduro a los bandidos que se han hecho multimillonarios a costa del sacrificio de los venezolanos que creyeron? Por lo demás: ¿la inseguridad en Caracas es ajena a este anhelo de participar activa y militantemente en este keynesianismo tropical en el cual, como en Argentina y en Brasil, dos bandos de negociantes se pelean negocios y masas?
La pregunta de Forero es clave: ¿en qué momento perdimos la ética sin darnos cuenta? Sería oportuno preguntarles a los muchos que siguen sin darse cuenta. Hasta podría descubrirse que no se les ha perdido nada y siguen tan interesados como siempre en hacerse de un poder -hasta el de la verborrea en la incondicionalidad al "proceso"- que vuelva ciertas preguntas irrelevantes o propias de imbéciles "idealistas"..
ARGENTINA: MAS VALE AUTOGOL QUE AUTOCRITICA
Revelando archivos de la dictadura, el mandatario estadounidense, Barack Obama, se lanzó a darle un barniz progresista a un gobierno -el actual de la Casa Rosada- que no tiene mayor cosa de positivo y sí carices incluso siniestros.
Sorprende el silencio de un kirchnerismo "satisfecho" y con diputados y senadores "haciendo política". En las páginas de "Con Nuestra América", Carlos Prigollini, del Frente para la Victoria (izquierda) se ha preguntado si pasará por la cabeza de alguno una autocrítica, aunque seguramente "el honor" y la imagen no lo permiten. "¿No realizar un pensamiento crítico de todo lo ocurrido, llama a diluir a vastos sectores que se creyeron sujetos de la Historia y hoy pueden creer que solo fueron objetos de la misma?" (digamos: es lo que parece, efectivamente). "¿No es tiempo -prosigue el autor- de analizar el verticalismo de los movimientos progresistas, para restructurar los mismos a través de una democracia horizontal y fomentar de esa manera la tan postergada formación de cuadros políticos?" (¿como para perder nuestras senadurías y diputaciones, o de qué se trata específicamente?). "Más allá del dispendio y la arrogancia de muchos funcionarios públicos, prosigue Carlos Prigollini, en ningún momento se acompañó el otorgamiento de derechos sociales adquiridos con la inevitable concientización ideológica que los mismos beneficiarios deberían haber recibido?". (¿cual ideología? Si era para leer los rompe-cabezas de Ernesto Laclau, mejor quedarnos en los derechos y en el dispendio y la arrogancia "para todos", es probable que incluso Jacques Lacan hubiera aprobado este modo de honrar el Nombre- del- Padre). ¿Alguna critica al saqueo actual? Es que no es prioritario. Sucede que fuimos víctimas de un "golpe blando" y de un Plan Cóndor II, éso sí sin ejecutados, exilios, torturas ni desapariciones, por lo que como sea tenemos la aureola lo suficientemente grande como para no caer tan bajo como en la autocrítica y para seguir deambulando en los pasillos y los corredores de los "cuerpos" legislativos, los cargos diplomáticos, las columnas del periódico que sobreviva, los viajes a eventos de compadritos y "veteranos de lucha" (dime-lo-que-quiero-oír, aplausos-del-público) y asuntillos por el estilo. Dejémonos de pavadas: si estuvimos en la causa, debemos encontrarnos lógicamente en el efecto. No lo dijeron la Clau ni la Can, pero pudieron haberlo dicho en algún seminario seminal.
Sorprende el silencio de un kirchnerismo "satisfecho" y con diputados y senadores "haciendo política". En las páginas de "Con Nuestra América", Carlos Prigollini, del Frente para la Victoria (izquierda) se ha preguntado si pasará por la cabeza de alguno una autocrítica, aunque seguramente "el honor" y la imagen no lo permiten. "¿No realizar un pensamiento crítico de todo lo ocurrido, llama a diluir a vastos sectores que se creyeron sujetos de la Historia y hoy pueden creer que solo fueron objetos de la misma?" (digamos: es lo que parece, efectivamente). "¿No es tiempo -prosigue el autor- de analizar el verticalismo de los movimientos progresistas, para restructurar los mismos a través de una democracia horizontal y fomentar de esa manera la tan postergada formación de cuadros políticos?" (¿como para perder nuestras senadurías y diputaciones, o de qué se trata específicamente?). "Más allá del dispendio y la arrogancia de muchos funcionarios públicos, prosigue Carlos Prigollini, en ningún momento se acompañó el otorgamiento de derechos sociales adquiridos con la inevitable concientización ideológica que los mismos beneficiarios deberían haber recibido?". (¿cual ideología? Si era para leer los rompe-cabezas de Ernesto Laclau, mejor quedarnos en los derechos y en el dispendio y la arrogancia "para todos", es probable que incluso Jacques Lacan hubiera aprobado este modo de honrar el Nombre- del- Padre). ¿Alguna critica al saqueo actual? Es que no es prioritario. Sucede que fuimos víctimas de un "golpe blando" y de un Plan Cóndor II, éso sí sin ejecutados, exilios, torturas ni desapariciones, por lo que como sea tenemos la aureola lo suficientemente grande como para no caer tan bajo como en la autocrítica y para seguir deambulando en los pasillos y los corredores de los "cuerpos" legislativos, los cargos diplomáticos, las columnas del periódico que sobreviva, los viajes a eventos de compadritos y "veteranos de lucha" (dime-lo-que-quiero-oír, aplausos-del-público) y asuntillos por el estilo. Dejémonos de pavadas: si estuvimos en la causa, debemos encontrarnos lógicamente en el efecto. No lo dijeron la Clau ni la Can, pero pudieron haberlo dicho en algún seminario seminal.
CUBA: ¿QUE BOLA, FUCKING CUBANS?
El presidente estadounidense, Barack Obama, quien se retrató en La Habana, capital cubana, con una efigie del "Che" Guevara y depositó una ofrenda a José Martí, es como todo el mundo sabe un ser respetuoso de la soberanía de los pueblos, un hombre de izquierda y progresista y amigo de las mejores causas. Al lado de Obama, el jefe de Estado cubano, Raúl Castro, parece un auténtico reaccionario.
"El destino de Cuba no debe ser decidido por Estados Unidos o ningún otro país", dijo Obama, quien agregó que "el futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y nadie más". Este es el tipo de cosas que hace ya algún tiempo solían decir los cubanos, pero que no se atrevieron a soltar delante del mandatario estadounidense, porque quienes dirigen los destinos del mundo ya casi no consideran que la diplomacia tenga algún contenido serio y distinto de un simple "acto de preámbulo" al negocio.
Acto seguido (entiéndase lo que se quiera por "acto", luego de lo que se entienda por "preámbulo"), Obama se dedicó -ausente la perplejidad de los cubanos- a entrometerse de mil y un maneras en asuntos internos de Cuba, sin que nadie le marcara el alto (nada, no pararon de suplicarle que se levante el embargo). En el teatro Alicia Alonso, Obama, luego de un cachondo "cultivo una rosa blanca" (¿pero quién fue el perverso que lo puso a éso?), espetó a las bailarinas del Tropicana, perdón, al público presente: "Cuba debería tener elecciones libres", y agregó, consumando el "acto": "creo que la gente debería ser libre de decir su opinión sin miedo". Después de ensalzar el derecho de Cuba a la autodeterminación, Obama se puso a jugar con él como quien lo hace con una muñeca de trapo o con una teibolera ("yo amo a los teiboleras, para éso les pago"). Del teatro Alicia Alonso pasó a felicitar a disidentes por su "extraordinaria valentía", no queda claro si la de Berta Soler para armar pleitos por el dinero estadounidense entre las Damas de Blanco o si de Guillermo Fariñas por golpear enfermeras y ancianos y hacer pasar su afición "boxística" por "política" y ponerse luego a la huelga de hambre para evitar cualquier sanción por delincuencia.
Estados Unidos no es hoy partícipe de ninguna Guerra Fría y Cuba, a ratos, sigue identificada con el socialismo, que fue el que se acabó en la Guerra Fría. Obama dijo que su presencia en Cuba era para "enterrar los últimos remanentes de la guerra fría en las Américas". Ningún portal ni funcionario cubano chistaron ni reclamaron algo así como "!remanente tu madre!" (remanente del imperialismo, por ejemplo), o "!ve y entierra a tu madre!". "Vine a Cuba a dejar atrás la Guerra Fría", insistió Obama. No hay que ser un experto en leer entre líneas para entender que Obama dijo: "señores revolucionarios, vine a dejarlos atrás y a enterrarlos. Y ahora, hagamos negocios, boys".
Ningún portal cubano reprodujo las palabras del cantautor Silvio Rodríguez, quien recordó que antaño a los estadounidenses no les gustaba que los cubanos decidieran qué hacer en su propia casa.
Formas de irse al carajo hay muchas: derrotado, cabizbajo, ruborizado, avergonzado, callado o triste. También puede hacerse con palabrería sobre los "avances significativos" y las "conquistas del pueblo cubano", aunque carezca de todo sentido y tenga algo de grotesco, salvo que el inconsciente traicione y alguno esté dándose a desear y "poniéndose un buen precio" en un burdelazo, como en los buenos viejos tiempos.
"El destino de Cuba no debe ser decidido por Estados Unidos o ningún otro país", dijo Obama, quien agregó que "el futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y nadie más". Este es el tipo de cosas que hace ya algún tiempo solían decir los cubanos, pero que no se atrevieron a soltar delante del mandatario estadounidense, porque quienes dirigen los destinos del mundo ya casi no consideran que la diplomacia tenga algún contenido serio y distinto de un simple "acto de preámbulo" al negocio.
Acto seguido (entiéndase lo que se quiera por "acto", luego de lo que se entienda por "preámbulo"), Obama se dedicó -ausente la perplejidad de los cubanos- a entrometerse de mil y un maneras en asuntos internos de Cuba, sin que nadie le marcara el alto (nada, no pararon de suplicarle que se levante el embargo). En el teatro Alicia Alonso, Obama, luego de un cachondo "cultivo una rosa blanca" (¿pero quién fue el perverso que lo puso a éso?), espetó a las bailarinas del Tropicana, perdón, al público presente: "Cuba debería tener elecciones libres", y agregó, consumando el "acto": "creo que la gente debería ser libre de decir su opinión sin miedo". Después de ensalzar el derecho de Cuba a la autodeterminación, Obama se puso a jugar con él como quien lo hace con una muñeca de trapo o con una teibolera ("yo amo a los teiboleras, para éso les pago"). Del teatro Alicia Alonso pasó a felicitar a disidentes por su "extraordinaria valentía", no queda claro si la de Berta Soler para armar pleitos por el dinero estadounidense entre las Damas de Blanco o si de Guillermo Fariñas por golpear enfermeras y ancianos y hacer pasar su afición "boxística" por "política" y ponerse luego a la huelga de hambre para evitar cualquier sanción por delincuencia.
