Cuba, no está de más repetirlo, ha sido un Estado de Bienestar exitoso. Sin embargo, la isla tiene también los problemas propios de un Estado de Bienestar. ¿De quién son las cosas en un Estado como éste? De todos y de nadie, con lo peligroso de tener una idea así, algo parecida a la que algunos tienen del bienestar capitalista.
El funcionario cubano que se sirve más de lo debido -y sirve a sus amigos-, como suele suceder entre otros en el aparato cultural, no se preocupa demasiado: no está tomando lo que no es suyo, porque está tomando donde hay para todos y no le es quitado nada a nadie. Al fin y al cabo que las cosas "son del Estado". Si es así, es posible agarrar sin afectar a nadie, ni siquiera al pueblo en cuyo nombre se agarra lo que no es debido.
El cubano de a pié tampoco se inquieta demasiado si toma en el trabajo lo que no es suyo. Al fin y al cabo que las cosas -aunque sean robadas- "son del Estado". A este ritmo, se puede ser corrupto sin pagar por las consecuencias, ya que éstas "son del Estado", entiéndase que de nadie. ¿Qué hay en el Estado cubano? Fuera de Fidel, nadie. Están los cubanos todos en tierra de nadie. La ventaja es que, gracias al esfuerzo de generaciones pasadas, este Estado cumple sus obligaciones, así que hay para todos sin que nadie tenga que preocuparse mayormente por devolver. Mientras el Estado tiene obligaciones y debe cumplirlas, el "ciudadano" en Cuba tiene toda clase de derechos. Así sale el cubano a Occidente, con el mismo tipo de creencias que el ex soviético crecido con la Estadolatría bajo Brezhnev: tengo derechos y ninguna obligación de nada, porque las obligaciones son del Estado, así en la vaguedad: en concreto, de nadie. Aguantarse a un cubano fuera de Cuba es soportar a una persona -muchas veces vandálica- que en pleno capitalismo cree que todo le es debido y, encima, que como hay escasez en su isla tiene derecho a tomar sin devolver en cualquier vitrina.
En suma, nadie es propietario responsable de nada, menos donde no hay tradición de pequeña propiedad privada ni de propiedad de cuidado comunitario (en el azúcar todo era extranjero antes de 1959). El Estado de Bienestar exitoso funciona con el trabajo de algunos para una maquinaria donde se diluyen todas las responsabilidades y a todo el mundo le es debido algo. A riesgo de que, si aparecen problemas, no falte quien los atribuya todos a la burocracia (generaciones antiguas incluidas), puesto que los problemas "son del Estado". Así se llega a un Estado de Bienestar exitoso -más aún, en el internacionalismo- donde casi nada funciona bien. Es el tipo de problemas que han venido planteado los "raulistas" y detallando incluso en el aparato cultural algunos miembros de la Uneac (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba). Tal vez habría socialismo si las cosas y los problemas fueran de todos y de cada uno. Pero nadie ha dicho que el socialismo sea lo mismo que el Estado de Bienestar.
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martes, 31 de diciembre de 2013
lunes, 30 de diciembre de 2013
PANAMA: ¿A QUE LE APUESTA HOY EL CANAL?
Panamá parece estarle apostando a la llamada "revolución del gas esquisto", por la cual Estados Unidos podría volverse autosuficiente en energía e incluso exportarla. Si la exporta, lo haría en buena medida al mercado asiático -con China como principal destinatario-. En este caso, la ruta privilegiada entre la costa Este de Estados Unidos y el Golfo de México hacia la región Asia-Pacífico sería el Canal de Panamá, por donde pasaría el 90 % del gas GNL.
Los encargados actuales del Canal de Panamá calculan que a este boom -si se produce- le ayudará el hecho de que esté listo en el año 2015 el tercer juego de esclusas, que ampliará la vía interoceánica. Podrán pasar entonces los grandes buques Postpanamax y cargueros con gas natural hacia la región asiática -donde está el puerto más importante del mundo, Singapur. Otros países destinatarios del gas serían Japón, Sudcorea y varios del sudeste asiático.
Entretanto, China ofreció construir una vía interoceánica en Nicaragua, un ferrocarril de océano a océano en Honduras y un canal seco en Guatemala. No hay nada decidido en el istmo centroamericano, hasta donde varias vías están en competencia.
Sobre el boom del gas esquisto hay bastantes dudas, ya que obtenerlo es oneroso, las ganancias no están garantizadas, según lo han reconocido incluso transnacionales como Shell, y además, es un método extractivo ecológicamente dañino, que ya ha hecho estragos en Estados Unidos. Si este boom fuera una burbuja, Panamá se sumaría a la larga lista de países que, como ya es costumbre en América Latina desde el siglo XIX, le apuestan a un milagro que no llega, y que si tiene lugar, no dura mucho ni trae grandes beneficios -a pesar que el transporte por el Canal es una actividad productiva, no un simple servicio (Panamá es un país productivo, no de servicios improductivos). Nicaragua arriesga algo parecido. Queda por saber si el condominio sino-estadounidense en América Latina -Centroamérica incluida- tendrá larga vida, o si es cosa de coyuntura y de promesas que se lleva el viento.
Los encargados actuales del Canal de Panamá calculan que a este boom -si se produce- le ayudará el hecho de que esté listo en el año 2015 el tercer juego de esclusas, que ampliará la vía interoceánica. Podrán pasar entonces los grandes buques Postpanamax y cargueros con gas natural hacia la región asiática -donde está el puerto más importante del mundo, Singapur. Otros países destinatarios del gas serían Japón, Sudcorea y varios del sudeste asiático.
Entretanto, China ofreció construir una vía interoceánica en Nicaragua, un ferrocarril de océano a océano en Honduras y un canal seco en Guatemala. No hay nada decidido en el istmo centroamericano, hasta donde varias vías están en competencia.
Sobre el boom del gas esquisto hay bastantes dudas, ya que obtenerlo es oneroso, las ganancias no están garantizadas, según lo han reconocido incluso transnacionales como Shell, y además, es un método extractivo ecológicamente dañino, que ya ha hecho estragos en Estados Unidos. Si este boom fuera una burbuja, Panamá se sumaría a la larga lista de países que, como ya es costumbre en América Latina desde el siglo XIX, le apuestan a un milagro que no llega, y que si tiene lugar, no dura mucho ni trae grandes beneficios -a pesar que el transporte por el Canal es una actividad productiva, no un simple servicio (Panamá es un país productivo, no de servicios improductivos). Nicaragua arriesga algo parecido. Queda por saber si el condominio sino-estadounidense en América Latina -Centroamérica incluida- tendrá larga vida, o si es cosa de coyuntura y de promesas que se lleva el viento.
viernes, 27 de diciembre de 2013
¿IZQUIERDA?: !DALE TU MANO AL INDIO!
No es novedad que la izquierda latinoamericana, cuando llega al poder, difícilmente resiste la tentación de lo que los allendistas chilenos llamaban el "ahora nos toca a nosotros". No es lo único; otros tampoco se aguantan y se sueltan a la retórica, sin parar.
Salvador Sánchez Cerén, actual candidato de izquierda a la presidencia salvadoreña en los próximos comicios de febrero, tuvo que reconocer a principios de este año que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) no está en su mejor momento: en 2012 perdió alcaldías importantes como Soyapango, Apopa, Ilopango, Mejicanos, Quezaltepeque (todas en el Gran San Salvador) y la Unión y Usulután, entre otras. Una parte del FMLN anda metida a gozar de puestos públicos y, según Sánchez Cerén -maestro de origen- la agrupación ha dejado de hacer una fuerte labor de "formación política e ideológica". El candidato reconoció que el FMLN se volvió en parte una forma de hacer carrera.
El mismo Sánchez Cerén no tiene una gran formación y tiende al activismo, en el que no se dialoga ni se debate: se repite, como para catequizar. El candidato salvadoreño repite hoy como repetía ayer (tal vez se trate de repetir hoy, mañana y siempre): el asunto del Frente Paracentral -que no debiera ser para escándalo, pero tampoco ocultado-, donde durante la guerra interna salvadoreña la izquierda (Fuerzas Populares de Liberación, FPL) asesinó en masa a sus propios militantes por sospechas de infiltración, habla de esa tendencia a guiarse por la "mística" -a veces hasta el delirio- y no por el análisis. Por si fuera poco, Sánchez Cerén se ha colado entre quienes quieren llevarle la felicidad al pueblo (ya se puso muy amoroso el candidato). Si hoy el candidato puede ganar, es más por la división de la derecha (entre Saca y Quijano) que por méritos propios. Ni siquiera está claro el tipo de alianzas que el FMLN haría -llegó al poder por una alianza con Mauricio Funes, el actual presidente.
No siempre es asunto de mala voluntad, aunque algunos medran. Es cosa de repudio colonial al pensar que ofende nuestra grandeza. Lo muestra a su modo y en otro proceso la muy (demasiado) joven presidenta de la Asamblea Nacional ecuatoriana, Gabriela Rivadeneira, quien tiende a confundir la izquierda con una peña folklórica donde hay que turnarse para cantar o para aplaudir con embeleso. Si la dejan, Rivadeneira termina, de tan izquierdista criolla que es (y no por maniobra), por disolver cualquier problema o debate en ácido retórico.
Salvador Sánchez Cerén, actual candidato de izquierda a la presidencia salvadoreña en los próximos comicios de febrero, tuvo que reconocer a principios de este año que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) no está en su mejor momento: en 2012 perdió alcaldías importantes como Soyapango, Apopa, Ilopango, Mejicanos, Quezaltepeque (todas en el Gran San Salvador) y la Unión y Usulután, entre otras. Una parte del FMLN anda metida a gozar de puestos públicos y, según Sánchez Cerén -maestro de origen- la agrupación ha dejado de hacer una fuerte labor de "formación política e ideológica". El candidato reconoció que el FMLN se volvió en parte una forma de hacer carrera.
El mismo Sánchez Cerén no tiene una gran formación y tiende al activismo, en el que no se dialoga ni se debate: se repite, como para catequizar. El candidato salvadoreño repite hoy como repetía ayer (tal vez se trate de repetir hoy, mañana y siempre): el asunto del Frente Paracentral -que no debiera ser para escándalo, pero tampoco ocultado-, donde durante la guerra interna salvadoreña la izquierda (Fuerzas Populares de Liberación, FPL) asesinó en masa a sus propios militantes por sospechas de infiltración, habla de esa tendencia a guiarse por la "mística" -a veces hasta el delirio- y no por el análisis. Por si fuera poco, Sánchez Cerén se ha colado entre quienes quieren llevarle la felicidad al pueblo (ya se puso muy amoroso el candidato). Si hoy el candidato puede ganar, es más por la división de la derecha (entre Saca y Quijano) que por méritos propios. Ni siquiera está claro el tipo de alianzas que el FMLN haría -llegó al poder por una alianza con Mauricio Funes, el actual presidente.
No siempre es asunto de mala voluntad, aunque algunos medran. Es cosa de repudio colonial al pensar que ofende nuestra grandeza. Lo muestra a su modo y en otro proceso la muy (demasiado) joven presidenta de la Asamblea Nacional ecuatoriana, Gabriela Rivadeneira, quien tiende a confundir la izquierda con una peña folklórica donde hay que turnarse para cantar o para aplaudir con embeleso. Si la dejan, Rivadeneira termina, de tan izquierdista criolla que es (y no por maniobra), por disolver cualquier problema o debate en ácido retórico.
jueves, 26 de diciembre de 2013
¿ESTAS LISTO PARA HILLARY?
Después de todo, lo que dicen "Zbig" Brzezinski e Immanuel Wallerstein, gran destructor de las ciencias sociales en las universidades públicas al amparo de la Fundación Calouste Gulbenkian, es lo mismo: sin hegemonía estadounidense, el mundo se encamina al caos y la incertidumbre. Esto de la "incertidumbre" ni siquiera es vocabulario de las ciencias sociales, ni de la física, aunque lo parezca: quienes piden "certeza" o "certidumbre" todo el tiempo son los empresarios. Desde luego, también se podría decir que, para reducir estos márgenes de incertidumbre, es preferible que Washington siga manteniendo un lugar preponderante en el planeta. Es exactamente ésto: "soy yo o el caos". Es lo mismo que dice cualquier filme estadounidense de ciencia ficción.
Lo que sugiere este tipo de enfoque es que el mundo necesita quien lo domine; la dominación es tan vieja como la Biblia, o incluso anterior, así que, si Estados Unidos entra en decadencia, no sabremos a qué amo servir. Es el tipo de incertidumbre que suele agobiar a más de un colonizado, como agobiaba a más de un cubano cuando la Unión Soviética se desmerengó: ¿y ahora quién nos va a mantener?. Algunos creen que China y que, al fin y al cabo, la cosa no es terminar con la dominación, sino saber estar a la espera como es debido para inclinarse por el próximo vencedor. Ni siquiera importa que "Zbig" lleve días tuiteando contra Ucrania mientras los geoestrategas de salón hacen sus apuestas a la China. Es del estilo del aficionado que antes del partido ya sabe a quién le va: !pues al que gane!. Cambiar es cambiarse, en particular de patrón. Si con el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) tenemos a cinco patrones, el mundo será maravilloso, porque se podrá escoger a quien venderse. !Nos van a surtir patrones!
En "Zbig" e "Immanuel 2", lo incómodo está en el supuesto de que, sin dominación, el mundo no sabría autogobernarse. La pregunta no está en cómo organizar algo desde abajo, sino en qué hacer si hay tutela o si no la hay, por lo que importa la tutela. ¿Estados Unidos ha hegemonizado un mundo de niños que sin papi o sin mami estarán en ese estado primigenio que es el caos?
Si es así, que nos traigan a mami, que más de un estadounidense lo quiere y lo prepara. Habrá globitos y golosinas para toda la izquierda.
Lo que sugiere este tipo de enfoque es que el mundo necesita quien lo domine; la dominación es tan vieja como la Biblia, o incluso anterior, así que, si Estados Unidos entra en decadencia, no sabremos a qué amo servir. Es el tipo de incertidumbre que suele agobiar a más de un colonizado, como agobiaba a más de un cubano cuando la Unión Soviética se desmerengó: ¿y ahora quién nos va a mantener?. Algunos creen que China y que, al fin y al cabo, la cosa no es terminar con la dominación, sino saber estar a la espera como es debido para inclinarse por el próximo vencedor. Ni siquiera importa que "Zbig" lleve días tuiteando contra Ucrania mientras los geoestrategas de salón hacen sus apuestas a la China. Es del estilo del aficionado que antes del partido ya sabe a quién le va: !pues al que gane!. Cambiar es cambiarse, en particular de patrón. Si con el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) tenemos a cinco patrones, el mundo será maravilloso, porque se podrá escoger a quien venderse. !Nos van a surtir patrones!
En "Zbig" e "Immanuel 2", lo incómodo está en el supuesto de que, sin dominación, el mundo no sabría autogobernarse. La pregunta no está en cómo organizar algo desde abajo, sino en qué hacer si hay tutela o si no la hay, por lo que importa la tutela. ¿Estados Unidos ha hegemonizado un mundo de niños que sin papi o sin mami estarán en ese estado primigenio que es el caos?
Si es así, que nos traigan a mami, que más de un estadounidense lo quiere y lo prepara. Habrá globitos y golosinas para toda la izquierda.
martes, 24 de diciembre de 2013
SAMIR AMIN SOBRE LA INTEGRACION LATINOAMERICANA
Samir Amin no es -él mismo lo ha dicho- "profesor de todo". Hace poco, fue entrevistado en el Ecuador y se le preguntó por la integración latinoamericana (¿es una forma de desconexión?). Amin la ve desde luego con buenos ojos, pero no es adepto a la adulación que lo convierta como contraparte en "nuestro amigo Samir" y en candidato a homenajes en serie por toda la Patria Grande, para sumarle manoseo a la adulación.
Amin observó así que la integración latinoamericana tiene mucho de retórica y muy poco de avance, trátese de una moneda común (como la propuesta del Sucre), de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) o incluso de Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Amin es el tipo de amistad que con su severidad -la ve como algo necesario- ayuda a ver las cosas como son, y no es el adulador que espera de la distorsión que el Omnipotente se ponga "magnánime" y suelte un puesto. La verdad es que la integración latinoamericana avanza poco, salvo en la palabra. Esta sirve para legitimarse y hacerlo parece más importante que satisfacer los anhelos de quienes quisieran ver una América Latina más unida. En particular, quienes han padecido esta retórica son los mismos que han buscado concretar las cosas -señaladamente, el actual mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, aunque el boliviano Evo Morales tuvo que pasar un mal rato hace algunos meses por la insolidaridad en los hechos. Estados Unidos no tiene mucho de qué preocuparse: ningún imperio se ha caído por la diarrea verbal de sus enemigos.
Amin observó así que la integración latinoamericana tiene mucho de retórica y muy poco de avance, trátese de una moneda común (como la propuesta del Sucre), de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) o incluso de Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Amin es el tipo de amistad que con su severidad -la ve como algo necesario- ayuda a ver las cosas como son, y no es el adulador que espera de la distorsión que el Omnipotente se ponga "magnánime" y suelte un puesto. La verdad es que la integración latinoamericana avanza poco, salvo en la palabra. Esta sirve para legitimarse y hacerlo parece más importante que satisfacer los anhelos de quienes quisieran ver una América Latina más unida. En particular, quienes han padecido esta retórica son los mismos que han buscado concretar las cosas -señaladamente, el actual mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, aunque el boliviano Evo Morales tuvo que pasar un mal rato hace algunos meses por la insolidaridad en los hechos. Estados Unidos no tiene mucho de qué preocuparse: ningún imperio se ha caído por la diarrea verbal de sus enemigos.
PERU: CONTRA LA POBREZA
Si se considera que los pobres son seres humanos, y que no lo son menos que los ricos, garantizarles a aquéllos satisfactores mínimos es una obligación, no un favor que luego deba cobrarse.
El país que mejores resultados ha tenido en los últimos años en la lucha contra la pobreza es el Perú. Aquí, entre 2005 y 2012, la pobreza se redujo en más de la mitad, del 56 % al 26 %, algo que se dió por lo demás con gobiernos de distinta orientación ideológica. La extrema pobreza en el Perú disminuyó del 16 % al 6 %. Según Mónica Rubio, ministra peruana de Desarrollo e Inclusión Social, el combate contra la pobreza se ha hecho con un bajo costo administrativo, mucho menor que en Argentina, por ejemplo. Según cálculos de Naciones Unidas, la pobreza en el Perú debería reducirse aún más (al 20 % en el año 2015), aunque Ollanta Humala, presidente del país sudamericano, quisiera que al terminar su mandato la cifra fuera aún menor (15 %). En el Perú se tienen hoy programas sociales que ayudan a los adultos mayores (Pensión 65) y a niños en extrema pobreza (Cuna Más). Otros indicadores sociales son muy positivos, desde la cobertura de agua potable hasta la de telecomunicación. La desnutrición crónica infantil y otras enfermedades han bajado.
Humala no ha pretendido ser "de izquierda", así que, a diferencia de lo que sucede en la Voz de Rusia, por ejemplo, los logros del Perú no aparecen en los portales de izquierda cubanos ni venezolanos, aunque esas conquistas sean sobresalientes. Sucede que, a diferencia de los populismos y sus variantes caribeñas, que por momentos incluyen a Cuba, en el Perú otorgar los satisfactores es parte de un servicio público y una obligación. No es entonces parte de una campaña en la cual, al rato, el Estado-mami sale con: "mira m'hijito todo lo que he hecho por ti". Humala no está viendo por su futuro, ni lo está haciendo Nadine Heredia, quien tiene una importante campaña para que, además, los peruanos se alimenten sanamente y conozcan mejor la comida del mismo Perú.
El país que mejores resultados ha tenido en los últimos años en la lucha contra la pobreza es el Perú. Aquí, entre 2005 y 2012, la pobreza se redujo en más de la mitad, del 56 % al 26 %, algo que se dió por lo demás con gobiernos de distinta orientación ideológica. La extrema pobreza en el Perú disminuyó del 16 % al 6 %. Según Mónica Rubio, ministra peruana de Desarrollo e Inclusión Social, el combate contra la pobreza se ha hecho con un bajo costo administrativo, mucho menor que en Argentina, por ejemplo. Según cálculos de Naciones Unidas, la pobreza en el Perú debería reducirse aún más (al 20 % en el año 2015), aunque Ollanta Humala, presidente del país sudamericano, quisiera que al terminar su mandato la cifra fuera aún menor (15 %). En el Perú se tienen hoy programas sociales que ayudan a los adultos mayores (Pensión 65) y a niños en extrema pobreza (Cuna Más). Otros indicadores sociales son muy positivos, desde la cobertura de agua potable hasta la de telecomunicación. La desnutrición crónica infantil y otras enfermedades han bajado.
Humala no ha pretendido ser "de izquierda", así que, a diferencia de lo que sucede en la Voz de Rusia, por ejemplo, los logros del Perú no aparecen en los portales de izquierda cubanos ni venezolanos, aunque esas conquistas sean sobresalientes. Sucede que, a diferencia de los populismos y sus variantes caribeñas, que por momentos incluyen a Cuba, en el Perú otorgar los satisfactores es parte de un servicio público y una obligación. No es entonces parte de una campaña en la cual, al rato, el Estado-mami sale con: "mira m'hijito todo lo que he hecho por ti". Humala no está viendo por su futuro, ni lo está haciendo Nadine Heredia, quien tiene una importante campaña para que, además, los peruanos se alimenten sanamente y conozcan mejor la comida del mismo Perú.
sábado, 21 de diciembre de 2013
SIRIA: VUELTA A LAS ANDADAS
Los islamistas sirios acaban de cometer en estos días una matanza de casi un centenar de personas en la localidad de Adra, no muy lejos de Damasco, la capital de Siria. En ese lugar, fueron decapitados algunos y otros más quemados en un horno de pan. El blanco fueron sobre todo obreros y trabajadores del Estado sirio.
