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domingo, 22 de mayo de 2016

EU-OTAN: LA BORRACHERA IDEOLOGICA

La Federación Rusa está hoy rodeada de bases militares estadounidenses y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y ha expresado su preocupación por prevenir la amenaza del despliegue del escudo antimisiles occidental en Europa del Este, en particular Rumanía y Polonia.
Así como existen estados etílicos, existen estados ideológicos "inconvenientes", en los cuales no es raro que alguien empiece a decir incoherencias.
      El viceministro de Defensa estadounidense, Robert Work, por ejemplo: "Es una amenaza y nos gustaría pedirle a Rusia que pensara sus declaraciones, ya que nosotros tenemos intención de colaborar (...) pero estas amenazas son extremadamente contradictorias y nos preocupa mucho". Work se refiere a la defensa rusa como "una amenaza".
     El general británico Sir Alexander Richard Shirreff -vicecomandante supremo aliado de la OTAN en Europa entre 2011 y 2014- escribió hace poco sobre las "ideas agresivas" del Kremlin contra países del Báltico y remató: "es necesario actuar ahora para evitar una 'potencial catástrofe', que puede escalar hasta alcanzar incluso el nivel nuclear".
      La Estrategia Nacional de Seguridad 2015 estadounidense menciona el término "agresión" 18 veces, según el conteo de Eric Zuesse. En suma, a pesar de que nunca hubo presencia ilegal de fuerzas rusas en Crimea y de que no hay ninguna "invasión" u "ocupación" rusa en el Este de Ucrania, los mandos occidentales han estado mintiendo al grado de que cabe preguntarse si, un buen día, en plena borrachera ideológica, no terminarán creyéndose sus mentiras y actuando por ende de acuerdo con la última de sus alucinaciones (una alucinación es una percepción que no corresponde a ningún estímulo físico externo). Entretanto, casi 60 % de los estadounidenses, según The Wall Street Journal, apoya el uso de armas nucleares, por ejemplo contra Irán (según una encuesta de YouGov), país que no tiene el arma atómica.
     Lo típico del "estado inconveniente" es sentirse invulnerable: "una no es ninguna, dos la mitad de una", "yo conozco mi medida", "no pasa nada", "la última y nos vamos", etcétera. Pasa lo mismo con la borrachera ideológica (¿no decía Stalin que el problema de Hitler era no saber detenerse?): el problema no es Rusia, es la manera en que los mandos occidentales "manejan", poniendo en riesgo a su propia población (que cree haberse comprado la paz), si Moscú llegara a tener que responder un ataque. "Si queremos alcanzar a alguien lo haremos", ha declarado el mandatario ruso Vladimir Putin. No es ninguna amenaza. Es una advertenca, algo distinto.
      

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...