Estados Unidos no es hoy partícipe de ninguna Guerra Fría y Cuba, a ratos, sigue identificada con el socialismo, que fue el que se acabó en la Guerra Fría. Obama dijo que su presencia en Cuba era para "enterrar los últimos remanentes de la guerra fría en las Américas". Ningún portal ni funcionario cubano chistaron ni reclamaron algo así como "!remanente tu madre!" (remanente del imperialismo, por ejemplo), o "!ve y entierra a tu madre!". "Vine a Cuba a dejar atrás la Guerra Fría", insistió Obama. No hay que ser un experto en leer entre líneas para entender que Obama dijo: "señores revolucionarios, vine a dejarlos atrás y a enterrarlos. Y ahora, hagamos negocios, boys".
Ningún portal cubano reprodujo las palabras del cantautor Silvio Rodríguez, quien recordó que antaño a los estadounidenses no les gustaba que los cubanos decidieran qué hacer en su propia casa.
Formas de irse al carajo hay muchas: derrotado, cabizbajo, ruborizado, avergonzado, callado o triste. También puede hacerse con palabrería sobre los "avances significativos" y las "conquistas del pueblo cubano", aunque carezca de todo sentido y tenga algo de grotesco, salvo que el inconsciente traicione y alguno esté dándose a desear y "poniéndose un buen precio" en un burdelazo, como en los buenos viejos tiempos.
lunes, 21 de marzo de 2016
COLOMBIA SE VA DE CARNAVAL
A estas alturas, pareciera que pocos países y pocos mandatarios saben bien y a bien qué hacen. Estados Unidos sabe, puesto que alterna "la zanahoria y el garrote" mientras la mayoría no sabe qué está tragando: si zanahoria o garrote, aunque en principio debería existir cierta diferencia perceptible en las papilas gustativas y otros órganos corporales, como el estómago, por ejemplo.
Algunos colombianos se ofendieron por el hecho de que, en visita a Cuba, el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, aprovechara para entrevistarse entre otros negociadores con miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), catalogadas por Washington como "grupo terrorista". A raíz de esta entrevista de Kerry-la-zanahoria con los terroristas, Alvaro "el garrote" Uribe, ex mandatario colombiano con credenciales no muy amistosas, tuiteó: "muchos colombianos nos sentimos ofendidos por la reunión del gobierno de USA con las FARC, el mayor cartel de cocaina del mundo (sic) y grupo terrorista". Otro ex presidente colombiano, Andrés Pastrana, también se indignó (¿es que vamos a vivir en un mundo de indignados?): "Insólito que John Kerry cohoneste en Cuba la desarticulación de las instituciones democráticas en Colombia".
Ningún periódico recogió en realidad las cosas así. Según "agencias" que muchos periódicos ya ni se molestan en citar Kerry se reunió en La Habana con los negociadores "con el fin de verificar el avance del proceso de paz" colombiano. Ve-ri-fi-car, así sea saltándose una ley que cataloga a las FARC como terroristas. Hecho ésto, para más señas en "El Laguito", zona residencial pero tambien de conspiración revolucionaria, estadounidenses y colombianos se invitaron a ver con los cubanos el juego de beisbol entre el equipo nacional de Cuba y los Tampa Bay Rays. Según el periódico español de mayor venta en el mundo,, Kerry fue a "tomar el pulso del proceso de paz y a ver en qué se encuentran las negociaciones". Puede que entretanto la delegación colombiana de las FARC, mientras Uribe y Pastrana se tragaban una zanahoria como si les hubieran dado un garrote, trataran de digerir el garrote como si fuera una zanahoria. El resultado no trascendió.
Algunos colombianos se ofendieron por el hecho de que, en visita a Cuba, el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, aprovechara para entrevistarse entre otros negociadores con miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), catalogadas por Washington como "grupo terrorista". A raíz de esta entrevista de Kerry-la-zanahoria con los terroristas, Alvaro "el garrote" Uribe, ex mandatario colombiano con credenciales no muy amistosas, tuiteó: "muchos colombianos nos sentimos ofendidos por la reunión del gobierno de USA con las FARC, el mayor cartel de cocaina del mundo (sic) y grupo terrorista". Otro ex presidente colombiano, Andrés Pastrana, también se indignó (¿es que vamos a vivir en un mundo de indignados?): "Insólito que John Kerry cohoneste en Cuba la desarticulación de las instituciones democráticas en Colombia".
Ningún periódico recogió en realidad las cosas así. Según "agencias" que muchos periódicos ya ni se molestan en citar Kerry se reunió en La Habana con los negociadores "con el fin de verificar el avance del proceso de paz" colombiano. Ve-ri-fi-car, así sea saltándose una ley que cataloga a las FARC como terroristas. Hecho ésto, para más señas en "El Laguito", zona residencial pero tambien de conspiración revolucionaria, estadounidenses y colombianos se invitaron a ver con los cubanos el juego de beisbol entre el equipo nacional de Cuba y los Tampa Bay Rays. Según el periódico español de mayor venta en el mundo,, Kerry fue a "tomar el pulso del proceso de paz y a ver en qué se encuentran las negociaciones". Puede que entretanto la delegación colombiana de las FARC, mientras Uribe y Pastrana se tragaban una zanahoria como si les hubieran dado un garrote, trataran de digerir el garrote como si fuera una zanahoria. El resultado no trascendió.
viernes, 18 de marzo de 2016
¿NAZIS?: SOLO PARA BUSCADORES
Así como Renault le daba coches, Ford le daba camiones de transporte de tropas al ejército nazi, porque Henry Ford admiraba las "cadenas de montaje" y no parece haber imaginado que los alemanes las harían "para humanos".
Fritz Thyssen fue un gran magnate alemán del acero, con lo importante que es este material para la maquinaria de guerra, y entre 1926 y 1942 encontró un amigo en Estados Unidos que ayudó a "aceitar" la maquinaria: a través de empresas como Union Banking Corporation, Brown Brothers Harriman (pieza de Wall Street), Union Bank y Holland American Trading Co., alguien que fue lo suficientemente vivo para, sin involucrarse directamente, meter a Thyssen en el "negocio" y al mismo tiempo ayudarlo en el suyo, el del asesinato en masa. Este hombre fue Prescott Bush, abuelo de George W. Bush y padre de George H.W. Bush. El asunto no pudo salir a la luz inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial porque Thyssen, dueño de un potente conglomerado alemán, lo "acalló todo", en particular en una Holanda enfurecida de lo que descubría, mientras abuelito Bush seguía como senador. Todo esto está documentado a partir de archivos en el libro de John Loftus, How the Bush family made its fortune from the Nazis: the Dutch Connection. Thyssen explotó a los judíos y hasta se dice que Prescott, el amigo, pudo haberse beneficiado un tiempo del sudor de Auschwitz.
La gente sigue esperando que por ahí vuelva a surgir el diablo, aunque, como lo ha demostrado Michael Parenti, en el pasado no apareció solo ni disparado por cuenta propia y "a lo loco", sino con la ayuda del gran capital en la sombra. Abuelito Bush no era el diablo, era "el Papá del Diablo", el que hacía negocios con el asesino, ayudándolo y tal vez timándolo un poco al mismo tiempo. Ya nada más falta que en todo su poder de seducción el diablo se aparezca "travestido" y con el "buen gusto" de una intachable Dama, su propia madre, si la tuviere. La creencia de que mein fuhrer era un loquito suelto está bien para Diván el Terrible y películas tipo El Gran Escape con Steve McQueen (el actor que murió en Ciudad Juárez, México), pero no corresponde en nada a la realidad de unas grandes democracias atlánticas que apoyaron con todo no a un hombre, sino a una maquinaria nacional entera, unida por el "jefe de jefes" y de ningún modo dividida.
Fritz Thyssen fue un gran magnate alemán del acero, con lo importante que es este material para la maquinaria de guerra, y entre 1926 y 1942 encontró un amigo en Estados Unidos que ayudó a "aceitar" la maquinaria: a través de empresas como Union Banking Corporation, Brown Brothers Harriman (pieza de Wall Street), Union Bank y Holland American Trading Co., alguien que fue lo suficientemente vivo para, sin involucrarse directamente, meter a Thyssen en el "negocio" y al mismo tiempo ayudarlo en el suyo, el del asesinato en masa. Este hombre fue Prescott Bush, abuelo de George W. Bush y padre de George H.W. Bush. El asunto no pudo salir a la luz inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial porque Thyssen, dueño de un potente conglomerado alemán, lo "acalló todo", en particular en una Holanda enfurecida de lo que descubría, mientras abuelito Bush seguía como senador. Todo esto está documentado a partir de archivos en el libro de John Loftus, How the Bush family made its fortune from the Nazis: the Dutch Connection. Thyssen explotó a los judíos y hasta se dice que Prescott, el amigo, pudo haberse beneficiado un tiempo del sudor de Auschwitz.
La gente sigue esperando que por ahí vuelva a surgir el diablo, aunque, como lo ha demostrado Michael Parenti, en el pasado no apareció solo ni disparado por cuenta propia y "a lo loco", sino con la ayuda del gran capital en la sombra. Abuelito Bush no era el diablo, era "el Papá del Diablo", el que hacía negocios con el asesino, ayudándolo y tal vez timándolo un poco al mismo tiempo. Ya nada más falta que en todo su poder de seducción el diablo se aparezca "travestido" y con el "buen gusto" de una intachable Dama, su propia madre, si la tuviere. La creencia de que mein fuhrer era un loquito suelto está bien para Diván el Terrible y películas tipo El Gran Escape con Steve McQueen (el actor que murió en Ciudad Juárez, México), pero no corresponde en nada a la realidad de unas grandes democracias atlánticas que apoyaron con todo no a un hombre, sino a una maquinaria nacional entera, unida por el "jefe de jefes" y de ningún modo dividida.
¿NAZIS?: COCO CHANEL NUMBER ZWEI
Para quienes gustan de la perfumería y del cine francés que retrata a supuestas divas en males de amores o viendo la vida en rosa, Coco Chanel supo arreglárselas. Durante la Segunda Guerra Mundial, este bello personaje fue espía alemana de la Abwher. Asociada en el origen con el judío Pierre Wertheimer, no quedía ceder su 10 % de Chanel Parfums, !así que resultaba mejor ceder a Wertheimer! (al final, los socios judíos de "Coco" se tuvieron que exiliar en Estados Unidos). Las misiones las realizó Gabrielle Bonheur (sic) Chanel en Madrid y Berlín -la empresa de perfumería había cerrado- con su amante alemán Hans Gunter von Dinklage y en relación con las SS (general Walter Schellenberg) al mando de Heinrich Himmler. "Coco" (alias "Westminster", F-7124) utilizó sus influencias para salvar a familiares (como un sobrino al que se le evitó el internamiento militar). No fue el único caso, si hasta colaboracionistas -normandos y dueños de negocios en ferrocarriles, por ejemplo- fueron salvados al término de la guerra por lazos familiares (incluso con comunistas indulgentes) para poder seguir intrigando, destruyéndolo así todo a su paso y hundiendo a Francia en la ignominia en la que la tienen hoy desde clases dirigentes hasta opositores lunáticos como Jean-Luc Mélenchon. "Coco" se largó a Suiza (Lausana) nueve años hasta que el asuntillo se "disipara". Había llegado tan lejos que hasta fue candidata a mediar con "Sir" Winston Churchill para llegar a un arreglo entre Alemania y Gran Bretaña, arreglo que los alemanes, al parecer, estuvieron buscando con insistencia.