Robert Stephen Ford, embajador de Estados Unidos en Siria, ha estado en negociaciones con el Nuevo Frente Islámico, que aglutina a varias organizaciones extremistas. Ford, quien trabajara en Iraq con John D. Negroponte, ha buscado la opción "El Salvador", con la creación de escuadrones de la muerte que perpetran crímenes como el de Adra en medio del silencio internacional o, lo que es peor, de la incesante repetición del guión "la sociedad civil democrática siria" contra "Bashar el autoritario" (!"the regime"!). Ford se está encargando de coordinar a los fanáticos sirios que, desafortunadamente, tienen en sus filas a miles de hombres (tal vez poco más de 40 mil, en una bien orquestada ofensiva desde el exterior), incluyendo a numerosos mercenarios extranjeros. Asimismo, los extremistas siguen recibiendo hasta hoy, regularmente, cargamentos de armas desde Turquía.
Como sucediera antes en Yugoslavia, Naciones Unidas está siendo utilizada para rescatar a los terroristas y hacerles llegar pertrechos cuando están rodeados por el ejército sirio. Cuando éste espera a que los "rebeldes" se rindan, la población civil, incluyendo a mujeres y niños, es mantenida como rehén y Damasco es acusado de "hambrear" a la gente. Con el pretexto de ayudarla, se le envían a los rebeldes, con rótulo de "ayuda", equipo y armas, o incluso hombres, algo que se hacía en su momento en Bosnia-Herzegovina.
Toda esta información, recabada de sitios estadounidenses y canadienses, muestra que en Siria, como en Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Libia, Iraq y Afganistán, Occidente no tiene ningún inconveniente en pactar con los fanáticos islamistas, y lo ha reconocido recientemente John Kerry, secretario de Estado estadounidense, quien los quiere hacer pasar por "oposición legítima". Por lo demás, el número de "contras" islamistas sirios hoy activos podría ser incluso superior al que tuvieron en su momento los talibanes en Afganistán. No parece que Washington tenga una prisa especial por irse de Oriente Medio hacia la región Asia-Pacífico. Hasta no ver, no creer. Salvo para lo que ya algunos críticos del periodismo occidental llaman "mentirosos seriales".
Robert Stephen Ford, embajador de Estados Unidos en Siria, ha estado en negociaciones con el Nuevo Frente Islámico, que aglutina a varias organizaciones extremistas. Ford, quien trabajara en Iraq con John D. Negroponte, ha buscado la opción "El Salvador", con la creación de escuadrones de la muerte que perpetran crímenes como el de Adra en medio del silencio internacional o, lo que es peor, de la incesante repetición del guión "la sociedad civil democrática siria" contra "Bashar el autoritario" (!"the regime"!). Ford se está encargando de coordinar a los fanáticos sirios que, desafortunadamente, tienen en sus filas a miles de hombres (tal vez poco más de 40 mil, en una bien orquestada ofensiva desde el exterior), incluyendo a numerosos mercenarios extranjeros. Asimismo, los extremistas siguen recibiendo hasta hoy, regularmente, cargamentos de armas desde Turquía.
Como sucediera antes en Yugoslavia, Naciones Unidas está siendo utilizada para rescatar a los terroristas y hacerles llegar pertrechos cuando están rodeados por el ejército sirio. Cuando éste espera a que los "rebeldes" se rindan, la población civil, incluyendo a mujeres y niños, es mantenida como rehén y Damasco es acusado de "hambrear" a la gente. Con el pretexto de ayudarla, se le envían a los rebeldes, con rótulo de "ayuda", equipo y armas, o incluso hombres, algo que se hacía en su momento en Bosnia-Herzegovina.
Toda esta información, recabada de sitios estadounidenses y canadienses, muestra que en Siria, como en Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Libia, Iraq y Afganistán, Occidente no tiene ningún inconveniente en pactar con los fanáticos islamistas, y lo ha reconocido recientemente John Kerry, secretario de Estado estadounidense, quien los quiere hacer pasar por "oposición legítima". Por lo demás, el número de "contras" islamistas sirios hoy activos podría ser incluso superior al que tuvieron en su momento los talibanes en Afganistán. No parece que Washington tenga una prisa especial por irse de Oriente Medio hacia la región Asia-Pacífico. Hasta no ver, no creer. Salvo para lo que ya algunos críticos del periodismo occidental llaman "mentirosos seriales".
viernes, 20 de diciembre de 2013
UCRANIA: LET'S GET TOGETHER AND FEEL ALL RIGHT
Luego de que llegara a Siria una muy relativa calma -los combates en realidad continúan-, algunos analistas del Tercer Mundo, latinoamericanos incluidos, señalaron que Estados Unidos está en retirada en Oriente Medio, ya que el interés de Washington tiende a centrarse ahora en la región Asia-Pacífico, para contener a China. Esta versión, insistente desde hace ya bastantes años, ignora el problema ruso como antes ignorara el soviético, salvo para pasarle facturas. ¿Si el interés es Asia-Pacífico, por qué Occidente se apresuró a meter las manos en Ucrania?
Tan fue a meterse Occidente que dos políticos estadounidenses, el senador (republicano) John McCain y el senador (demócrata) Christopher Murphy, tomaron tranquilamente la palabra durante una manifestación en la Plaza Maidán de Kíev, capital ucraniana. McCain se entrevistó con el líder del partido opositor ucraniano Udar, Vitali Klichkó, y en el encuentro participaron otros dirigentes ucranianos de oposición, como Arseni Yatseniuk (partido Patria) y Oleg Tiagnibok, del partido Svoboda. Hasta el año 2004, Svoboda tenía otro nombre, que no deja lugar a dudas: Partido Nacional Socialista de Ucrania. Svoboda considera que Ucrania está bajo el acoso de la "mafia judía". Así, McCain se puso a coquetear con un partido ucraniano que no oculta su carácter neo-nazi, aunque la agrupación es minoritaria: al menos sirve para provocar.
Las manifestaciones en Kíev no fueron esta vez representativas. El bloguero Alexandre Latsa estimó el número de participantes en las protestas en 250 mil personas en Kíev, 0,5 % de la población ucraniana (Latsa hace notar que en Francia, en una protesta contra el "matrimonio para todos", participaron 800 mil personas, 1,5 % de la población francesa, sin que la prensa occidental prestara la menor atención).
A Ucrania fueron a meter las manos el ministro canadiense de Exteriores, John Baird, el ex presidente polaco Alexander Kwasniewski -quien aconsejó a los manifestantes "presionar al gobierno" y otros dirigentes occidentales más, al mismo tiempo que fue detectada la presencia de provocadores estadounidenses, como Fink Brian, quien fue directamente a aconsejar acciones violentas para desatar la represión.
El halcón estadounidense Zbigniew Brezinski (partidario de pactar un condominio sino-estadounidense) escribió desde 1997 que Ucrania debía ser una pieza clave en el oriente europeo contra Rusia. Esta vez, la provocación -que en el pasado se sirvió de una mujer, Yulia Timoshenko- jugó -sirviéndose para variar de jóvenes inexpertos y provocadores- a la vez la carta de la extrema derecha y la de la extrema izquierda "chic", como las feministas ucranianas de Femen, que en pleno París orinaron un retrato del presidente ucraniano, Viktor Yanukovich. Provocar es "de mucho mundo", sea por la derecha o por la izquierda, de tal modo que quien no caiga en la provocación quede como "autoritario", cuando sucede que se lo está chantajeando.
Tan fue a meterse Occidente que dos políticos estadounidenses, el senador (republicano) John McCain y el senador (demócrata) Christopher Murphy, tomaron tranquilamente la palabra durante una manifestación en la Plaza Maidán de Kíev, capital ucraniana. McCain se entrevistó con el líder del partido opositor ucraniano Udar, Vitali Klichkó, y en el encuentro participaron otros dirigentes ucranianos de oposición, como Arseni Yatseniuk (partido Patria) y Oleg Tiagnibok, del partido Svoboda. Hasta el año 2004, Svoboda tenía otro nombre, que no deja lugar a dudas: Partido Nacional Socialista de Ucrania. Svoboda considera que Ucrania está bajo el acoso de la "mafia judía". Así, McCain se puso a coquetear con un partido ucraniano que no oculta su carácter neo-nazi, aunque la agrupación es minoritaria: al menos sirve para provocar.
Las manifestaciones en Kíev no fueron esta vez representativas. El bloguero Alexandre Latsa estimó el número de participantes en las protestas en 250 mil personas en Kíev, 0,5 % de la población ucraniana (Latsa hace notar que en Francia, en una protesta contra el "matrimonio para todos", participaron 800 mil personas, 1,5 % de la población francesa, sin que la prensa occidental prestara la menor atención).
A Ucrania fueron a meter las manos el ministro canadiense de Exteriores, John Baird, el ex presidente polaco Alexander Kwasniewski -quien aconsejó a los manifestantes "presionar al gobierno" y otros dirigentes occidentales más, al mismo tiempo que fue detectada la presencia de provocadores estadounidenses, como Fink Brian, quien fue directamente a aconsejar acciones violentas para desatar la represión.
El halcón estadounidense Zbigniew Brezinski (partidario de pactar un condominio sino-estadounidense) escribió desde 1997 que Ucrania debía ser una pieza clave en el oriente europeo contra Rusia. Esta vez, la provocación -que en el pasado se sirvió de una mujer, Yulia Timoshenko- jugó -sirviéndose para variar de jóvenes inexpertos y provocadores- a la vez la carta de la extrema derecha y la de la extrema izquierda "chic", como las feministas ucranianas de Femen, que en pleno París orinaron un retrato del presidente ucraniano, Viktor Yanukovich. Provocar es "de mucho mundo", sea por la derecha o por la izquierda, de tal modo que quien no caiga en la provocación quede como "autoritario", cuando sucede que se lo está chantajeando.
miércoles, 18 de diciembre de 2013
DETENIDO EN PANAMA ACTOR PORNO
Al ser detenido, confesó que conducía el automóvil de su hermano y que lo hacía con una licencia de manejo cubana. El tipo juró que iba por el carril de la izquierda y que no había hecho nada malo, como todos los culpables que en las series televisivas y a veces en la realidad alegan ser inocentes. Dijo que acostumbra pisar el acelerador porque siempre "lo vienen siguiendo". Al ser interrogado, alegó que un tal Martí le había dado una "palabra de pase" (sic) que él tomó como mandato, por lo que se puso al volante. Los policías se miraron inquietos.
Al ser revisado, se le encontró una carta que decía:
"Los martianos llegaron ya. Estas ideas no pueden ser más sencillas: establecer un orden social que sea popular por lo revolucionario; revolucionario por lo democrático, y democrático por su capacidad para incorporar a las grandes mayorías de nuestras sociedades a la efectiva construcción de su propio destino". !Ay hombé, sencillísimo!
Los de Martinelli, creyendo que tal vez habían encontrado a otro terrorista norcoreano. se quedaron todavía más sorprendidos, y no nada más porque el presunto agente asiático resultó rubiecito y de ojos claritos. Es que se bajó del coche y cuando le preguntaron qué quería decir con la carta ésa, se puso...!a cantar como si recitara a Nicolás Guillén!
Ya ya
Yaeyá kulé
Ya ya
Yaeyá kulé
Resultó ser ni más ni menos que el primer sociólogo porno "H2O" que se ha producido en Panamá, y no llevaba en el papel más que inquietudes para transformarlas en ideas y para "organizar las ideas en guías para la acción".
Boquiabiertos, le preguntaron quienes lo habían detenido: ¿y qué es lo que hay?
El sociólogo siguió, ahora bailando "el son del Estado de Bienestar":
Vístete de enfermera, mami
Que me siento malito
Ya ya
!Yaeyá kulé!
Al ser revisado, se le encontró una carta que decía:
"Los martianos llegaron ya. Estas ideas no pueden ser más sencillas: establecer un orden social que sea popular por lo revolucionario; revolucionario por lo democrático, y democrático por su capacidad para incorporar a las grandes mayorías de nuestras sociedades a la efectiva construcción de su propio destino". !Ay hombé, sencillísimo!
Los de Martinelli, creyendo que tal vez habían encontrado a otro terrorista norcoreano. se quedaron todavía más sorprendidos, y no nada más porque el presunto agente asiático resultó rubiecito y de ojos claritos. Es que se bajó del coche y cuando le preguntaron qué quería decir con la carta ésa, se puso...!a cantar como si recitara a Nicolás Guillén!
Ya ya
Yaeyá kulé
Ya ya
Yaeyá kulé
Resultó ser ni más ni menos que el primer sociólogo porno "H2O" que se ha producido en Panamá, y no llevaba en el papel más que inquietudes para transformarlas en ideas y para "organizar las ideas en guías para la acción".
Boquiabiertos, le preguntaron quienes lo habían detenido: ¿y qué es lo que hay?
El sociólogo siguió, ahora bailando "el son del Estado de Bienestar":
Vístete de enfermera, mami
Que me siento malito
Ya ya
!Yaeyá kulé!
MEXICO: ADIOS AL CIVISMO...
Delante de uno de los dueños de la Casa Meyer, quien cree que Estados Unidos es realmente un Estado nación muy digno de este nombre, un ex gobernador del estado mexicano de Tabasco alertaba hace algún tiempo sobre el hecho de que, detrás de ciertas palabras, mucha gente no pone hoy ideas, sino imágenes. La nación quiere decir a lo sumo Lucerito o Chicharito, y el Estado es un gobierno donde "todos ellos son iguales", aunque harían mejor en soltar para que "haya dinero". Como "ellos" son todos iguales, hay una coartada para desentenderse de los asuntos públicos, que no son de nadie: ni de ellos, que agarran del Estado lo que pueden sin devolver, ni de "nosotros", que tampoco nos damos por enterados de que existe la República.
El incivismo que reina en México no es tan solo producto del atraso. Es imitación del más completo incivismo que rige en Estados Unidos, un país sin ningún "capital social", según lo sugiere el ensayista y escritor Morris Berman. La razón es sencilla: ningún particular invierte en el espacio público porque "no reditúa" (siempre hay alguien que se lleva lo mío), y sucede más bien que el político, que "no sirve para nada" se queda con "nuestros impuestos". ¿Todos a sus puestos? No: todos a sus casas. El estadounidense no es ningún ser pacífico: basta con ver la violencia en las escuelas o la facilidad para la venta de armas. En nombre de sus derechos, el estadounidense es el primero en insultar al que se deje ("stupid!") y en salir a la calle con el mismo principio del mexicano promedio: "chinga antes de que te chinguen". Por lo demás, si esta batalla campal que es la sociedad estadounidense se sostiene, no es por sus padres fundadores, sino por el dinero saqueado en buena parte del planeta. Así, el incivismo es perfectamente posible mientras "hay dinero". Fuera de ésto, el estadounidense no sabe qué es una nación, ni le importa (¿cuántos alumnos estadounidenses ubican a su propio país en un mapa?), como no sabe qué es el Estado, salvo para recibir algo de él.
Darse el lujo del incivismo en México es más preocupante y algunos analistas consideran que la República se acabó, con la diferencia de que a México, tener "cosa pública" e instituciones le costó más que a los estadounidenses. El candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador buscó en dos ocasiones recuperar el civismo en México: difundiendo la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, primero, y llamando después a organizarse para una "regeneración nacional". Nadie, mucho menos entre los decentes que "no quieren a los políticos", le hizo caso al tabasqueño, ni siquiera entre sus correligionarios, incapaces de civismo y reducidos a una mezcla de activismo a la antiguita y "performance" -lamentable ante la reforma energética.
Todo consistió en reducir la seriedad del candidato a una frivolidad "de mucho mundo". Si a Jesusa y Liliana les preguntan por un ideario, se pondrán a cantar, como en un video (Maestra Vida) hecho bochornosamente para Telesur:
-pélame la papa, le dije al Papa...
Finísimas personas: como cualquier gringo promedio, estiman que "darse licencias" es marca de estatus. Parece que El Hábito hace al monje. Pobre candidato, tan lejos de la Diosa Razón y tan cerca de Estados Unidos y sus "intelectuales libres asociados".
El incivismo que reina en México no es tan solo producto del atraso. Es imitación del más completo incivismo que rige en Estados Unidos, un país sin ningún "capital social", según lo sugiere el ensayista y escritor Morris Berman. La razón es sencilla: ningún particular invierte en el espacio público porque "no reditúa" (siempre hay alguien que se lleva lo mío), y sucede más bien que el político, que "no sirve para nada" se queda con "nuestros impuestos". ¿Todos a sus puestos? No: todos a sus casas. El estadounidense no es ningún ser pacífico: basta con ver la violencia en las escuelas o la facilidad para la venta de armas. En nombre de sus derechos, el estadounidense es el primero en insultar al que se deje ("stupid!") y en salir a la calle con el mismo principio del mexicano promedio: "chinga antes de que te chinguen". Por lo demás, si esta batalla campal que es la sociedad estadounidense se sostiene, no es por sus padres fundadores, sino por el dinero saqueado en buena parte del planeta. Así, el incivismo es perfectamente posible mientras "hay dinero". Fuera de ésto, el estadounidense no sabe qué es una nación, ni le importa (¿cuántos alumnos estadounidenses ubican a su propio país en un mapa?), como no sabe qué es el Estado, salvo para recibir algo de él.
Darse el lujo del incivismo en México es más preocupante y algunos analistas consideran que la República se acabó, con la diferencia de que a México, tener "cosa pública" e instituciones le costó más que a los estadounidenses. El candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador buscó en dos ocasiones recuperar el civismo en México: difundiendo la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, primero, y llamando después a organizarse para una "regeneración nacional". Nadie, mucho menos entre los decentes que "no quieren a los políticos", le hizo caso al tabasqueño, ni siquiera entre sus correligionarios, incapaces de civismo y reducidos a una mezcla de activismo a la antiguita y "performance" -lamentable ante la reforma energética.
Todo consistió en reducir la seriedad del candidato a una frivolidad "de mucho mundo". Si a Jesusa y Liliana les preguntan por un ideario, se pondrán a cantar, como en un video (Maestra Vida) hecho bochornosamente para Telesur:
-pélame la papa, le dije al Papa...
Finísimas personas: como cualquier gringo promedio, estiman que "darse licencias" es marca de estatus. Parece que El Hábito hace al monje. Pobre candidato, tan lejos de la Diosa Razón y tan cerca de Estados Unidos y sus "intelectuales libres asociados".
martes, 17 de diciembre de 2013
¿POPULISMO? !POS ME SALTO!
Morris Berman, escritor y ensayista estadounidense, sostiene que el promedio de sus compatriotas no sabe qué es pensar, ni tiene prisa por enterarse. Al contrario, ahora la ignorancia es muestra de estatus, puesto que de ideas o de política nada más se ocupan los tontos de candileja -idealistas- o quienes están "para servirnos", puesto que "para éso les pagamos" (no mucho, por cierto). Más allá de su muy voluntario idiotismo, el estadounidense promedio de lo único que está enterado es de la cantinela sobre "sus derechos". Estos se han convertido en el modo de justificar el ir por el mundo agarrando -en contante y sonante, o de perdida, a crédito- sin dar nada (la vida en rosa es la subsidiada, así que "posmesalto", lo mismo que el político oficialista con la Constitución: ¿el artículo 27? "Posmesalto"). Para que ésto funcione, lo único que se necesita es que haya una "derrama". Dinero para todos, gratis: !ya!
Lo que mejor han logrado los tres grandes países del populismo -rebajado a demagogia-, México, Argentina y Brasil, es clonar a la clase media estadounidense, en versión "clase C" o nuevo rico mexicano. Parte del truquito consiste en hacer creer que mercado interno es lo mismo que mercado nacional, como si estuviéramos todavía en los pocos años nacionalistas -muy pocos- posteriores a 1945, cuando había de los dos mercados, con producción nacional y también transnacional, incluso en México. Así que, para ser emergentes" y "persistir", nada mejor que reactivar el mercado interno incentivando la inversión extranjera en todo, desde la soja hasta el petróleo: si el estadounidense cree que la riqueza la crean los ricos (por lo que Obama los salvó primero a ellos en 2008), el subdesarrollado, en nombre de la globalización, cree que la riqueza la crean las empresas transnacionales. Lo que nos queda es convertirnos en qataríes: "promotores" o "gestores" (sponsors) de la entrega de todo para que haya derrama, claro, para unos bastante más que para otros. Esta visión del mundo, basada en el consumo y la renta, considera que el trabajo es un costo -si menor, mejor. El trabajo no crea riqueza: crea problemas, con los sindicatos, por ejemplo.
En Argentina, que no le pide gran cosa a México en materia de corrupción, los marginales ya aprendieron la lección: si arriba se vale, abajo también, así que a saquear, en Córdoba, por ejemplo. La policía argentina, a veces, no cree en algo muy distinto: si se vale arriba y abajo, pues en medio también, así que a asociarse con delincuentes y narcotraficantes para cobrar por "administrar" el problema sin resolverlo, exactamente lo que hace Estados Unidos por el planeta. Como se entenderá, a este ritmo sin duda alcanza para todos. Brasil, por su parte, está a la espera de la derrama futbolera, otra fuente de ingresos desde el exterior (así como México vive de remesas, turismo, inversión extranjera y pronto tendrá una nueva actividad foránea, la petrolera). En todos estos países, el "ciudadano" promedio -el que tiene derechos y decide qué le gusta y qué no, según le oferten, ya que el cliente siempre tiene la razón- está como el de Estados Unidos: calcula sin pensar en nada, o creyendo incluso que pensar, la verdad, es arriesgadísimo, por lo que, vaya, es mejor "persistir". ¿Qué, los condenados de la tierra en Córdoba quieren un BlackBerry, una Tablet, una pantalla LCD y ropa de marca? Pues bien, desde la izquierda y con tal de "persistir", no critiquemos al ladrón de arriba: afirmemos que, después de todo, el de abajo "también tiene derecho". ¿Por qué no habría de quererlo?
