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domingo, 28 de agosto de 2016

POR SU RAZA HABLA EL ESPIRITU ( POR LA LARINGE): LA SECRETARIA DE GOEBBELS

A sus 105 años, la secretaria del jerarca nazi Joseph Goebbels (fue ministro de propaganda, para más señas) sigue muy lúcida. Ejemplifiquemos lo que pasa cuando el lenguaje sale de la laringe y pasa a la boca sin dar un rodeo por el cerebro.
     Brunhilde Pomsel, la secretaria en cuestión, declaró hace poco: "sé que nadie lo cree, pero no sabíamos nada". Es una vieja declaración favorita de los nazis. El hecho es que Pomsel indignó a la prensa que cubrió la declaración.
     He aquí lo que recogió la agencia noticiosa: "Ella simplemente no se siente culpable, asegura. Su trabajo consistía en alterar las estadísticas de los soldados caídos y exagerar el número de violaciones de mujeres alemanas por parte del Ejército Rojo. Un trabajo de oficina más". Es, francamente, encantador: Brunhilde Pomsel declara en realidad que ni siquiera sabía lo que hacía en la oficina, puesto que no declara que no es normal adulterar cifras. "Todo estaba bajo secreto", se justifica la ex secretaria. ¿Bajo secreto? Obviamente no, puesto que ella misma dice, sin que haya secreto ninguno, que su trabajo consistía en adulterar cifras, es decir, en servir al poder -haciendo un trabajo completamente deshonesto- sin hacerse preguntas. Parece el chiste del espía: "mi trabajo es tan secreto que ni yo mismo sé lo que hago".
     Lo peor es que Pomsel haya sido creída por quienes cubrieron la declaración (!!!). "La anciana rechaza admitir que fue ingenua", dice el reportaje, con esa indignación que está de moda. ¿Una ingenua adulterando reportes? No entra en la lógica. Sería el equivalente de decir: "delinquía de manera ingenua". Aunque quién sabe, tal vez es lo que hacen nuestros opinólogos. El poder, cuando es narcótico, hace maravillas, hasta con la lengua, que "habla sola". Brunhilde Pomsel ni siquiera es responsable de lo que sale de su boca.

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