Cierta cercanía con Churchill probablemente salvó a "Coco" al final de la guerra. Como los negocios hacen que la gente tenga -como Albión- intereses, no amistades, Chanel siguió en las ganancias, pero con la familia judía Rothschild. Durante seis décadas y hasta la apertura de importantes archivos, la reina de la moda -quien murió en 1971- pudo esquivar las sospechas con la mejor cualidad de hoy, la perfidia, delatando ora a unos, ora a otros, según lo dictaran la conveniencia y el cálculo, seguramente aprendidos entre gente de negocios. El analista ucraniano Anatoly Wasserman ha escrito que no queda claro, cuando se habla de este tipo de andanzas, si es en perjuicio de la celebridad o en beneficio de quien supo atraérsela -digamos que para darle mejor olor y diseño a quienes hoy desfilan en algunas calles de Ucrania o de algunos países del Báltico sin que nadie alerte contra el resurgimiento de ningún fascismo (¿tan rico huele?).
Cierta cercanía con Churchill probablemente salvó a "Coco" al final de la guerra. Como los negocios hacen que la gente tenga -como Albión- intereses, no amistades, Chanel siguió en las ganancias, pero con la familia judía Rothschild. Durante seis décadas y hasta la apertura de importantes archivos, la reina de la moda -quien murió en 1971- pudo esquivar las sospechas con la mejor cualidad de hoy, la perfidia, delatando ora a unos, ora a otros, según lo dictaran la conveniencia y el cálculo, seguramente aprendidos entre gente de negocios. El analista ucraniano Anatoly Wasserman ha escrito que no queda claro, cuando se habla de este tipo de andanzas, si es en perjuicio de la celebridad o en beneficio de quien supo atraérsela -digamos que para darle mejor olor y diseño a quienes hoy desfilan en algunas calles de Ucrania o de algunos países del Báltico sin que nadie alerte contra el resurgimiento de ningún fascismo (¿tan rico huele?).
UNION SOVIETICA: SE MIENTE GRATIS
Puede ser un gusto muy particular de la izquierda el querer quedarse sin pasado y, por ende, sin experiencia, o con un pasado reducido a un amasijo de mentiras, las mismas que no se cansa de repetir una derecha cuya capacidad neuronal no siempre es la más potente: "¿socialismo?=Gulag".
En 1939, teniendo la Unión Soviética 190 millones de habitantes, 1 millón 289 mil 491 se encontraban presos en el Gulag. Hay que ser un poco lerdo para creerse que todos los presos eran "políticos", ya que equivaldría a honrar al régimen de Stalin al no haber detenidos por una delincuencia aparentemente inexistente y no haber tampoco más que gente inocente. En realidad, de esta cifra, eran presos políticos ("contrarrevolucionarios") 443 mil 262. Uno de los mejores cuentos sobre el Gulag -además de los inventos de Alexander Solzhenitsin- está en hacer creer que la Unión Soviética llegó a contar con 20 millones de prisioneros, según el fondo Alexander Yakovlev que alguien tan "serio" como Mijaíl Gorbachov solía "manejar" (Yakovlev era por lo demás un ser siniestro en sus mentiras). Las cifras que investigó por su parte VN Zemskov concluyen que entre 1921 y 1954 (sobre poco más de tres décadas) fueron condenados a la pena capital (por "contrarrevolucionarios") 642 mil personas y condenados o "convictos" -aunque no todos fueron a parar al Gulag- entre 2,5 y 3 millones de personas.
¿Más indignados? Hoy están en Estados Unidos tras las rejas 2,2 millones de personas. Como en Estados Unidos no hay presos políticos, esto quiere decir por lo menos que Estados Unidos fabrica delincuentes casi al mismo ritmo en que la Unión Soviética de Stalin fabricaba supuestos "presos políticos", algo un poco más honorable. Seamos francos: un récord así no indigna. Estados Unidos tiene el 25 % de todos los prisioneros del planeta (más que 35 países europeos combinados, y cuatro veces más delincuentes que China), pero es preferible admirar a un país de delincuentes que a uno de "presos políticos", porque, sí, "socialismo realmente existente=Gulag", mientras que nadie dirá: capitalismo estadounidense=criminalidad (ya nadie dice ni siquiera "capitalismo"). ¿Demasiado dificíl, verdad? A finales de los años '90 había en Estados Unidos, nótese bien, más o menos el mismo número de presos per cápita que en la Unión Soviética en 1937, el peor año del terror, según lo investigó Igor Pyhalov y de lo que da cuenta detalladamente el portal ruso Nakanune.ru. Que lo que en otro país nos causa repulsión, a quienes vivimos en "el terror de la indignación", nos importe un rábano en una sociedad bastante criminal pero "admirable" es algo muy sencillo de "concretar": basta saber citar algo sobre "el totalitarismo" y mencionar unas palabras de la señorita Arendt para justificar que, en el fondo, queremos abundancia, no "escasez", y como sea (es decir, usando el crimen si es necesario), que al fin y al cabo mentir es gratis, en la izquierda incluida, o incluso una forma de "vender una 'idea'" que permite comprarse un lugar en sociedad, así sea un poquito delincuencial el negocio.
En 1939, teniendo la Unión Soviética 190 millones de habitantes, 1 millón 289 mil 491 se encontraban presos en el Gulag. Hay que ser un poco lerdo para creerse que todos los presos eran "políticos", ya que equivaldría a honrar al régimen de Stalin al no haber detenidos por una delincuencia aparentemente inexistente y no haber tampoco más que gente inocente. En realidad, de esta cifra, eran presos políticos ("contrarrevolucionarios") 443 mil 262. Uno de los mejores cuentos sobre el Gulag -además de los inventos de Alexander Solzhenitsin- está en hacer creer que la Unión Soviética llegó a contar con 20 millones de prisioneros, según el fondo Alexander Yakovlev que alguien tan "serio" como Mijaíl Gorbachov solía "manejar" (Yakovlev era por lo demás un ser siniestro en sus mentiras). Las cifras que investigó por su parte VN Zemskov concluyen que entre 1921 y 1954 (sobre poco más de tres décadas) fueron condenados a la pena capital (por "contrarrevolucionarios") 642 mil personas y condenados o "convictos" -aunque no todos fueron a parar al Gulag- entre 2,5 y 3 millones de personas.
¿Más indignados? Hoy están en Estados Unidos tras las rejas 2,2 millones de personas. Como en Estados Unidos no hay presos políticos, esto quiere decir por lo menos que Estados Unidos fabrica delincuentes casi al mismo ritmo en que la Unión Soviética de Stalin fabricaba supuestos "presos políticos", algo un poco más honorable. Seamos francos: un récord así no indigna. Estados Unidos tiene el 25 % de todos los prisioneros del planeta (más que 35 países europeos combinados, y cuatro veces más delincuentes que China), pero es preferible admirar a un país de delincuentes que a uno de "presos políticos", porque, sí, "socialismo realmente existente=Gulag", mientras que nadie dirá: capitalismo estadounidense=criminalidad (ya nadie dice ni siquiera "capitalismo"). ¿Demasiado dificíl, verdad? A finales de los años '90 había en Estados Unidos, nótese bien, más o menos el mismo número de presos per cápita que en la Unión Soviética en 1937, el peor año del terror, según lo investigó Igor Pyhalov y de lo que da cuenta detalladamente el portal ruso Nakanune.ru. Que lo que en otro país nos causa repulsión, a quienes vivimos en "el terror de la indignación", nos importe un rábano en una sociedad bastante criminal pero "admirable" es algo muy sencillo de "concretar": basta saber citar algo sobre "el totalitarismo" y mencionar unas palabras de la señorita Arendt para justificar que, en el fondo, queremos abundancia, no "escasez", y como sea (es decir, usando el crimen si es necesario), que al fin y al cabo mentir es gratis, en la izquierda incluida, o incluso una forma de "vender una 'idea'" que permite comprarse un lugar en sociedad, así sea un poquito delincuencial el negocio.
lunes, 14 de marzo de 2016
CUBA: LOS TIBURONES SE PREPARAN
El presidente estadounidense Barack Obama está a punto de visitar Cuba. Antes de esta visita, el jefe de Estado se ha permitido mandar una carta a las disidentes Damas de Blanco, argumentando que defenderá ante el líder cubano, Raúl Castro, la "libertad de expresión" y de "reunión". En rigor, esta misiva constituye el enésimo entrometimiento de Estados Unidos en asuntos internos de Cuba, contra la norma que dicta un cierto respeto por la soberanía de los demás. Obama defendió su "derecho a hablar con todos" y a entrevistarse con "miembros de la sociedad civil, empresarios y cubanos de todos los ámbitos de la sociedad" (vaya manera de meter las cosas en la licuadora, por lo demás: "derechos humanos" con empresarios...). Ben Rodhes, viceasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha sostenido que Obama se reunirá con "disidentes" en la isla.
Frente a lo que es una ofensiva del poder blando estadounidense, económico e ideológico (hasta lograr, de ser posible, un golpe político al que Obama ha dicho abiertamente que no ha renunciado), la isla no tiene la defensa del socialismo, aunque haya cubanos de buena fe que crean en él. A juzgar incluso por lo que expone Graziella Pogolotti en el portal cubano de Cubadebate, los intelectuales piensan oponer -si es que algunos van a oponer algo- "la cultura", pero ni siquiera una cultura socialista que no existe ya. Pogolotti sugiere que las Antillas resisten a los embates parecidos a los ciclones con acumulación de fuerzas culturales, pero, aunque hay cultura, en realidad la "acumulación" ha faltado. "Somos pobres, pero decentes", decían los abuelos. A ver qué tanto resiste Cuba la tentación de hacer a un lado incluso la decencia -como lo hace Osmaní García, por ejemplo, en medio de una juventud de sinverguenzas- en aras de una promesa de abundancia. Desde la crisis del Mariel a principios de los años '80 hasta la fecha (con la crisis de quienes usaban Ecuador y Centroamérica y México como trampolín para llegar a Estados Unidos), es obvio que algo ha fallado -no el socialismo, sino la falta de él, tal vez, sobre todo desde los '80- para que algo más que "el lumpen atraído por el consumismo" quiera largarse como sea hacia el norte. No falta quien lamente en la isla lo bien que se vivía "antes" (de la Revolución) y dudosamente se podrá oponer a la ofensiva "lo nuestro" si no es socialista, sino pura cultura "que se pretende". Martí, la música, tabaco y rón y la santería pueden muy bien servir de souvenirs y de adorno hasta ecológicamente potable que ornamenten con "cultura" -ni siquiera nacional- el negocio redondo que se le ofrece a una Revolución que hoy desfallece por no haber conseguido institucionalizarse en el Estado y la ciudadanía de verdad.
