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jueves, 9 de junio de 2016

HITLERY EN EU: ¿POR SER MUJER?:

La relación de la familia Clinton con Goldman Sachs y Wall Street no es tan nueva ni se reduce a las sumas astronómicas (de cerca de 200 mil dólares la hora) ganadas por Hitlery al hablarle a los financieros, ni a las conferencias cuyas transcripciones no quiere la señora "de Clinton" que se den a conocer públicamente. En realidad, desde los '80, Goldman Sachs premió que los Clinton cambiaran el espíritu del partido demócrata, creando el Consejo de Liderazgo Demócrata (Democratic Leadership Council), totalmente orientado hacia lo que algunos conocen como "neoliberalismo", aunque a nombre de una muy clasemediera "tercera vía". (Hitlery había formado parte de grupos conservadores en su natal Arkansas) Fue así que William Clinton llegó a la presidencia estadounidense en los años '90. Pactó la alianza de la clase media arribista y de los nuevos ricos punto.com con las grandes corporaciones estadounidenses, y queda por ver sí puede arrastrar a "los pobres".
      El mismo esposo Clinton tuvo entre sus principales consejeros de campaña al vicejefe de Goldman Sachs, Robert Rubin, quien se aseguró de que a esa campaña entrara a raudales el dinero de Wall Street. Al año de electo, el mandatario Clinton reconoció, delante de Rubin, que toda la agenda de gobierno estaba siendo elaborada a favor de Wall Street. Rubin fue finalmente secretario del Tesoro, contribuyó a aprobar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, impuso una terapia de choque en la economía rusa -eran los tiempos de Yeltsin-, desreguló las finanzas estadounidenses y se ganó el título -según el esposo Clinton- del "más grande secretario del Tesoro desde Hamilton".
      Lo del empoderamiento femenino parece un chiste, ya que Hitlery progresó vendiéndose a los grandes intereses financieros y militares de Estados Unidos, como lo hizo William Clinton, y no por ser mujer. "Para toda esa niña que sueña a lo grande, afirmó Hitlery, sí, puedes ser todo aquéllo que quieras, incluso presidenta". Claro, sí se puede, basta con "saberse ofertar" en el lugar adecuado: una esquina de Wall Street, por ejemplo.
       Como el matriarcado es completo, la hija de los Clinton, Chelsea (quien acaba de tener a su vez una hija) ha ocultado lo más que se pueda a una de sus antiguas y mejores amistades: ¿Ivanka Trump? Sí, la hija de Donald Trump, con quien algún tiempo coquetearon los Clinton como con todo lo que huele a gran negocio.
     

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...