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sábado, 2 de julio de 2016

BHL "EL GRANDE" SOBRE EL BREXIT

Un nuevo lenguaje está de moda: consiste en tachar de "populista"y "fascista" al que no comulga -porque de comulgar se trata- simplemente con un "estado de cosas" que pretende ser inamovible y eternizarse en sus pequeños y grandes privilegios.
       ¿Qué fue el Brexit para Bernard Henri Lévy (BHL), "el más grande intelectual francés de todos los tiempos", por llamarlo de algún modo que seguramente le agradaría? "Fue la victoria de los provocadores y los izquierdistas retrasados mentales, de los fachos y los hooligans avinados y llenos de cerveza, de los rebeldes analfabetas y de los neonacionalistas de sudores fríos y frente de vaca". Fue "la victoria no del pueblo, sino del populismo", con "lenguajes pre totalitarios" (!).Bien: cuando no es comunismo, es de todos modos lo mismo, el pueblo es un conjunto de borrachines sin cultura, de vándalos rómpelo-todo, de "gente rústica" como una vaca y cosas parecidas ("la victoria del cretinismo sobre el espíritu", según el muy afectado BHL, el pobre) que ahora, como ya no puede ser acusada de "estalinista", es tachada de ser una horda primitiva de "fachos" desde lo alto de la plutocracia.
     En realidad, como lo sugiere Ismael Hossein-Zadeh en las páginas de Counterpunch, se distorsiona lo que fue el fascismo (que pocos podrían definir a fondo, más allá de unas cuantas superficialidades) con tal de "volver a darle salud" al capitalismo: o se acepta éste, o se está en la escoria de la Humanidad (junto a todo lo que le "huele mal" a BHL). Como lo sugiere Hossein-Zadeh, de lo que se trata es de absolver al capitalismo de toda responsabilidad: pongamos por caso, en el Brexit no está en tela de juicio una austeridad de décadas (impuesta por la plutocracia), sino que es el fascismo de unos cuantos.
       Desde luego, se omite que el fascismo fue una estrategia del gran capital para salir de la crisis en los años '30 y golpear a un comunismo entonces muy fuerte, no en completa minoría, como hoy. No parece que haya sido el gran capital el que haya votado por el Brexit. Pero BHL dice mucho: el Brexit"es la derrota del otro ante un yo abollado" (además, los oponentes tienen "un discurso de odio", según lo dicta la moda de la sensiblería ñoña). El muy interesante yo de BHL nunca lo está, abollado, así pierda las ocasiones de callarse y de evitarse andanadas de soberbia (algunas acompañadas de bombas y balazos, como en Libia o en el Maidán, así sea por demasiado amor).

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