Obama ya dijo que, lo que es "Dilma" (con este modito de tutearnos que es todo un manoseo) puede "venir cuando ella quiera". Tampoco es la carapintada de la Casa Rosada quien va a desafiar a la chatarrización estadounidense. Lo que es más, la especialidad de Brasil y Argentina es convertir en Verbo y gesto (y chatarra) cualquier intento -del presidente Rafael Correa, de Ecuador, por ejemplo- por concretar la integración latinoamericana, de tal modo que se pierda en palabrería. Aunque el sinverguenza diga otra cosa, nada tienen que ver estos populismos -Evita es Bebita, che, decíme "Beba Perón"- con los que alguna vez crearon soberanía nacional en los hechos.
Si alguien cree que Estados Unidos se siente en aprietos con los tres grandes de "Nuestra América", no. Ni ante las izquierdas hay temor: difícilmente teme el imperio que Jesusa, Elenita y el espíritu de Monsi lo vayan a poner en jaque. Todo empieza más bien a parecerse a una gigantesca República Amorosa donde se vale cualquier manoseo, torteo o como se quiera llamar, que formas más vulgares las hay.
Lo que mejor han logrado los tres grandes países del populismo -rebajado a demagogia-, México, Argentina y Brasil, es clonar a la clase media estadounidense, en versión "clase C" o nuevo rico mexicano. Parte del truquito consiste en hacer creer que mercado interno es lo mismo que mercado nacional, como si estuviéramos todavía en los pocos años nacionalistas -muy pocos- posteriores a 1945, cuando había de los dos mercados, con producción nacional y también transnacional, incluso en México. Así que, para ser emergentes" y "persistir", nada mejor que reactivar el mercado interno incentivando la inversión extranjera en todo, desde la soja hasta el petróleo: si el estadounidense cree que la riqueza la crean los ricos (por lo que Obama los salvó primero a ellos en 2008), el subdesarrollado, en nombre de la globalización, cree que la riqueza la crean las empresas transnacionales. Lo que nos queda es convertirnos en qataríes: "promotores" o "gestores" (sponsors) de la entrega de todo para que haya derrama, claro, para unos bastante más que para otros. Esta visión del mundo, basada en el consumo y la renta, considera que el trabajo es un costo -si menor, mejor. El trabajo no crea riqueza: crea problemas, con los sindicatos, por ejemplo.
En Argentina, que no le pide gran cosa a México en materia de corrupción, los marginales ya aprendieron la lección: si arriba se vale, abajo también, así que a saquear, en Córdoba, por ejemplo. La policía argentina, a veces, no cree en algo muy distinto: si se vale arriba y abajo, pues en medio también, así que a asociarse con delincuentes y narcotraficantes para cobrar por "administrar" el problema sin resolverlo, exactamente lo que hace Estados Unidos por el planeta. Como se entenderá, a este ritmo sin duda alcanza para todos. Brasil, por su parte, está a la espera de la derrama futbolera, otra fuente de ingresos desde el exterior (así como México vive de remesas, turismo, inversión extranjera y pronto tendrá una nueva actividad foránea, la petrolera). En todos estos países, el "ciudadano" promedio -el que tiene derechos y decide qué le gusta y qué no, según le oferten, ya que el cliente siempre tiene la razón- está como el de Estados Unidos: calcula sin pensar en nada, o creyendo incluso que pensar, la verdad, es arriesgadísimo, por lo que, vaya, es mejor "persistir". ¿Qué, los condenados de la tierra en Córdoba quieren un BlackBerry, una Tablet, una pantalla LCD y ropa de marca? Pues bien, desde la izquierda y con tal de "persistir", no critiquemos al ladrón de arriba: afirmemos que, después de todo, el de abajo "también tiene derecho". ¿Por qué no habría de quererlo?
Obama ya dijo que, lo que es "Dilma" (con este modito de tutearnos que es todo un manoseo) puede "venir cuando ella quiera". Tampoco es la carapintada de la Casa Rosada quien va a desafiar a la chatarrización estadounidense. Lo que es más, la especialidad de Brasil y Argentina es convertir en Verbo y gesto (y chatarra) cualquier intento -del presidente Rafael Correa, de Ecuador, por ejemplo- por concretar la integración latinoamericana, de tal modo que se pierda en palabrería. Aunque el sinverguenza diga otra cosa, nada tienen que ver estos populismos -Evita es Bebita, che, decíme "Beba Perón"- con los que alguna vez crearon soberanía nacional en los hechos.
Si alguien cree que Estados Unidos se siente en aprietos con los tres grandes de "Nuestra América", no. Ni ante las izquierdas hay temor: difícilmente teme el imperio que Jesusa, Elenita y el espíritu de Monsi lo vayan a poner en jaque. Todo empieza más bien a parecerse a una gigantesca República Amorosa donde se vale cualquier manoseo, torteo o como se quiera llamar, que formas más vulgares las hay.
sábado, 14 de diciembre de 2013
ALL YOU NEED IS LOVE
La vida es bella.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ya había tenido un gran logro al conseguir que Siria destruya su arsenal químico, como lo ha venido haciendo. Por este solo hecho, Obama debió recibir algún nuevo premio, por promover la destrucción de las armas de destrucción masiva de los demás.
Al poco rato, Obama se anotó otro tanto. El 24 de noviembre se firmó un acuerdo en Ginebra entre Irán y el grupo 5 más 1. Por este acuerdo, Irán renuncia -transitoriamente al menos- a cualquier potencial nuclear (al uranio enriquecido al 20 %, a la construcción de la central de Arak y a la técnica de enriquecimiento). Irán deja de aparecer como una amenaza, aunque el alcance de ésta nunca se haya clarificado. Como sea, Obama merecía otro premio, así tenga ya un Nobel de la Paz. El presidente estadounidense demostró hasta qué punto es hábil para acabar con el potencial de destrucción masiva de los demás, incluso cuando no es tal.
En los funerales del líder sudafricano, Nelson Mandela, Obama tuvo otro gesto audaz, el de saludar al líder cubano Raúl Castro (aunque éste dijo que es lo mínimo que puede hacerse entre gente civilizada). Lo mejor, sin embargo, es que al elogiar al difunto Mandela el presidente estadounidense haya dicho, primero, que no podía imaginar su vida sin aquél, y segundo, que el ideal de un "mundo sin conflictos", y con "justicia y paz", sigue vigente. El Premio Nobel de la Paz para Obama ya está surtiendo efecto.
De hecho, Obama, con mucho amor, ha desactivado muchos conflictos, sobre todo los que vienen de la existencia de otros. El presidente estadounidense se ha mostrado como lo que es, un adalid de la no-violencia -la de los demás. Siria e Irán se pueden ir desarmando "de a poquito", y además Washington puede utilizar el nombre de Mandela y el anhelo de paz para desactivar cualquier forma de oposición. Tranquilos todos. No nos pongamos mal. Si Washington pide amor, démosle amor.
Oremos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ya había tenido un gran logro al conseguir que Siria destruya su arsenal químico, como lo ha venido haciendo. Por este solo hecho, Obama debió recibir algún nuevo premio, por promover la destrucción de las armas de destrucción masiva de los demás.
Al poco rato, Obama se anotó otro tanto. El 24 de noviembre se firmó un acuerdo en Ginebra entre Irán y el grupo 5 más 1. Por este acuerdo, Irán renuncia -transitoriamente al menos- a cualquier potencial nuclear (al uranio enriquecido al 20 %, a la construcción de la central de Arak y a la técnica de enriquecimiento). Irán deja de aparecer como una amenaza, aunque el alcance de ésta nunca se haya clarificado. Como sea, Obama merecía otro premio, así tenga ya un Nobel de la Paz. El presidente estadounidense demostró hasta qué punto es hábil para acabar con el potencial de destrucción masiva de los demás, incluso cuando no es tal.
En los funerales del líder sudafricano, Nelson Mandela, Obama tuvo otro gesto audaz, el de saludar al líder cubano Raúl Castro (aunque éste dijo que es lo mínimo que puede hacerse entre gente civilizada). Lo mejor, sin embargo, es que al elogiar al difunto Mandela el presidente estadounidense haya dicho, primero, que no podía imaginar su vida sin aquél, y segundo, que el ideal de un "mundo sin conflictos", y con "justicia y paz", sigue vigente. El Premio Nobel de la Paz para Obama ya está surtiendo efecto.
De hecho, Obama, con mucho amor, ha desactivado muchos conflictos, sobre todo los que vienen de la existencia de otros. El presidente estadounidense se ha mostrado como lo que es, un adalid de la no-violencia -la de los demás. Siria e Irán se pueden ir desarmando "de a poquito", y además Washington puede utilizar el nombre de Mandela y el anhelo de paz para desactivar cualquier forma de oposición. Tranquilos todos. No nos pongamos mal. Si Washington pide amor, démosle amor.
Oremos.
lunes, 9 de diciembre de 2013
UCRANIA: FIESTA FOREVER (ALL NIGHT LONG...)
Como hay libertad de expresión, en las calles de Kíev, capital ucraniana, cualquiera puede hacer cualquier cosa. Y sobre el asunto, cualquiera puede también escribir cualquier cosa.
Así que hace algunos días, en las protestas callejeras en Kíev se apersonó el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, y lo mismo hizo el secretario general de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa, Lambert Zannier. Como lo sugirió el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, habría que ver qué sucede si en alguna manifestación en Alemania se aparece Serguei Lavrov, ministro ruso de Exteriores. Medvedev dijo que fue "intromisión en asuntos internos", pero tal vez no: ahora, para un alemán, estar en Kíev es "sentirse en casa". Es lo bonito.
A su vez, la portavoz del departamento estadounidense de Estado, Victoria Nuland, dijo que si el gobierno ucraniano no cumple con "las expectativas del pueblo", habrá "caos y violencia". Según este "pueblo" -incluyendo a grupos neonazis-, el gobierno ucraniano debe renunciar.
De pasada, así como el diario francés "Libération" se refirió a la "oferta soviética" cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó meses atrás una iniciativa en Siria, una periodista argenmex se refirió al presidente ucraniano actual, Viktor Yanukovich, como "prosoviético".
Cedes a mis chantajes o eres "soviético", aunque no exista la Unión Soviética. Bueno: aparte los aguafiestas que nunca faltan, la fiesta está padre...
El presidente ucraniano se metió en su país de gorrón, !qué caray con este hombre!...¿No podrían llamar al cadenero?
Así que hace algunos días, en las protestas callejeras en Kíev se apersonó el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, y lo mismo hizo el secretario general de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa, Lambert Zannier. Como lo sugirió el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, habría que ver qué sucede si en alguna manifestación en Alemania se aparece Serguei Lavrov, ministro ruso de Exteriores. Medvedev dijo que fue "intromisión en asuntos internos", pero tal vez no: ahora, para un alemán, estar en Kíev es "sentirse en casa". Es lo bonito.
A su vez, la portavoz del departamento estadounidense de Estado, Victoria Nuland, dijo que si el gobierno ucraniano no cumple con "las expectativas del pueblo", habrá "caos y violencia". Según este "pueblo" -incluyendo a grupos neonazis-, el gobierno ucraniano debe renunciar.
De pasada, así como el diario francés "Libération" se refirió a la "oferta soviética" cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó meses atrás una iniciativa en Siria, una periodista argenmex se refirió al presidente ucraniano actual, Viktor Yanukovich, como "prosoviético".
Cedes a mis chantajes o eres "soviético", aunque no exista la Unión Soviética. Bueno: aparte los aguafiestas que nunca faltan, la fiesta está padre...
El presidente ucraniano se metió en su país de gorrón, !qué caray con este hombre!...¿No podrían llamar al cadenero?
viernes, 6 de diciembre de 2013
¿RUSIA? ALL I WANNA DO IS HAVE SOME FUN...
Para demostrar que no es "autoritario", el presidente ruso, Vladimir Putin, debería dejar en libertad a las punketas de Pussy Riot y también, por qué no, al hombre de negocios Mijaíl Jodorkovski. Entretanto, la extrema izquierda callejera y de café considera que el de Putin es un régimen mafioso y autoritario.
Resulta que la principal conexión entre los oligarcas y la mafia debía buscarse en la figura de Boris Berezovski, un magnate ruso que terminó refugiado en Londres y falleció en el año 2013. Fue el periodista estadounidense de origen ruso, Paul Klebnikov, quien descubrió estas conexiones, al trabajar aquél para la revista "Forbes". Algunas de las pistas de Klebnikov llevaban también a la mafia chechena. Descubrir todo ésto le costó la vida al periodista, quien consideraba a Berezovski una figura clave. Este magnate -acusado de fraude, desfalco y lavado de dinero, entre otros países en Brasil, no nada más en Rusia-nunca ocultó su anhelo de derrocar a Putin. Así, resulta que fue el Reino Unido el que protegió a uno de los principales mafiosos rusos, con tal de hacerle la vida difícil a Putin.
Jodorkovski, por su parte, estuvo a punto de despeñar a Rusia buscando la fusión de la compañía Yukos -un gigante del petróleo- con las empresas transnacionales Exxon y Chevron, lo que habría puesto el principal recurso energético ruso en manos de texanos -y hasta de los intereses de los Bush, puesto que el ascenso de Jodorkovski se produjo en los años '90. Asimismo, Jodorkovski estaba en conexión con la casa de negocios de los Rothschild. El magnate ruso no recibió ninguna sanción de gravedad, aunque puso en riesgo la seguridad de Rusia.
Los hombres de negocios occidentales, congruentes, han acusado a Putin de "autoritario" por el modo de tratar a Jodorkovski -intercedieron por él desde Obama hasta la Merkel-, y Putin es "mafioso" aunque pareciera que, en el peor de los casos, no es del "grupo" Berezovski que armó golpes como el segundo de Chechenia. En suma: suponiendo que Putin sea un hijo de puta, parece que incomoda porque no es "nuestro hijo de puta".
La extrema izquierda hace el caldo gordo por su "idea" de la libertad. Al fin y al cabo, hemos invertido para que nuestros hijos tengan lo mejor, les hemos dado crédito y los hemos asegurado para que hagan lo que les da "su regalada gana", desde una tocada punk en una iglesia hasta shows "artísticos al desnudo" delante del Kremlin y otras provocaciones que están permitidas en la casa del vecino, aunque no en la nuestra. Así que es autoritario quien nos impide ser mafiosos, comprar el país y oir rock en un templo, mientras que, claro, los del Bien somos "nosotros los light". ¿ves?
Resulta que la principal conexión entre los oligarcas y la mafia debía buscarse en la figura de Boris Berezovski, un magnate ruso que terminó refugiado en Londres y falleció en el año 2013. Fue el periodista estadounidense de origen ruso, Paul Klebnikov, quien descubrió estas conexiones, al trabajar aquél para la revista "Forbes". Algunas de las pistas de Klebnikov llevaban también a la mafia chechena. Descubrir todo ésto le costó la vida al periodista, quien consideraba a Berezovski una figura clave. Este magnate -acusado de fraude, desfalco y lavado de dinero, entre otros países en Brasil, no nada más en Rusia-nunca ocultó su anhelo de derrocar a Putin. Así, resulta que fue el Reino Unido el que protegió a uno de los principales mafiosos rusos, con tal de hacerle la vida difícil a Putin.
Jodorkovski, por su parte, estuvo a punto de despeñar a Rusia buscando la fusión de la compañía Yukos -un gigante del petróleo- con las empresas transnacionales Exxon y Chevron, lo que habría puesto el principal recurso energético ruso en manos de texanos -y hasta de los intereses de los Bush, puesto que el ascenso de Jodorkovski se produjo en los años '90. Asimismo, Jodorkovski estaba en conexión con la casa de negocios de los Rothschild. El magnate ruso no recibió ninguna sanción de gravedad, aunque puso en riesgo la seguridad de Rusia.
Los hombres de negocios occidentales, congruentes, han acusado a Putin de "autoritario" por el modo de tratar a Jodorkovski -intercedieron por él desde Obama hasta la Merkel-, y Putin es "mafioso" aunque pareciera que, en el peor de los casos, no es del "grupo" Berezovski que armó golpes como el segundo de Chechenia. En suma: suponiendo que Putin sea un hijo de puta, parece que incomoda porque no es "nuestro hijo de puta".
La extrema izquierda hace el caldo gordo por su "idea" de la libertad. Al fin y al cabo, hemos invertido para que nuestros hijos tengan lo mejor, les hemos dado crédito y los hemos asegurado para que hagan lo que les da "su regalada gana", desde una tocada punk en una iglesia hasta shows "artísticos al desnudo" delante del Kremlin y otras provocaciones que están permitidas en la casa del vecino, aunque no en la nuestra. Así que es autoritario quien nos impide ser mafiosos, comprar el país y oir rock en un templo, mientras que, claro, los del Bien somos "nosotros los light". ¿ves?
miércoles, 4 de diciembre de 2013
¿UCRANIA? LIKE A VIRGIN...
Los ricos están en la calle.
Cuando estalló la "primavera árabe", pocos repararon en los intereses que estaban en juego. Si el movimiento es espontáneo, nadie busca intereses. Así, los adalides de los pueblos en flor no vieron -y luego no quisieron ver- que en Libia y Siria la calle se convirtió en el mejor aliado de países ricos como Arabia Saudita y Qatar, e incluso de Estados Unidos y sus "socios y amigos", como se estila decir cuando se confunde el mundo con un corporativo. En Egipto y Túnez, la calle también fue la aliada religiosa de una parte de los ricos en busca de poder.
Ahora, es en Ucrania donde los ricos están en la calle, y los jóvenes manifestantes en cosas mundanas, lo que merece toda la atención (si para llamar aún más la atención rompen algo, pues mejor). Entre las agrupaciones que presionan al gobierno ucraniano actual está Bat'kivshchyna (Patria), de Yulia Timoshenko, en la cárcel bajo cargos no del todo claros. La Unión Europea puso condiciones para el acuerdo con Ucrania: entre ellas, la liberación de Timoshenko, considerada "presa política". Timoshenko tiene a su favor ser mujer, bella y ucraniana, una mezcla como para invertir en ella o para hacer turismo político. Además, Timoshenko fue lideresa de la "Revolución Naranja", un movimiento callejero que logró llamarse como si fuera un grupo de rock.
En los años '90, Timoshenko ascendió protegida por el entonces primer ministro ucraniano Pavel Lazarenko, quien entre 1996 y 1997 aprovechó su cargo para dar contratos a compañías privadas a cambio del 50 % de los beneficios y del control de las empresas. El dinero conseguido de este modo iba a parar a Estados Unidos, donde Lazarenko intentó luego refugiarse. Con la cantidad de cargos criminales y por lavado que tenía en contra, Lazarenko terminó preso en Estados Unidos. Sin embargo, Timoshenko ya había logrado pasar de pequeña empresaria a dueña de Sistemas Energéticos Unidos de Ucrania, un monopolio que le valió a esta dama ser llamada "reina del gas" o "princesa del gas". Luego de saldar cuentas con el gigante ruso Gazprom, de manera dudosa (con compromisos secretos y pactos poco transparentes), la lideresa se convirtió en obstáculo para otro grupo, "político-empresarial", "los de Donetsk", enfrentados a los "todopoderosos de Dnepropetrovsk", ciudad natal de Timoshenko, por cierto que dama cercana al magnate George Soros.
La congruencia de la gente adinerada está en ver por los suyos, los oligarcas pro-occidentales de Ucrania, haciéndolos pasar por héroes y mártires. Es un poco menos congruente que las buenas conciencias de los pueblos en flor se encuentren con cierta frecuencia -y hasta con aspiración a ser clientes VIP- del lado del gran negocio, pero en nombre de la calle. Pero sucede cuando se cree que las cosas deben hacerse "con el corazón".
Cuando estalló la "primavera árabe", pocos repararon en los intereses que estaban en juego. Si el movimiento es espontáneo, nadie busca intereses. Así, los adalides de los pueblos en flor no vieron -y luego no quisieron ver- que en Libia y Siria la calle se convirtió en el mejor aliado de países ricos como Arabia Saudita y Qatar, e incluso de Estados Unidos y sus "socios y amigos", como se estila decir cuando se confunde el mundo con un corporativo. En Egipto y Túnez, la calle también fue la aliada religiosa de una parte de los ricos en busca de poder.
Ahora, es en Ucrania donde los ricos están en la calle, y los jóvenes manifestantes en cosas mundanas, lo que merece toda la atención (si para llamar aún más la atención rompen algo, pues mejor). Entre las agrupaciones que presionan al gobierno ucraniano actual está Bat'kivshchyna (Patria), de Yulia Timoshenko, en la cárcel bajo cargos no del todo claros. La Unión Europea puso condiciones para el acuerdo con Ucrania: entre ellas, la liberación de Timoshenko, considerada "presa política". Timoshenko tiene a su favor ser mujer, bella y ucraniana, una mezcla como para invertir en ella o para hacer turismo político. Además, Timoshenko fue lideresa de la "Revolución Naranja", un movimiento callejero que logró llamarse como si fuera un grupo de rock.
En los años '90, Timoshenko ascendió protegida por el entonces primer ministro ucraniano Pavel Lazarenko, quien entre 1996 y 1997 aprovechó su cargo para dar contratos a compañías privadas a cambio del 50 % de los beneficios y del control de las empresas. El dinero conseguido de este modo iba a parar a Estados Unidos, donde Lazarenko intentó luego refugiarse. Con la cantidad de cargos criminales y por lavado que tenía en contra, Lazarenko terminó preso en Estados Unidos. Sin embargo, Timoshenko ya había logrado pasar de pequeña empresaria a dueña de Sistemas Energéticos Unidos de Ucrania, un monopolio que le valió a esta dama ser llamada "reina del gas" o "princesa del gas". Luego de saldar cuentas con el gigante ruso Gazprom, de manera dudosa (con compromisos secretos y pactos poco transparentes), la lideresa se convirtió en obstáculo para otro grupo, "político-empresarial", "los de Donetsk", enfrentados a los "todopoderosos de Dnepropetrovsk", ciudad natal de Timoshenko, por cierto que dama cercana al magnate George Soros.