Frente a lo que es una ofensiva del poder blando estadounidense, económico e ideológico (hasta lograr, de ser posible, un golpe político al que Obama ha dicho abiertamente que no ha renunciado), la isla no tiene la defensa del socialismo, aunque haya cubanos de buena fe que crean en él. A juzgar incluso por lo que expone Graziella Pogolotti en el portal cubano de Cubadebate, los intelectuales piensan oponer -si es que algunos van a oponer algo- "la cultura", pero ni siquiera una cultura socialista que no existe ya. Pogolotti sugiere que las Antillas resisten a los embates parecidos a los ciclones con acumulación de fuerzas culturales, pero, aunque hay cultura, en realidad la "acumulación" ha faltado. "Somos pobres, pero decentes", decían los abuelos. A ver qué tanto resiste Cuba la tentación de hacer a un lado incluso la decencia -como lo hace Osmaní García, por ejemplo, en medio de una juventud de sinverguenzas- en aras de una promesa de abundancia. Desde la crisis del Mariel a principios de los años '80 hasta la fecha (con la crisis de quienes usaban Ecuador y Centroamérica y México como trampolín para llegar a Estados Unidos), es obvio que algo ha fallado -no el socialismo, sino la falta de él, tal vez, sobre todo desde los '80- para que algo más que "el lumpen atraído por el consumismo" quiera largarse como sea hacia el norte. No falta quien lamente en la isla lo bien que se vivía "antes" (de la Revolución) y dudosamente se podrá oponer a la ofensiva "lo nuestro" si no es socialista, sino pura cultura "que se pretende". Martí, la música, tabaco y rón y la santería pueden muy bien servir de souvenirs y de adorno hasta ecológicamente potable que ornamenten con "cultura" -ni siquiera nacional- el negocio redondo que se le ofrece a una Revolución que hoy desfallece por no haber conseguido institucionalizarse en el Estado y la ciudadanía de verdad.
BRASIL: CAYENDOSE DE BUENA
¿Cómo eran las cosas? No todas las izquierdas estaban en el mismo saco. Las de Argentina y Brasil eran las "buenas" frente al "deleznable populismo" del extinto Hugo Chávez en Venezuela. Ahora, las izquierdas argentina y brasileña se han estado "cayendo de buenas".
Como lo ha recordado Juan Agulló en el portal de Aporrea, Lula llegó a su primera presidencia con el apoyo de los sectores populares, pero también de clases medias urbanas hartas del ajuste. Seguramente esas clases medias siguen reclamando, ahora que Brasil está en serias dificultades económicas y que una parte de los 40 millones de pobres que el "lulismo" convirtió en "más clase media" está "recayendo", en un país con ocho millones de desempleados, no poca cosa (75 % de los nuevos desempleados son menores de 24 años, sin futuro).
Sin mayoría absoluta, en un país donde las 10 mayores empresas financian al 70 % de los parlamentarios, el Partido de los Trabajadores (PT) quiso gobernar en los periodos de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) con alianzas: para conseguirla, los aliados cobraron lo que Agulló llama "peaje" y estalló el escándalo del mensalao, por el cual hasta siete partidos (el PT incluido, algo extraño, ¿no?) votaron las propuestas legislativas de Lula a cambio de dinero, una parte del cual pudo haber salido de privatizaciones de empresas públicas.
Sucede que después llegó el petrolao con el descubrimiento de los yacimientos pre-sal (submarinos, bajo una capa salitrosa) y precios del crudo atractivos en el mercado internacional: había promesa de renta para disputársela, junto con la de la soya transgénica. Agulló hace notar que en el caso Petrobrás los hay que miraron hacia otro lado, los que traficaron con influencias, los que prevaricaron... "Se trata, simplemente, ha escrito Agulló, de la clásica combinación de suciedades políticas y movimientos de ajedrez (¿o de esgrima?) que podrían haber ocurrido casi en cualquier lugar del mundo (especialmente, en cualquier parte del mundo que viva de rentas)".
Dicho sea de paso, el escándalo de la constructora Odebrecht parece probado: fue expulsada de Ecuador por el gobierno (de izquierda) de Rafael Correa, quien dijo, palabras más palabras menos, que lo que hacía esta empresa con los contratos era (reiteradamente) "horroroso".
Por lo pronto, mientras el "modelo" se cae, y mientras a Lula lo defiende no Nicolás Maduro, mandatario venezolano, sino el ex primer ministro "socialdemócrata" español Felipe González, la derecha brasileña tal vez quiera la renta para ella y la clase media no caerse, sino seguir ascendiendo. "Las rentas suelen ser, escribe Agulló, garantía de hedor (...) Lo que le está sucediendo a Lula (y al PT/izquierda brasileña) no es más que la voluntad de 'tocar poder' casi a cualquier precio (literal)". Mientras tanto, según la triste constatación de Joao Pedro Stedile, líder del Movimiento de los Sin Tierra (MST), los pobres ven el asunto "tirados en el sofá". "La población, nuestra base social, ha dicho Stedile, está asistiendo desde el sofá y esto es muy malo". Tal vez es así porque el PT nunca le hizo demasiado caso al MST ni a otros sectores populares. En fin: algo debe haber fallado para que se vayan al agua juntas las izquierdas "buenas" y "responsables" (!) y una dizque "populista" como la venezolana, que al menos impulsó un tiempo la integración latinoamericana, mientras hasta ahora, con la mandataria Dilma Rousseff, Brasil ha privilegiado los buenos vínculos con Estados Unidos, donde seguramente hay también un partido "bueno y responsable" y un candidato "populista". Al rato habrá una corrupción mala y una buena, eso que ni qué.
Como lo ha recordado Juan Agulló en el portal de Aporrea, Lula llegó a su primera presidencia con el apoyo de los sectores populares, pero también de clases medias urbanas hartas del ajuste. Seguramente esas clases medias siguen reclamando, ahora que Brasil está en serias dificultades económicas y que una parte de los 40 millones de pobres que el "lulismo" convirtió en "más clase media" está "recayendo", en un país con ocho millones de desempleados, no poca cosa (75 % de los nuevos desempleados son menores de 24 años, sin futuro).
Sin mayoría absoluta, en un país donde las 10 mayores empresas financian al 70 % de los parlamentarios, el Partido de los Trabajadores (PT) quiso gobernar en los periodos de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) con alianzas: para conseguirla, los aliados cobraron lo que Agulló llama "peaje" y estalló el escándalo del mensalao, por el cual hasta siete partidos (el PT incluido, algo extraño, ¿no?) votaron las propuestas legislativas de Lula a cambio de dinero, una parte del cual pudo haber salido de privatizaciones de empresas públicas.
Sucede que después llegó el petrolao con el descubrimiento de los yacimientos pre-sal (submarinos, bajo una capa salitrosa) y precios del crudo atractivos en el mercado internacional: había promesa de renta para disputársela, junto con la de la soya transgénica. Agulló hace notar que en el caso Petrobrás los hay que miraron hacia otro lado, los que traficaron con influencias, los que prevaricaron... "Se trata, simplemente, ha escrito Agulló, de la clásica combinación de suciedades políticas y movimientos de ajedrez (¿o de esgrima?) que podrían haber ocurrido casi en cualquier lugar del mundo (especialmente, en cualquier parte del mundo que viva de rentas)".
Dicho sea de paso, el escándalo de la constructora Odebrecht parece probado: fue expulsada de Ecuador por el gobierno (de izquierda) de Rafael Correa, quien dijo, palabras más palabras menos, que lo que hacía esta empresa con los contratos era (reiteradamente) "horroroso".
Por lo pronto, mientras el "modelo" se cae, y mientras a Lula lo defiende no Nicolás Maduro, mandatario venezolano, sino el ex primer ministro "socialdemócrata" español Felipe González, la derecha brasileña tal vez quiera la renta para ella y la clase media no caerse, sino seguir ascendiendo. "Las rentas suelen ser, escribe Agulló, garantía de hedor (...) Lo que le está sucediendo a Lula (y al PT/izquierda brasileña) no es más que la voluntad de 'tocar poder' casi a cualquier precio (literal)". Mientras tanto, según la triste constatación de Joao Pedro Stedile, líder del Movimiento de los Sin Tierra (MST), los pobres ven el asunto "tirados en el sofá". "La población, nuestra base social, ha dicho Stedile, está asistiendo desde el sofá y esto es muy malo". Tal vez es así porque el PT nunca le hizo demasiado caso al MST ni a otros sectores populares. En fin: algo debe haber fallado para que se vayan al agua juntas las izquierdas "buenas" y "responsables" (!) y una dizque "populista" como la venezolana, que al menos impulsó un tiempo la integración latinoamericana, mientras hasta ahora, con la mandataria Dilma Rousseff, Brasil ha privilegiado los buenos vínculos con Estados Unidos, donde seguramente hay también un partido "bueno y responsable" y un candidato "populista". Al rato habrá una corrupción mala y una buena, eso que ni qué.
sábado, 12 de marzo de 2016
CONTRA RUSIA: BANALIZAR LA GUERRA NUCLEAR
Si se la venden a buen precio y con "argumentos" acordes al mismo (es decir, argumentos que requieran de un esfuerzo mental no muy costoso, puesto que un buen precio es un bajo costo), el consumidor-propietario comprará la creencia de que, después de todo, una guerrita nuclear contra el "peligro ruso" no es algo negativo, sino parte de "nuestro bien", el que practicamos a diario. Menos aún puede ser negativo si lo que se obtiene es la paz del propietario para hacer ganancia. Las altas esferas ya saben que un mundo sin competidor nuclear es un monopolio de la destrucción masiva y es difícil detenerse ante la perspectiva de una ganancia tan, tan extraordinaria. Comprado el pleito, el problema de las altas esferas está en revenderlo a la gente (que no merece ni el nombre de "público"), para que a su vez "compre la idea" o "el concepto" y se socialice cualquier costo de la empresa.
Hace muy poco, la British Broadcasting Corporation, ni más ni menos que la BBC Two, ensayó una ficción televisiva-reality show en la cual, en apoyo a separatistas pro-Kremlin, que se han apoderado de decenas de ciudades, Rusia invade Letonia, país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El Reino Unido y Estados Unidos lanzan una respuesta terrestre contra "las tropas de Putin", pero Rusia pulsa "el botón rojo" y lanza un ataque nuclear contra un buque de guerra occidental. En el reality show (World War Three: Inside the War Room) participan políticos, diplomáticos y altos "responsables" militares que discuten qué hacer en ese cuarto de guerra (war room), mientras se les informa que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha elegido Londres como su próximo objetivo.
El almirante Lord Alan West, por ejemplo, argumenta que Rusia se comporta en Letonia igual que en Ucrania. El general Richard Shirreff aconseja situar ya las Fuerzas de Reacción Rápida en Letonia. Sir Anthony Brenton (ex embajador británico en Rusia, 2004-2008) afirma, mientras imágenes ficticias y de documentales (incluyendo imágenes del Donbass ucraniano y del ataque georgiano contra Osetia del Sur) se mezclan en la pantalla: "la elección que se presenta es si vamos a matar sin sentido a algunos millones de rusos o no. Yo con mucho gusto mataría a decenas de miles de rusos (sic), pero si no conseguimos de todos modos asustarles, no tenemos que realizar el ataque sobre Rusia" (!). En suma, la ganancia debe estar garantizada ¿Compramos el ataque o no? "Argumentos" como los de Brenton o los de West son una invitación a ir a una guerra nuclear contra Rusia como se va a un picnic, con despreocupación una vez sopesados costos y ganancias en las compras y el "gasto".
