RUSIA-OCCIDENTE: EL PROBLEMA DEL ORO

Según se sabe ahora de los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado estadounidense Hitlary Clinton, Occidente intervino en Libia porque el gobernante de este país, Muamar Kadhafi, quería crear una moneda africana desligada del dólar y del euro. Cabe señalar que en el año 2000, Saddam Hussein, líder iraquí, decidió dejar de comerciar el petróleo en dólares y cambió al euro. Iraq abrió una cuenta en euros en el banco BNP Paribas y depositó en ella los ingresos del programa Petróleo por Alimentos controlado por Naciones Unidas (unos 8 400 millones de euros). La medida de Hussein no fue del agrado de Estados Unidos, que con una coalición invadió  Iraq en 2003. De inmediato, Paul Bremer, nombrado máximo responsable de la Autoridad Provisional de la Coalicion, anuló la disposición de Hussein y dispuso que los fondos que Iraq había depositado en Francia fueran trasladados a Estados Unidos. El petróleo iraquí volvió a venderse en dólares.
      Desde que Occidente sancionó a Rusia, este país aumentó sus compras de oro: en enero de 2016, el Banco Central de Rusia compró 22 toneladas de oro, el equivalente de 800 millones de dólares. En el año 2014, ese Banco tenía adquiridas 172 nuevas toneladas de oro que subieron en el año 2015 a 208 toneladas, para sumar mil 437 toneladas, sexto lugar en el mundo después de Estados Unidos, Alemania (país que tiene su oro en Estados Unidos), Italia, Francia y China. Para comprar oro, Rusia se estuvo deshaciendo de sus tenencias del Tesoro estadounidense (132 mil millones en enero de 2014, 92 mil millones en diciembre de 2015). Así, Rusia ha estado "desdolarizando" su economía. Desde el año 2005, Rusia ha duplicado sus reservas en oro.
      China ha buscado diversificar sus reservas, aunque Occidente se adelantó admitiendo al yuan, moneda china, como divisa en el Fondo Monetario Internacional. De todos modos, China está comprando oro (215 toneladas previstas para 2016). El otro país que ha estado comprando oro es Kazajstán, miembro de la Unión Económica Euroasiática (con Armenia, Belarús y Kirguistán), que Hitlary Clinton considera "un intento de resovietizar la región" -declaración que supone no haber visto nunca ni un mapa. En el año 2012, Hitlary Clinton amenazó incluso con impedir los procesos de integración en Eurasia. "No permitiremos que nos confundan -declaró-,  Sabemos cuál es el objetivo y vamos a buscar la manera de ralentizarlo o impedirlo". Por lo visto, la ex secretaria de Estado, declaraciones absolutamente tontas aparte, vió con disgusto la aparición de un competidor a la esfera del dólar y se puso mal, lo que se llama mal, porque una "desdolarización" impide que siga fluyendo tributo para mantener el nivel de vida "indispensable" de los estadounidenses. La Unión Soviética tenía su moneda ligada al dólar. No es seguro que la "gran maquinaria" no se haya echado a andar ya para evitar una competencia que para el consumidor occidental es el riesgo de un costo e incluso una franca pérdida. Ninguna empresa quiere operar con pérdidas.