La congruencia de la gente adinerada está en ver por los suyos, los oligarcas pro-occidentales de Ucrania, haciéndolos pasar por héroes y mártires. Es un poco menos congruente que las buenas conciencias de los pueblos en flor se encuentren con cierta frecuencia -y hasta con aspiración a ser clientes VIP- del lado del gran negocio, pero en nombre de la calle. Pero sucede cuando se cree que las cosas deben hacerse "con el corazón".
lunes, 2 de diciembre de 2013
UCRANIA INN
Cuando alguien está "in", se puede saltar hasta la lógica si equivale a estar "out". Hasta "expertos" rusos consideran que las protestas de miles en Kíev y otras ciudades ucranianas son algo así como una "revolución". Lo mejor de los tiempos actuales es que algunas revoluciones las hace el imperio: es un "plus", éso de salir a la calle respaldado por la potencia, o éso de ser potencia con fans en la calle. Es un negocio redondo donde todos salen ganando -al menos todos los que están en el negocio. Las protestas se desataron porque Ucrania, según los manifestantes, tenía derecho a firmar el acuerdo de asociación en ciernes con la Unión Europea (UE). La UE ya se apresuró a exigir que se respete la "libertad de expresión" de toda esta gente pacífica y el "derecho de reunión", que se ha ido convirtiendo en derecho a poner un gobierno a tambalearse.
Desde el 29 de octubre pasado, en una conferencia en la Academia Mohyla de Kíev, el embajador estadounidense en Ucrania, Geoffrey Pyatt, seguramente que en uso de la "libertad de expresión" y en medio de una reunión, llamó a las autoridades locales a un acercamiento con la UE, a la liberación de Yulia Timoshenko y a cumplir -con ayuda de Washington- con las normas técnicas de asociación. Por lo demás, el acuerdo UE-Ucrania estipulaba la creación de una estructura supranacional facultada para tomar decisiones de cumplimiento obligatorio para Ucrania, por encima de su Constitución; también quedó asentado el ingreso en el territorio de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en un párrafo del documento de asociación. Según diversos análisis económicos, la asociación con la UE llevaría al quiebre de miles de empresas, a liquidar las de alta tecnología, a complicar las exportaciones de cereales y a problemas con Rusia, lo que inquietó a un sector de hombres de negocios ucranianos.
En suma, el acuerdo con la UE se convirtió en vía regia para restringir o incluso suprimir la soberanía de Ucrania. En uso de sus facultades, los manifestantes -acompañados de uno que otro provocador- proeuropeos salieron a pedir la liquidación de Ucrania en nombre del "derecho a decidir" y, por si fuera poco, en la Plaza Maidan, de la Independencia. Los partidarios de liquidar Ucrania en los hechos son incluso nacionalistas, desde el partido Svoboda hasta Udar (Golpe), del boxeador Vitali Klitschko, asociado con la CDU alemana (democracia-cristiana, de derecha, de Angela Merkel).
Lo mejor para la nación y la independencia de Ucrania es que su futuro se decida en Bruselas, Berlín y Washington. Es muy "in", y lo que es Ucrania, no es economía, ni sociedad ni política, es una marca. Patriotísimo. Cualquier otra visión de las cosas está "out".
Si el presidente ruso, Vladimir Putin, aduce -como lo hizo- que la campaña callejera en Kíev está orquestada y que la política de la UE es de chantaje, seguramente es por "los intereses de Moscú" (que hombre tan materialista...). En cambio, en la calle se es sublime. !Si hasta las feministas del grupo Femen son proUE!
Desde el 29 de octubre pasado, en una conferencia en la Academia Mohyla de Kíev, el embajador estadounidense en Ucrania, Geoffrey Pyatt, seguramente que en uso de la "libertad de expresión" y en medio de una reunión, llamó a las autoridades locales a un acercamiento con la UE, a la liberación de Yulia Timoshenko y a cumplir -con ayuda de Washington- con las normas técnicas de asociación. Por lo demás, el acuerdo UE-Ucrania estipulaba la creación de una estructura supranacional facultada para tomar decisiones de cumplimiento obligatorio para Ucrania, por encima de su Constitución; también quedó asentado el ingreso en el territorio de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en un párrafo del documento de asociación. Según diversos análisis económicos, la asociación con la UE llevaría al quiebre de miles de empresas, a liquidar las de alta tecnología, a complicar las exportaciones de cereales y a problemas con Rusia, lo que inquietó a un sector de hombres de negocios ucranianos.
En suma, el acuerdo con la UE se convirtió en vía regia para restringir o incluso suprimir la soberanía de Ucrania. En uso de sus facultades, los manifestantes -acompañados de uno que otro provocador- proeuropeos salieron a pedir la liquidación de Ucrania en nombre del "derecho a decidir" y, por si fuera poco, en la Plaza Maidan, de la Independencia. Los partidarios de liquidar Ucrania en los hechos son incluso nacionalistas, desde el partido Svoboda hasta Udar (Golpe), del boxeador Vitali Klitschko, asociado con la CDU alemana (democracia-cristiana, de derecha, de Angela Merkel).
Lo mejor para la nación y la independencia de Ucrania es que su futuro se decida en Bruselas, Berlín y Washington. Es muy "in", y lo que es Ucrania, no es economía, ni sociedad ni política, es una marca. Patriotísimo. Cualquier otra visión de las cosas está "out".
Si el presidente ruso, Vladimir Putin, aduce -como lo hizo- que la campaña callejera en Kíev está orquestada y que la política de la UE es de chantaje, seguramente es por "los intereses de Moscú" (que hombre tan materialista...). En cambio, en la calle se es sublime. !Si hasta las feministas del grupo Femen son proUE!
martes, 26 de noviembre de 2013
LOVE IS IN THE AIR
John Kerry, secretario estadounidense de Estado, anunció hace poco en la OEA (Organización de Estados Americanos) que la Doctrina Monroe ("América para los americanos") ha terminado. De inmediato, los que hablan bajo los reflectores se apresuraron a decir que sí, Estados Unidos está en decadencia. Es la Hora de los Pueblos Latinoamericanos -y sobre todo la de sus portavoces.
-en lo que llega esta hora, Estados Unidos ha remplazado en parte la fuerza por la atracción, el poder "blando". Tiene una de sus expresiones más extremas en Haití, donde Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier ha vuelto con toda impunidad y el "gobernador" de un Estado en realidad inexistente bien podría ser Sean Penn, por cierto que uno de los favoritos de la mandataria argentina K. La primera dama haitiana podría ser Madonna (otra visitante de la Casa Rosada, ya entrados al mal gusto), y cuando aquella visita Haití, acude a lugares de asistencia humanitaria donde se reza que en la isla se está produciendo una "Revolución en el amor".
-en lo que llega más amor, "la embajada" decide de la votación en Honduras. El Tribunal Superior Electoral hondureño coteja sus resultados con los de "la embajada" (estadounidense) antes de que se sepa el resultado oficial.
-en otro acto de amor, el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, acaba de estar en Panamá para reunirse con varios de los candidatos a la presidencia en las elecciones de mayo de 2014. Gracias a los acuerdos "militares" -no hay ejército en Panamá- logrados luego de la invasión de 1989, el Comando Sur puede operar en aguas, territorio y espacio aéreo panameños cuando quiera. El presidente panameño puede a su vez embarcarse en un crucero de guerra estadounidense, como lo hizo en 2008. Amor es sentirse como en casa. Vamos: no es que Estados Unidos esté yendo hacia América Latina, es que ésta se siente atraída por Estados Unidos, lo que -lo constata Kerry- es muy diferente. No hay ninguna Doctrina Monroe: es más bien un "hogar común".
-en algo que es casi éxtasis de amor, Estados Unidos tiene por lo menos siete bases militares en Colombia. Desde la base de Palanquero se puede operar en toda la parte sur del continente.
-Amor es: quedarse en Guantánamo.
Vamos: éstos son resabios de la Guerra Fría. Si lo sabe Chomsky, que lo sepa el mundo.
-con Nicaragua, Estados Unidos la puede llevar bien, puesto que Daniel es Amor y hace campaña con Vladimir Ilich Lennon ("Give peace a chance", que por el modo de hacerse de cargos y dineros debería ser algo así como: "give, please, a chance!").
-¿Lula? "O filho do Brasil" es Lulinha paz e amor. Basta verlo en el Foro de Sao Paulo cabildeando para sacar de "la jugada" a comunistas o incluso a liberales como la colombiana Piedad Córdoba.
Hay dos maneras de terminar con la Doctrina Monroe. La primera consiste en dar amor y excluir a cualquiera que no sea amoroso, por "amargado", "resentido" y cosas por el estilo. Hagamos el amor, no la guerra: let's do it, amigos! La segunda es hacer negocio. Con el amor, por ejemplo. El "poder blando" es tan duro que en franjas importantes de la población latinoamericana, aunque el idioma sea el español, el cableado neuronal -la sinapsis- está programado(a) en inglés, es más, "inglés para negocios". Es decir que, mientras muchos latinoamericanos tienen los cables completamente cruzados, John Kerry propone -en una versión algo chusca de la "buena vecindad" de Roosevelt- un negocio de "ganar-ganar", el mismo que promueve Bill "Saxo-Sexo-Sexy" Clinton. América toda es una empresa con responsabilidad social. Para el gringo, América Latina es su "partner", ya que una pareja es un socio. Say you, say me.
Los negocios empiezan donde los paradigmas se rompen.
-en lo que llega esta hora, Estados Unidos ha remplazado en parte la fuerza por la atracción, el poder "blando". Tiene una de sus expresiones más extremas en Haití, donde Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier ha vuelto con toda impunidad y el "gobernador" de un Estado en realidad inexistente bien podría ser Sean Penn, por cierto que uno de los favoritos de la mandataria argentina K. La primera dama haitiana podría ser Madonna (otra visitante de la Casa Rosada, ya entrados al mal gusto), y cuando aquella visita Haití, acude a lugares de asistencia humanitaria donde se reza que en la isla se está produciendo una "Revolución en el amor".
-en lo que llega más amor, "la embajada" decide de la votación en Honduras. El Tribunal Superior Electoral hondureño coteja sus resultados con los de "la embajada" (estadounidense) antes de que se sepa el resultado oficial.
-en otro acto de amor, el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, acaba de estar en Panamá para reunirse con varios de los candidatos a la presidencia en las elecciones de mayo de 2014. Gracias a los acuerdos "militares" -no hay ejército en Panamá- logrados luego de la invasión de 1989, el Comando Sur puede operar en aguas, territorio y espacio aéreo panameños cuando quiera. El presidente panameño puede a su vez embarcarse en un crucero de guerra estadounidense, como lo hizo en 2008. Amor es sentirse como en casa. Vamos: no es que Estados Unidos esté yendo hacia América Latina, es que ésta se siente atraída por Estados Unidos, lo que -lo constata Kerry- es muy diferente. No hay ninguna Doctrina Monroe: es más bien un "hogar común".
-en algo que es casi éxtasis de amor, Estados Unidos tiene por lo menos siete bases militares en Colombia. Desde la base de Palanquero se puede operar en toda la parte sur del continente.
-Amor es: quedarse en Guantánamo.
Vamos: éstos son resabios de la Guerra Fría. Si lo sabe Chomsky, que lo sepa el mundo.
-con Nicaragua, Estados Unidos la puede llevar bien, puesto que Daniel es Amor y hace campaña con Vladimir Ilich Lennon ("Give peace a chance", que por el modo de hacerse de cargos y dineros debería ser algo así como: "give, please, a chance!").
-¿Lula? "O filho do Brasil" es Lulinha paz e amor. Basta verlo en el Foro de Sao Paulo cabildeando para sacar de "la jugada" a comunistas o incluso a liberales como la colombiana Piedad Córdoba.
Hay dos maneras de terminar con la Doctrina Monroe. La primera consiste en dar amor y excluir a cualquiera que no sea amoroso, por "amargado", "resentido" y cosas por el estilo. Hagamos el amor, no la guerra: let's do it, amigos! La segunda es hacer negocio. Con el amor, por ejemplo. El "poder blando" es tan duro que en franjas importantes de la población latinoamericana, aunque el idioma sea el español, el cableado neuronal -la sinapsis- está programado(a) en inglés, es más, "inglés para negocios". Es decir que, mientras muchos latinoamericanos tienen los cables completamente cruzados, John Kerry propone -en una versión algo chusca de la "buena vecindad" de Roosevelt- un negocio de "ganar-ganar", el mismo que promueve Bill "Saxo-Sexo-Sexy" Clinton. América toda es una empresa con responsabilidad social. Para el gringo, América Latina es su "partner", ya que una pareja es un socio. Say you, say me.
Los negocios empiezan donde los paradigmas se rompen.
lunes, 25 de noviembre de 2013
QUERIDA
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, es una muestra de la patética falta de cuadros políticos que existe en procesos como el de Venezuela y en otros. A falta de cuadros, lo que hay es un injerto mental estadounidense que extiende a medio mundo el principio constitucional de Estados Unidos, "the pursuit of happiness" (la búsqueda de la felicidad). El último invento bolivariano ha sido crear un viceministerio para la Suprema Felicidad Social -expresión que se le atribuye a Simón Bolívar. El difunto Hugo Chávez ya había salido con ésto hace varios años, y la verdad es que no se les había ocurrido ni a los soviéticos tener a cada quien "bien happy" (al fin y al cabo, el alcohol también se justifica como parte de alguna "Hora Feliz", entiéndase que Happy Hour).
En rigor, no es nada malintencionado. El viceministerio en cuestión quiere atender a personas con discapacidad (misión José Gregorio Hernández), a quienes están en la calle (misión Negra Hipólita), a adolescentes embarazadas e hijos menores de 18 años (Hijos de Venezuela) y a personas de la tercera edad (Amor Mayor). Se trata de reducir la miseria a cero y, en ésto, Venezuela empieza a parecerse a Cuba, un Estado de Bienestar exitoso en lo elemental, la cobertura de las necesidades básicas para el grueso de la población.
Lo que no consigue Venezuela es convertirse en Estado laico -tanto Maduro como su esposa, Cilia Flores, viven "juntitos los dos, cerquita de Dios"-, ajeno al paternalismo (ahora el mérito es "ser hijo de Chávez") y tolerante con la discrepancia (cualquiera que discrepa es potencial "imperialista", lo que obstruye el debate). Se sigue premiando con frecuencia la obediencia, no el mérito.
En cambio, se toleran cosas que poco tienen que ver con el protocolo en una República. Si la felicidad es asunto de cada quien (privado), Maduro no tiene por qué hacer del festejo de sus 51 años un pequeño evento casi oficial al que va a cantar el cantante mexicano y Divo de Juárez, Juan Gabriel, como sucedió hace pocos días. Juanga le cantó "Las Mañanitas" a Maduro y tal vez ni éste ni su señora hayan captado las sutilezas del mexicano. No queda claro si al estar cantando "de las estrellas del cielo/quisiera bajarte dos", el Divo se dirigía a Maduro o a la esposa de éste.
Si mañana Maduro sale a decir "Hugo Chávez está siempre en mi mente", acostumbrémonos a que la derecha se burle, no sin razón, de una masa que, cuando llora a su difunto líder, vocifera:
-Yo no puedo ni te quiero olvidar !ay!
Total, cada venezolano, en lo más íntimo de su ser, podrá -sin los errores del totalitarismo, claro- rezarle al comandante:
-!Tú, ven a mi soledad!
En rigor, no es nada malintencionado. El viceministerio en cuestión quiere atender a personas con discapacidad (misión José Gregorio Hernández), a quienes están en la calle (misión Negra Hipólita), a adolescentes embarazadas e hijos menores de 18 años (Hijos de Venezuela) y a personas de la tercera edad (Amor Mayor). Se trata de reducir la miseria a cero y, en ésto, Venezuela empieza a parecerse a Cuba, un Estado de Bienestar exitoso en lo elemental, la cobertura de las necesidades básicas para el grueso de la población.
Lo que no consigue Venezuela es convertirse en Estado laico -tanto Maduro como su esposa, Cilia Flores, viven "juntitos los dos, cerquita de Dios"-, ajeno al paternalismo (ahora el mérito es "ser hijo de Chávez") y tolerante con la discrepancia (cualquiera que discrepa es potencial "imperialista", lo que obstruye el debate). Se sigue premiando con frecuencia la obediencia, no el mérito.
En cambio, se toleran cosas que poco tienen que ver con el protocolo en una República. Si la felicidad es asunto de cada quien (privado), Maduro no tiene por qué hacer del festejo de sus 51 años un pequeño evento casi oficial al que va a cantar el cantante mexicano y Divo de Juárez, Juan Gabriel, como sucedió hace pocos días. Juanga le cantó "Las Mañanitas" a Maduro y tal vez ni éste ni su señora hayan captado las sutilezas del mexicano. No queda claro si al estar cantando "de las estrellas del cielo/quisiera bajarte dos", el Divo se dirigía a Maduro o a la esposa de éste.
Si mañana Maduro sale a decir "Hugo Chávez está siempre en mi mente", acostumbrémonos a que la derecha se burle, no sin razón, de una masa que, cuando llora a su difunto líder, vocifera:
-Yo no puedo ni te quiero olvidar !ay!
Total, cada venezolano, en lo más íntimo de su ser, podrá -sin los errores del totalitarismo, claro- rezarle al comandante:
-!Tú, ven a mi soledad!
LA K EN CARABOBO
La mandataria argentina, Cristina para los amigos y huésped de la Casa Rosada (sic), volvió a sus labores con unas muy desenvueltas declaraciones, luego de recibir un regalo de Adán Chávez, hermano de Hugo Chávez. Al hacer estas declaraciones, Cristina, filmada por su hija, llevaba en brazos a un pinguino de juguete, algo muy enternecedor.
La mandataria, conmovida por los gestos venezolanos, habló de la "última batalla de emancipación del continente", en la localidad de Carabobo, y agregó: "cuando estuve en Ecuador estuve cerca del campo de batalla".
Ninguna red social, de las que están atentas al pedrigrí de tal o cual, reparó en que la última batalla -del continente- a la que aludía Cristina tuvo lugar en Ayacucho, no en Carabobo. Ayacucho está en Perú y Carabobo en Venezuela. Lo simpático es que Cristina conoció el lugar en Ecuador, donde no está. Y encima, la mandataria se refería a Bolívar en Carabobo, cuando en Ayacucho estuvo Sucre. Entretanto, como lo hiciera notar el periodista Luis Bilbao, Cristina estaba en asuntos más terrenales: nombrar a Jorge Capitanich como jefe de gabinete. Capitanich, próximo a la embajada estadounidense en Argentina, fue secretario de Finanzas de Carlos Menem. Así que, como lo han sugerido otros, Cristina está haciendo "menemismo de izquierda". Es muy tierna.
El gobierno venezolano, encima, mandó a callar a Bilbao, como manda a callar a otros si critican por ejemplo la política económica de Caracas. Lo que cuenta es que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le envió a Cristina una estatuilla de un "santo del pueblo" para que la K se recuperara pronto y tuviera una "protección".
Que la señora K diga burradas, no importa, si es con amor (aunque parezca sobre todo cursilería). Como en Estados Unidos, el amor se ha convertido en el mejor modo de callar a cualquiera que, si discrepa, parece "agresivo" y, por ende, un "frustrado". A juicio de Sergio Massa, líder centroderechista argentino, en Argentina se practica una "democracia de personas" en lugar de una "de partidos", y el resultado es que en vez de "debatir ideas", se "destruyen personas". Es algo en común con Venezuela.
La mandataria, conmovida por los gestos venezolanos, habló de la "última batalla de emancipación del continente", en la localidad de Carabobo, y agregó: "cuando estuve en Ecuador estuve cerca del campo de batalla".
Ninguna red social, de las que están atentas al pedrigrí de tal o cual, reparó en que la última batalla -del continente- a la que aludía Cristina tuvo lugar en Ayacucho, no en Carabobo. Ayacucho está en Perú y Carabobo en Venezuela. Lo simpático es que Cristina conoció el lugar en Ecuador, donde no está. Y encima, la mandataria se refería a Bolívar en Carabobo, cuando en Ayacucho estuvo Sucre. Entretanto, como lo hiciera notar el periodista Luis Bilbao, Cristina estaba en asuntos más terrenales: nombrar a Jorge Capitanich como jefe de gabinete. Capitanich, próximo a la embajada estadounidense en Argentina, fue secretario de Finanzas de Carlos Menem. Así que, como lo han sugerido otros, Cristina está haciendo "menemismo de izquierda". Es muy tierna.
El gobierno venezolano, encima, mandó a callar a Bilbao, como manda a callar a otros si critican por ejemplo la política económica de Caracas. Lo que cuenta es que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le envió a Cristina una estatuilla de un "santo del pueblo" para que la K se recuperara pronto y tuviera una "protección".
Que la señora K diga burradas, no importa, si es con amor (aunque parezca sobre todo cursilería). Como en Estados Unidos, el amor se ha convertido en el mejor modo de callar a cualquiera que, si discrepa, parece "agresivo" y, por ende, un "frustrado". A juicio de Sergio Massa, líder centroderechista argentino, en Argentina se practica una "democracia de personas" en lugar de una "de partidos", y el resultado es que en vez de "debatir ideas", se "destruyen personas". Es algo en común con Venezuela.
PETROBRAS Y EL CONDOMINIO SINO-OCCIDENTAL
La política económica del gobierno de Brasil sigue entregando los recursos naturales al extranjero, y lo hace en condiciones que confirman el condominio sino-estadounidense u occidental en América Latina.
Pese a la oposición de trabajadores y a la existencia de juicios en contra, el gobierno de Dilma Rousseff subastó el principal yacimiento petrolero brasileño, según informó el portal de América XXI. Este yacimiento, Libra, está en aguas ultraprofundas en las costas de Río de Janeiro. Brasil espera servirse de Libra para duplicar de aquí al año 2020 la producción de petróleo.