Si compra el pleito, el consumidor-propietario lo hará completamente desinformado. De todos modos, el problema no es estar informado, sino llegar en la curva costo/beneficio al "punto de equilibrio" que garantice el máximo beneficio así haya que asesinar a "decenas de miles de rusos". Este tipo de reality show no despertó la menor indignación de nadie en Occidente; un ataque nuclear contra Rusia "con garantías" tampoco causaría la menor reacción del consumidor-propietario que volvería a probarse a sí mismo que es el mejor, un winner. ¿Cómo se atreve un loser como Putin a poner en tela de juicio "el Bien"?
Hace muy poco, la British Broadcasting Corporation, ni más ni menos que la BBC Two, ensayó una ficción televisiva-reality show en la cual, en apoyo a separatistas pro-Kremlin, que se han apoderado de decenas de ciudades, Rusia invade Letonia, país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El Reino Unido y Estados Unidos lanzan una respuesta terrestre contra "las tropas de Putin", pero Rusia pulsa "el botón rojo" y lanza un ataque nuclear contra un buque de guerra occidental. En el reality show (World War Three: Inside the War Room) participan políticos, diplomáticos y altos "responsables" militares que discuten qué hacer en ese cuarto de guerra (war room), mientras se les informa que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha elegido Londres como su próximo objetivo.
El almirante Lord Alan West, por ejemplo, argumenta que Rusia se comporta en Letonia igual que en Ucrania. El general Richard Shirreff aconseja situar ya las Fuerzas de Reacción Rápida en Letonia. Sir Anthony Brenton (ex embajador británico en Rusia, 2004-2008) afirma, mientras imágenes ficticias y de documentales (incluyendo imágenes del Donbass ucraniano y del ataque georgiano contra Osetia del Sur) se mezclan en la pantalla: "la elección que se presenta es si vamos a matar sin sentido a algunos millones de rusos o no. Yo con mucho gusto mataría a decenas de miles de rusos (sic), pero si no conseguimos de todos modos asustarles, no tenemos que realizar el ataque sobre Rusia" (!). En suma, la ganancia debe estar garantizada ¿Compramos el ataque o no? "Argumentos" como los de Brenton o los de West son una invitación a ir a una guerra nuclear contra Rusia como se va a un picnic, con despreocupación una vez sopesados costos y ganancias en las compras y el "gasto".
Si compra el pleito, el consumidor-propietario lo hará completamente desinformado. De todos modos, el problema no es estar informado, sino llegar en la curva costo/beneficio al "punto de equilibrio" que garantice el máximo beneficio así haya que asesinar a "decenas de miles de rusos". Este tipo de reality show no despertó la menor indignación de nadie en Occidente; un ataque nuclear contra Rusia "con garantías" tampoco causaría la menor reacción del consumidor-propietario que volvería a probarse a sí mismo que es el mejor, un winner. ¿Cómo se atreve un loser como Putin a poner en tela de juicio "el Bien"?
viernes, 11 de marzo de 2016
CONTRA RUSIA: GENTE DE CATEGORIA
Una de las creencias que Occidente ha tratado de venderle al consumidor es que Rusia es algo así como una Norcorea en grande, un país atrasado con un líder imprevisible que juega con el arma nuclear y que por lo tanto es una amenaza, un "agresor". Para el caso, nos tiene sin cuidado la información real: en 1959, por ejemplo, cuando el potencial nuclear estadounidense era superior al soviético (diez veces mayor), Washington cometió la locura de apuntar a blancos civiles, no militares, cosa que Moscú no parece haber hecho y que explica que sea Occidente el que haya amenazado la existencia de la población rusa (en 1956, según el Archivo estadounidense de la Defensa nacional, en documentos desclasificados hace poco tiempo, Estados Unidos apuntaba a 179 blancos en Moscú y 154 en Leningrado).
Desde luego que hay que comprarse la creencia de que Rusia es una amenaza nuclear, puesto que un mundo sin armas de destrucción masiva, al menos no en manos de rivales, sería más seguro, entiéndase que menos costoso para seguir en toda clase de negocios y comprando al estilo del juego Monopoly, así sea al precio de volverse asesinos (del tipo: en las elecciones actuales estadounidenses, más vale criminal por conocida que candidato por conocer).
Hace poco, el hoy ex jefe del comando estadounidense para Europa (EUCOM), general Philip Breedlove, jugó abiertamente esta carta: "añadiré, dijo, que (Rusia) es un país que dispone de miles de ojivas nucleares y habla permanentemente de usarlas; pienso que este tipo de afirmaciones son irresponsables viniendo de una potencia nuclear". Breedlove no dió ningún ejemplo concreto. ¿En qué momento Rusia ha hablado de usar sus armas nucleares?¿Y lo ha hecho permanentemente?¿En dónde? Este es el tipo de líderes que tiene Occidente: gente que dice irresponsablemente cualquier cosa mientras, pese a que hay personas que molestan por doquier a los políticos, nadie pide cuentas a los militares de las grandes potencias, a los medios de comunicación masiva, a la alta finanza ni a las empresas transnacionales. La única vez que Breedlove puso un ejemplo fue cuando declaró que Rusia había desplegado "en el Este de Ucrania" sistemas que "pueden transportar municiones nucleares". No hubo prueba alguna y por lo demás Rusia no ha desplegado nada en el Este de Ucrania.
El consumidor, sumido en la ignorancia y en la soberbia a la vez, se comprará "argumentos" falsos como los de Breedlove si redundan en la sensación de seguridad para los negocios: el escudo "antimisiles" contra Rusia puede quedar plenamente justificado si el intento de decapitación nuclear de Rusia es vendido no como lo que sería, una agresión y la peor de las irresponsabilidades, sino como la mejor de las ofertas de una aseguradora que ve por la salud y contra accidentes entre sus asegurados. Como se sabe, la finanza occidental es "altamente responsable".
Desde luego que hay que comprarse la creencia de que Rusia es una amenaza nuclear, puesto que un mundo sin armas de destrucción masiva, al menos no en manos de rivales, sería más seguro, entiéndase que menos costoso para seguir en toda clase de negocios y comprando al estilo del juego Monopoly, así sea al precio de volverse asesinos (del tipo: en las elecciones actuales estadounidenses, más vale criminal por conocida que candidato por conocer).
Hace poco, el hoy ex jefe del comando estadounidense para Europa (EUCOM), general Philip Breedlove, jugó abiertamente esta carta: "añadiré, dijo, que (Rusia) es un país que dispone de miles de ojivas nucleares y habla permanentemente de usarlas; pienso que este tipo de afirmaciones son irresponsables viniendo de una potencia nuclear". Breedlove no dió ningún ejemplo concreto. ¿En qué momento Rusia ha hablado de usar sus armas nucleares?¿Y lo ha hecho permanentemente?¿En dónde? Este es el tipo de líderes que tiene Occidente: gente que dice irresponsablemente cualquier cosa mientras, pese a que hay personas que molestan por doquier a los políticos, nadie pide cuentas a los militares de las grandes potencias, a los medios de comunicación masiva, a la alta finanza ni a las empresas transnacionales. La única vez que Breedlove puso un ejemplo fue cuando declaró que Rusia había desplegado "en el Este de Ucrania" sistemas que "pueden transportar municiones nucleares". No hubo prueba alguna y por lo demás Rusia no ha desplegado nada en el Este de Ucrania.
El consumidor, sumido en la ignorancia y en la soberbia a la vez, se comprará "argumentos" falsos como los de Breedlove si redundan en la sensación de seguridad para los negocios: el escudo "antimisiles" contra Rusia puede quedar plenamente justificado si el intento de decapitación nuclear de Rusia es vendido no como lo que sería, una agresión y la peor de las irresponsabilidades, sino como la mejor de las ofertas de una aseguradora que ve por la salud y contra accidentes entre sus asegurados. Como se sabe, la finanza occidental es "altamente responsable".
QUEBRAR A RUSIA
El consumidor promedio se comporta ante el "problema ruso" como ante algo que no responde bien al "negocio". Si para comprar hay que vender, ¿por qué el mandatario ruso, Vladimir Putin, no se vende como cualquier otro y no parece querer comprarse un lugar en la "civilización occidental", como muchos de sus compatriotas y como lo hicieron desde Mijaíl Gorbachov hasta, peor aún, Boris Yeltsin? Para muchos, no "entrarle" al acto de compra-venta es suicida o soberbio. Es el tipo de cosas que no entiende por ejemplo Hitlary Clinton, quien salió de la clase media para ir vendiéndose "como se debe" a los grandes intereses económicos y militares estadounidenses y "comprándose" un lugar en la sociedad y el derecho a "ser alguien".
Ese consumidor que no tiene ya memoria de nada considera que se "compró" a la Unión Soviética en 1991 y que tenía el derecho a "comprarse" a Rusia. ¿Acaso Yeltsin no la estaba vendiendo? Entender que no todo acto en la vida es mercantil sería derrumbarse ante el descubrimiento -intolerable- de que no hay una sola forma de vivir, por lo que es preferible destruir al testigo incómodo. Hitlary no entiende y cada vez que Rusia tiene una postura independiente, que, vaya, no se vende, la loca de la casa declara que "Rusia pagará un precio por ello", ya sea por defender la integridad siria, ya sea por crear una Unión Económica Euroasiática que para la señora "de Clinton" es un "intento por reconstruir la Unión Soviética". En suma: lo que no se vende ni se deja comprar no es otra postura, sino que es un "costo". ¿Y cuando se ha visto que un vencido se de el lujo de señalar olímpicamente, sobradamente, que hay asuntos que no tienen precio? Estados Unidos comenzó así con Barack Obama, el actual huésped de la Casa Blanca, la operación "devaluar a Rusia" en la economía (restándole ingresos, sancionándola) y en los medios de comunicación masiva. Diana Johnstone lo ha advertido en su libro Queen of Chaos ("La reina del caos"): Hitlary no entiende nada, lo que se llama nada, de Rusia. Es probable que esto se deba a la incapacidad de ver otros actos y otros significados que no sean los mercantiles -problema cada vez más generalizado entre amplias capas de la población mundial, incapaz de entender el sentido de los actos- y por ende calculables: Hitlary calcula, pero no piensa. Y no calcula que Putin piensa (si Hitlary tuviera pensamiento y moral, estaría divorciada, pero es mejor estacionarse en el matrimonio como un negocio más).
Así que el consumidor cree haberse comprado la paz para él (puesto que él pagó), sin importar lo que suceda con los demás (allá ellos si son insolventes). Con la compra cree tener adquirido el seguro de vida (Estados Unidos es inmortal) y otro contra accidentes, es decir, contra cualquier cosa que "salga de control". ¿El seguro debe cubrir contra el "accidente Putin" (cobertura de costos) y su peligro, incluido el nuclear (gastos médicos del "susto")? Sin duda, así que el consumidor, con tal de creer que está protegido, él y su propiedad, se comprará cualquier argumento que le vendan sobre algún "peligro ruso". ¿Quién dijo que nadie tiene la vida comprada? La paz no es un valor, es lo que nos compramos para hacer negocios sin el costo de una consecuencia inesperada, "disruptiva", "perturbadora", un costo que no podamos cubrir. Según Johnstone, incluso se le ha diagnosticado a Putin en Estados Unidos una forma de "autismo" (sic, el tipo de tonterías que Hitlary está dispuesta a comprarse), seguramente porque no está al tanto de que Rusia debiera reducirse a business as usual y rematarse on discount sin oponer la menor resistencia. ¿Cómo hacer para que el "problema ruso" salga "económico"? Desvalorizando todo lo ruso, por lo pronto, para llegar a un precio de ganga, aceptable, barato, que nos recuerde de paso nuestra supuesta solvencia.
