NAZIS: ¿OTRA AMIGA? BUENO SI, OTRA AMIGA

Associated Press (AP) es la gran agencia de prensa estadounidense, servicio de fotografía incluido, con el que casi dos mil periódicos y miles de cadenas de televisión y radio dan notocias en el mundo.
     Recientemente, la investigadora alemana Harriet Scharnberg hizo notar que AP colaboró con el nazismo alemán, sin que al gobierno estadounidense pareciera haberle importado mayormente. AP contrató a reporteros y fotógrafos que también trabajaban para el Ministerio de Propaganda a cuyo frente estaba el muy conocido Joseph Goebbels, el partidario de repetir una mentira el número suficiente de veces -unas mil- para que fueran creíbles. AP no debía mostrar nada que "debilitara la fuerza del Reich". AP proporcionó imágenes que sirvieron para perseguir a los judíos y retratarlos como "infrahombres" (Untermensch) y, en vez de dar a conocer lo que hacían los nazis, estuvo por lo menos hasta 1941 desviando la atención sobre los "malos soviéticos". Hasta ese año, AP fue la única agencia occidental acreditada para cubrir la Alemania nazi, de tal forma que todo el comienzo de la guerra no fue mostrado como el del horror, sino como el de una muy simple "guerra convencional". Como el abuelito Prescott Bush en las finanzas, hubo otros en Estados Unidos que supieron hacer negocios con los nazis y darles, además del respaldo del gran capital (el de la alta finanza Bush), el de los medios de comunicación masiva y sobre todo sus fuentes.