Petrobrás manejará el 40 % del consorcio. La francesa Total y la angloholandesa Shell tendrán el 20 %. Llama la atención que otro 20 % se repartirá entre dos empresas chinas, China National Petroleum Corp. y Cnooc. Como ocurre por lo general con el populismo, los trabajadores que criticaron la "entrega" y la "privatización" están llamados a callarse. En Brasil prácticamente no prospera ninguna autonomía popular.
Dilma Rousseff espera destinar buena parte de los ingresos petroleros a la educación, pero queda por saber de qué educación se trata. Un médico brasileño es incapaz de trabajar para gente de escasos recursos, pero sí puede protestar si el gobierno de Brasil lleva médicos cubanos para hacer labores que el otro desdeña. Es también Cuba que aprecia un poco más al MST (Movimiento de los Sin Tierra), independiente (lo ha hecho la hija de Ernesto "Che" Guevara, Aleida), que muchos brasileños que viven en su país como en tierra conquistada, y que esperan de la inversión extranjera un festín de consumo, aunque sin mercado nacional (algo distinto de un mercado interno).
Pese a la oposición de trabajadores y a la existencia de juicios en contra, el gobierno de Dilma Rousseff subastó el principal yacimiento petrolero brasileño, según informó el portal de América XXI. Este yacimiento, Libra, está en aguas ultraprofundas en las costas de Río de Janeiro. Brasil espera servirse de Libra para duplicar de aquí al año 2020 la producción de petróleo.
Petrobrás manejará el 40 % del consorcio. La francesa Total y la angloholandesa Shell tendrán el 20 %. Llama la atención que otro 20 % se repartirá entre dos empresas chinas, China National Petroleum Corp. y Cnooc. Como ocurre por lo general con el populismo, los trabajadores que criticaron la "entrega" y la "privatización" están llamados a callarse. En Brasil prácticamente no prospera ninguna autonomía popular.
Dilma Rousseff espera destinar buena parte de los ingresos petroleros a la educación, pero queda por saber de qué educación se trata. Un médico brasileño es incapaz de trabajar para gente de escasos recursos, pero sí puede protestar si el gobierno de Brasil lleva médicos cubanos para hacer labores que el otro desdeña. Es también Cuba que aprecia un poco más al MST (Movimiento de los Sin Tierra), independiente (lo ha hecho la hija de Ernesto "Che" Guevara, Aleida), que muchos brasileños que viven en su país como en tierra conquistada, y que esperan de la inversión extranjera un festín de consumo, aunque sin mercado nacional (algo distinto de un mercado interno).
sábado, 23 de noviembre de 2013
MARCHELLO'S
La izquierda moderna mexicana, como la llaman algunos, es otro desprendimiento del PRI (Partido Revolucionario Mexicano), hasta donde aquella tiene su origen en el muy conciliador Macho Camacho: su sueño -en parte el del PRI de posguerra-, socialdemócrata y seductor, es que no haya ningún problema y que el mundo le pertenezca a la clase "Bubo" (burguesía bohemia), una variante de clase media -pero con bastante dinero- que amortigua cualquier conflicto. De hecho, "Bubo" ya le metió las manos a Morena.
Hay un principio básico: Our Money is Harmony
Y nos vestimos Armani
Con la reforma social que propone esta izquierda moderna, tipo Hollande, Pepe Mujica o Alianza Verde colombiana, todo el mundo tendrá las siguientes libertades:
-la de fumarse legalmente un "joint"
-de repetir que "otro mundo es posible" luego de fumarse el mencionado "joint"
-la libertad es coger
-de leer El Principito desde chiquitito
-de jugar a que yo era el Che y me escondía en la selva lacandona o en Varadero: ¿zas?
-de consumo de café orgánico y compras de productos "bio" en apoyo a la Madre Tierra y al Green Corner
-de zapatours amenizados por el baile del tzotzil cansado y tortillas hechas a mano por nuestras chicas tojolabales.
-de ir al trabajo en bicicleta
-si lo anterior es estilo chino, también será posible comer sushi japonés e ir a ver películas coreanas.
-de apantallar a los incultos con Maná, con Arjona en Tikal buscando a su niña perdida de Antigua y con Carlos Vives hecho el cantor de Valledupar
-de decir "vale" en vez de "sale", o en vez de "de acuerdo". Vengo llegando de Barcelona.
-de tomar: media cucharada sopera de Nueva Trova cubana (con tres espolvoreadas de Pablo y una pizca de Silvio) o cinco granulitos de Serrat-Sabina en ayunas o antes de acostarse.
-de decir: "todos son fachos, menos mi familia y yo"
Gracias a este amor por el pueblo, el auténtico, esta clase "Bubo" (la que siempre sostuvo que "los intelectuales no saben vivir") podrá seguir quedándose -entre padres e hijos- con el aparato cultural, la alta jerarquía universitaria y las oficinas de solidaridad y de la "economía del conocimiento" -con management, informática y psicoanálisis-, y con puestos y becas. Andar de ocioso es el modo idóneo de movilidad social ascendente y de mostrarle al mundo que, lo que sea de cada quien, uno no es del montón.
-Tu sé mi pueblo
-Yo seré tu Condesa
Hay un principio básico: Our Money is Harmony
Y nos vestimos Armani
Con la reforma social que propone esta izquierda moderna, tipo Hollande, Pepe Mujica o Alianza Verde colombiana, todo el mundo tendrá las siguientes libertades:
-la de fumarse legalmente un "joint"
-de repetir que "otro mundo es posible" luego de fumarse el mencionado "joint"
-la libertad es coger
-de leer El Principito desde chiquitito
-de jugar a que yo era el Che y me escondía en la selva lacandona o en Varadero: ¿zas?
-de consumo de café orgánico y compras de productos "bio" en apoyo a la Madre Tierra y al Green Corner
-de zapatours amenizados por el baile del tzotzil cansado y tortillas hechas a mano por nuestras chicas tojolabales.
-de ir al trabajo en bicicleta
-si lo anterior es estilo chino, también será posible comer sushi japonés e ir a ver películas coreanas.
-de apantallar a los incultos con Maná, con Arjona en Tikal buscando a su niña perdida de Antigua y con Carlos Vives hecho el cantor de Valledupar
-de decir "vale" en vez de "sale", o en vez de "de acuerdo". Vengo llegando de Barcelona.
-de tomar: media cucharada sopera de Nueva Trova cubana (con tres espolvoreadas de Pablo y una pizca de Silvio) o cinco granulitos de Serrat-Sabina en ayunas o antes de acostarse.
-de decir: "todos son fachos, menos mi familia y yo"
Gracias a este amor por el pueblo, el auténtico, esta clase "Bubo" (la que siempre sostuvo que "los intelectuales no saben vivir") podrá seguir quedándose -entre padres e hijos- con el aparato cultural, la alta jerarquía universitaria y las oficinas de solidaridad y de la "economía del conocimiento" -con management, informática y psicoanálisis-, y con puestos y becas. Andar de ocioso es el modo idóneo de movilidad social ascendente y de mostrarle al mundo que, lo que sea de cada quien, uno no es del montón.
-Tu sé mi pueblo
-Yo seré tu Condesa
viernes, 22 de noviembre de 2013
MEXICO INTOXICADO
Hegel, el filósofo alemán, escribió alguna vez que la sociedad civil convertida en un simple mercado es una "bestia salvaje". Hace rato que Estados Unidos y el Innombrable -no es CSG, por cierto- decidieron para México una "transición" que consiste en darle a la bestia todos los poderes: es sencillo, el político es nuestra sirvienta (nos tiene que "ofertar" su trabajo) y la sociedad civil es el cliente que siempre tiene la razón (y que demanda). Basta ver lo que sucede con las redes sociales, que no pierden oportunidad -aunque haya que inventarla- para caerle al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Desde hace rato que el grueso de la intelectualidad mexicana participa activamente en esta empresa de debilitamiento de las instituciones, haciéndoles una maniobra de "pinza": la casa Meyer & Meyer es un buen emblema de este procedimiento. Al primero de la casa se lo premió aunque no tenga una visión objetiva de la Cristiada (Fernándo Benítez lo llamaba "panegírico"); el otro no tiene una visión objetiva del cardenismo.
El primer negocio terminó en una película que exalta al cristero como "combatiente de la libertad" y "combatiente por un ideal": la mezcla es tan indigesta que tiene por ingrediente un discurso que vale por igual para el Che Guevara que para un talibán-fundamentalista afgano. Que el cristero haya respondido a lo que le ordenaban la alta jerarquía católica, los latifundistas del centro-occidente mexicano afectados por la Revolución y hasta las mujeres de la región, poco importa. La maniobra consiste en hacer aparecer como libertad los intereses más rancios y conservadores.
El otro hace lo mismo, pero en nombre del "antiautoritarismo" y la "democracia", junto al último libro estadounidense que nos dicte cómo "pensar". El momento culminante de la Revolución es la "libertad" de las masas bajo el cardenismo, a finales de los años '30. Sucede sin embargo que el presidencialismo sexenal mexicano tiene su origen en el periodo 1934-1940, y el corporativismo, ni se diga: la Confederación de Trabajadores de México (CTM) fue creada en 1936, la Confederación Nacional Campesina (CNC) en 1938, y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938, con un sector popular (antecedente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, CNOP) y uno militar afortunadamente disuelto a los pocos años. Si en el primero de la casa el peón se hace matar por intereses de la Iglesia y los terratenientes, en el segundo el del pueblo existe al servicio del líder charro de turno. En ningún caso se decide nada desde abajo, sino que se manipula desde arriba, aunque en nombre de la libertad del manipulado. A todo ésto se le llama legítimo porque parece el "juego de intereses" de Mme. la Sociedad Civil, como la llamara burlonamente José Joaquín Blanco.
Este juego de intereses debe ser lo más libre posible, puesto que el mundo es un mercado, y las instituciones no deben interferir, por lo que el partido oficial, si es institucional, estorba. Que este juego dé ventaja al más fuerte mientras la sociedad cae en el caos -porque en realidad poco se organiza desde abajo y menos desde la institución- no importa, como no importa decir cualquier cosa en el mundo intelectual (si con palabrotas de ciencia política, mejor), completamente americanizado, o en la izquierda. Mucho menos importa que este "desmaye" sea el querido por Estados Unidos (organizador de esta "transición"), según lo denunció en su momento el ex funcionario priísta Manuel Bartlett, hoy opositor.
Desde hace rato que el grueso de la intelectualidad mexicana participa activamente en esta empresa de debilitamiento de las instituciones, haciéndoles una maniobra de "pinza": la casa Meyer & Meyer es un buen emblema de este procedimiento. Al primero de la casa se lo premió aunque no tenga una visión objetiva de la Cristiada (Fernándo Benítez lo llamaba "panegírico"); el otro no tiene una visión objetiva del cardenismo.
El primer negocio terminó en una película que exalta al cristero como "combatiente de la libertad" y "combatiente por un ideal": la mezcla es tan indigesta que tiene por ingrediente un discurso que vale por igual para el Che Guevara que para un talibán-fundamentalista afgano. Que el cristero haya respondido a lo que le ordenaban la alta jerarquía católica, los latifundistas del centro-occidente mexicano afectados por la Revolución y hasta las mujeres de la región, poco importa. La maniobra consiste en hacer aparecer como libertad los intereses más rancios y conservadores.
El otro hace lo mismo, pero en nombre del "antiautoritarismo" y la "democracia", junto al último libro estadounidense que nos dicte cómo "pensar". El momento culminante de la Revolución es la "libertad" de las masas bajo el cardenismo, a finales de los años '30. Sucede sin embargo que el presidencialismo sexenal mexicano tiene su origen en el periodo 1934-1940, y el corporativismo, ni se diga: la Confederación de Trabajadores de México (CTM) fue creada en 1936, la Confederación Nacional Campesina (CNC) en 1938, y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938, con un sector popular (antecedente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, CNOP) y uno militar afortunadamente disuelto a los pocos años. Si en el primero de la casa el peón se hace matar por intereses de la Iglesia y los terratenientes, en el segundo el del pueblo existe al servicio del líder charro de turno. En ningún caso se decide nada desde abajo, sino que se manipula desde arriba, aunque en nombre de la libertad del manipulado. A todo ésto se le llama legítimo porque parece el "juego de intereses" de Mme. la Sociedad Civil, como la llamara burlonamente José Joaquín Blanco.
Este juego de intereses debe ser lo más libre posible, puesto que el mundo es un mercado, y las instituciones no deben interferir, por lo que el partido oficial, si es institucional, estorba. Que este juego dé ventaja al más fuerte mientras la sociedad cae en el caos -porque en realidad poco se organiza desde abajo y menos desde la institución- no importa, como no importa decir cualquier cosa en el mundo intelectual (si con palabrotas de ciencia política, mejor), completamente americanizado, o en la izquierda. Mucho menos importa que este "desmaye" sea el querido por Estados Unidos (organizador de esta "transición"), según lo denunció en su momento el ex funcionario priísta Manuel Bartlett, hoy opositor.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
¿POPULISMO?: SIMON
Como lo ha hecho notar la columnista Vicky Peláez, de Ria Novosti, para algunos la patria no es donde uno nace, sino donde uno hace dinero. Habría que agregar que este modo de ver la patria es muy estadounidense. Así que en los tres grandes países populistas de América Latina, México, Argentina y Brasil, muchos están más patriotas que nunca. Estos tres países tienen varias cosas en común:
-desmantelaron el aparato productivo nacional
-están entregados a las empresas transnacionales, dándoles además prerrogativas únicas en caso de controversias (algo perfilado en México desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN). Si en México el artículo 27 constitucional ya fue desconocido con la entrega de la minería (algo que ha denunciado el opositor López Obrador sin que le hagan caso ni sus seguidores), está por seguir el petróleo. En Argentina, mandan Monsanto (agricultura), Barrick Gold (minería) o Chevron (petróleo). La soya transgénica de Monsanto también gobierna en Brasil. Es distinto de Ecuador (con indígenas en juicio contra Chevron), o incluso de Perú, que por iniciativa del presidente Ollanta Humala decretó 10 años de moratoria a los cultivos transgénicos.
-no hay reforma del servicio público para limitar la corrupción, a diferencia de lo que ocurre en los Andes, salvo mínimamente en Brasil, que por lo demás no ha llegado muy lejos. El modelo arriba es el qatarí: ser el "sponsor" de algún negocio privado y extranjero a cambio de alguna "comisión" o renta.
-la "derrama" busca satisfacer a la llamada clase "C" (favorita del lulismo), una clase media arribista, escaladora social y al mismo tiempo conservadora, lista para atiborrarse de consumo y al mismo tiempo para caerle a cualquiera que huela a popular. Esta clase en México juega a tres bandas: si alta, al blanquiazul, si media media, al tricolor, y si baja, al amarillo. Es la clase "Avenida Brasil" de la telenovela del mismo nombre, producida por Rede O Globo, y que aspira a tener su "loft story" aborigen. Lo único que espera esta clase de nuevos ricos es que haya dinero, como sea, y seguir con el "antiautoritarismo", con tal de extorsionar. El político priísta mexicano Manlio Fabio Beltrones no está completamente errado cuando dice que hay algo de "fascista" en la alianza opositora derecha-izquierda para no pagar impuestos. Esta clase buscará el camino que sea para comportarse como los ricos y no tener compromiso con una nación que no reditúa nada, porque nadie invierte en indios ni en piqueteros ni en favelas (se las esconde).
-estos países son los que reproducen el condominio sino-estadounidense en América Latina (lo quieren hasta las huestes progresistas de López Obrador), para que a los nuevos ricos el consumo les salga barato. Es la chatarrización de América.
-En Argentina se va fragmentando el peronismo y en México se fracturó el priísmo. En Brasil, Lula fue el padre de los pobres y la madre de los ricos. Fórmula inmejorable: al hijo rico se le perdona todo, el hijo pobre debe portarse bien.
Cristina Fernández, mandataria argentina, viuda de K, acaba de resumir cómo estos nuevos ricos ven a la patria, al pueblo y hasta a la izquierda, si se deja: como a un cachorrito blanco similar a un caniche, al que la mandataria "más pintada que una pared" le puso como nombre Simón, en homenaje a Bolívar.
¿El negocio con el pueblo?
-Simón, ven acá
-Simón, sentado
-Simón, tranquilo
-Simón, a dormir
-Quieto, Bolívar.
Lo esencial es que Simón no haga lo suyo, que es morder. Ya, Simón, ya.
-desmantelaron el aparato productivo nacional
-están entregados a las empresas transnacionales, dándoles además prerrogativas únicas en caso de controversias (algo perfilado en México desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN). Si en México el artículo 27 constitucional ya fue desconocido con la entrega de la minería (algo que ha denunciado el opositor López Obrador sin que le hagan caso ni sus seguidores), está por seguir el petróleo. En Argentina, mandan Monsanto (agricultura), Barrick Gold (minería) o Chevron (petróleo). La soya transgénica de Monsanto también gobierna en Brasil. Es distinto de Ecuador (con indígenas en juicio contra Chevron), o incluso de Perú, que por iniciativa del presidente Ollanta Humala decretó 10 años de moratoria a los cultivos transgénicos.
-no hay reforma del servicio público para limitar la corrupción, a diferencia de lo que ocurre en los Andes, salvo mínimamente en Brasil, que por lo demás no ha llegado muy lejos. El modelo arriba es el qatarí: ser el "sponsor" de algún negocio privado y extranjero a cambio de alguna "comisión" o renta.
-la "derrama" busca satisfacer a la llamada clase "C" (favorita del lulismo), una clase media arribista, escaladora social y al mismo tiempo conservadora, lista para atiborrarse de consumo y al mismo tiempo para caerle a cualquiera que huela a popular. Esta clase en México juega a tres bandas: si alta, al blanquiazul, si media media, al tricolor, y si baja, al amarillo. Es la clase "Avenida Brasil" de la telenovela del mismo nombre, producida por Rede O Globo, y que aspira a tener su "loft story" aborigen. Lo único que espera esta clase de nuevos ricos es que haya dinero, como sea, y seguir con el "antiautoritarismo", con tal de extorsionar. El político priísta mexicano Manlio Fabio Beltrones no está completamente errado cuando dice que hay algo de "fascista" en la alianza opositora derecha-izquierda para no pagar impuestos. Esta clase buscará el camino que sea para comportarse como los ricos y no tener compromiso con una nación que no reditúa nada, porque nadie invierte en indios ni en piqueteros ni en favelas (se las esconde).
-estos países son los que reproducen el condominio sino-estadounidense en América Latina (lo quieren hasta las huestes progresistas de López Obrador), para que a los nuevos ricos el consumo les salga barato. Es la chatarrización de América.
-En Argentina se va fragmentando el peronismo y en México se fracturó el priísmo. En Brasil, Lula fue el padre de los pobres y la madre de los ricos. Fórmula inmejorable: al hijo rico se le perdona todo, el hijo pobre debe portarse bien.
Cristina Fernández, mandataria argentina, viuda de K, acaba de resumir cómo estos nuevos ricos ven a la patria, al pueblo y hasta a la izquierda, si se deja: como a un cachorrito blanco similar a un caniche, al que la mandataria "más pintada que una pared" le puso como nombre Simón, en homenaje a Bolívar.
¿El negocio con el pueblo?
-Simón, ven acá
-Simón, sentado
-Simón, tranquilo
-Simón, a dormir
-Quieto, Bolívar.
Lo esencial es que Simón no haga lo suyo, que es morder. Ya, Simón, ya.
martes, 19 de noviembre de 2013
SIMPATIA POR EL DIABLO
La memoria que algunos rusos o algunas rusas tienen de lo que debía ser el comunismo es muy chistosa. Lo es porque las caricaturas a veces hacen reír.
En la Unión Soviética no había comunismo, es sabido por los rusos: había socialismo. Algunos creen que en el comunismo:
-cada quien iba a tener todo lo que quería
-y además...!gratis!
Lo primero incluye: vivienda en la ciudad, casa de campo y coche. Si en el comunismo todo el mundo iba a vivir así, y sin pagarlo, significa que todo el mundo iba a ser parte de la nomenklatura, y tener, sí: vivienda propia (un piso), casa de campo (dacha) y coche gratis, es decir, a cargo vaya a saber usted de qué o de quién (¿del erario público, tal vez?...). Seguramente, todo esto iba a caer del cielo, porque en el comunismo nadie iba a matarse de trabajo, que se sepa. En Cuba el adelanto es tal que Raúl Castro tuvo que pedirles a sus compatriotas -y lo reprodujo Il Manifesto- que dejaran de creer que la isla es "el único lugar del mundo donde se puede vivir sin trabajar".
En el Estado de Bienestar, al rico se lo subsidia y acaba creyéndose que las cosas se le regalan "porque sí", es decir, por ser rico. Para que todo el mundo le entre a este asunto, hay que convencer a la gente de que por algún motivo las cosas le son debidas, y que no hay que pagar por nada: se le debe a tal o cual por ser rico, por ser político, por ser mujer (rusa, por ejemplo), por tener linda cara (por decirlo amablemente) o por ser estrella, o hasta por ser simpático, tener chispa y amenizar la fiesta. Tener "todo lo que uno quiere" sin pagar (si acaso, pagando lo mínimo), gratis o casi gratis, es el sueño de cualquier ricachón occidental.
Así las cosas, como en ningún texto de marxismo o leninismo ni en la boca de ningún líder soviético se trataba de "tenerlo todo gratis" (éso sí, iba a ser comunismo comiendo en un comedor comunitario), quienes sí supieron llegar al comunismo son los más astutos de la nomenklatura y los ricos de Occidente, que lo tienen todo, lo que se llama todo, con cargo al erario -como sucedió por ejemplo luego de la crisis de 2008. De este modo, el comunismo realmente existente ha conseguido premiar al dueño de lo que sea por el solo hecho de ser dueño, sin que importen necesidades ni capacidades. En este comunismo, uno puede permitirse ser completamente inepto, algo que la verdad importa poco si se es "dueño".
Cabe esperar que los ricos del planeta nos compartan algo de su comunismo, aunque sea un cachito, versión rusa u occidental. Claro, hay cosas tan cómicas que conmueven hasta las lágrimas.