Ese consumidor que no tiene ya memoria de nada considera que se "compró" a la Unión Soviética en 1991 y que tenía el derecho a "comprarse" a Rusia. ¿Acaso Yeltsin no la estaba vendiendo? Entender que no todo acto en la vida es mercantil sería derrumbarse ante el descubrimiento -intolerable- de que no hay una sola forma de vivir, por lo que es preferible destruir al testigo incómodo. Hitlary no entiende y cada vez que Rusia tiene una postura independiente, que, vaya, no se vende, la loca de la casa declara que "Rusia pagará un precio por ello", ya sea por defender la integridad siria, ya sea por crear una Unión Económica Euroasiática que para la señora "de Clinton" es un "intento por reconstruir la Unión Soviética". En suma: lo que no se vende ni se deja comprar no es otra postura, sino que es un "costo". ¿Y cuando se ha visto que un vencido se de el lujo de señalar olímpicamente, sobradamente, que hay asuntos que no tienen precio? Estados Unidos comenzó así con Barack Obama, el actual huésped de la Casa Blanca, la operación "devaluar a Rusia" en la economía (restándole ingresos, sancionándola) y en los medios de comunicación masiva. Diana Johnstone lo ha advertido en su libro Queen of Chaos ("La reina del caos"): Hitlary no entiende nada, lo que se llama nada, de Rusia. Es probable que esto se deba a la incapacidad de ver otros actos y otros significados que no sean los mercantiles -problema cada vez más generalizado entre amplias capas de la población mundial, incapaz de entender el sentido de los actos- y por ende calculables: Hitlary calcula, pero no piensa. Y no calcula que Putin piensa (si Hitlary tuviera pensamiento y moral, estaría divorciada, pero es mejor estacionarse en el matrimonio como un negocio más).
Así que el consumidor cree haberse comprado la paz para él (puesto que él pagó), sin importar lo que suceda con los demás (allá ellos si son insolventes). Con la compra cree tener adquirido el seguro de vida (Estados Unidos es inmortal) y otro contra accidentes, es decir, contra cualquier cosa que "salga de control". ¿El seguro debe cubrir contra el "accidente Putin" (cobertura de costos) y su peligro, incluido el nuclear (gastos médicos del "susto")? Sin duda, así que el consumidor, con tal de creer que está protegido, él y su propiedad, se comprará cualquier argumento que le vendan sobre algún "peligro ruso". ¿Quién dijo que nadie tiene la vida comprada? La paz no es un valor, es lo que nos compramos para hacer negocios sin el costo de una consecuencia inesperada, "disruptiva", "perturbadora", un costo que no podamos cubrir. Según Johnstone, incluso se le ha diagnosticado a Putin en Estados Unidos una forma de "autismo" (sic, el tipo de tonterías que Hitlary está dispuesta a comprarse), seguramente porque no está al tanto de que Rusia debiera reducirse a business as usual y rematarse on discount sin oponer la menor resistencia. ¿Cómo hacer para que el "problema ruso" salga "económico"? Desvalorizando todo lo ruso, por lo pronto, para llegar a un precio de ganga, aceptable, barato, que nos recuerde de paso nuestra supuesta solvencia.
martes, 8 de marzo de 2016
A TRUMPADAS ( y IV)
Hitlary Clinton abraza todas las cusas progresistas, empezando por la defensa de los niños y de las mujeres. Además, desde luego, defiende por doquier los derechos humanos y como es "liberal" en el mal sentido, es decir, open minded, llegará hasta la defensa de las Pussy Riot en Rusia (lo que Diana Johnstone llama en Queen of Chaos las libertades de todas las formas de exhibicionismo sexual) y el movimiento LGBT (Lésbico Gay Bisexual Transgénero) dondequiera que se encuentre. La señora "de Clinton" ha recogido las banderas de la sociedad civil, por lo que en 2011 reunió a 50 embajadores estadounidenses en un Diálogo Estratégico sobre la Sociedad Civil, seguramente para instruirlos en la promoción de la sociedad civil, en otros países, claro está, no en Estados Unidos. El arsenal para intervenir en los asuntos de otros países, como se puede ver, es bastante grande e integra el favorito "poder inteligente" (smart power) de Hitlary (es una versión del "poder blando" de Nye, más el derecho a bombardear).
Mientras algunos creen que hay que "recuperar" la grandeza de Estados Unidos, Hitlary la cree en su esplendor, por lo que no para de insistir en "nuestros valores" (our values) y "nuestros intereses" (our interests), sin que quede muy claro si Hitlary entiende de qué habla, salvo del excepcionalismo estadounidense y de negocios.
De negocios, sí: ya que la lista de donadores de la Fundación Clinton incluye a Arabia Saudita, al oligarca ucraniano Viktor Pinchuk (sí, los Clinton tienen también las manos metidas en Ucrania), Kuwait, Exxon Mobil, Qatar, Boeing, los "Amigos de Arabia Saudita", Dow, Goldman Sachs, Monsanto, Chevron, Citigroup, Bank of America, Walmart, la Open Society de Soros y los Emiratos Arabes Unidos, entre otros "patrocinadores" que son obviamente parte del mundo de los grandes ricachones, especuladores y parte a veces del complejo militar-industrial. Hitlary combina así las causas más progresistas, algunas rayanas en el izquierdismo "infantil" (dicho sea de paso, Johnstone sostiene que Hitlary no entiende del mandatario ruso, Vladimir Putin, más de lo que podría entender un psicoanalista amateur), los "valores", con los intereses de los ricos, los que cuentan, ("nuestros intereses"). Las causas dizque "más nobles" están así al servicio de los intereses de lo que, no siendo fascismo, sí es imperialismo, en el que el 99 % está llamado a correr feliz y recogiendo migajas detrás del 1 %, que es en lo que consiste la propuesta demócrata. No es nuevo que las grandes potencias imperialistas, amantes de la guerra, griten con supuesta alarma contra el "peligro fascista", como acostumbran pegar de alaridos contra todo lo ruso.
Mientras algunos creen que hay que "recuperar" la grandeza de Estados Unidos, Hitlary la cree en su esplendor, por lo que no para de insistir en "nuestros valores" (our values) y "nuestros intereses" (our interests), sin que quede muy claro si Hitlary entiende de qué habla, salvo del excepcionalismo estadounidense y de negocios.
De negocios, sí: ya que la lista de donadores de la Fundación Clinton incluye a Arabia Saudita, al oligarca ucraniano Viktor Pinchuk (sí, los Clinton tienen también las manos metidas en Ucrania), Kuwait, Exxon Mobil, Qatar, Boeing, los "Amigos de Arabia Saudita", Dow, Goldman Sachs, Monsanto, Chevron, Citigroup, Bank of America, Walmart, la Open Society de Soros y los Emiratos Arabes Unidos, entre otros "patrocinadores" que son obviamente parte del mundo de los grandes ricachones, especuladores y parte a veces del complejo militar-industrial. Hitlary combina así las causas más progresistas, algunas rayanas en el izquierdismo "infantil" (dicho sea de paso, Johnstone sostiene que Hitlary no entiende del mandatario ruso, Vladimir Putin, más de lo que podría entender un psicoanalista amateur), los "valores", con los intereses de los ricos, los que cuentan, ("nuestros intereses"). Las causas dizque "más nobles" están así al servicio de los intereses de lo que, no siendo fascismo, sí es imperialismo, en el que el 99 % está llamado a correr feliz y recogiendo migajas detrás del 1 %, que es en lo que consiste la propuesta demócrata. No es nuevo que las grandes potencias imperialistas, amantes de la guerra, griten con supuesta alarma contra el "peligro fascista", como acostumbran pegar de alaridos contra todo lo ruso.
lunes, 7 de marzo de 2016
A TRUMPADAS (III)
El líder libio Muamar Kadhafi quería crear en Africa una unidad de transacciones (divisa) ligada al oro y no dependiente ni del dólar ni del euro. Para mala suerte de Hitlary Clinton, sus emails muestran que la decisión de atacar y destruir Libia se debió a este motivo.
La secretaria de Estado Clinton, acompañada de su legión de arpías (desde Samantha Power y Susan Rice hasta la entonces portavoz Victoria Nuland), alegó en 2011 la R2P (Responsability to Protect) para intervenir en Libia, donde supuestamente tenía lugar otro episodio de la "Primavera Arabe". En realidad, hubo montajes que hicieron suponer que había represión en Bengasi, la ciudad importante del Este libio (la vieja Cirenaica), lugar de adoración del viejo rey Idris (derrocado en 1969 por Kadhafi, por cierto que bastante pacíficamente) y de tráfico de emigrantes. ¿Quién sentenció a Kadhafi? La Hermandad Musulmana, grupo de fanáticos (cuando en Bengasi el número de muertos no alcanzaba ni el de El Cairo, capital egipcia, en plena "primavera"), mediante una fatwa (un especie de decreto) del sheik Yusuf al Qarawadi. Kadhafi debía ser ejecutado. Así, como en Kosovo con los terroristas del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo), apenas disimuladamente mafiosos, Clinton escogió como aliados en Libia a los fanáticos Hermanos Musulmanes, alegando por lo demás una "protección" que no tenía nada que ver con el motivo real de la injerencia.
Finalmente, Hitlary aterrizó en Libia y dijo prácticamente que había que acabar con Kadhafi, lo que ocurrió con sadismo inaudito a los pocos días. ¿Le incomodó a la señora "de Clinton" este sadismo?!Pero para nada! Declaró: "we came, we saw, he died" (llegamos, vimos y él murió). Benito Mussolini, el líder fascista italiano, seguramente habría sido más torpe, si no podía ni con la resistencia etíope. Todo el tiempo, desde que en una alocución en Naciones Unidas en Ginebra dijo "Kadhafi must go" (Kadhafi debe irse), Hitlary se dedicó empedernidamente a bloquear cualquier solución diplomática, todo sin la menor compasión. La señora "de Clinton", claró está, se largó de Libia con un discurso progresista sobre los derechos de la mujer a la igualdad en el mundo árabe, porque con Hitlary uno no termina nunca se vérselas con el progresismo y el ejercicio de todas las "libertades". Pequeño detalle, a la señora parece gustarle matar: he died. ¿Y qué?
