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domingo, 8 de mayo de 2016

EU: CIERTO GRADO DE DEBATE

Si mucha gente cree que el mundo está a merced de gente que sabe lo que hace, tal vez haya una equivocación. Fuera de "gestionar intereses" e irla pasando para no perder privilegios adquiridos, hay personas que no saben nada más. Y a veces, ni siquiera quieren saber, no vaya a ser que "se metan en lo que no les incumbe" y "corran riesgos" (potenciales pérdidas o costos): el estadounidense promedio detesta las ideas y se limita a ser pragmático. No pierde su tiempo en "lo que no le sirve". Y le sirve "lo que le rinde". Ahorita. I want it right now.
     El Instituto de Tecnologías del Lenguaje del Carnegie Mellon, en Pittsburg, Pensilvania, acaba de hacer un estudio que muestra que el lenguaje de los precandidatos -republicanos y demócratas- a la presidencia estadounidense corresponde, en palabras y gramática, al nivel secundaria (entre sexto y primer grados), de entre 11 y 14 años, aunque el precandidato republicano triunfador se ubica en un nivel de primaria (de quinto grado). Ronald Reagan, Barack Obama, William Clinton se ubicaron en un nivel de segundo de secundaria, mientras que George W. Bush en quinto de primaria. Nadie les ha pedido un PhD, pero sería algo riesgoso que los destinos de la primera potencia del mundo y "sus socios" estén regidos por niños que apenas están saliendo de la edad de los pantalones cortos color rosa.
     Considerando que Estados Unidos tiene alrededor de 30 millones de analfabetas funcionales, con tasas superiores al promedio entre los negros y los hispanos (es decir, gente que, habiendo aprendido alguna vez a leer y escribir, no puede ya ni reconocer lo que dice una parada de autobús) y que millones más (unos 84 millones) funcionan apenas en los niveles más bajos de alfabetización, puede pensarse que Estados Unidos es una potencia de lactantes, lo que explicaría tal vez el voto por Killary Clinton, salvo entre quienes esperarían del republicano un reparto de biberones Made in America, y no Made in China.Ni qué decir de quienes pegan toda suerte de gritos ante el republicano: mientras hace berrinche, el asunto de la crítica ha caído a un nivel de mamilas.
     Tal vez el resto del mundo tenga que ser, como el estadounidense, uno de lactantes -ignorantes felices de serlo- muy mamilas (por su precio), que es lo que se le nota a leguas al estadounidense promedio, con su carota: hasta en la playa "se dibuja" cuando aparece un  Evenflo, un mamila Advanced Relax Fit.  

GENTE PERFECTA

 El llamado en inglés reality show  puso de moda dejar el pudor y el sentimiento de verguenza -confundido con el de culpa- de lado y, para i...