En la Unión Soviética no había comunismo, es sabido por los rusos: había socialismo. Algunos creen que en el comunismo:
-cada quien iba a tener todo lo que quería
-y además...!gratis!
Lo primero incluye: vivienda en la ciudad, casa de campo y coche. Si en el comunismo todo el mundo iba a vivir así, y sin pagarlo, significa que todo el mundo iba a ser parte de la nomenklatura, y tener, sí: vivienda propia (un piso), casa de campo (dacha) y coche gratis, es decir, a cargo vaya a saber usted de qué o de quién (¿del erario público, tal vez?...). Seguramente, todo esto iba a caer del cielo, porque en el comunismo nadie iba a matarse de trabajo, que se sepa. En Cuba el adelanto es tal que Raúl Castro tuvo que pedirles a sus compatriotas -y lo reprodujo Il Manifesto- que dejaran de creer que la isla es "el único lugar del mundo donde se puede vivir sin trabajar".
En el Estado de Bienestar, al rico se lo subsidia y acaba creyéndose que las cosas se le regalan "porque sí", es decir, por ser rico. Para que todo el mundo le entre a este asunto, hay que convencer a la gente de que por algún motivo las cosas le son debidas, y que no hay que pagar por nada: se le debe a tal o cual por ser rico, por ser político, por ser mujer (rusa, por ejemplo), por tener linda cara (por decirlo amablemente) o por ser estrella, o hasta por ser simpático, tener chispa y amenizar la fiesta. Tener "todo lo que uno quiere" sin pagar (si acaso, pagando lo mínimo), gratis o casi gratis, es el sueño de cualquier ricachón occidental.
Así las cosas, como en ningún texto de marxismo o leninismo ni en la boca de ningún líder soviético se trataba de "tenerlo todo gratis" (éso sí, iba a ser comunismo comiendo en un comedor comunitario), quienes sí supieron llegar al comunismo son los más astutos de la nomenklatura y los ricos de Occidente, que lo tienen todo, lo que se llama todo, con cargo al erario -como sucedió por ejemplo luego de la crisis de 2008. De este modo, el comunismo realmente existente ha conseguido premiar al dueño de lo que sea por el solo hecho de ser dueño, sin que importen necesidades ni capacidades. En este comunismo, uno puede permitirse ser completamente inepto, algo que la verdad importa poco si se es "dueño".
Cabe esperar que los ricos del planeta nos compartan algo de su comunismo, aunque sea un cachito, versión rusa u occidental. Claro, hay cosas tan cómicas que conmueven hasta las lágrimas.
lunes, 18 de noviembre de 2013
MEXICO: RSVP
La izquierda mexicana está imbuida de "cultura del privilegio", aunque diga representar a una mayoría que no tiene. No la tiene nadie, por cierto.
Uno es el privilegio de la Gran Causa Justa de Mi General, un orgullo y un honor, mientras ningún intelectual defiende la verdad de lo sucedido entre los años '20 y '30 del siglo XX mexicano: Mi General fue el Gran Cooptador, así que parece que no importa mucho dejarse cooptar si Mi General nos hace "justicia" con una "redistribución" y un cargo, de lo que caiga. A todos nos debe tocar algo, aunque sea la dirección de un kinder o un lugar en el sorteo Melate.
Otro privilegio es el de los Líderes que Nos Dieron Causa: son los sesentayocheros con los que codearse es un orgullo y un honor, sobre todo cuando están en algún puesto público, si educativo, mejor.
También está el privilegio de repetir el discurso de la nueva península, Estados Unidos, con sus campus, sus invitados de lujo y la "agenda" de la que hay que colgarse para estar -aquí también- en la "redistribución": es un orgullo y un honor ser mujer, gay, lesbiana, migrante, joven o indio, como lo es ser un intelectual portavoz de todos estos condenados de la Tierra -con derecho a resarcirse mediante el presupuesto público y un puesto, si es posible.
En suma, por ser heredero legítimo de la Revolución (si los priístas son los ilegítimos), por ser "testimonio vivo" de la Causa Antiautoritaria que Cambió al Mundo o por ser Becario Empoderado en el Campus del Mañana, lo que cuenta es servirse, no servir. Podemos también servirnos del discurso antiautoritario aunque hagamos lo mismo que el Partido Revolucionario Internacional, que acostumbra servirse. La Revolución se hizo para que nos sirvamos todos.
Al mismo tiempo, el actual gobierno de México no parece ver que la reforma energética, aunque presentada como un privilegio, el de competir con los Grandes de la Globalización que están Forjando el Futuro (es un honor y un orgullo, el de la gente emprendedora), puede terminar de instalar los recursos en una dinámica de renta, con la producción más o menos abandonada, y la ganancia en manos de transnacionales intocables y dedicadas a especular.
Tiene razón el líder Andrés Manuel López Obrador cuando afirma que se ganaría más -en contante y sonante- combatiendo la corrupción y limitando los sueldos de los altos funcionarios....caray, los privilegios que a tantos les hacen sentir llenos de orgullo y de un grandísimo honor. El problema es que en la misma izquierda suele existir el hábito priísta de servirse del cargo o la representación que para tener un privilegio, que se haga chiquito o que se haga grandote. A este ritmo, como en el documental de Alejandra Moreno Toscano sobre la Revolución (Memorias de un mexicano), importa más meterse al banquete donde se están sorteando privilegios que asistir a la -menos rendidora- quiebra de la República.
Y éso sí: al que considere que no estaría mal servir y esforzarse, hay que hacerle la vida de cuadritos. ¿Los meritocráticos? !No pasarán! Aquí es merito-Cracia ("ya merito te toca", o "espera un poco, un poquito más", etcétera), no cultura del esfuerzo. Ni que fuéramos indios o blanquitos mediocres.
Uno es el privilegio de la Gran Causa Justa de Mi General, un orgullo y un honor, mientras ningún intelectual defiende la verdad de lo sucedido entre los años '20 y '30 del siglo XX mexicano: Mi General fue el Gran Cooptador, así que parece que no importa mucho dejarse cooptar si Mi General nos hace "justicia" con una "redistribución" y un cargo, de lo que caiga. A todos nos debe tocar algo, aunque sea la dirección de un kinder o un lugar en el sorteo Melate.
Otro privilegio es el de los Líderes que Nos Dieron Causa: son los sesentayocheros con los que codearse es un orgullo y un honor, sobre todo cuando están en algún puesto público, si educativo, mejor.
También está el privilegio de repetir el discurso de la nueva península, Estados Unidos, con sus campus, sus invitados de lujo y la "agenda" de la que hay que colgarse para estar -aquí también- en la "redistribución": es un orgullo y un honor ser mujer, gay, lesbiana, migrante, joven o indio, como lo es ser un intelectual portavoz de todos estos condenados de la Tierra -con derecho a resarcirse mediante el presupuesto público y un puesto, si es posible.
En suma, por ser heredero legítimo de la Revolución (si los priístas son los ilegítimos), por ser "testimonio vivo" de la Causa Antiautoritaria que Cambió al Mundo o por ser Becario Empoderado en el Campus del Mañana, lo que cuenta es servirse, no servir. Podemos también servirnos del discurso antiautoritario aunque hagamos lo mismo que el Partido Revolucionario Internacional, que acostumbra servirse. La Revolución se hizo para que nos sirvamos todos.
Al mismo tiempo, el actual gobierno de México no parece ver que la reforma energética, aunque presentada como un privilegio, el de competir con los Grandes de la Globalización que están Forjando el Futuro (es un honor y un orgullo, el de la gente emprendedora), puede terminar de instalar los recursos en una dinámica de renta, con la producción más o menos abandonada, y la ganancia en manos de transnacionales intocables y dedicadas a especular.
Tiene razón el líder Andrés Manuel López Obrador cuando afirma que se ganaría más -en contante y sonante- combatiendo la corrupción y limitando los sueldos de los altos funcionarios....caray, los privilegios que a tantos les hacen sentir llenos de orgullo y de un grandísimo honor. El problema es que en la misma izquierda suele existir el hábito priísta de servirse del cargo o la representación que para tener un privilegio, que se haga chiquito o que se haga grandote. A este ritmo, como en el documental de Alejandra Moreno Toscano sobre la Revolución (Memorias de un mexicano), importa más meterse al banquete donde se están sorteando privilegios que asistir a la -menos rendidora- quiebra de la República.
Y éso sí: al que considere que no estaría mal servir y esforzarse, hay que hacerle la vida de cuadritos. ¿Los meritocráticos? !No pasarán! Aquí es merito-Cracia ("ya merito te toca", o "espera un poco, un poquito más", etcétera), no cultura del esfuerzo. Ni que fuéramos indios o blanquitos mediocres.
CHILE: CONTRA LA IZQUIERDA COMO NEGOCIO
La izquierda señorial latinoamericana entiende de negocios desde hace rato, y procede al modo capitalista: si hay ganancia, es nuestra, pero si hay pérdidas, se las pasamos a quien se deje. Es una buena manera de no aprender nada, ya que la culpa la tiene siempre el otro, el de los errores. Al fin y al cabo, no es muy distinto del clasemediero colombiano: si la sociedad está llena de dinero sucio, algo obtenemos, y mientras tanto lo único que sabemos es hacer mal el mal, aunque creamos que es lo mejor. En efecto, ese colombiano sabe apenas que para participar del festín debe darse buena conciencia y asistir al ritual de culpabilización contra las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), diciendo lo que sea contra una ínfima minoría armada.
El proceder no es nuevo. La izquierda señorial prometió no repetir los errores soviéticos y, ya en Nicaragua, prometió no repetir los errores soviéticos ni cubanos. En Venezuela, lo ideal sería no repetir los errores soviéticos, cubanos ni nicaraguenses. La imbecilidad del otro es la mejor prueba de mi genialidad. O, dicho sea en términos de competencia capitalista: yo tengo éxito donde el otro es un fracasado. En este mundo cuentan los ganadores y los perdedores.
Así que, si Salvador Allende cayó en 1973, fue por culpa de la señora Harnecker y sus manuales. Este tipo de enfoque está más dispuesto a caerle a los comunistas chilenos que a las fuerzas de centro-izquierda si la candidata socialista Michelle Bachelet -vencedora en la primera vuelta electoral, aunque habrá una segunda- no logra sacar lo que se propone: una educación gratuita de calidad, un nuevo sistema fiscal, y tal vez, una Carta Magna distinta. Como Camila Vallejo le ha dado apoyo -condicionado, y de ninguna manera como cheque en blanco- a Bachelet, si ésta fracasa le podremos pasar la cuenta a la joven comunista. Al centro-izquierda le podemos dar un crédito, aunque sea de compromiso, por si hay "redistribución"; con los comunistas, en cambio, regateamos hasta el último céntimo de credibilidad (los podemos tratar como inquilinos de la Concertación, y no como lo que son, parte autónoma de Nueva Mayoría). Incluso es preferible esa versión de Alejandro Fernández que es el metrosexual Marco Enriquez Ominami. Hay gente con la que uno puedo negociar; con los comunistas no hay modo de acordar (después de todo, Camila Vallejo conservó su autonomía ante Bachelet). ¿Qué tal si los endeudamos y los hacemos pagar más si el margen de ganancia de la hacienda socialista tiende a disminuir?
Por lo pronto, cuatro ex dirigentes estudiantiles estarán en el próximo Parlamento chileno, incluyendo a Vallejo (cerca de 44 % de votos en la Florida) y a Karol Cariola, secretaria general de las Juventudes Comunistas (primera mayoría en el distrito la Recoleta). Lo que está a discusión no es el reparto del poder, sino lo que es posible conseguir en proyectos concretos y sobre bases programáticas; por lo mismo, tampoco se están repartiendo por anticipado las culpas de nada. Se trata de parar de hacer negocio con todo, la izquierda incluida.
El proceder no es nuevo. La izquierda señorial prometió no repetir los errores soviéticos y, ya en Nicaragua, prometió no repetir los errores soviéticos ni cubanos. En Venezuela, lo ideal sería no repetir los errores soviéticos, cubanos ni nicaraguenses. La imbecilidad del otro es la mejor prueba de mi genialidad. O, dicho sea en términos de competencia capitalista: yo tengo éxito donde el otro es un fracasado. En este mundo cuentan los ganadores y los perdedores.
Así que, si Salvador Allende cayó en 1973, fue por culpa de la señora Harnecker y sus manuales. Este tipo de enfoque está más dispuesto a caerle a los comunistas chilenos que a las fuerzas de centro-izquierda si la candidata socialista Michelle Bachelet -vencedora en la primera vuelta electoral, aunque habrá una segunda- no logra sacar lo que se propone: una educación gratuita de calidad, un nuevo sistema fiscal, y tal vez, una Carta Magna distinta. Como Camila Vallejo le ha dado apoyo -condicionado, y de ninguna manera como cheque en blanco- a Bachelet, si ésta fracasa le podremos pasar la cuenta a la joven comunista. Al centro-izquierda le podemos dar un crédito, aunque sea de compromiso, por si hay "redistribución"; con los comunistas, en cambio, regateamos hasta el último céntimo de credibilidad (los podemos tratar como inquilinos de la Concertación, y no como lo que son, parte autónoma de Nueva Mayoría). Incluso es preferible esa versión de Alejandro Fernández que es el metrosexual Marco Enriquez Ominami. Hay gente con la que uno puedo negociar; con los comunistas no hay modo de acordar (después de todo, Camila Vallejo conservó su autonomía ante Bachelet). ¿Qué tal si los endeudamos y los hacemos pagar más si el margen de ganancia de la hacienda socialista tiende a disminuir?
Por lo pronto, cuatro ex dirigentes estudiantiles estarán en el próximo Parlamento chileno, incluyendo a Vallejo (cerca de 44 % de votos en la Florida) y a Karol Cariola, secretaria general de las Juventudes Comunistas (primera mayoría en el distrito la Recoleta). Lo que está a discusión no es el reparto del poder, sino lo que es posible conseguir en proyectos concretos y sobre bases programáticas; por lo mismo, tampoco se están repartiendo por anticipado las culpas de nada. Se trata de parar de hacer negocio con todo, la izquierda incluida.
ECUADOR: CERO NEPOTISMO
El actual mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, ha demostrado su honestidad al cerrarle en su gobierno la puerta al nepotismo, que consiste en favorecer a familiares en puestos públicos. Esta práctica oligárquica -que conocía bien la familia Bucaram, por ejemplo- involucraba incluso a gobernantes de otra procedencia, como los Gutiérrez Borbúa.
Fabricio Correa, hermano del presidente, hizo empresas fantasma e intentó lucrar con tráfico de influencias en contratos con el Estado, algo que está prohibido por la ley. El "hermano incómodo" fue juzgado y se terminaron para él los contratos.
Pierina Correa, funcionaria en asuntos de deporte en Guayas (costa ecuatoriana), era parte de Alianza País, el movimiento que llevó a Rafael Correa a la presidencia. La hermana del presidente denunció la presunta corrupción de algunos funcionarios (el ministro de Deporte, José Francisco Cevallos) y el modo en que Galo Mora -secretario ejecutivo- conduce Alianza País. Rafael Correa se atuvo a la disciplina partidaria y no secundó a su hermana por el solo hecho de que lo sea. Pierina Correa se separó de Alianza País y decidió alejarse de la política.
En este mismo orden de cosas, Rafael Correa pidió que primara la disciplina partidaria en la Asamblea Nacional, sobre el tema del aborto. La asambleísta de Alianza País, Paola Pabón, tuvo finalmente que disciplinarse, aunque recibió una leve sanción. Aunque el mandatario ecuatoriano tuviera un exabrupto, Pabón estaba en un discurso de campus universitario estadounidense increíble: descubrió los males del "adultocentrismo" (!), que para algunos es una "relación asimétrica y tensional entre los adultos y los jóvenes". La asambleísta indígena Lourdes Tibán, de "las izquierdas", aplaudió a rabiar: Tibán es al mismo tiempo india, lleva dentro a una infante llena de inocencia, está ligada a la Madre Naturaleza (inocente también), es mujer (ex reina de Mulalillo) y es también partidaria de la Causa Justa, motivos suficientes para desquiciar a toda la Asamblea con discursos interminables en nombre de Todas las Victimas del Mundo.
Por lo pronto, un nuevo Codigo Penal ecuatoriano castigaría severamente los delitos contra el Estado, que en muchos países de América Latina ni siquiera son vistos como tales: no se podrá ya, ni siquiera entre familiares, tomar al Estado como un bien dispuesto para negocios particulares. Este Código debería contribuir a sanear la función pública, modernizándola, y también a profesionalizar actividades donde se lucra sin mayores escrúpulos.
Fabricio Correa, hermano del presidente, hizo empresas fantasma e intentó lucrar con tráfico de influencias en contratos con el Estado, algo que está prohibido por la ley. El "hermano incómodo" fue juzgado y se terminaron para él los contratos.
Pierina Correa, funcionaria en asuntos de deporte en Guayas (costa ecuatoriana), era parte de Alianza País, el movimiento que llevó a Rafael Correa a la presidencia. La hermana del presidente denunció la presunta corrupción de algunos funcionarios (el ministro de Deporte, José Francisco Cevallos) y el modo en que Galo Mora -secretario ejecutivo- conduce Alianza País. Rafael Correa se atuvo a la disciplina partidaria y no secundó a su hermana por el solo hecho de que lo sea. Pierina Correa se separó de Alianza País y decidió alejarse de la política.
En este mismo orden de cosas, Rafael Correa pidió que primara la disciplina partidaria en la Asamblea Nacional, sobre el tema del aborto. La asambleísta de Alianza País, Paola Pabón, tuvo finalmente que disciplinarse, aunque recibió una leve sanción. Aunque el mandatario ecuatoriano tuviera un exabrupto, Pabón estaba en un discurso de campus universitario estadounidense increíble: descubrió los males del "adultocentrismo" (!), que para algunos es una "relación asimétrica y tensional entre los adultos y los jóvenes". La asambleísta indígena Lourdes Tibán, de "las izquierdas", aplaudió a rabiar: Tibán es al mismo tiempo india, lleva dentro a una infante llena de inocencia, está ligada a la Madre Naturaleza (inocente también), es mujer (ex reina de Mulalillo) y es también partidaria de la Causa Justa, motivos suficientes para desquiciar a toda la Asamblea con discursos interminables en nombre de Todas las Victimas del Mundo.
Por lo pronto, un nuevo Codigo Penal ecuatoriano castigaría severamente los delitos contra el Estado, que en muchos países de América Latina ni siquiera son vistos como tales: no se podrá ya, ni siquiera entre familiares, tomar al Estado como un bien dispuesto para negocios particulares. Este Código debería contribuir a sanear la función pública, modernizándola, y también a profesionalizar actividades donde se lucra sin mayores escrúpulos.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
¿QUE ES SEXO?
Piotr Pavlenski es un "artista" ruso que, hace poco, decidió desnudarse en la Plaza Roja de Moscú, la capital de Rusia, y clavarse los testículos en el adoquín, sirviéndose de un martillo. La policía lo agarró como a la hora por "leve vandalismo", aunque Pavlenski -admirador de Pussy Riot- aseveró que estaba haciendo una "metáfora" de la vida actual en Rusia. Por este acto de "performance", llamado "Fijación", realizado cerca del Mausoleo de Lenin y en el Día de la Policía, el "artista" fue acusado de agresión y blasfemia por la milicia.
A las pocas horas, un tribunal decidió liberar al genio "sin cargos". "Lo que acaba de pasar en el tribunal la verdad es que no lo entendí", declaró Pavlenski.
Buena jugada.
A las pocas horas, un tribunal decidió liberar al genio "sin cargos". "Lo que acaba de pasar en el tribunal la verdad es que no lo entendí", declaró Pavlenski.
Buena jugada.
ENTRE GRANDES
Tal vez sea el efecto del Grand Prix periodístico José Martí, pero ahora hay que tomarse al pie de la letra cualquier cosa que diga el halcón estadounidense Zbigniew Brzezinski. Estados Unidos se retirará del mundo dejándonos una vibración positiva.
Hay que creerle a Zbigniew Brzezinski cuando dice que Estados Unidos "no ha ganado ni una sola guerra desde 1991". Hay que creerle porque lo dice él. El único problema es que Iraq no ganó ninguna guerra y Saddam Hussein está muerto. Milosevic no ganó nada y está muerto. Somalia no existe y Afganistán es un paraíso coránico -de los que se pueden contemplar con opio- donde mandan los amigos de Estados Unidos. Si Estados Unidos no ha ganado, parece que sus rivales tampoco. Con la diferencia de que no es Estados Unidos el país que dejó de existir.
¿Qué ha pasado en Libia? Ha pasado que ya no hay tal Libia, sino tres territorios más o menos independientes: Cirenaica, Fezzan y Tripolitania (Libia está de vuelta al año 1951). La ciudad de Bengasi tiene su propio gobierno, encabezado por la Hermandad Musulmana. Algunos dicen que Libia está "somalizada". En el antiguo territorio libio hay unas 500 milicias, con cerca de 30 mil hombres armados, que hacen y deshacen a su antojo, por momentos incluso contra los patrocinadores estadounidenses (lo que sucede también en Afganistán). Unos 8 mil partidarios de Kadhafi se pudren sin juicio en cárceles . El país no puede cuidar sus fronteras: en las que tiene con Egipto y Sudán, Italia se ha ofrecido a hacerlo. Ni siquiera hay pérdidas: la destrucción de Libia se financió con el robo del dinero del antiguo Estado. En suma: la privatización de Libia ha sido todo un "hit".
Que Brzezinski diga que Estados Unidos no tiene la posición dominante de hace 20 años y que el mundo de hoy es "más complicado y anárquico" no cambia las cosas. Desde 1991 Estados Unidos baraja opciones. Dicho sea de paso, Washington no perdió la guerra en Siria: simplemente se abstuvo de invertir directamente en ella, justamente para no perderla. Tampoco está dicho que la guerra la haya ganado definitivamente al-Assad.