La secretaria de Estado Clinton, acompañada de su legión de arpías (desde Samantha Power y Susan Rice hasta la entonces portavoz Victoria Nuland), alegó en 2011 la R2P (Responsability to Protect) para intervenir en Libia, donde supuestamente tenía lugar otro episodio de la "Primavera Arabe". En realidad, hubo montajes que hicieron suponer que había represión en Bengasi, la ciudad importante del Este libio (la vieja Cirenaica), lugar de adoración del viejo rey Idris (derrocado en 1969 por Kadhafi, por cierto que bastante pacíficamente) y de tráfico de emigrantes. ¿Quién sentenció a Kadhafi? La Hermandad Musulmana, grupo de fanáticos (cuando en Bengasi el número de muertos no alcanzaba ni el de El Cairo, capital egipcia, en plena "primavera"), mediante una fatwa (un especie de decreto) del sheik Yusuf al Qarawadi. Kadhafi debía ser ejecutado. Así, como en Kosovo con los terroristas del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo), apenas disimuladamente mafiosos, Clinton escogió como aliados en Libia a los fanáticos Hermanos Musulmanes, alegando por lo demás una "protección" que no tenía nada que ver con el motivo real de la injerencia.
Finalmente, Hitlary aterrizó en Libia y dijo prácticamente que había que acabar con Kadhafi, lo que ocurrió con sadismo inaudito a los pocos días. ¿Le incomodó a la señora "de Clinton" este sadismo?!Pero para nada! Declaró: "we came, we saw, he died" (llegamos, vimos y él murió). Benito Mussolini, el líder fascista italiano, seguramente habría sido más torpe, si no podía ni con la resistencia etíope. Todo el tiempo, desde que en una alocución en Naciones Unidas en Ginebra dijo "Kadhafi must go" (Kadhafi debe irse), Hitlary se dedicó empedernidamente a bloquear cualquier solución diplomática, todo sin la menor compasión. La señora "de Clinton", claró está, se largó de Libia con un discurso progresista sobre los derechos de la mujer a la igualdad en el mundo árabe, porque con Hitlary uno no termina nunca se vérselas con el progresismo y el ejercicio de todas las "libertades". Pequeño detalle, a la señora parece gustarle matar: he died. ¿Y qué?
A TRUMPADAS (II)
A Manuel Zelaya, depuesto presidente hondureño, siempre le quedó la impresión de que en su caída en desgracia algo tuvo que ver la secretaria estadounidense de Estado, Hitlary Clinton, de visita en Honduras en el momento en que Mel empezó a tambalearse. La señora "de Clinton" se apresuró a pedir el respeto de la ley "por todas las partes en conflicto", pero hay algo raro en Hard Choices, el libro de Hitlary: "la región no necesita un nuevo dictador", escribe mientras se refiere a Honduras y lo cierto es que Zelaya se estaba acercando a Hugo Chávez, entonces presidente venezolano, y su Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). ¿Feminista, la Hitlary? Hoy, mañana y siempre, pero no tanto como para apoyar a Xiomara Castro de Zelaya en las elecciones hondureñas de 2013. Después de todo, Honduras sigue siendo el "portaviones terrestre" militar estadounidense en Centroamérica y tampoco importó que depuesto Zelaya empeorara la violencia en territorio hondureño, al igual que la emigración, incluyendo la de esos niños que Hitlary adora (It takes a village!).
La arpía es astuta: es en Hard Choices que sugiere levantarle el embargo a Cuba.
Uno de los mejores negocios de la era Clinton fue el golpe contra el presidente legítimamente electo de Haití, Jean-Bertrand Aristide, en 1994 (¿en la "Operación Enriquecer a los Clinton"?), para "reponerlo" a bayoneta calada y con la pequeña ayuda de izquierdistas haitianos siempre demócratas en asuntos de Estados Unidos. Cuando el terremoto de 2010 asoló Haití, Hitlary era secretaria de Estado. La Fundación Clinton, junto con el actor Sean Penn (Jenkins-Penn Haití Relief Organization), un tipo con cara "Duro de Matar II", se encargó de algunas cosas: de crear un Parque Industrial con maquila de mala muerte, de terminar de hundir la producción arrocera de Haití (autosuficiente hasta hace 30 años) para beneficio de la Arkansas Rice Growers Association, ARGA (William Bill Clinton fue gobernador de Arkansas) y de un arroz blanqueado (sic) con poco valor nutritivo, y de promover el saqueo en la minería de oro, resguardada por los intereses de seguridad armada más siniestros y en negocios en los que habría participado hasta un hermano de Hitlary, Anthony Tony Rodham (un "hombre de negocios" también en el Caúcaso ex soviético, señaladamente en Georgia). en Cap Haitien, con efectos ambientales por así decirlo "dudosos" (VCS Mining). Ya entrados en el saqueo, Bill fue nombrado por el secretario general de Naciones Unidas, Yanki-moon, "enviado especial para Haití". Todo, incluido el fraude electoral, fue hecho para impedir el regreso de Aristide y para poner finalmente en el gobierno al protoduvalierista Michel Martelly, Sweet Mickey, con un hermano abiertamente matón dejado en libertad por intervención de los Clinton. Por lo demás, el reporte de que todo en Haití era "ineficiente" lo hizo Chelsea, la hija de Hitlary y William.
Hitlary contribuyó a que dos países latinoamericanos terminaran de hundirse como "fallidos" pero podemos salir a gritar que "no queremos fascismo", por si alguien nos quiere exterminar en masa (¿realmente alguien ha hablado de expandirse militarmente hacia el sur y convertirnos en "espacio vital" de Washington?). Si lo que queremos es socios, los Clinton saben sacar el mejor partido del caos -al sur, América Latina incluida- para hacer negocios -lo que no excluye la expansión militar, pregunten en el sempiterno ocupado Haití- y asociar partners., así se hundan mientras tanto pueblos enteros.
La arpía es astuta: es en Hard Choices que sugiere levantarle el embargo a Cuba.
Uno de los mejores negocios de la era Clinton fue el golpe contra el presidente legítimamente electo de Haití, Jean-Bertrand Aristide, en 1994 (¿en la "Operación Enriquecer a los Clinton"?), para "reponerlo" a bayoneta calada y con la pequeña ayuda de izquierdistas haitianos siempre demócratas en asuntos de Estados Unidos. Cuando el terremoto de 2010 asoló Haití, Hitlary era secretaria de Estado. La Fundación Clinton, junto con el actor Sean Penn (Jenkins-Penn Haití Relief Organization), un tipo con cara "Duro de Matar II", se encargó de algunas cosas: de crear un Parque Industrial con maquila de mala muerte, de terminar de hundir la producción arrocera de Haití (autosuficiente hasta hace 30 años) para beneficio de la Arkansas Rice Growers Association, ARGA (William Bill Clinton fue gobernador de Arkansas) y de un arroz blanqueado (sic) con poco valor nutritivo, y de promover el saqueo en la minería de oro, resguardada por los intereses de seguridad armada más siniestros y en negocios en los que habría participado hasta un hermano de Hitlary, Anthony Tony Rodham (un "hombre de negocios" también en el Caúcaso ex soviético, señaladamente en Georgia). en Cap Haitien, con efectos ambientales por así decirlo "dudosos" (VCS Mining). Ya entrados en el saqueo, Bill fue nombrado por el secretario general de Naciones Unidas, Yanki-moon, "enviado especial para Haití". Todo, incluido el fraude electoral, fue hecho para impedir el regreso de Aristide y para poner finalmente en el gobierno al protoduvalierista Michel Martelly, Sweet Mickey, con un hermano abiertamente matón dejado en libertad por intervención de los Clinton. Por lo demás, el reporte de que todo en Haití era "ineficiente" lo hizo Chelsea, la hija de Hitlary y William.
Hitlary contribuyó a que dos países latinoamericanos terminaran de hundirse como "fallidos" pero podemos salir a gritar que "no queremos fascismo", por si alguien nos quiere exterminar en masa (¿realmente alguien ha hablado de expandirse militarmente hacia el sur y convertirnos en "espacio vital" de Washington?). Si lo que queremos es socios, los Clinton saben sacar el mejor partido del caos -al sur, América Latina incluida- para hacer negocios -lo que no excluye la expansión militar, pregunten en el sempiterno ocupado Haití- y asociar partners., así se hundan mientras tanto pueblos enteros.
A TRUMPADAS (I)
En 1996, la esposa del entonces mandatario estadounidense, William Bill Clinton, Hitlary, aterrizó en el aeropuerto musulmano-bosnio de Tuzla donde, dijo, fue recibida por "francotiradores" que la obligaron a guarecerse. Hitlary iba con su hija Chelsea. Mucho tiempo después, la señora de Clinton tuvo que reconocer que había mentido: una animada ceremonia la recibió en vez del peligro de los snipers. Entrevistada sobre el tema por el Philadelphia Daily News, Hitlary Clinton contestó muy graciosamente: "digo millones de palabras al día (!)", por lo que "pude cometer algún error".
En fin que, según Gail Sheehy en Hillary's Choice, la decisión de bombardear Yugoslavia en 1999 no la tomó Bill, la tomó su señora, por teléfono, desde el norte de Africa. Esta dama progresista (¿pero quién ha dicho que ha terminado el ciclo progresista?) le dijo a su esposo, el mandatario: "¿Vas a permitir un Holocausto?". Esta es la gran altura de Hitlary solo que, como lo ha señalado Diana Johnstone en Queen of Chaos, eso del "Holocausto" era una referencia completamente irrelevante y, además, un gesto teatral. No había ningún holocausto de "kosovares" en Kosovo, entonces al sur de Serbia, en primer lugar porque, como lo señala Johnstone, "kosovar" no quiere decir nada: "kosovo" es un "campo de mirlos" y en realidad era la población albanesa -la misma que fue apoyada en los bombardeos- la que, con ayuda de Occidente, estaba "limpiando" de serbios el terreno, mientras se culpaba a los serbios de lo que no estaban haciendo, un supuesto "Holocausto". Ese fue el segundo show, algo así como decirle a un marido débil: "yo hubiera bombardeado Auschwitz, amor". Bueno es saber sus gustos en materia de bombardeos, señora.
Pristina, capital de un Kosovo "libre" gracias al terrorismo (musulmán también) del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo) y líderes metidos en negocios que van desde el narcotráfico hasta el tráfico de órganos (de serbios, por ejemplo), es el único lugar del mundo que tiene, vaya, un "Bill Clinton Boulevard" (!) y un centro comercial en el cual, bromas aparte, una que otra tienda de moda se llama "Hillary". Solo para señoritas "kosovares". We keep in touch, antifascistas del mundo entero.
En fin que, según Gail Sheehy en Hillary's Choice, la decisión de bombardear Yugoslavia en 1999 no la tomó Bill, la tomó su señora, por teléfono, desde el norte de Africa. Esta dama progresista (¿pero quién ha dicho que ha terminado el ciclo progresista?) le dijo a su esposo, el mandatario: "¿Vas a permitir un Holocausto?". Esta es la gran altura de Hitlary solo que, como lo ha señalado Diana Johnstone en Queen of Chaos, eso del "Holocausto" era una referencia completamente irrelevante y, además, un gesto teatral. No había ningún holocausto de "kosovares" en Kosovo, entonces al sur de Serbia, en primer lugar porque, como lo señala Johnstone, "kosovar" no quiere decir nada: "kosovo" es un "campo de mirlos" y en realidad era la población albanesa -la misma que fue apoyada en los bombardeos- la que, con ayuda de Occidente, estaba "limpiando" de serbios el terreno, mientras se culpaba a los serbios de lo que no estaban haciendo, un supuesto "Holocausto". Ese fue el segundo show, algo así como decirle a un marido débil: "yo hubiera bombardeado Auschwitz, amor". Bueno es saber sus gustos en materia de bombardeos, señora.
