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miércoles, 11 de mayo de 2016

NAZIS: ¿QUIEN PACTO PRIMERO?

Con ayuda de Occidente, algunos medios rusos (acaba de ser el caso de Russia Today en español) siguen repitiendo, como lo hicieron este 9 de mayo en el Dia de la Victoria, que la Unión Soviética y Stalin fueron agarrados "desprevenidos" en junio de 1941. Hay más, desde luego, para que los medios rusos sigan en cosas como "el precio de la victoria" (seguir con Stalin) o hablando de la "Wehrmacht civilizada". Después de todo, son las tesis sobre la "colaboración" de Stalin con el totalitarismo alemán y las de Winston Churchill, según quien "los soviéticos perdieron perdieron la fe en sí mismos con su pacto con Ribbentrop y dejaron a Hitler suelto en Polonia y así comenzó la guerra". En eso están también los medios franceses con "Apocalipsis Stalin" (2015), por ejemplo. La segunda Guerra Mundial la desató "la duplicidad de Stalin".
     Desde 1933, en realidad, el Comisario soviético para  Asuntos Exteriores, Maxim Litvinov, estuvo buscando un acuerdo de "seguridad colectiva" en Europa contra la Alemania nazi, un "perro enfermo -decía Litvinov- en quien no se puede confiar y con quien no se puede llegar a acuerdos". Nadie le hizo el menor caso a Litvinov, pero hay más. He aquí parte de los "secretos sucios de la familia que vive en la gran casa arriba de la colina", como ironiza el portal Strategic culture. El gobierno polaco firmó un pacto de no agresión con Alemania en 1934 y apoyó la entrada de los nazis en Checoslovaquia en 1938. ¿Algún problema? Ninguno, porque en Occidente borramos pedazos enteros de Historia mejor incluso que lo que le atribuíamos a Stalin. Litvinov tenía razón: al año siguiente, la Alemania nazi se le fue encima a Polonia. Viacheslav Molotov, sucesor de Litvinov, le ofreció en mayo de 1939 apoyo a Polonia, !que lo rechazó! Primero nazis que rojos, obviamente. Delegaciones de británicos y franceses fueron invitadas a Moscú, capital soviética, para discutir en 1939 una "alianza antinazi", pero llegaron -en especial los británicos- sin ningún poder otorgado por sus gobiernos para firmar nada. Es muy sencillo: mientras dejaban hacer a los nazis, los occidentales evitaban cualquier compromiso con la Unión Soviética, el último país en pactar (después de Gran Bretaña y Francia en Munich en 1938) con Alemania (agosto de 1939). El orden de los factores sí altera el producto.

LAS BUENAS CONCIENCIAS

 Dejemos de lado el legalismo formal para capear el temporal internacional y dar la apariencia de estado de derecho, procediendo a otro enga...