"Zbig" también se puede equivocar. Que el "pueblo" (?) estadounidense está cansado de guerras es otra creencia muy simpática: Estados Unidos vive en buena medida de pasarle la factura al resto del mundo -por las buenas o por las malas-, y no parece que ese "pueblo" esté cansado de tener abundancia a expensas de los demás. Ni siquiera está consciente de lo que sucede, según lo ha sugerido atinadamente Morris Berman. Lo único que no quiere este "pueblo" es tener que pagar, ni en economía ni en vidas. Así que, donde no hay ganancias, lo mejor es que los demás se pudran. Púdrete, amigou. Es exactamente el tipo de veneno que destila el twitter de "Zbig": que se pudra Eurasia.
Hay que creerle a Zbigniew Brzezinski cuando dice que Estados Unidos "no ha ganado ni una sola guerra desde 1991". Hay que creerle porque lo dice él. El único problema es que Iraq no ganó ninguna guerra y Saddam Hussein está muerto. Milosevic no ganó nada y está muerto. Somalia no existe y Afganistán es un paraíso coránico -de los que se pueden contemplar con opio- donde mandan los amigos de Estados Unidos. Si Estados Unidos no ha ganado, parece que sus rivales tampoco. Con la diferencia de que no es Estados Unidos el país que dejó de existir.
¿Qué ha pasado en Libia? Ha pasado que ya no hay tal Libia, sino tres territorios más o menos independientes: Cirenaica, Fezzan y Tripolitania (Libia está de vuelta al año 1951). La ciudad de Bengasi tiene su propio gobierno, encabezado por la Hermandad Musulmana. Algunos dicen que Libia está "somalizada". En el antiguo territorio libio hay unas 500 milicias, con cerca de 30 mil hombres armados, que hacen y deshacen a su antojo, por momentos incluso contra los patrocinadores estadounidenses (lo que sucede también en Afganistán). Unos 8 mil partidarios de Kadhafi se pudren sin juicio en cárceles . El país no puede cuidar sus fronteras: en las que tiene con Egipto y Sudán, Italia se ha ofrecido a hacerlo. Ni siquiera hay pérdidas: la destrucción de Libia se financió con el robo del dinero del antiguo Estado. En suma: la privatización de Libia ha sido todo un "hit".
Que Brzezinski diga que Estados Unidos no tiene la posición dominante de hace 20 años y que el mundo de hoy es "más complicado y anárquico" no cambia las cosas. Desde 1991 Estados Unidos baraja opciones. Dicho sea de paso, Washington no perdió la guerra en Siria: simplemente se abstuvo de invertir directamente en ella, justamente para no perderla. Tampoco está dicho que la guerra la haya ganado definitivamente al-Assad.
"Zbig" también se puede equivocar. Que el "pueblo" (?) estadounidense está cansado de guerras es otra creencia muy simpática: Estados Unidos vive en buena medida de pasarle la factura al resto del mundo -por las buenas o por las malas-, y no parece que ese "pueblo" esté cansado de tener abundancia a expensas de los demás. Ni siquiera está consciente de lo que sucede, según lo ha sugerido atinadamente Morris Berman. Lo único que no quiere este "pueblo" es tener que pagar, ni en economía ni en vidas. Así que, donde no hay ganancias, lo mejor es que los demás se pudran. Púdrete, amigou. Es exactamente el tipo de veneno que destila el twitter de "Zbig": que se pudra Eurasia.
viernes, 8 de noviembre de 2013
NEGOCIO A LA RUSA
Según lo confiesa un banco suizo, cuando desde Occidente se promovieron en los años '90 las reformas en Rusia se esperaba, palabras más palabras menos, que todos fueran "emprendedores", metiéndose a los negocios, pero con las espaldas cubiertas -con las garantías sociales soviéticas. En realidad, sucedió que quienes desde arriba tenían cobertura -contactos, influencias, cargos desde los cuales saquear al Estado y sus activos- la aprovecharon para hacer negocios. No fue nunca una transición desde abajo, ni democrática. El mismo banco suizo (el Crédit Suisse) lamenta hoy la desigualdad económica.
Aunque el alarmado banco pone el grito en el cielo, la desigualdad económica en Rusia es menor que en países como Brasil (aunque aquí haya disminuído), México, pero también China y, nótese bien, Estados Unidos. Rusia no está lejos de países como Israel y Japón (ésto, por cierto, según informes de la Central de Inteligencia Americana, CIA). Es un error creer que Rusia es un mar de pobres donde pescan a río revuelto unos pocos ricos.
Por cierto, es igualmente erróneo creer que los enriquecidos suelen ser judíos: éstos son el 19 % de los rusos ricos, apenas por encima de los ucranianos (14,5 %), así que los oligarcas son rusos, muy rusos. Muy detrás vienen algunos tártaros y gente del Caúcaso, en particular azeríes.
Putin no encuentra como convertir un saqueo desde arriba -aunque hoy frenado- en una "revolución económica" desde abajo. Los valores oligárquicos sí han impactado en la sociedad rusa, aunque no en toda: consisten en celebrar por encima de todo la familia -el clan, después de todo, es el núcleo de toda buena leyenda oligárquica, más si llega a dinástica (la saga...)-. Es una familia de hoy: sirve emocionalmente de seguro, línea de crédito con intereses bajos y promesas de cobertura vitalicia, mientras los miembros más avezados salen al "mundo exterior" a ver qué agarran, sin dar afuera mayor cosa. Así se enriquecieron por arriba los favoritos rusos de Occidente: demandando, agarrando -quebraron a Rusia para medrar- y considerando que todo les es debido por su linda Sharapova (!ah sí, el alma rusa!).
No hay cómo llevarlos a que den o arriesguen en Rusia: parte de crear el día de la Unidad Nacional el 4 de noviembre es para buscar con la religión ortodoxa que ricos y pobres (o no tan pobres, pero tampoco ricos) tengan algo en común. ¿Cómo hacer que los ricos trabajen por un interés soberano común? En Rusia, la genética no les ayuda: tenían antes de 1917 la costumbre de irse a jugar y gastar las fortunas en alguna juerga mediterránea, sin saber ni siquiera a qué potencia apostarle, si al idioma francés, la disciplina alemana, la buena vida italiana, o las curas alpinas suizas. Tal vez Putin logre algo desde abajo (es lo que quiere): los oligarcas no tienen mayor sentido de patria, y como sus valores tienen impacto, no es sencillo movilizar a los rusos en torno a algo (así que Putin está incluso buscando rescatar y propagar símbolos nacionales como la bandera y el himno para ver si los hay que los entiendan).
Aunque el alarmado banco pone el grito en el cielo, la desigualdad económica en Rusia es menor que en países como Brasil (aunque aquí haya disminuído), México, pero también China y, nótese bien, Estados Unidos. Rusia no está lejos de países como Israel y Japón (ésto, por cierto, según informes de la Central de Inteligencia Americana, CIA). Es un error creer que Rusia es un mar de pobres donde pescan a río revuelto unos pocos ricos.
Por cierto, es igualmente erróneo creer que los enriquecidos suelen ser judíos: éstos son el 19 % de los rusos ricos, apenas por encima de los ucranianos (14,5 %), así que los oligarcas son rusos, muy rusos. Muy detrás vienen algunos tártaros y gente del Caúcaso, en particular azeríes.
Putin no encuentra como convertir un saqueo desde arriba -aunque hoy frenado- en una "revolución económica" desde abajo. Los valores oligárquicos sí han impactado en la sociedad rusa, aunque no en toda: consisten en celebrar por encima de todo la familia -el clan, después de todo, es el núcleo de toda buena leyenda oligárquica, más si llega a dinástica (la saga...)-. Es una familia de hoy: sirve emocionalmente de seguro, línea de crédito con intereses bajos y promesas de cobertura vitalicia, mientras los miembros más avezados salen al "mundo exterior" a ver qué agarran, sin dar afuera mayor cosa. Así se enriquecieron por arriba los favoritos rusos de Occidente: demandando, agarrando -quebraron a Rusia para medrar- y considerando que todo les es debido por su linda Sharapova (!ah sí, el alma rusa!).
No hay cómo llevarlos a que den o arriesguen en Rusia: parte de crear el día de la Unidad Nacional el 4 de noviembre es para buscar con la religión ortodoxa que ricos y pobres (o no tan pobres, pero tampoco ricos) tengan algo en común. ¿Cómo hacer que los ricos trabajen por un interés soberano común? En Rusia, la genética no les ayuda: tenían antes de 1917 la costumbre de irse a jugar y gastar las fortunas en alguna juerga mediterránea, sin saber ni siquiera a qué potencia apostarle, si al idioma francés, la disciplina alemana, la buena vida italiana, o las curas alpinas suizas. Tal vez Putin logre algo desde abajo (es lo que quiere): los oligarcas no tienen mayor sentido de patria, y como sus valores tienen impacto, no es sencillo movilizar a los rusos en torno a algo (así que Putin está incluso buscando rescatar y propagar símbolos nacionales como la bandera y el himno para ver si los hay que los entiendan).
CORRUPCION: RETO PARA PUTIN
Lo que para el presidente ruso Vladimir Putin es corrupción, para un occidental es de lo más normal: tomar del Estado, sin arriesgar demasiado en los negocios. Es el tipo de negocio que el Estado estadounidense le garantiza por ejemplo al complejo militar-industrial local.
Putin ha dicho desde el año pasado que quiere terminar con este modo de hacer "negocios". El problema está en la fata de transparencia y control social sobre los representantes del Estado, desde los servicios aduaneros y tributarios hasta el sistema judicial y la seguridad pública. Estos representantes, ya en el cargo, a veces dejan de "representar" y sirven a otros intereses que los de la sociedad. Alguien con "buenas relaciones" dentro del sistema estatal buscará no cumplir la ley, sino tener protectores y ponerse de acuerdo para obtener lo que el presidente ruso llama "derecho de piso" en el mercado. Así, el "empresario" paga al representante por protección y pareciera que todos ganan: el primero por tener un "negocio en exclusiva", sin competencia ni mayor esfuerzo, y el segundo porque puede recibir alguna "gratificación". "Llamando las cosas por su nombre -dijo Putin-, se trata de la corrupción en sistema".
Este contubernio debilita la competencia y la eficacia de las empresas. Según Putin, no se trata de tener "más Estado" -en la Unión Soviética había demasiado Estado-, sino de que, sobre la base de "presunción de negocio honesto", deje de exigir tributo a quien quiere emprender algo. "Las condiciones para la actividad de empresarios honestos -considera Putin- son más importantes que los posibles riesgos relacionados con la conducta deshonesta y de mala fe". Los representantes del Estado deben servir, y no servirse de puestos para hacer negocios. A su vez, los empresarios deberían emprender, no obtener beneficios en exclusiva sin ver por la competitividad (la eficiencia). Habrá que observar si Putin puede desterrar una corrupción que, de todos modos, es menor que en otras latitudes (como América Latina).
Putin ha dicho desde el año pasado que quiere terminar con este modo de hacer "negocios". El problema está en la fata de transparencia y control social sobre los representantes del Estado, desde los servicios aduaneros y tributarios hasta el sistema judicial y la seguridad pública. Estos representantes, ya en el cargo, a veces dejan de "representar" y sirven a otros intereses que los de la sociedad. Alguien con "buenas relaciones" dentro del sistema estatal buscará no cumplir la ley, sino tener protectores y ponerse de acuerdo para obtener lo que el presidente ruso llama "derecho de piso" en el mercado. Así, el "empresario" paga al representante por protección y pareciera que todos ganan: el primero por tener un "negocio en exclusiva", sin competencia ni mayor esfuerzo, y el segundo porque puede recibir alguna "gratificación". "Llamando las cosas por su nombre -dijo Putin-, se trata de la corrupción en sistema".
Este contubernio debilita la competencia y la eficacia de las empresas. Según Putin, no se trata de tener "más Estado" -en la Unión Soviética había demasiado Estado-, sino de que, sobre la base de "presunción de negocio honesto", deje de exigir tributo a quien quiere emprender algo. "Las condiciones para la actividad de empresarios honestos -considera Putin- son más importantes que los posibles riesgos relacionados con la conducta deshonesta y de mala fe". Los representantes del Estado deben servir, y no servirse de puestos para hacer negocios. A su vez, los empresarios deberían emprender, no obtener beneficios en exclusiva sin ver por la competitividad (la eficiencia). Habrá que observar si Putin puede desterrar una corrupción que, de todos modos, es menor que en otras latitudes (como América Latina).
martes, 5 de noviembre de 2013
SOCIALISMO PARA INVERSIONISTAS
En el portal ruso de Odnako, el columnista Boris Yulin acaba de mostrar con qué "criterio" -si lo es- se están haciendo libros de texto en Rusia.
Resulta que bajo Stalin la Unión Soviética se convirtió en potencia. Sí, pero ¿a qué precio? Puede que alto, por el terror y las colectivizaciones forzadas.
La Unión Soviética ganó la guerra mundial. Sí, pero ¿a qué precio? Muy alto, por el número de muertos y los supuestos errores de Stalin.
Desde luego, este enfoque es aplicable a lo que sea: San Petersburgo se construyó como una ciudad hermosa y europea. Sí, pero ¿a qué precio?
Si el costo de construir la Unión Soviética fue tan alto y los beneficios eran dudosos (o mínimos), conviene detenerse a una "estimación": ¿vale la pena invertir en el socialismo si el costo es tan alto y el beneficio tan bajo, considerando por ejemplo la escasez? Ningún empresario invierte en algo así. Habría que agregar que en este caso conviene declarar la empresa en quiebra. Nada más que, en vez de hablar del "derrumbe de la Unión Soviética", sería preferible decir "la quiebra de la Unión Soviética". En las quiebras, por cierto, alguien gana.
Frente a lo caro que salió el socialismo, Estados Unidos (que le pasa las facturas al resto del mundo) aparece como el paraíso de una abundancia que se puede conseguir barato (con un marido proveedor, por ejemplo: basta con pagar en especie...). A diferencia del socialismo caro, hay que buscar el capitalismo barato.
O si se es de izquierda, hay que buscar el Estado de Bienestar, tipo escandinavo: no es barato, y es más, es casi gratis (salvo impuestos) y deja mucho. Lo mejor del empresario es que pone a todos a ver el mundo con un "criterio" empresarial. Capitalismo de éxito es el sino-estadounidense, donde todo parece salir bastante barato: la mano de obra, el crédito, el consumo, la ganancia casi sin ningún costo y las creencias en lo que más convenga.
Resulta que bajo Stalin la Unión Soviética se convirtió en potencia. Sí, pero ¿a qué precio? Puede que alto, por el terror y las colectivizaciones forzadas.
La Unión Soviética ganó la guerra mundial. Sí, pero ¿a qué precio? Muy alto, por el número de muertos y los supuestos errores de Stalin.
Desde luego, este enfoque es aplicable a lo que sea: San Petersburgo se construyó como una ciudad hermosa y europea. Sí, pero ¿a qué precio?
Si el costo de construir la Unión Soviética fue tan alto y los beneficios eran dudosos (o mínimos), conviene detenerse a una "estimación": ¿vale la pena invertir en el socialismo si el costo es tan alto y el beneficio tan bajo, considerando por ejemplo la escasez? Ningún empresario invierte en algo así. Habría que agregar que en este caso conviene declarar la empresa en quiebra. Nada más que, en vez de hablar del "derrumbe de la Unión Soviética", sería preferible decir "la quiebra de la Unión Soviética". En las quiebras, por cierto, alguien gana.
Frente a lo caro que salió el socialismo, Estados Unidos (que le pasa las facturas al resto del mundo) aparece como el paraíso de una abundancia que se puede conseguir barato (con un marido proveedor, por ejemplo: basta con pagar en especie...). A diferencia del socialismo caro, hay que buscar el capitalismo barato.
O si se es de izquierda, hay que buscar el Estado de Bienestar, tipo escandinavo: no es barato, y es más, es casi gratis (salvo impuestos) y deja mucho. Lo mejor del empresario es que pone a todos a ver el mundo con un "criterio" empresarial. Capitalismo de éxito es el sino-estadounidense, donde todo parece salir bastante barato: la mano de obra, el crédito, el consumo, la ganancia casi sin ningún costo y las creencias en lo que más convenga.
sábado, 2 de noviembre de 2013
NI DESINFORMADO NI MENTIROSO: !QUE PASE EL ALTISIMO NICA!
Fue criado en Cuba y aprendió que vanguardia es monopolio para hacerse de beneficios. Es algo así como el extractivismo mental: perfora y perfora el mismo "discurso-yacimiento" sin mayor cuidado, sin reponer nada, con tal de sacar provecho expedito. Cuando critica al "desinformado" o al "mentiroso", se apresura a ocupar el lugar de privilegio, algo que en economía se llama "renta de situación".
Al mismo tiempo, parece sacado del chiste según el cual hay quien cree que, si la puerta de la iglesia es tan grande, es para que pueda pasar El Altísimo.
Héroe que no duda en usar la espada de la descalificación, y cura que sermonea en vez de argumentar, este Gran Hijo, ya con el beneficio, tiene montado un puesto -en asuntos internacionales- desde el que firma con su Verbo certificados que acreditan que tal o cual pasó el examen revolucionario, o que no. Es sencillo: si no hiciste la Revolución, estás reprobado. En nombre de algo grande hay que hablar.
Cualquiera puede verlo en Youtube en los programas de Izquierda Visión. No piensa. Se concentra para oír la voz que le habla desde el otro mundo y desde el Reino de los Cielos. No sigue una idea: se reconcentra para "ser hablado" en vez de hablar, y apenas puede, pasa a detestar a cualquiera que se atreva a pensar que estamos en tiempos de crear. No: son tiempos de creer.
Este de vanguardia tiene el mismo mal estadounidense, el de creerse el primero en todo.
-el primero que hizo una revolución armada después de la cubana
-el primero que luego de ganar el gobierno por las armas lo dejó por las urnas
-el primero que luego de dejarlo por las urnas lo recuperó por las urnas
-¿cómo ser el primero que al recuperarlo por las urnas no lo suelte por las urnas?
En esta lógica impecable e implacable,
-...soy el primero en haber dicho lo primero
O sea: lo primero es lo primero.
Para el caso, lo que le digan le importa muy poco: ni siquiera reconstituye el texto del contrincante.
O, como dijo alguien: lo que importa no es "qué tu sabes", sino "quien tu sabes". ¿El contrincante? No sabemos "quién" es. !Que se identifique!
!Una de las cosas mejor logradas por Estados Unidos es el extractivismo revolucionario! Estados Unidos es el primero en haberlo hecho.
Al mismo tiempo, parece sacado del chiste según el cual hay quien cree que, si la puerta de la iglesia es tan grande, es para que pueda pasar El Altísimo.
Héroe que no duda en usar la espada de la descalificación, y cura que sermonea en vez de argumentar, este Gran Hijo, ya con el beneficio, tiene montado un puesto -en asuntos internacionales- desde el que firma con su Verbo certificados que acreditan que tal o cual pasó el examen revolucionario, o que no. Es sencillo: si no hiciste la Revolución, estás reprobado. En nombre de algo grande hay que hablar.
Cualquiera puede verlo en Youtube en los programas de Izquierda Visión. No piensa. Se concentra para oír la voz que le habla desde el otro mundo y desde el Reino de los Cielos. No sigue una idea: se reconcentra para "ser hablado" en vez de hablar, y apenas puede, pasa a detestar a cualquiera que se atreva a pensar que estamos en tiempos de crear. No: son tiempos de creer.
Este de vanguardia tiene el mismo mal estadounidense, el de creerse el primero en todo.
-el primero que hizo una revolución armada después de la cubana
-el primero que luego de ganar el gobierno por las armas lo dejó por las urnas
-el primero que luego de dejarlo por las urnas lo recuperó por las urnas
-¿cómo ser el primero que al recuperarlo por las urnas no lo suelte por las urnas?
En esta lógica impecable e implacable,
-...soy el primero en haber dicho lo primero
O sea: lo primero es lo primero.
Para el caso, lo que le digan le importa muy poco: ni siquiera reconstituye el texto del contrincante.
O, como dijo alguien: lo que importa no es "qué tu sabes", sino "quien tu sabes". ¿El contrincante? No sabemos "quién" es. !Que se identifique!
!Una de las cosas mejor logradas por Estados Unidos es el extractivismo revolucionario! Estados Unidos es el primero en haberlo hecho.
viernes, 1 de noviembre de 2013
RUSIA: CAPITALISMO, PROXIMA PARADA
El actual presidente ruso, Vladimir Putin, delineó hace algún tiempo el perfil de lo que quiere para la economía rusa: un "capitalismo normal" o "capitalismo sano". Aunque tal cosa parece una rareza, significa algo distinto de lo que para Estados Unidos es "normal", vivir de rentas y consumir.
Putin confía en ensanchar el mercado interno ruso, algo que China también está pensando para sí. Se explica así que Moscú esté promoviendo la Unión Aduanera que incluye a Belarus, Kazajstán, la propia Federación Rusa y Armenia. No parece que este proyecto vaya a incluir a Ucrania.
El ensanchamiento del mercado interno supone dejar de lado paulatinamente la dependencia excesiva de las materias primas (no procesadas y de artículos prefabricados), problema que se volvió más grave con la desindustrialización de lo que fuera la Unión Soviética. Putin espera que Rusia tenga servicios públicos desarrollados (no se abandonarán prestaciones básicas), una agricultura eficaz y, sobre todo, capacidad de innovación tecnológica. Algunos de los candidatos para tomar el relevo del petróleo y el gas son la farmaceútica, la alta tecnología química, los materiales compuestos y no metálicos, la aviación, la informática, las comunicaciones y la nanotecnología.
Se acabó el tiempo de los privilegios sin medida para los oligarcas. Se piensa gravar a los propietarios de casas lujosas, de automóviles de gran valor, el consumo de artículos de lujo (consumo prestigioso) y el alcohol y el tabaco. Igualmente, se trata de frenar la evasión fiscal vía paraísos fiscales. Si hay quien quiere hacer negocios, debe comprometerse con ellos, y no limitarse a tomar del Estado mediante la corrupción.
