NAZIS: AH CARAY, MAS AMIGAS...

Se llamaba Edward Wood, se convirtió en Lord Halifax (era hijo del vizconde de Halifax) y fue funcionario de la diplomacia británica. En efecto, en 1935, este lord miembro del partido conservador fue nombrado Secretario de Guerra por el primer ministro Stanley Baldwin. Lord Halifax visitó por primera vez Alemania en 1936 y le comentó a un amigo que "los líderes nazis habían sido de su agrado, incluso Goebbels, y que estaba impresionado, interesado y divertido (?) por la visita", aunque no queda claro que entretuvo tanto a este tory del Reino Unido. Lord Halifax volvió a la Alemania nazi en 1937, enviado por el primer ministro Neville Chamberlain, y estuvo negociando lo que se conoce como "política de apaciguamiento" con Hitler, Goebbels y Hermann Goering, En su diario, Halifax anotó con un sentido exquisito del contraste: "aunque hay mucho en el sistema nacional-socialista que ofende profundamente a la opinión británica, no soy ciego a lo que Hitler ha hecho por Alemania, y los logros, desde su punto de vista, para mantener al comunismo fuera de Alemania". Halifax fue nombrado Ministro de Exteriores del Reino Unido en 1938: Hitler entretanto se tragó Austria y al poco tiempo Checoslovaquia. La anexión de Austria estaba legalmente prohibida por el Tratado de Versalles y en el Pacto de Munich los británicos -incluidos Halifax y Chamberlain- arguyeron que no iban a meterse en ninguna guerra por los Sudetes. Halifax no fue remplazado sino hasta 1940, cuando algunos británicos se dieron cuenta de que los nazis no eran tan calmados con Occidente. Halifax defendió su postura en sus memorias, Fulness of Days.
     Luego embajador en Estados Unidos, Halifax, este amigo del nazismo, fue el representante británico en la Conferencia de San Francisco de 1945,, considerada antecedente de Naciones Unidas, a cuya primera sesión también asistió el que se convirtió en tercer vizconde de Halifax.