Para defenderse de las sanciones y no depender tanto del dólar, Rusia ha estado vendiendo dólares y aumentando sus adquisiciones de oro. Lo curioso es que esta medida ha sido en parte promovida por Elvira Nabiullina, presidente del Banco Central de Rusia, considerada cercana a la más extrema escuela "neoliberal" de Ludwig von Mises y los "libertarios" (von Mises era pro-oro). Por lo demás, la minería de oro está muy bien desarrollada en la Federación Rusa, y Nabiullina considera que los ahorros en oro pueden ser una "garantía al 100 % contra riesgos legales y políticos". Hace mucho que el mandatario ruso, Vladimir Putin, ha dicho que Estados Unidos está parasitando la economía internacional y cargándole problemas propios gracias al monopolio del dólar. El oro es para Rusia una protección ante cualquier cataclismo que pudiera ocurrirle al dólar o incluso al euro.
Por otra parte, el petróleo ruso, que se cotiza en relación con el petróleo Brent, podría ir pasando a una cotización propia para los contratos a plazo en la Bolsa Internacional de San Petersburgo, el petróleo Urals, bruto extraido para la exportación en las regiones del Volga, los Urales y los distritos autónomos de Khantys-Mansis, Yugra y Yamalo-Nenets. Los ingresos por petróleo representan 40 % del presupuesto ruso. Así, el petróleo bruto ruso dejaría de ser calculado en dólares y, aún sin llegar a una completa "desconexión", Rusia sería menos dependiente de los caprichos estadounidenses.
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