Putin está pensando en hacer de la clase media y de la pequeña y mediana empresa una de las claves del capitalismo por venir.
Actualmente, el PIB (Producto Interno Bruto) por habitante y el nivel de consumo en Rusia ya son equiparables a los de algunas naciones europeas (Rusia no está lejos de volverse la primera economía europea y la quinta del mundo). Sin embargo, el rendimiento ruso es dos veces inferior al de las economías desarrolladas. A principios de este mes, Putin llamó a duplicar en Rusia la productividad laboral. No es cuestíón de trabajar más: es asunto de hacerlo mejor (y además, con mejor remuneración).
Esta reorientación parte de la idea que la crisis económica mundial va para largo, por ser estructural. Recientemente, Putin volvió a pedir reformas estructurales en la economía internacional, pero no fue oído. La diferencia está en respaldar con productividad el ingreso y el consumo; es muy distinto de Estados Unidos, que vive de rentas que obtiene en buena medida del resto del mundo, mientras la estructura interna cruje. El privilegio de vivir de rentas no es garantía de que, además, se tenga comprado -y por ende asegurado-el futuro. Rusia prefiere esforzarse.
Putin confía en ensanchar el mercado interno ruso, algo que China también está pensando para sí. Se explica así que Moscú esté promoviendo la Unión Aduanera que incluye a Belarus, Kazajstán, la propia Federación Rusa y Armenia. No parece que este proyecto vaya a incluir a Ucrania.
El ensanchamiento del mercado interno supone dejar de lado paulatinamente la dependencia excesiva de las materias primas (no procesadas y de artículos prefabricados), problema que se volvió más grave con la desindustrialización de lo que fuera la Unión Soviética. Putin espera que Rusia tenga servicios públicos desarrollados (no se abandonarán prestaciones básicas), una agricultura eficaz y, sobre todo, capacidad de innovación tecnológica. Algunos de los candidatos para tomar el relevo del petróleo y el gas son la farmaceútica, la alta tecnología química, los materiales compuestos y no metálicos, la aviación, la informática, las comunicaciones y la nanotecnología.
Se acabó el tiempo de los privilegios sin medida para los oligarcas. Se piensa gravar a los propietarios de casas lujosas, de automóviles de gran valor, el consumo de artículos de lujo (consumo prestigioso) y el alcohol y el tabaco. Igualmente, se trata de frenar la evasión fiscal vía paraísos fiscales. Si hay quien quiere hacer negocios, debe comprometerse con ellos, y no limitarse a tomar del Estado mediante la corrupción.
Putin está pensando en hacer de la clase media y de la pequeña y mediana empresa una de las claves del capitalismo por venir.
Actualmente, el PIB (Producto Interno Bruto) por habitante y el nivel de consumo en Rusia ya son equiparables a los de algunas naciones europeas (Rusia no está lejos de volverse la primera economía europea y la quinta del mundo). Sin embargo, el rendimiento ruso es dos veces inferior al de las economías desarrolladas. A principios de este mes, Putin llamó a duplicar en Rusia la productividad laboral. No es cuestíón de trabajar más: es asunto de hacerlo mejor (y además, con mejor remuneración).
Esta reorientación parte de la idea que la crisis económica mundial va para largo, por ser estructural. Recientemente, Putin volvió a pedir reformas estructurales en la economía internacional, pero no fue oído. La diferencia está en respaldar con productividad el ingreso y el consumo; es muy distinto de Estados Unidos, que vive de rentas que obtiene en buena medida del resto del mundo, mientras la estructura interna cruje. El privilegio de vivir de rentas no es garantía de que, además, se tenga comprado -y por ende asegurado-el futuro. Rusia prefiere esforzarse.
martes, 29 de octubre de 2013
ESTADOS UNIDOS PELEARA SU SOBREVIVENCIA
Para contrarrestar cualquier influencia exterior rusa y china, Estados Unidos alienta desde hace algún tiempo dos iniciativas, la de la Asociación Transpacífico (Transpacific Partnership, TPP), y el Gran Mercado Transatlántico, o GMT. El TPP en el Pacífico no incluye a China, pero si a un grupo de países latinoamericanos como México, Perú y Chile, al lado de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y asiáticos como Brunei, Malasia, Singapur y Vietnam. China fue excluida bajo pretexto de que el yuan no es convertible. En cuanto a los europeos, Estados Unidos no ha fracasado en satelizarlos, como lo prueba lo ocurrido después de la crisis de 2008 y el destino de España, Italia y Grecia. El halcón estadounidense Zbigniew Brzezinski preveía ir absorbiendo a Ucrania y no está excluido que se logre: si Kíev opta por la Unión Europea, lo que es probable, se irá alejando de la Unión Aduanera que promueve Moscú, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido desde ya que los ucranianos no pueden jugar en todos los tableros a la vez. Los analistas rusos consideran que Ucrania corre sus riesgos, los de verse inundada de mercancías europeas que terminarían de quebrar la economía ucraniana.
Estas alianzas son entre países que se asumen como "modelos ricos", o que aspiran a serlo como sea, según lo prueba México. Es el caso de países como Nueva Zelanda o Singapur, el tipo de lugares asépticos -casi de tarjeta postal- con los que sueñan los ambiciosos sociales y quienes sueñan con la Inmaculada Ganancia. Brunei es algo parecido. Chile pretendió durante muchos años ser el país rico de América Latina, el país modelo de lo que se ha dado en llamar "neoliberalismo". Sucede como si alguien hubiera ordenado: "ricos del mundo, uníos", el mismo tipo de orden que ha conseguido que coincidan bien Arabia Saudita e Israel en su política hacia Oriente Medio e incluso en países como Azerbaidján, en pleno Caúcaso ex soviético.
El periodista Alberto Rabilotta sugiere que estos acuerdos son los de un "imperio en decadencia queriendo vivir de rentas". En efecto, no son los paraísos de la producción, salvo Vietnam y parcialmente Perú. Debiera llamar la atención que estas alianzas en América Latina asocian -como ha estado cerca de suceder con Colombia, cuyo presidente Juan Manuel Santos sugirió un acuerdo con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la OTAN- todas las formas de renta, incluida la que le dejan a países como México los negocios ilícitos que abarcan gran parte de la economía, hasta el 80 % según algunos cálculos como los de Babette Stern (a este grupo Pacífico podría agregarse Panamá, pero la ampliación del Canal cambia un poco las cosas).
En todo caso, si alguien piensa que Estados Unidos se retirará amablemente de la escena internacional, lo más probable es que esté equivocado. El rico se guía por la ganancia y es cuando la tiene que se vuelve amable. Si no, la sigue buscando, sin importar que otros -los amigos incluidos-pierdan.
Estas alianzas son entre países que se asumen como "modelos ricos", o que aspiran a serlo como sea, según lo prueba México. Es el caso de países como Nueva Zelanda o Singapur, el tipo de lugares asépticos -casi de tarjeta postal- con los que sueñan los ambiciosos sociales y quienes sueñan con la Inmaculada Ganancia. Brunei es algo parecido. Chile pretendió durante muchos años ser el país rico de América Latina, el país modelo de lo que se ha dado en llamar "neoliberalismo". Sucede como si alguien hubiera ordenado: "ricos del mundo, uníos", el mismo tipo de orden que ha conseguido que coincidan bien Arabia Saudita e Israel en su política hacia Oriente Medio e incluso en países como Azerbaidján, en pleno Caúcaso ex soviético.
El periodista Alberto Rabilotta sugiere que estos acuerdos son los de un "imperio en decadencia queriendo vivir de rentas". En efecto, no son los paraísos de la producción, salvo Vietnam y parcialmente Perú. Debiera llamar la atención que estas alianzas en América Latina asocian -como ha estado cerca de suceder con Colombia, cuyo presidente Juan Manuel Santos sugirió un acuerdo con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la OTAN- todas las formas de renta, incluida la que le dejan a países como México los negocios ilícitos que abarcan gran parte de la economía, hasta el 80 % según algunos cálculos como los de Babette Stern (a este grupo Pacífico podría agregarse Panamá, pero la ampliación del Canal cambia un poco las cosas).
En todo caso, si alguien piensa que Estados Unidos se retirará amablemente de la escena internacional, lo más probable es que esté equivocado. El rico se guía por la ganancia y es cuando la tiene que se vuelve amable. Si no, la sigue buscando, sin importar que otros -los amigos incluidos-pierdan.
sábado, 26 de octubre de 2013
CHINA, RUSIA Y "ZBIG"
Zbigniew Brzezinski, el halcón estadounidense de origen polaco que es partidario de reventar a Rusia en tres, según lo hizo público desde finales de los años '90, no ha parado de apostarle desde entonces a China, antes que a Japón. El asunto es viejo, puesto que desde la presidencia de Richard Nixon, a principios de los '70, Washington se acercó a Beijing para alejar de Moscú a los chinos . George Bush padre era un buen conocedor y amigo de China, y Henry Kissinger también lo ha sido, a su modo. ¿Qué hace China? No queda claro, en geopolítica, si una política marítima o una terrestre.
"Zbig" Brzezinski -el mismo que ideó la trampa afgana contra los soviéticos- es el artífice de lo que algunos llaman la "Operación Barbarossa II" (es lo que parece, en cámara lenta al menos...), el Escudo Antimisiles en Europa Oriental al que Estados Unidos no ha renunciado. Entre Europa y China, Brzezinski quiera encajonar a Rusia y a la Organización para la Cooperación de Shangai. Tampoco es un secreto: el libro de Brzezinski, "El gran tablero mundial", nunca negó en los 90 que Eurasia debiera ser el premio a Estados Unidos al final de la Guerra Fría. Mark Brzezinski, hijo de "Zbig", ha colaborado en estos planes y ambos son considerados el poder detrás de la política internacional del mandatario Barack Obama.
¿Qué quiere "Zbig"? Un "condominio" sino-estadounidense en la región Asia-Pacífico, si es necesario relegando a segundo plano a Japón. Tampoco estaba ocultado en "El gran tablero mundial". Es la misma idea de ex funcionarios del Departamento de Estado y banqueros como Stephen Harner. Lo anterior no impide amedrentar de vez en cuando a los chinos, pero no demasiado.
La "idea" es que el Lejano Oriente y la Siberia rusos se llenen de inmigrantes chinos y que, por cierto, los chinos se lleven lo que puedan de la rica naturaleza rusa en este inmenso territorio. Lo que es visible -y lo confirmó hace poco la entrevista entre Obama y Xi Jinping- es que no hay tensión excesiva entre Beijing y Washington.
En América Latina, el condominio sino-estadounidense lo comparten las señoras Rousseff (Brasil) y de Kirchner (Argentina), a lo que podría sumarse la señora Bachelet, y lo hacen a diferencia de Perú, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Cuba, que han ido mejorando de modo significativo las relaciones con Rusia (salvo en la empresa transoceánica nicaraguense, en veremos con los chinos). Es el condominio soyero en el cono sur. Y ahí están los cercanos a Obama, pese a los recientes escándalos de espionaje "entre amigos".
"Zbig" Brzezinski -el mismo que ideó la trampa afgana contra los soviéticos- es el artífice de lo que algunos llaman la "Operación Barbarossa II" (es lo que parece, en cámara lenta al menos...), el Escudo Antimisiles en Europa Oriental al que Estados Unidos no ha renunciado. Entre Europa y China, Brzezinski quiera encajonar a Rusia y a la Organización para la Cooperación de Shangai. Tampoco es un secreto: el libro de Brzezinski, "El gran tablero mundial", nunca negó en los 90 que Eurasia debiera ser el premio a Estados Unidos al final de la Guerra Fría. Mark Brzezinski, hijo de "Zbig", ha colaborado en estos planes y ambos son considerados el poder detrás de la política internacional del mandatario Barack Obama.
¿Qué quiere "Zbig"? Un "condominio" sino-estadounidense en la región Asia-Pacífico, si es necesario relegando a segundo plano a Japón. Tampoco estaba ocultado en "El gran tablero mundial". Es la misma idea de ex funcionarios del Departamento de Estado y banqueros como Stephen Harner. Lo anterior no impide amedrentar de vez en cuando a los chinos, pero no demasiado.
La "idea" es que el Lejano Oriente y la Siberia rusos se llenen de inmigrantes chinos y que, por cierto, los chinos se lleven lo que puedan de la rica naturaleza rusa en este inmenso territorio. Lo que es visible -y lo confirmó hace poco la entrevista entre Obama y Xi Jinping- es que no hay tensión excesiva entre Beijing y Washington.
En América Latina, el condominio sino-estadounidense lo comparten las señoras Rousseff (Brasil) y de Kirchner (Argentina), a lo que podría sumarse la señora Bachelet, y lo hacen a diferencia de Perú, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Cuba, que han ido mejorando de modo significativo las relaciones con Rusia (salvo en la empresa transoceánica nicaraguense, en veremos con los chinos). Es el condominio soyero en el cono sur. Y ahí están los cercanos a Obama, pese a los recientes escándalos de espionaje "entre amigos".
lunes, 21 de octubre de 2013
RUSIA: LA PROVOCACION ISLAMICA
La idea de "reventar" a la Federación Rusa en tres ya la había expuesto desde finales de los años '90 el halcón estadounidense Zbigniew Brzezinski. La carta musulmana fue considerada parte de esta estrategia, y la otra carta es la de China.
Hay musulmanes dentro de la Federación Rusa, desde el Caúcaso hasta Tatarstán, en las orillas del río Volga, y algunos otros lugares. Acaba de tener lugar un pequeño atentado en Volgogrado, al parecer orquestado desde Daguestán (Caúcaso). Días antes, un asesinato perpetrado en el sur de Moscú por un inmigrante, de origen azerí al parecer, enardeció a una multitud de rusos (con todo, Moscú no está llena de inmigrantes, ya que más del 90 % de los habitantes de esta capital son rusos; la mayoría de inmigrantes es de Uzbekistán).
El Islam es la segunda religión de Rusia. Asimismo, Rusia es el segundo polo de inmigración en el mundo, después de Estados Unidos. Hay unos 11 millones de inmigrantes en Rusia, pero, según la agencia rusa Ria Novosti, solo 720 mil tienen residencia fija y unos tres millones son ilegales. Por lo pronto, según Serguei Smirnov, director adjunto del Servicio Federal de Seguridad ruso, entre los 300 a 400 mercenarios rusos que pelean en Siria contra el régimen, algunos son de Tatarstán, y no nada más de Chechenia. Por lo demás, hace rato que Arabia Saudita mete su petrodinero en el mundo musulmán ex soviético, entre otras cosas para construir mezquitas y vender coranes.
La tensión entre rusos e inmigrantes musulmanes existe, y ambos tienden por momentos a caer en lo que es una provocación. Los inmigrantes no siempre se integran bien: quieren algún beneficio económico, pero no aceptan ser parte de la cultura local, aunque no sean rechazados violentamente (no hay en Rusia racismo comparable al estadounidense). Hasta ahora, Estados Unidos ha jugado bastante bien la "carta" musulmana contra Europa y Rusia, desde Libia y Kosovo hasta Iraq y Afganistán, pasando por Somalia. Siria, con todo, es hoy un escollo para Occidente y una situación virtualmente empatada.
De igual forma, algunas personas en Rusia creen que no pasaría "nada" si las regiones siberianas se fueran, en alguna forma de asociación con China. Lo expresó incluso y muy sorprendentemente una locutora rusa de radio ("Eco de Moscú"), Evgenia Albats. El pretexto es que las regiones rusas más prósperas están hacia Europa (región de Moscú, San Petersburgo), y que las pobres podrían arreglárselas por cuenta propia. Como principio de "yugoslavización", no está mal, aunque no está para nada dicho que prospere.
Hay musulmanes dentro de la Federación Rusa, desde el Caúcaso hasta Tatarstán, en las orillas del río Volga, y algunos otros lugares. Acaba de tener lugar un pequeño atentado en Volgogrado, al parecer orquestado desde Daguestán (Caúcaso). Días antes, un asesinato perpetrado en el sur de Moscú por un inmigrante, de origen azerí al parecer, enardeció a una multitud de rusos (con todo, Moscú no está llena de inmigrantes, ya que más del 90 % de los habitantes de esta capital son rusos; la mayoría de inmigrantes es de Uzbekistán).
El Islam es la segunda religión de Rusia. Asimismo, Rusia es el segundo polo de inmigración en el mundo, después de Estados Unidos. Hay unos 11 millones de inmigrantes en Rusia, pero, según la agencia rusa Ria Novosti, solo 720 mil tienen residencia fija y unos tres millones son ilegales. Por lo pronto, según Serguei Smirnov, director adjunto del Servicio Federal de Seguridad ruso, entre los 300 a 400 mercenarios rusos que pelean en Siria contra el régimen, algunos son de Tatarstán, y no nada más de Chechenia. Por lo demás, hace rato que Arabia Saudita mete su petrodinero en el mundo musulmán ex soviético, entre otras cosas para construir mezquitas y vender coranes.
La tensión entre rusos e inmigrantes musulmanes existe, y ambos tienden por momentos a caer en lo que es una provocación. Los inmigrantes no siempre se integran bien: quieren algún beneficio económico, pero no aceptan ser parte de la cultura local, aunque no sean rechazados violentamente (no hay en Rusia racismo comparable al estadounidense). Hasta ahora, Estados Unidos ha jugado bastante bien la "carta" musulmana contra Europa y Rusia, desde Libia y Kosovo hasta Iraq y Afganistán, pasando por Somalia. Siria, con todo, es hoy un escollo para Occidente y una situación virtualmente empatada.
De igual forma, algunas personas en Rusia creen que no pasaría "nada" si las regiones siberianas se fueran, en alguna forma de asociación con China. Lo expresó incluso y muy sorprendentemente una locutora rusa de radio ("Eco de Moscú"), Evgenia Albats. El pretexto es que las regiones rusas más prósperas están hacia Europa (región de Moscú, San Petersburgo), y que las pobres podrían arreglárselas por cuenta propia. Como principio de "yugoslavización", no está mal, aunque no está para nada dicho que prospere.
viernes, 18 de octubre de 2013
SIRIA: LA CONEXION BOSNIA
El portal de la Voz de Rusia acaba de dar a conocer que en los Balcanes siguen entrenándose fanáticos musulmanes que luego van a combatir a Siria. Uno de los lugares de entrenamiento es Sandzak, al sur de Serbia, y otro es Kacanik, en una parte de Macedonia controlada por albaneses musulmanes. Algunas actividades similares se habrían localizado en Novi Sad y hasta en Belgrado, en Serbia. La estimación del número de "rebeldes" que van a Siria desde los Balcanes oscila entre varias decenas y cerca de 500 hombres, que llegan a ser asesorados por terroristas veteranos del Ejército de Liberación de Kosovo. La red cuenta con apoyos en Sarajevo y se extiende hasta el Caúcaso ruso: Turquía es la pieza clave que une a estas dos regiones, la balcánica y la caucásica. Los fanáticos llegados de los Balcanes combaten en Alepo, ciudad siria cercana a la frontera turca.
El fanatismo musulmán en Bosnia no es novedad. Entre 1992 y 1995, Osama Bin Laden -el mismo- recibió pasaporte bosnio y se entrevistó con el más alto dirigente musulmán de Bosnia, Alija Izetbegovic, alguien que durante la época yugoslava de Tito fue encarcelado en varias ocasiones por propaganda a la vez religiosa y anticomunista (por lo demás, los musulmanes de Bosnia fueron aliados de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial). Uno de los acusados por los atentados del 11/S en Nueva York es también un saudiárabe que recibió nacionalidad bosnia, y los vínculos llegan a Viena, considerada la capital europea del wahabismo. Lo dicho significa que el apoyo saudiárabe al fanatismo musulmán data de antes del 11/S. Actualmente, hay gente de dinero saudiárabe que patrocina esta filial que va de los Balcanes a Siria y al Cáucaso ruso. El mismo portal de la Voz de Rusia informa que, en un movimiento de pinza, muchos terroristas son entrenados directamente por estadounidenses en Jordania. Unos tres mil terroristas debían lanzar una ofensiva contra Damasco -capital siria- que falló.
Desde los Balcanes se organiza el tráfico de droga a Europa, via Zurich, entre otros lugares de tránsito. Kosovo juega un papel clave. Desde los restos de Libia se ha organizado otra filial de entrada de droga al continente europeo, y la tercera está en Afganistán. Tal vez haya interesados en abrir alguna nueva sucursal -en esta empresa destinada a podrir a europeos y rusos- en Oriente Medio.
El fanatismo musulmán en Bosnia no es novedad. Entre 1992 y 1995, Osama Bin Laden -el mismo- recibió pasaporte bosnio y se entrevistó con el más alto dirigente musulmán de Bosnia, Alija Izetbegovic, alguien que durante la época yugoslava de Tito fue encarcelado en varias ocasiones por propaganda a la vez religiosa y anticomunista (por lo demás, los musulmanes de Bosnia fueron aliados de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial). Uno de los acusados por los atentados del 11/S en Nueva York es también un saudiárabe que recibió nacionalidad bosnia, y los vínculos llegan a Viena, considerada la capital europea del wahabismo. Lo dicho significa que el apoyo saudiárabe al fanatismo musulmán data de antes del 11/S. Actualmente, hay gente de dinero saudiárabe que patrocina esta filial que va de los Balcanes a Siria y al Cáucaso ruso. El mismo portal de la Voz de Rusia informa que, en un movimiento de pinza, muchos terroristas son entrenados directamente por estadounidenses en Jordania. Unos tres mil terroristas debían lanzar una ofensiva contra Damasco -capital siria- que falló.
Desde los Balcanes se organiza el tráfico de droga a Europa, via Zurich, entre otros lugares de tránsito. Kosovo juega un papel clave. Desde los restos de Libia se ha organizado otra filial de entrada de droga al continente europeo, y la tercera está en Afganistán. Tal vez haya interesados en abrir alguna nueva sucursal -en esta empresa destinada a podrir a europeos y rusos- en Oriente Medio.
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