Pristina, capital de un Kosovo "libre" gracias al terrorismo (musulmán también) del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo) y líderes metidos en negocios que van desde el narcotráfico hasta el tráfico de órganos (de serbios, por ejemplo), es el único lugar del mundo que tiene, vaya, un "Bill Clinton Boulevard" (!) y un centro comercial en el cual, bromas aparte, una que otra tienda de moda se llama "Hillary". Solo para señoritas "kosovares". We keep in touch, antifascistas del mundo entero.
sábado, 5 de marzo de 2016
OCCIDENTE: AMENAZA CONTRA RUSIA
Muchos militares occidentales han pasado a una fase en la cual designan sin problemas como enemigo a Rusia.
El comandante supremo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa, el general Philip Breedlove, declaró recientemente durante las audiencias en el Comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos: "Estamos dispuestos, en caso necesario, a combatir y vencer a Rusia". No queda claro hasta dónde quieren ir algunos belicistas con tal de vender una carrera armamentista, ni cuál es la capacidad de los políticos para comprarse el argumento. Breedlove prosiguió luego delante de la prensa en el Pentágono: "Rusia es un enemigo y representa un peligro a largo plazo para Estados Unidos", por lo que "hay que prepararse para un conflicto en caso de necesidad".
Breedlove considera que Estados Unidos deberá fortalecerse para "penetrar las defensas de Rusia" y "reforzar rápidamente las tropas que marcharán hacia el Este" (!), dado que Rusia ha creado un sistema defensivo A2-AD (antiacceso y de negación de área) "muy denso", en Kaliningrado, el Mar Negro y el oeste de Siria, según el mismo Breedlove (debe llamar la atención la inclusión de Siria).
El general Joseph Dunford, presidente del Comité Conjunto de Jefes de Estados Mayores de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, ha declarado que los entrenamientos militares de Washington en Europa "tienen como objetivo demostrar a Rusia la fuerza de la Alianza", "de todos sus 28 miembros".
El año pasado, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, advirtió que los ejercicios militares de la organización en el Este europeo eran "un aviso para cualquier enemigo, Rusia incluida".
El voyeur occidental se creerá seguramente cualquier pretexto, puesto que en el pasado los había como el de la "agresión contra los alemanes de los Sudetes", de tal forma que es posible la coartada de una supuesta "agresión rusa" en Ucrania o en cualquier otro lugar. La prueba está en que cualquiera puede poco menos que declarar una forma de guerra -porque aquí sí estamos hablando de asuntos militares- contra Rusia y ni quien se inmute, tal vez porque la paz es solo para "vencedores" y muchos creen que está al final lo que está al principio (que está terminando lo que está comenzando)
El comandante supremo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa, el general Philip Breedlove, declaró recientemente durante las audiencias en el Comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos: "Estamos dispuestos, en caso necesario, a combatir y vencer a Rusia". No queda claro hasta dónde quieren ir algunos belicistas con tal de vender una carrera armamentista, ni cuál es la capacidad de los políticos para comprarse el argumento. Breedlove prosiguió luego delante de la prensa en el Pentágono: "Rusia es un enemigo y representa un peligro a largo plazo para Estados Unidos", por lo que "hay que prepararse para un conflicto en caso de necesidad".
Breedlove considera que Estados Unidos deberá fortalecerse para "penetrar las defensas de Rusia" y "reforzar rápidamente las tropas que marcharán hacia el Este" (!), dado que Rusia ha creado un sistema defensivo A2-AD (antiacceso y de negación de área) "muy denso", en Kaliningrado, el Mar Negro y el oeste de Siria, según el mismo Breedlove (debe llamar la atención la inclusión de Siria).
El general Joseph Dunford, presidente del Comité Conjunto de Jefes de Estados Mayores de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, ha declarado que los entrenamientos militares de Washington en Europa "tienen como objetivo demostrar a Rusia la fuerza de la Alianza", "de todos sus 28 miembros".
El año pasado, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, advirtió que los ejercicios militares de la organización en el Este europeo eran "un aviso para cualquier enemigo, Rusia incluida".
El voyeur occidental se creerá seguramente cualquier pretexto, puesto que en el pasado los había como el de la "agresión contra los alemanes de los Sudetes", de tal forma que es posible la coartada de una supuesta "agresión rusa" en Ucrania o en cualquier otro lugar. La prueba está en que cualquiera puede poco menos que declarar una forma de guerra -porque aquí sí estamos hablando de asuntos militares- contra Rusia y ni quien se inmute, tal vez porque la paz es solo para "vencedores" y muchos creen que está al final lo que está al principio (que está terminando lo que está comenzando)
viernes, 4 de marzo de 2016
RUSIA, CHINA Y ASIA CENTRAL EN EL "GUANTE DE SEDA"
Las "rutas de la seda" planeadas por China atraviesan Asia Central, no la Federación Rusa, y debieran desembocar no en Europa, sino en Paquistán, el Golfo Pérsico (Irán) y Turquía. De este modo, China tiene una posición particular ante Irán o Turquía (o incluso ante el conflicto sirio): pareciera tratarse de esperar a "ver" y seguir en "la máxima promiscuidad posible", sin arriesgarse a enemistades.
China acaba de acordar con Uzbequistán el túnel Kamchik que forma parte de un proyecto (incluyendo el tramo Pap-Angren, en el valle de Ferghana) que pasa por Asia Central ignorando a Rusia. Con la "ruta de la seda marítima" y también dándole la vuelta a la posibilidad de pasar por territorio ruso, China ha buscado aliarse con Kirguistán en busca de una salida al mar, para crear el "Cinturón Económico de la Gran Ruta de la Seda".
Turkmenistán ha abierto una ruta de ferrocarril que une a China con Irán, desde Yiwu (provincia oriental de Zhejiang) hasta Serhetkaya, y de ahí a Teherán, capital iraní, lo que le abre a Irán proyección en el Asia Central ex soviética. Pese a que están cerca Afganistán y Paquistán, ningún aliado de Estados Unidos ni Washington han mostrado especial incomodidad por estos proyectos chinos, ni por el papel de Teherán. La ruta de Turkmenistán le permitirá ahora a China realizar una entrega más rápida que por mar de productos en los mercados del Golfo Pérsico (dos veces más rápido: la trayectoria por mar dura 25-30 días).
China ha logrado terminar con el escepticismo de los países de Asia Central que, sin embargo, estarían así menos en la órbita rusa y más en la de un "condominio" sino-estadounidense, al que se agregaría el de los "huéspedes" que quieran sumarse con ambiciones propias (un Irán reformista, una Turquía que sueña con el Imperio Otomano). No queda claro que estas "rutas de la seda" vayan en el sentido de una integración euroasiática como la deseada por la Federación Rusa, al menos no por ahora..
China acaba de acordar con Uzbequistán el túnel Kamchik que forma parte de un proyecto (incluyendo el tramo Pap-Angren, en el valle de Ferghana) que pasa por Asia Central ignorando a Rusia. Con la "ruta de la seda marítima" y también dándole la vuelta a la posibilidad de pasar por territorio ruso, China ha buscado aliarse con Kirguistán en busca de una salida al mar, para crear el "Cinturón Económico de la Gran Ruta de la Seda".
Turkmenistán ha abierto una ruta de ferrocarril que une a China con Irán, desde Yiwu (provincia oriental de Zhejiang) hasta Serhetkaya, y de ahí a Teherán, capital iraní, lo que le abre a Irán proyección en el Asia Central ex soviética. Pese a que están cerca Afganistán y Paquistán, ningún aliado de Estados Unidos ni Washington han mostrado especial incomodidad por estos proyectos chinos, ni por el papel de Teherán. La ruta de Turkmenistán le permitirá ahora a China realizar una entrega más rápida que por mar de productos en los mercados del Golfo Pérsico (dos veces más rápido: la trayectoria por mar dura 25-30 días).
China ha logrado terminar con el escepticismo de los países de Asia Central que, sin embargo, estarían así menos en la órbita rusa y más en la de un "condominio" sino-estadounidense, al que se agregaría el de los "huéspedes" que quieran sumarse con ambiciones propias (un Irán reformista, una Turquía que sueña con el Imperio Otomano). No queda claro que estas "rutas de la seda" vayan en el sentido de una integración euroasiática como la deseada por la Federación Rusa, al menos no por ahora..
ASIA: ¿OTRA INICIATIVA FRACASADA DE PUTIN?
Frente a la pérdida de posiciones en una Europa incapaz de independencia frente a Estados Unidos, la Federación Rusa optó por voltear a mirar al Asia, tal pareciera que sin deshacerse del todo del sueño "euroasiático". Vladimir Putin, mandatario ruso, abogó en diciembre pasado por crear una asociación económica entre la Unión Económica Euroasiática (UEE), que agrupa a Belarús, Rusia, Kazajstán y Kirguistán, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que incluye entre sus grandes afiliados a Rusia, China e India, y la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, con frecuencia conocida por sus siglas en inglés). Putin parecía tener en mente hacer un contrapeso al TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica o Trans Pacific Partnership), que lidera Estados Unidos y podría abarcar 40 % del comercio internacional.
La reacción fue nula. De la misma manera en que Europa no ha querido enfrentarse a Estados Unidos, China tampoco (India menos), prefiriendo jugar sus "intereses" antes que cualquier juego de equipo. De manera bastante graciosa, un analista ruso dijo que este intento de Rusia por "redistribuir la iniciativa económica mundial" supone "un buen paso desde el punto de vista de su imagen". Solo que lo que está en juego es control de recursos y alianzas, no imagen. Un intento ruso de "ofensiva" por lo pronto volvió a fallar. China es el principal socio comercial de Rusia, solo que Rusia no es el principal socio comercial de China, por lo que esta "asimetría" le permite a Beijing seguir sus "intereses" sin tomar mucho en consideración, salvo en coyunturas específicas, los del país visto como perdedor, así haga ademanes de expansión que nadie se toma muy en serio.
La reacción fue nula. De la misma manera en que Europa no ha querido enfrentarse a Estados Unidos, China tampoco (India menos), prefiriendo jugar sus "intereses" antes que cualquier juego de equipo. De manera bastante graciosa, un analista ruso dijo que este intento de Rusia por "redistribuir la iniciativa económica mundial" supone "un buen paso desde el punto de vista de su imagen". Solo que lo que está en juego es control de recursos y alianzas, no imagen. Un intento ruso de "ofensiva" por lo pronto volvió a fallar. China es el principal socio comercial de Rusia, solo que Rusia no es el principal socio comercial de China, por lo que esta "asimetría" le permite a Beijing seguir sus "intereses" sin tomar mucho en consideración, salvo en coyunturas específicas, los del país visto como perdedor, así haga ademanes de expansión que nadie se toma muy en serio.
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